Un gran muro encajonó la calle que tiene antecedentes de inundaciones y deslaves
Barda de inmobiliaria en San Juan Cosalá que encajona el agua de lluvia. Foto: Armando Esquivel.
Armando Esquivel.- Un alto muro construido por una inmobiliaria en San Juan Cosalá ha preocupado a vecinos de la calle Hidalgo ante el riesgo de inundación y deslaves, denunciando que se pone en peligro su patrimonio y hasta las vidas humanas; todo esto con el previo aval del Gobierno de Jocotepec.
Los alrededor de 55 metros lineales de un muro de piedra y una barda de block de aproximadamente seis metros de altura dejaron encajonada la calle Miguel Hidalgo, que se encuentra entre carretera a Chapala y Vicente Guerrero y que ya tiene historial de estragos por lluvias y deslaves.
“El problema es que cuando nos corre agua, muchísima agua que nos corre y para nosotros no es suficiente el lugar que dejaron, dejaron un espacio muy pequeño”, dijo la señora Cristina, vecina de la zona.
La entrevistada también recordó que el predio era una huerta de chayotes, señalando que con la barda se les limita el margen de espacio para evacuar el sitio en caso de emergencia por desastre natural.
“Antes no había construcciones a los lados, cuando pasó esa cosa otra vez, pues nos salimos a los lados ¿y ahora para dónde nos vamos? Aquí se llena y más cuando baja mucho lodo, palos, piedras, imagínese, ¡es un desastre aquí!”, mencionó la señora Cristina, quien reclamó que los vecinos ya hicieron llegar su queja al Gobierno de Jocotepec, pero han sido ignorados. “Si siguió haciendo su barda, pues a algo se atiene”, agregó.
La petición de la ciudadanía sonó dentro de la décima octava sesión ordinaria de Cabildo realizada el 19 de agosto, luego de un escrito de vecinos y del grupo activista “Frente Ciudadano San Juan Cosalá”, en el que denuncian el riesgo y solicitan la demolición de la barda, documento hecho llegar a los regidores por el edil de esa delegación, Isidro Xilonzóchitl Camarena.
José Miguel Gómez López, presidente de Jocotepec, propuso instruir a la dirección de Desarrollo Urbano el iniciar un proceso legal para la demolición de la barda, aunque esto tardaría tiempo para la resolución ante la esperada defensa jurídica por parte del inmobiliario, mientras el Síndico, Carlos Alberto Zúñiga Chacón, argumentó que podrían hacerse acreedores a una sanción si destruyen la barda. Ni el primer edil ni el síndico hablaron de la posibilidad de realizar un dictamen de riesgo para la búsqueda de la revocación del permiso de construcción, entregado por la misma dependencia a la que aseguraron darían instrucciones para el proceso legal.
Aunque el alcalde se dijo a favor de los pobladores durante la sesión edilicia realizada el 19 de agosto, cuatro semanas después de esta fecha, en una visita al punto señalado se constató que los trabajos en la barda estaban por concluir y aún estaba en proceso su construcción. Al acudir al lugar también se hizo constancia de la maquinaría pesada dentro del predio de alrededor de nueve mil 865 metros cuadrados, con personal en labores y un letrero que indica que la construcción está afiliada a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), un viejo sindicato de trabajadores del campo y la construcción.
Durante la vigésima sesión ordinaria del 5 de septiembre, Marisol Contreras Durán, edil del partido político Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), retomó el tema para especificar su voto, mencionando que no fue para hacer un acto no procedente, mientras el síndico y el alcalde mantuvieron la postura de proceder legalmente para seguir un largo litigio sin detenerse la construcción inmobiliaria.
“Se cimbran pero feo”, fue otra queja y preocupación de los vecinos contra la inmobiliaria es que su maquinaría ha hecho cimbrar las viviendas de manera brusca, sospechando de afectaciones en sus hogares por los trabajos que aún no culminan, así como el haberse recorrido para tomar espacio de calle, dejando la vialidad con menor espacio, sumado al encajonamiento de agua durante lluvias.
En un inicio, personal de la constructora prometió hasta una banqueta, lo que serviría para el paso de estudiantes, al encontrarse la Escuela Secundaría Foránea 58 a un lado del predio.
“Se recorrieron mucho y ya quedó mucho más angosto lo que viene siendo el arroyo, entonces quiera que no, si nos perjudica, esto es arroyo, nomás que ya se hizo caso”, contó la señora Silvia, quien se dice afectada por la licencia otorgada al fraccionador.
La calle Hidalgo originalmente era un cauce de agua, pero la mancha poblacional dejó la ruta acuífera como una vialidad, inclusive, la agrupación de expertos en estos temas “Georiesgos Jalisco”, pone como ejemplo a esta calle entre las que fueron bloqueadas como bajantes de agua, agregando un mapa de las microcuencas que se han activado luego de trombas en la localidad.
Karina dice que aún recuerda lo aparatoso del deslave sucedido hace aproximadamente 15 años y que dejó a gran parte de San Juan Cosalá con severos daños. “Se me inundó mi casa, hace 15 años, con decirle que hasta abrió la puerta y se metió hasta adentro, aquí había camionetas y se las llevó, el puente lo tapó, puras piedras y palos y se pasó hasta allá” contó la mujer en entrevista, haciendo mención a una segunda en octubre del año 2021. “Cuando ya cayó la segunda tromba quedaron muchos rasguñones y ya de ahí se viene el agua porque ya se hizo como arroyo”, recordó.
Los vecinos sólo piden acciones rápidas y efectivas, así como el dejar de privilegiar a desarrolladores inmobiliarios y pensar en los riesgos que genera la barda para prevenir una tragedia que pueda costar hasta vidas humanas. “Que vengan y quiten esa barda sino ahora sí me va a llevar el agua hasta la laguna, la verdad que sí”, finalizó la entrevistada.
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