Foto: Guadalajara Informa.
Redacción. – Una mujer murió atropellada en la carretera a Chapala a la altura de la birriería “El Chololo” en la cual trabajaba, informaron medios estatales.
Testigos dijeron que la mujer de 25 años de edad intentó cruzar la vía y fue golpeada por un sedán blanco que se dio a la fuga.
Al lugar arribaron paramédicos y policías municipales de Tlajomulco, quienes confirmaron el fallecimiento de la mujer
Fachada del Seguro Popular de Mezcala. Foto: Manuel Jacobo.
Manuel Jacobo (Mezcala, Jal).- A finales del mes de mayo se presentó un caso en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y desde entonces se registró la alerta. Para la encargada del Centro de Salud Mezcala (CSM), la doctora Alejandra Siling Ortiz, lo que pasa en Mezcala es “Una alerta porque hasta que me traigan los casos confirmados podría decir ‘hay tantos casos confirmados’”, señaló la doctora, quien pide a los habitantes fumigar sus casas y usar pabellones para dormir y evitar las picaduras.
Los trabajos de detección dieron inicio el miércoles siete de junio de manera formal, y éstos pueden tener una duración de hasta tres semanas. Entre los trabajos se encuentra la recolección de muestras, mismas que son llevadas al laboratorio para poder confirmar un caso probable, proceso que puede tardar entre 15 y 21 días, lo que permitiría que el dengue se siga reproduciendo.
De manera informal, Semanario Laguna encontró que hasta el momento se llevan 40 casos probables y 17 muestras más al laboratorio. Aunque que se buscó al encargado de vectores de la Región IV La Barca, este medio no logró tener contacto para confirmar los datos pese que se encontraba en la localidad.
Los trabajos que están realizando los brigadistas consisten en fumigaciones en casas, fumigaciones en las calles, abatización, supervisión de tinacos y almacenes de agua en toda la comunidad. Cabe señalar que para trabajar han dividido la comunidad en más de manzanas y que apenas han trabajado por la zona Centro de la comunidad.
Por otra parte, distintos personas —aproximadamente 50 jóvenes, muchos de ellos integrados al programa PROSPERA— están pasando a las casas de los habitantes para verificar si tienen acumulados cacharros, llantas o botellas que puedan almacenar agua y favorecer que el mosquito que porta el virus se reproduzca. Todos ellos supervisados por el encargado del programa, José de Jesús Raíz.
Cabe señalar que el Centro de Salud no cuenta con tapadera en su tinaco, motivo por el cual lo brigadistas de la Secretaría de Salud decidieron colocar una tapa provisional con plástico, además de que un brigadista señaló a este medio no haber podido entrar a realizar sus labores completas en CSM, por lo que se quedó agua con maromeros e hizo que los trabajos se volvieran a hacer nuevamente.
Entre las recomendaciones que hace la doctora Alejandra Siling se encuentran fumigar, dormir con pabellones, sacar o tirar todos los cacharros, en caso de tener fiebre acudir al CSM y no automedicarse, ya que quienes contraen dengue no pueden consumir otros medicamentos que nos sean paracetamol y suero.
También se hace una llamada a los médicos particulares a que hagan sus reportes a CSM, ya que muchos casos no han sido contabilizados debido a que no se lleva este proceso, de igual manera señaló que es difícil esta tarea debido a que muchos habitantes hacen uso de clínicas particulares en Chapala y otras áreas.
Un centro de salud con carencias
Al llegar a la unidad de salud se puede percibir basura tirada por todos lados. Sin embargo, entre las tantas cosas preocupantes se encuentran dos que alarman con la llegada del temporal de lluvias: el refrigerador para las vacunas no funciona correctamente y la infraestructura es tan decadente que desde hace por lo menos 20 años no recibe un mantenimiento adecuado y el área de expulsión tiene entrada de agua.
En el año de 2007, el Núcleo Básico CSM se integró al plan maestro de infraestructura física en salud, en el que se emitió un gasto de 247 mil 213 pesos por reforzamiento. En el año de 2013, en el mes de diciembre, se realizó la recertificación de la unidad.
Cuando se realizó la recertificación, los trabajadores de la salud de dicha unidad dieron a conocer que lo único que habían realizado era pintar y dejar bonita la unidad, pero no le dieron mantenimiento.
Mediante distintos medios (incluidas redes sociales) se dieron a conocer las condiciones en las que estaba el CSM. En ellas se miraba cómo se atendían partos mientras las paredes no estaban limpias por los restos de agua a través de los años. Ahí mismo se mencionó que el tinaco no contaba con tapadera, lo que dice que se tienen 4 años haciendo la denuncia sin ser escuchados.
El refrigerador que mantiene bajo una cadena a las vacunas no funciona. Pese que de igual manera se ha expuesto a las autoridades que el refrigerador cuenta con una falla, por la cual el refrigerador congela, motivo suficiente para que las bacterias que componen a los biológicos se mueran (el almacenamiento de los biológicos es de 2 a 8 °C). Esta falla no se ha atendido.
Sobre las vacunas y lo preocupante del tema, es que durante el temporal de lluvias, debido al fuerte viento y las lluvias constantes, el servicio de luz eléctrica deja de funcionar y las vacunas tienen que ser llevadas a otra unidad. La última vez que fueron llevadas las vacunas a la unidad de San Juan Tecomatlán, éstas se dañaron debido a que también dejó de haber servicio de luz.
Hasta el año pasado, en dos ocasiones los biológicos se echaron a perder gracias a la falta de la cadena de red de frío, los costos y pérdidas por este tipo de incidentes no se saben. Para la doctora Alejandra, el tema ya fue puesto a las autoridades correspondientes, por lo que “Yo ya me cansé de avisarles y si no les apura yo no puedo hacer nada”.
Falta de medicamentos
Al igual que en todo el estado de Jalisco, la comunidad de Mezcala no ha sido ajena a la falta de insumos materiales, personal de limpieza, equipos de trabajo y a la falta de medicamentos por parte del Seguro Popular.
Las sábanas que cubren la camilla del consultorio de la doctora Alejandra Siling tienen gotas de sangre. El consultorio está ordenado pero sucio. Al fondo del escritorio se encuentra una carta con los derechos de los médicos. En el segundo punto se señala “Laborar en instalaciones apropiadas y seguras que garanticen su práctica profesional”. Parece adorno el cuadro de color verde.
Desde el mes de febrero, la sección 28 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Salud (SNTSA) comenzó a trabajar bajo protesta debido a las carencias por la que pasaban, entre los que se pedía era el abasto de medicamentos y que las autoridades se comprometieron a dar solución cosas que no pasó.
Como resultado del desabasto la población ha realizado diversas agresiones verbales a los trabajadores de la salud. “Nos han insultado. No te dan las gracias por la consulta, no te dan gracias cuando les das la ficha, no te dan las gracias… Se han perdido los valores de la comunidad indígena”, señaló la doctora quien también pide se coloque una fachada para el temporal de lluvias ya que la gente se moja al esperar su atención o su ficha.
El dato:
CSM cuenta con mil 270 expedientes familiares, estos expedientes pueden incluir hasta cuatro familias y hasta 18 integrantes o más cada uno. Existen 550 titulares de PROSPERA, por lo que el personal de salud debe atender mil 100 consultas cada seis meses, esto asumiendo que ninguna tenga control, ya que de tener control, éstos tienen una visita mensual y se aumenta la consulta. Tanto enfermeras como médicos, reciben 20 consultas aproximadamente diarias -puede variar-. para que los médicos puedan tener un espacio digno, hacen falta dos consultorios, actualmente sólo hay dos y los médicos del turno vespertino se quedan sin tener un consultorio.
“Se llevaron las cosas de ella; las mías no. Yo hasta azoté de la impresión. Yo la herramienta fue la que se llevaron: la escalera y así herramientita pues de trabajo, pero de ella sí se le echaron a perder todas sus cosas” (sic) Foto: Manuel Jacobo.
Manuel Jacobo (San Antonio Tlayacapan).- Aunque muchos oriundos de Chapala no conocen El Jagüey, ahí, muy cerca de la represa, vive don Fidel Ledezma Suárez. Su humilde hogar se encuentra dentro del polígono de la comunidad indígena de San Antonio Tlayacapan.
Desde su hogar, el paisaje se impone. En los atardeceres, los amaneceres y durante todo el día parece tener una postal de Chapala. Desde ahí, la mancha urbana se ve. Las casas que contrastan con la suya le recuerdan lo cruel que es la sociedad. Ahora bien, gracias a su trabajo, él no forma parte de las estadísticas de Jalisco (más de 104 mil adultos mayores solos o abandonados).
Don Fidel apareció en Chapala por primera vez hace 50 años. Venía buscando a su madre, quien trabajaba en el hotel Nido —que ahora alberga la presidencia municipal de Chapala—. La necesidad lo hizo emigrar porque en El Tepehuaje, una comunidad de Tuxcueca no había oportunidades.
Emigró hace 50 años a Chapala. Después de vivir 20 años en la mancha urbana, decidió irse a vivir al cerro para cuidar sus chivas y sembrar. Fidel tiene 30 años viviendo sobre los cerros que forman parte del Área Natural Protegida. Tiene dos hijas: la menor —que vive bajo la sombra de su casa— la conocen como “Blanquita”, tiene 30 años y tiene problemas de discapacidad.
Eloísa Sosa Barragán contrajo matrimonio con Fidel hace 42 años. Desde entonces lo ha acompañado en su travesía. Consiguieron un lote en la parte ejidal de Chapala. Tiempo después llegaron a un acuerdo con la comunidad de San Antonio Tlayacapan, en el que se le dotó de una hectárea de tierra con la condición de que cuidara y mantuviera la cerca del lindero que divide al ejido de la comunidad. Desde entonces, él miró cómo unos ejidatarios se llevaron parte de la cerca en sus camionetas y el resto le ha dado mantenimiento.
Sobre ese pedazo de una hectárea, Fidel y Eloisa tienen chivas, las cuales cuidan para obtener leche. Con la leche que obtienen hacen queso y venden pajaretes a varias personas que los visitan. Es su única entrada de ingresos económicos para sobrevivir.
Eloísa dice que “a nuestra edad ya nadie nos contrata”, por eso han decidido vivir en la parte del cerro. Su situación es grave, la joven con discapacidad dejó de recibir terapia porque le resultaba muy costoso y pesado tener que cargar a Blanca María hasta la ciudad de Guadalajara, pese que ahora una persona les ha regalado su silla de ruedas.
Fidel tiene dificultad para mover su pie. Casi no se mueve del lugar donde se encuentra sentado. Para mostrar el daño y la poca movilidad de su pie, nos muestra las botas nuevas que ahora le han regalado, porque sus zapatos viejos ya no servían. Su rostro, que apenas se asoma de entre su cachucha azul, muestra cansancio y dolor.
Su hogar está construido con algunos muebles viejos. Hay dos sillones al ingreso de su casa. Al llegar los casi diez perros que tiene, te reciben con ladridos, te mueven la cola y te rodean; son sus guardianes. El área para dormir no tiene muros completos. Su techo es de láminas. Es un pequeño sitio que sirve de dormitorio, cocina y sala.
Por cruda que parezca la realidad y pocas las pertenencias que él tiene, hace algunos años le fueron despojadas de su espacio. “Venía Óscar Anaya, Joaquín Huerta y Miguel Martínez”, llegaron con 14 estatales, la mayoría de pertenencias que se llevaron eran de Eloísa. “Se le echaron a perder todas sus cosas”.
Primero hicieron una demanda, la audiencia —de la que nunca fue avisado Fidel— se llevó a cabo sin su presencia. Por tal motivo las autoridades procedieron al desalojo. No había motivos para hacerlo, porque las tierras por las cuales le amputaron el delito de despojo, son parte de las tierras ancestrales de la comunidad indígena de San Antonio Tlayacapan, avaladas y sustentadas desde título primordial de 1797 —que por cierto se realizó un estudio que acreditó su autenticidad.
“Se llevaron las cosas de ella, las mías no. Yo hasta azoté de la impresión. Yo la herramienta fue la que se llevaron: la escalera y así herramientita pues de trabajo, pero de ella si se le echaron a perder todas sus cosas” (sic). Entre las cosas que dejaron fueron sus animales y las “monas” de rastrojo que tenía dejar 22 y dos las tiraron.
Cabe señalar que los documentos que se realizan bajo algún notario y que son de pertenencia de una comunidad indígena, no tienen validez alguna. Sin embargo, hay muchos documentos que se han realizado en la zona y que han servido para crear conflictos.
Para detener la atrocidad, la comunidad de San Antonio interpuso un recurso legal que debió ser atendido antes de hacer cualquier desalojo y no fue así. A todo esto debemos sumar el aprovechamiento de los abogados que se aprovechan de la falta de estudios de la gente para sacar provecho de ello, o algunos otros que prometen ayudar y no lo hace, como lo hizo Sergio Gutiérrez que le dijo lo ayudaría y le dejó a la deriva.
Derivado de esta situación legal, don Fidel obtuvo su libertad condicional, por lo que debe ir a firmar cada mes. Cabe señalar que por su condición de salud tiene que apoyarse de un taxi para que le lleve hasta el CEINJURE, el cual le cobra 200 pesos para poder ir a firmar.
Mientras don Fidel nos cuenta su travesía para llegar al penal, Eloísa brota unas lágrimas y nos cuenta que esos 200 pesos los puede usar para comer, Blanquita pide más sopa para comer y su madre retira el rostro mojado.
La situación actual es dura. Fidel no puede sembrar como otros años lo ha realizado. No tiene semilla para hacerlo, todo en comida y gastos se ha ido. Eloísa no ha podido dejar su casa y su hija para salir a vender sus quesos de 50 pesos a Chapala, por lo que cuatro de sus preciados productos esta semana se quedarán en casa y la posibilidad de obtener 200 pesos para comer se reducen.
Pese que han intentado obtener ayuda gubernamental como el programa 60 y más, no les han podido dar. El único programa social que tiene don Fidel es una ayuda de 900 pesos bimestral para una despensa.
Don Fidel y Eloísa se ven cansados, piden que se acabe el juicio porque no tienen a dónde ir, y de irse a Chapala, no tendrán casa ni comida. El predio que tienen sobre el ejido de Chapala parece ser que lo quiere como pago uno de sus abogados.
Las mujeres de ProMéxico. Foto: Daniela Rameño.
Daniela Rameño. – Con la campaña “Limpiando San Juan Cosalá”, en la que participaron 40 mujeres de la asociación ProMéxico y Prospera, encabezadas por la delegada del pueblo, Teodora “Lolita” Carvajal, se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente en la mencionada población.
En la campaña realizada el cinco de junio, que tuvo una duración de tres horas, se unieron otras personas de la población para sumar en total 80 pobladores que de las 8:00 a las 11:00 recogieron media tonelada de basura.
Los contingentes se dividieron para limpiar la zona oriente, centro y poniente del pueblo recolectaron plásticos, botellas, bolsas, envolturas, además de algunas ramas y hojarasca.
En entrevista con Semanario Laguna, “Lolita” Carvajal indicó que los lugares donde más basura se recogió fueron los costados de la carretera y la zona de playa, por lo que invita a turistas y locales a mantener limpios dichos lugares.
Esta segunda campaña de limpieza, durante la administración de “Lolita” Carvajal, fue convocada por el Gobierno Municipal, BerryMex y Driscoll´s, y coordinada por la delegación, además de voluntarias de ProMéxico y Prospera, alumnos de la secundaria Miguel Hidalgo y Costilla, y del Centro de Salud de San Juan Cosalá.
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