Por: Óscar España Ramos
Der. a Izq. Óscar Alfredo España Ramos y “Pechi”, un señor de ajijic que nunca dejó la inocencia de ser niño.
Recuerdo aquél tiempo siendo niño Cuando emocionado y alegre escuchaba la campana que colgaba del viejo gigante, aquella que con su inolvidable tin, tin, tin tin, tin anunciaba la llegada del mejor momento de la época de escuela, la salvadora “hora del recreo”, todos en la inocencia bien armados con los trompos de madera y su punta bien sedita.
Los Yoyos bien desenredados, las canicas en todas sus variedades Agüitas, Ponchitos y cacalotas listas para el juego (un “Ponchito” amarillo era mi Tiro), las peligrosas zumbas bien afiladas, los trozos bien escogidos de las mejores ramas de los árboles para el Chan gai, el intrépido Chinchilegua y tantos más, fue bonito el espectáculo en aquél patio escolar, niños corriendo desbordando alegría, contagiando ingenuidad.
Muy cerca se vivía algo similar, a sólo dos cuadras frente a la Iglesia se encontraba la escuela para niñas, imagino que ellas jugaban a los encantados, a la trais, a la momia, a la choyita, al teléfono descompuesto, al Stop, a la brinca soga.
Quizá lo más atrevido para ellas en aquél tiempo era el bebe-leche, pero siempre sujetándose las faldas y procurando no dar saltos muy elevados que dejaran entrever los frescos y coloridos jardines del paraíso, no es que fueran egoístas, eran sus bien marcados principios.
Además, con un descuido de esos, los chingadazos dolían, ah como se aprendía con el jalón de greñas o con la suave caricia de la chancla de la madre ¿Verdad que si mis queridas señoritas?, con más de alguna de ustedes me tocó ver esa “sabia escena”, hoy sé que ya siendo madres una leve sonrisa de agradecimiento iluminará su rostro al recordar a la mejor maestra que lo fue sin duda la progenitora de sus vidas.
Hoy se celebra el Día del Niño, he tomado una decisión, a partir de esta fecha tratare de rescatar al niño que traigo dentro, voy a dejarlo salir, voy a permitirle que sea feliz, finalmente eso nada cuesta, es de a gratis.
Voy a tomar las decisiones importantes en mi vida, en mi entorno como cuando lo hacíamos de niños, mediante un práctico “De tin Marín de do pingue, cucara macara títere fue… yo no fui, fue tete, pégale, pégale que aquél fue, ó con un simple “No se vale” o “Zafo”, trataré de arreglar mis errores promoviendo aquélla sencilla frase: “Empezamos otra vez”.
Si no se puede lo haré como en aquellos viejos tiempos: “pues nos vemos a la salida en el tempisque y que nadie se meta”, pero creo que la mejor solución vendrá con “Un, dos tres por mí y por todos mis amigos”.
Llegaré de la escuela a mi casa a medio comer ¿Saben por qué? Voy a ir a bañarme a la Laguna, ella me espera con toda su bondad, voy a jugarle unas carreras nadando al Bagre Romero, al Indio Márquez, al Churro Moreno, estoy seguro que hoy si les voy a ganar, ya cortamos un vástago del jardín de Doña Julia, en esa lancha nadie me podrá alcanzar, mis amigos ya tienen lista la balsa llena de lirio es la más grande , la más tupida, la más excelsa y por si nos hundimos ya tenemos nuestro salvavidas que es una vieja cámara de llanta del camión de Pantoja, otros traerán la de La Kakema, voy a aventarme unos clavados del “Muey”, o del muro de “La Pepsi”, mi anzuelo estará atado a una vara clavado en la arena esperando que una carpa me avise que es hora de salir.
Allá en la orilla mis amigos juegan a hacer Patitos con las piedras más planas, yo ni siquiera lo intento, estoy seguro que todos me van a ganar.
Voy a jalar el chinchorro de Don Ramón Torres, el de Don Juan Guevón, el de Don Tirso Farías o quizá hoy baje del cielo mi amigo Chebo Blas y todos avienten sus “Lances”, así de esa manera habrá pescado para regalar.
Vengan, acompáñenme, saquen su Chorta, su resortera, su Jonda, los caicos, el trompo, ellas ya vienen con sus muñecas, no quiero ir sólo al arroyo del Tempisque, al Tépalo, hasta podemos ir más arriba a traer flores de San Juan, jugaremos fútbol en la caballeriza de Don Juan, van a venir: “Los niños del Hospicio”, ese será el encuentro estelar, uno de ellos viene a retar a mi amigo Trino el borreguero que disque le va a ganar, no lo creo, esta vez el Borregas correrá a “Patarais”, ya viene bajando mi entrañable amiga, “La Maga”, sí, La Guary, trae tostadas que a su mamá le pudo sacar, ella no se raja, no nos falla siempre es igual.
Vamos a intentarlo ¿Qué nos puede pasar? Quizá terminemos todos Cenizos, regañados, a lo mejor nos ponen de castigo escribir 100 veces… “No debo hacer esto sin permiso de mi Mamá”, vale la pena, pues al final ya entrada la noche Doña Lupe, La Colorada, esa mujer bonita nos invita a cenar y ¿Si no alcanza? Le entramos a las tortas con caldo de chile jalapeño o compramos leche y galletas de animalitos, los invito, allá los espero.
Recuerden que estas cosas tan simples nos hacían inmensamente felices, es más al que llegue primero le regalo “La trabajosa” del álbum de cartitas de luchadores, al fin que la tengo repetida ¿A poco necesitan más? Tratando de ser niños le daremos sentido a la vida, Vamos a pasarla bien todo el día, eso sí, como decíamos antes…
“Él o la que llegue al último es…”Jajaja
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala