Salud en Letras
Ili. Foto: Archivo.
Por Ili.- La enfermedad de Parkinson es un trastorno degenerativo del sistema nervioso central, caracterizado por temblores incontrolables. El riesgo de padecerlo aumenta con la edad, mas no es indicativo de que ocurra como resultado al envejecer.
Con la progresión de la enfermedad del Parkinson, los temblores tienden a empeorar restringiendo al paciente a la hora de hablar, al caminar y para hacer otras actividades.
Este trastorno nervioso carece de origen, pero médicos investigadores sugieren que bien puede ser debido a un factor hereditario o bien aunado a una mutación genética. Otros argumentan que aparece como un caso aislado y sin relación con una predisposición hereditaria; mientras que otros afirman que la exposición a ciertos factores ambientales aumenta la incidencia de padecerlo, tales como las toxinas que tiene la heroína sintética, virus como el de la encefalopatía de la influenza, el virus del herpes zóster y pesticidas.
No existe prueba precisa que diagnostique el padecimiento del trastorno y la enfermedad afecta en un 50 por ciento más a hombres que a mujeres.
Dentro de los primeros síntomas de las etapas tempranas de la afección del Parkinson se pueden manifestar: temblores leves, dificultad para levantarse después de estar sentado, un habla y escritura lentas, comportamiento irritable, depresivo y triste; cansancio y distracción.
A medida que la enfermedad aumenta, los temblores pueden hacerse más continuos, notorios y bruscos, al grado que interfieren con las actividades diarias de la persona, dificultando el poder, por ejemplo, sostener un tenedor, una cuchara, leer, escribir, abrochar y desabrochar un botón.
Usualmente los síntomas empiezan a desarrollarse sólo en un lado del cuerpo, pero eventualmente se afectarán los dos.
La enfermedad del Parkinson no es una enfermedad terminal, pero empeora con el tiempo. Aumentando el riesgo de caídas, de padecer neumonía, incrementado la dificultad para tragar y masticar, puede haber un atragantamiento y ahogo frecuentes; causas donde si el paciente se encuentra solo, pueden resultar fatales.
Dentro de los medicamentos prescritos para el alivio de los síntomas se recomiendan: levodopa, antagonistas de la dopamina, inhibidores de la MAO-B y COMT, amantadina y anticolinérgicos. Y dependiendo el caso, cirugía para la estimulación cerebral profunda.
Es posible que, al inicio, la enfermedad se mal diagnostique y se piense que los temblores son tics nerviosos, o síntomas de otra enfermedad. La detección temprana y oportuna influye en el tratamiento posterior y el mantenimiento de la calidad de vida del paciente.
Acuda a consulta con su neurólogo y sométase a las pruebas necesarias para un diagnóstico preciso. El Parkinson es un trastorno que no tiene cura, hasta hoy; pero la toma de medicamentos alivia los síntomas y retrasa el avance de la enfermedad.
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