Trastorno histriónico de la personalidad
Imagen: canvis.es
El trastorno histriónico de la personalidad es un desorden del comportamiento en el cual una persona es emocional y dramática, al grado de que sus reacciones son exageradas y que tienen como único objetivo el llamar la atención de los demás.
Esta afección mental es de causa desconocida, pero los traumas en la niñez y la herencia son factores prioritarios para su desarrollo.
Se presenta con mayor frecuencia en hombres que en mujeres y según las estadísticas, es probable que el número de varones incluso sea mucho mayor al documentado, puesto que ellos usualmente se rehúsan a buscar ayuda profesional y por lo tanto carecen de un diagnóstico apropiado, así como de un tratamiento adecuado.
Por lo general, si la persona cuenta con este padecimiento, los primeros síntomas aparecerán en la niñez o después de los 20 años. Una singularidad del trastorno histriónico de la personalidad es que estos pacientes tienen la capacidad de desempeñarse en trabajos de alto nivel tanto social como laboral.
Otros síntomas incluyen: ser arrogante, prepotente y seductor o por el contrario demasiado fácil de influenciar y convencer; son exageradamente sensibles y dramáticos; tienden a culpar a otros por sus fracasos y errores; se preocupan demasiado por el qué dirán y como lucen. También buscan obsesivamente la constante aprobación y confianza de los demás; son altamente egocéntricos, superficiales e intolerantes y se irritan cuando las personas con quienes mantienen alguna relación no responden con adulaciones, gratificación o intimidad inmediatas.
El trastorno por lo general mejora con terapia psicológica y en ocasiones hasta con farmacoterapia psiquiátrica, pero sin tratamiento los problemas que ellos mismos provocan con otras personas eventualmente llegan a afectar tanto su vida laboral como la personal. Ya que las consecuencias de los conflictos de los que son parte pueden llegar a ser bastante serios y graves.
Los pacientes con este trastorno mental tienen una incapacidad de hacerle frente a los problemas y de hacerse responsables de lo que provocan; de igual manera su conducta los conduce a situaciones peligrosas y arriesgadas; todo esto con el fin de obtener más atención sobre todo de las personas de su interés e incluso sin que el sentimiento sea recíproco.
Los afectados con el trastorno histriónico de la personalidad y debido a su exagerada necesidad de llamar la atención, al no obtenerla pueden deprimirse y desarrollar pensamientos suicidas; así que son personas que necesitan un monitoreo constante de sus actitudes por parte de la familia o de quienes convivan.
Y si ya asisten a terapia psicológica, entonces tanto la familia como el paciente deben ser conscientes de que la intervención profesional es de por vida.
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