Artritis reumatoide
Imagen: clinicadeldolor.com.uy
La enfermedad autoinmune de la artritis reumatoidea es un tipo de inflamación que afecta a las articulaciones y los tejidos a su alrededor. El sistema inmune identifica erróneamente al tejido sano y lo ataca. La afección es de causa desconocida y puede presentarse a cualquier edad.
Se presume que la herencia, las hormonas y el tabaquismo juegan un papel importante para su desarrollo; y la enfermedad afecta alrededor del mundo a más mujeres que a hombres. La artritis reumatoide debe diferenciarse de la osteoartritis, en la cual la segunda es debido al desgaste de las articulaciones, pero como producto del envejecimiento.
La artritis reumatoide con frecuencia se presenta de manera bilateral, aunque existen casos en los que sólo una articulación es afectada. Con mayor frecuencia aparecen en la articulación de la cadera, los tobillos, los codos, los pies, las rodillas, las muñecas y los dedos de las manos y en algunos otros casos, también en la articulación temporomandibular.
Los síntomas de los reumas son de un avance lento y los primeros incluyen: un ligero dolor articular, rigidez articular sobre todo por las mañanas, cansancio, puede haber inflamación, entumecimiento, sensibilidad y una sensación de calor en las coyunturas afectadas; y conforme avanza el tiempo y la progresión de esta condición, las articulaciones pierden el rango del movimiento y eventualmente también aparecen nódulos y deformidades.
El tratamiento debe ser llevado por el médico especialista, en este caso un reumatólogo y el control a largo plazo incluye la toma de fármacos, cirugía y fisioterapia; además de la realización de ejercicio regularmente y el de adoptar una dieta nutritiva y balanceada; además de la abstinencia de los productos de tabaco y el alcohol.
Sin tratar, la artritis reumatoide puede ser aparte de dolorosa, bastante debilitante y frustrante; ya que el grado y la severidad de las deformaciones, por ejemplo, en las articulaciones de los dedos de las manos, puede dificultar tareas simples como el de abrochar botones, cierres, sostener una cuchara y amarrarse las agujetas.
Además, pueden existir complicaciones en otras partes del cuerpo, tales como daño pulmonar, lesiones en las vértebras y el cuello y varias enfermedades cardíacas.
Desafortunadamente hasta ahora, no existe una forma preventiva ante la artritis reumatoidea; sin embargo, ante la aparición de los primeros síntomas, es importante el diagnóstico y detección acertada, para que de forma oportuna se comience el tratamiento y así prevenir a futuro un mayor daño articular.
Así que, si ya tiene la dolencia, evite untarse ungüentos y preparaciones; primero confirme que el producto no hace interacción con lo que el reumatólogo le haya prescrito. Siempre tenga en cuenta que los productos naturales pueden interactuar indeseablemente con los medicamentos, resultando en una reacción no solo dañina si no peligrosa.
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