Para prevenir un accidente de este tipo, “no debe haber excepciones al usar protección, así vayamos a trabajar en áreas pequeñas o por breve tiempo”.
Redaccion.- Así se trate de trabajos aparentemente sencillos como darle mantenimiento al jardín de la casa, hacer algunas perforaciones en los muros o cambiar la decoración del baño o la cocina, lo mejor es utilizar protección ocular, lentes o caretas hechos con policarbonato, pues la entrada de cualquier cuerpo extraño puede causar ceguera temporal o permanente.
Lo anterior fue informado por la jefa del servicio de Oculoplástica, Luz María Arce Romero, al tiempo que explicó que utilizar maquinaria especial para jardinería, sierras o talados, provoca que los objetos se muevan a gran velocidad, por lo que un impacto de éstos en los ojos puede causar daños severos.
“Por ejemplo en el caso de que estemos arreglado o cambiando los azulejos del baño sin protección, lo que puede suceder es que un pedazo del material, de tamaño variable, se incruste en el globo ocular y el caso derive no sólo en la pérdida de visión, sino en la pérdida del órgano mediante cirugía, lo mismo sucede con las piedras, el concreto, etcétera”.
Aclaró que el policarbonato es un material resistente ante los impactos y en el mercado puede encontrarse una buena variedad de productos con este fin. A la consulta de Arce Romero acuden personas que han sufrido accidentes oculares porque trabajan incluso con maquinaria y no utilizan su equipo de protección a fin de sentirse “más cómodos”.
Para prevenir una pérdida visual por impacto, “no debe haber fallas, no debe haber excepciones al usar protección, así vayamos a trabajar en áreas pequeñas o por breve tiempo haciendo arreglos domésticos. Incluso el calor es un trauma constante para quienes utilizan un aparato para soldar. No debe haber exposición prolongada sin el uso de la careta, en ningún momento”.
Un pescador en los alrededores del lago de Chapala. Foto: cortesía.
Génesis Gatica Porcayo. – En entrevista para la Agencia Informativa CONACYT, la doctora e investigadora de la Universidad Autónoma de México (UNAM), Josefina Vivar Arenas explicó cómo la desigualdad socioambiental que conlleva la diferenciación sexual afecta las dinámicas de trabajo de grupos de pescadores del lago de Chapala.
Agencia Informativa CONACYT (AIC): ¿De qué trata el trabajo en el que especifica las relaciones entre el género y el trabajo pesquero?
Josefina Vivar Arenas (JVA): Estudio de qué manera las familias de los pescadores acceden a los recursos naturales por distinción de género (hombre y mujer) en el lago de Chapala y específicamente en La Palma en Michoacán. Es una comunidad ribereña donde trabajé con una unión de 40 pescadores y sus familias.
La forma en que abordé esta relación fue desde el punto de vista de la división sexual de trabajo, donde sigue habiendo una división tajante de género en el ámbito de la domesticidad.
Mi punto de partida es desde la ecología política, tratar de entender que el ámbito del cuidado de los recursos naturales no es aislado de las relaciones sociales, en donde los actores contribuyen desde su circunstancia a su conservación o degradación.
De ahí que este proyecto, que fue apoyado por el CONACYT como parte de una beca posdoctoral, bajo la asesoría de la doctora Patricia Ávila, del IIES, se enfocó en conocer el acceso y manejo de los recursos naturales por género en la Ciénega de Chapala, en específico en la localidad ribereña de La Palma, ubicada en el municipio de San Pedro Caro (antes Venustiano Carranza) en Michoacán.
AIC: ¿Cómo es el acceso y aprovechamiento de los recursos naturales a través de esta diferenciación de género?
JVA: Entre los pobladores prevalece el concepto de que las actividades laborales se distribuyen por género, edad y posición dentro de la familia. Es decir, hay labores y oficios destinados culturalmente a las mujeres y otros a los varones. A ellos les corresponde ser los jefes de la familia y proveer económicamente a esta y a ellas el cuidado de la casa.
Sin embargo, en la práctica, las mujeres se involucran en todos los ámbitos del trabajo, como la pesca y las actividades agrícolas.
Hay actividades que se traen a la casa, como entrallar las redes y lavarlas, poner brea a las embarcaciones o barnizarlas. A la vez, hay hombres que se involucran en el cuidado de los hijos.
La labor de las mujeres es poco reconocida, cuando ambos van a pescar se dice que se trata de una señora que va a ayudar a su marido y no se le reconoce como un trabajo. Incluso ellas mismas no lo asumen, cuando se les pregunta a qué se dedican aseguran que son amas de casa.
Además de incorporarse al mercado pesquero, lo han hecho al trabajo agrícola en donde reciben una retribución económica menor, pues los patrones dicen que son más lentas, cuando en realidad hacen lo mismo.
Una de las conclusiones de este trabajo es que, si bien las mujeres son las más afectadas por la degradación ambiental, los hombres también la padecen, pues en muchas ocasiones han tenido que dejar la pesca para emplearse como albañiles, dedicarse al trabajo agrícola o trasladarse a trabajar a Guadalajara, Zamora, Sahuayo, Jiquilpan o, en su defecto, se trasladan a Estados Unidos.
El enfoque de género en esta investigación me permitió ver la necesidad de valorizar, es decir, cuantificar económicamente y de valorar la aportación económica de las mujeres, a la vez que conocer cómo las comunidades tienen que enfrentar cotidianamente los retos ambientales.
AIC: ¿Cómo son estas diferencias de trabajo por género?
JVA: Desde el análisis de los grupos domésticos y la división del trabajo, salen un montón de imposiciones de roles y de trabajos que no necesariamente concuerdan con esta división sexual que existe en el discurso.
No hay en esos términos una barrera que diferencie entre lo público y lo privado de la actividad pesquera porque lo mismo las mujeres hacen actividades fuera de su casa con la pesca, se dedican a comercializar redes, hacen más en el ámbito del mercado y los hombres además de la actividad de la pesca, en la domesticidad se encargan del mantenimiento de sus herramientas de trabajo.
El principal problema en las distinciones de género es en la propiedad de las herramientas utilizadas en el trabajo porque los hombres siguen siendo los que tienen derechos sobre las propiedades materiales y las mujeres, por ser esposas, no tienen la propiedad formal de recursos materiales.
AIC: ¿De qué manera buscan las mujeres de la región destacar en las actividades que propiamente son vistas exclusivamente para hombres?
JVA: Hay mucho control social y una particularidad de La Palma respecto a otras comunidades michoacanas de la ribera del lago de Chapala, es que aquí es el único lugar donde hay fileteros hombres.
En las comunidades vecinas este trabajo es exclusivo de mujeres ya que regularmente los hombres son los que se meten a la laguna y entregan a las fileteras los productos para su manejo.
Indagando con ellos y con especialistas que colaboran en la región, me dicen que esto sucede porque en La Palma hay otra fuente de empleo para las mujeres y es una maquiladora que las contrata para empresarios de Guadalajara.
Generalmente hacen ropa para hospitales, como batas, cubre bocas, y el pago que reciben es verdaderamente una miseria y no tienen seguro ni alguna otra prestación que por ley corresponde.
Por otro lado, también tengo la experiencia de ver que en las familias el matrimonio se involucra en la pesca, ya que en esta actividad debe haber por lo menos dos personas y el pescador, por ahorrarse el pago del peón, lleva a su esposa.
Entonces eso no siempre es bien visto porque se comienza a murmurar y cuestionar por qué se meten en una actividad que es de hombres, hablando en sentido estricto de la pesca.
En las mujeres ha pasado también que no hay una autovaloración del trabajo y esfuerzo que hacen, minimizándolo y no reconociendo que son actividades que ellas también pueden hacer por iniciativa propia y no simplemente como una ayuda sin valor al hombre.
AIC: Desde el punto de vista de este proyecto, ¿qué soluciones sugiere para la distribución equitativa de las actividades pesqueras de la región?
JVA: Pienso que debe haber una intención clara desde las instituciones gubernamentales en propiciar este reconocimiento de las mujeres en el ámbito laboral, no solo del reconocimiento del trabajo en sí mismo, sino que deben incentivarse programas y apoyos dirigidos al trabajo femenino en esa región.
Debe reconocerse el trabajo en la ribera y potenciarlo, además de darle estructura, esto significa que también hay que escuchar las necesidades que tienen las mujeres para realizar bien su trabajo.
Otro paso sería trabajar con las mujeres de manera más cercana con talleres de sensibilización impulsados por el gobierno municipal, con esto se reconocería también su trabajo con la pesca, además de trabajar con las nuevas generaciones para que tengan mejores percepciones de la equidad de género.
Es necesario ampliar esos apoyos desde las estructuras gubernamentales para ir reconociendo que el aporte de las mujeres a la economía es mucho más que importante, es decisivo para sostener a sus familias.
Para saber:
El agua del lago de Chapala, ubicado en los estados de Jalisco y Michoacán, tiene utilidad principalmente para la irrigación agrícola, abastecer de agua potable a comunidades urbanas y suburbanas, así como para la pesca, el deporte y el turismo, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-032-SAG/PESC-2015.
Clausura rastro de Sayula. Foto: cortesía.
Redacción.- Con el fin de asegurar que se manden a los consumidores productos cárnicos higiénicos y de calidad, además de que los rastros municipales trabajen dentro del marco legal que los regula, la Secretaría de Desarrollo Rural de Jalisco (SEDER), ha reforzado los operativos de inspección y vigilancia de los centros de matanza.
El director general de Proyectos Regionales de la dependencia, José de Jesús Tejeda Palos, detalló que como consecuencia de estas acciones actualmente están clausurados los rastros municipales de Sayula, El Arenal y Tala.
Puntualizó que estas clausuras se suman a las que también se aplicaron a los rastros de San Miguel El Alto, Gómez Farías y Zapopan, que reanudaron sus operaciones al solventar las anomalías ante las autoridades correspondientes.
Tejeda Palos refirió que en principio se procede a las clausuras cuando las situaciones detectadas implican severos problemas de salud pública. Resaltó que aplican clausuras: “Hay mayores y menores (irregularidades) pero solamente en los casos muy necesarios donde de veras se pone en riesgo a la población que vemos que no cumplimentan para nada: hay presencia de fauna nociva, las condiciones del faeneado (manejo de la carne) son muy alejadas a la normatividad, no hay higiene, no hay limpieza, vemos que el manejo es en el suelo, sin ningún grado de reglamentación sanitaria ahí podemos proceder a la clausura y son pocos los que clausuramos”.
Hizo énfasis en que una anomalía recurrente en los rastros municipales es la falta de cumplimiento de la Norma Oficial Mexicana (NOM-194-SSA), que establece las especificaciones sanitarias en los centros de sacrificio de animales y el manejo de las carnes.
El funcionario estatal hizo notar que el caso más reciente fue el rastro de Sayula, donde se encontró un completo desorden y una situación de alto riesgo sanitario, sobre todo en la zona de matanza de marranos, por lo que se procedió a la clausura total del matadero y la aplicación de una multa de cien salarios mínimos, además de solicitar la destitución del inspector municipal de ganadería.
Agregó que, en este municipio, el rastro indebidamente se utiliza como bolsa de ganado, lo que representa también un serio problema sanitario.
EL DATO:
Hasta ahora, la SEDER ha inspeccionado 46 rastros municipales en coordinación con la Comisión de Prevención de Riesgos Sanitarios de Jalisco (COPRISJAL).
Las anomalías de los rastros se prestan para favorecer el abigeato cuando no se exigen los documentos oficiales necesarios en la movilización del ganado, si esto se detecta es motivo de sanción.
Instalación del acueducto. Foto: Archivo.
Manuel Jacobo (Chapala, Jal).- El dirigente de la Fundación Cuenca Lerma Chapala A.C., Manuel Villagómez Rodríguez, aseguró que no habrá nuevo acueducto en Chapala. Eso se dio en torno a las declaraciones que emitió el presidente de la Cámara de la Construcción en Jalisco, Luis Rafael Méndez Jaled, a quien acusó de “andar detrás de la obra”.
Para hacer está aclaración, el activista y defensor del lago de Chapala, Manuel Villagómez recordó que se cuenta con más de 60 mil firmas de ciudadanos, las cuales se encuentran en la página web de la fundación. “Ahí hay un sello en contra del acueducto”, señaló el dirigente.
Para asegurarse de que no habrá nuevo acueducto, habló con el Consejero Ejecutivo, el Ing. Enrique Dau Flores, a quien, según Manuel Villagómez, le dijo “Olvídate de ese acueducto” y que además le aseguró “en este sexenio nadie va a hablar de ese acueducto”, aseguró Manuel quien también señaló que “lo han cumplido”.
Además, recordó que el acueducto lo que buscaba era la privatización del agua. “En aquella época, Enrique Dau estaba presumiendo que había conseguido 2 mil millones de pesos para eso, y también presumió que ese acueducto iba a ser concesionado a una empresa particular, y la empresa privada que iba a quedarse con eso era Aguas de Barcelona, quien después vendería el agua del Lago de Chapala”, aseveró Manuel Villagómez, quien también señaló que en ese entonces se había brindado una nueva ley federal del agua que quedó suspendida y enterrada.
También, señaló que la Fundación Cuenca Lerma Chapala A.C. está trabajando para que le saquen menos agua al lago. “Ahorita, ahí de Chapala es probable que se baje la toma del agua a 120 millones de metros cúbicos, y se tome el agua del Río Verde. Nosotros estamos hablando directamente con el gobernador de Guanajuato”, acotó el dirigente.
Finalmente, señaló que “el próximo domingo vamos a regalar mil libros”. Los libros se estarán regalando a las afueras de la iglesia de Chapala. El libro se estará regalando con la finalidad de que la gente conozca la larga lucha de defensa del Lago de Chapala durante los últimos 23 años.
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