De Norte a Sur
Tractor en un campo de siembra de maíz. Foto: Cuartoscuro.
Por Abigail A. Correa Cisneros.- A punto de concluir el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en materia de Agricultura y Desarrollo Social dicen que México llega sin desabasto ni crisis alimentaria y que la inflación está controlada. En su último informe, el presidente dio a conocer que más de dos millones de productores y 200 mil pescadores recibieron apoyos económicos de forma directa, lo que impulsó el incremento en la producción de alimentos, el bienestar en las comunidades rurales, una balanza comercial agroalimentaria positiva y se garantizó la seguridad alimentaria.
Este año, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó que en los primeros siete meses se mantuvo la tendencia al alza de las exportaciones agroalimentarias del país al totalizar 33 mil 276 millones de dólares, lo que impulsó un superávit de la balanza comercial agroalimentaria de seis mil 382 millones de dólares, 9.38 por ciento más respecto a igual lapso de 2023. En el periodo enero a julio las exportaciones agroalimentarias crecieron 5.54 por ciento, mientras que las importaciones aumentaron 4.67 por ciento, al sumar 26 mil 895 millones de dólares.
La Sader resaltó que en el presente sexenio, México incrementó la productividad del sector primario, con lo cual el producto Interno Bruto (PIB) agropecuario creció cada año, durante los seis años de Gobierno. Casi a finalizar este año se mantiene el saldo superavitario de la balanza agropecuaria y agroindustrial y se registra su tercer mayor saldo positivo en 30 años, destacó la dependencia federal.
La institución detalla que la balanza agropecuaria y pesquera registró un superávit de dos mil 704 millones de dólares, superior en mil 580 millones de dólares a lo alcanzado en enero-julio de 2023, un alza de 140.59 por ciento, con exportaciones por 14 mil 751 millones de dólares y la balanza agroindustrial presentó un superávit de tres mil 678 millones de dólares, menor en mil 033 millones de dólares al registrado en el mismo periodo de 2023, con ventas al exterior por 18 mil 525 millones de dólares.
En tiempo de Enrique Peña Nieto este rubro iba sin dirección, a inicio de su sexenio, en 2013, el crecimiento del PIB agropecuario fue únicamente de 0.4 por ciento, en comparación con el anterior gobierno panista, que registró el crecimiento promedio de 1.8 (2001-2012), según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi). Esto fue resultado de ignorar por completo a este sector y de que no hubiera inversión pública productiva. Simplemente se ignoró por completo el desarrollo y la importancia que tienen los productores nacionales. En aquellos sexenios se fue secando el campo a falta de políticas de fomento productivo para la autosuficiencia alimentaria, la escasez y el encarecimiento del crédito, la continuidad de la política de dependencia alimentaria, la administración inercial y el subejercicio presupuestal en la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Basta recordar en qué acabó la Cruzada contra el hambre, proyecto insigne del gobierno de Peña Nieto, que buscaba acabar con la desnutrición en niños y aumentar la producción alimentaria, fue abrogada en este sexenio por el fracaso que tuvo al no sacar a 7.8 millones de personas de la pobreza alimentaria, de acuerdo con un reporte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), por el contrario la población identificada en condición de pobreza extrema alimentaria se incrementó en 12.9 por ciento de 2014 a 2018. Además, este programa fue parte del lavado de dinero supuestamente orquestado por Rosario Robles, titular en ese tiempo de la Secretaría de Desarrollo Social y de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
En contraste, en este periodo por primera vez se reconoció la importancia del recurso suelo, por lo cual se creó dentro del organigrama de la Secretaría una Dirección General de Suelo y Agua, ya que representa la única alternativa real que existe en el sector para secuestrar el CO2 y pusieron en marcha políticas y acciones para impulsar la actividad primaria sostenible, bajo la visión de que la agricultura es parte de la solución al problema del cambio climático. Queda mucho por hacer, sobre todo, queda pendiente la situación que afecta a millones de hectáreas protegidas que corren riesgo ante posibles proyectos que impactan al medio ambiente y también afectan las cosechas. Hay que mantener el dedo en el renglón en políticas que beneficien a los mexicanos y no a unos cuantos con intereses millonarios que ponen en riesgo el campo y el medio ambiente del país.
DESDE EL CENTRO
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, informó que fusionará Segalmex con Diconsa para crear Alimentos para el Bienestar, como parte de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader). Sheinbaum informó que Alimentos para el Bienestar estará a cargo de María Luisa Albores, actual secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en tanto que el director de Segalmex, Leonel Cota, será subsecretario en Sader. La nueva área operará los precios de garantía y vinculará a los pequeños productores agropecuarios –de café, frijol, miel, cacao– con las tiendas Diconsa, que en su gobierno se llamarán Tiendas del Bienestar.
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