Estación de policía de Chapala: Foto: archivo.
Redacción. – El 6 de agosto se encontraron dos cuerpos sin vida en el cauce de un arroyo que corre paralelo a una brecha a espaldas de la planta de producción de la empresa Productos SANE en Chapala. Uno de los cuerpos mostraba signos de violencia, además tenía el tiro gracia, es decir presentaba un balazo en el cráneo.
Al lugar arribaron elementos de Protección Civil y Bomberos de Chapala, la Fiscalía y personal de Servicio Médico Forense (SEMEFO), quienes no pudieron dar con la identidad y la edad de los occisos debido al avanzado estado de descomposición y a que no portaban credenciales de identificación.
Los cuerpos fueron encontrados boca abajo y atorados en una malla ciclónica y alambre de púas por un campesino que transitaba por el lugar.
Al lugar de los hechos arribó la Policía Investigadora que acordonó el sitio para iniciar con la integración de la carpeta de investigación.
En un principio se inf0rmó que los hechos habían ocurrido días atrás, sin embargo un comunicado de prensa por parte del gobierno municipal, aclaró que los cuerpos fueron encontrados el 14 de agosto, y se presume que fueron trasladados desde otro municipio y arrojados al arroyo.
«Debido a las corrientes de agua fueron arrastrados hasta ese punto, donde quedaron enredados en una cerca de alambrado», reza el comunicado enviado a estas oficinas.
Esta nota fue actualizada conforme se liberó la información. Fuente: Gilberto Padilla.
El «Paralibros» ubicado en la Plaza de Jocotepec. Foto: Miguel Cerna.
Miguel Cerna.- El “paralibros” ubicado en la plaza principal de Jocotepec no registra actividad porque no hay quien lo atienda. Carlos Cuevas Ibarra, jefe de la Dirección de Arte Cultura y Tradición, refirió que esto se debe a que en Jocotepec no hay “conciencia del trabajo social”.
Cuevas Ibarra informó que la dependencia no tiene presupuesto para contratar a alguien que esté de planta, por lo que les han apostado a los prestadores de servicio social de los bachilleratos. Sin embargo, no han tenido buenos resultados porque “por las tardes nadie quiere”, además de que “en periodo vacaciones es prácticamente imposible que alguien se ofrezca”, comentó.
El riesgo que se corre es que la Secretaría de Cultura lo retire del municipio por falta de actividad, cómo sucedió en el municipio anterior a Jocotepec, pues duró un año parado. Cuevas Ibarra estimó que el paralibros tiene un valor aproximado de 130 mil pesos, por lo que solicitó la ayuda de los “gustosos de la lectura” para reactivarlo.
La estructura que asemeja una parada de autobús convertida en una mini biblioteca, está equipada con 135 libros de diferentes géneros como infantiles, novela, poesía, y revistas sociales. Los libros se pueden solicitar para su consulta en la periferia de la plaza o bien, como préstamo domiciliario por una semana.
Para finalizar, el director de Cultura hizo un llamado a la población en general para que participen y se apropien de los proyectos culturales que se han gestionado en la presente administración, pues refirió que hay muchos y poca participación.
“Lo único que nos diferencia de Ajijic, Chapala y otros municipios de la Zona Metropolitana de Guadalajara, es que allá han aprendido que la sociedad debe agarrar las riendas de los proyectos culturales y artísticos, que potencian muchísimo el trabajo que hacen los ayuntamientos”, concluyó.
Antonia Corona. Foto: Iván Ochoa.
Iván Ochoa-. Sumen un territorio invadido más a la cuenta. Son alrededor de 400 hectáreas de la Comunidad Indígena de San Antonio Tlayacapan que han tratado de ser despojadas por los ejidatarios de Chapala, para ser usadas en un ejercicio de sentido mercantilista; es decir, explotar todos los recursos que se encuentran en ese lugar. Ya son 17 años de lucha los que han sostenido los comuneros contra los ejidatarios.
Hasta la fecha se han hecho cuatro demandas en contra de los ejidatarios de Chapala por invadir parte de los territorios de la comunidad. Éstas se hicieron ante el Tribunal Agrario, de las cuales ya fue atendida y sentenciada la primera demanda, que se levantó fue en el año 2000.
Sin embargo, los ejidatarios de Chapala no son los únicos que han invadido parte de los territorios, sino que también representantes de la delegación de Ajijic. “También se han aprovechado parte de la zona comunal”, denunció Antonia Corona, una de las representantes de la Comunidad Indígena.
La entrevistada añadió que San Antonio lo clasifican como una colonia más de la delegación de Ajijic. “Estamos desaparecidos como pueblo. Ahora somos una colonia de Ajijic porque ellos políticamente movieron todo. Es una estrategia de ellos”.
La representante de la comunidad señaló que los ejidatarios tienen de su conocimiento que ya se levantó una demanda en su contra, pero aún persiste en el caso, “lo que se espera es que pierdan todo lo que tienen”, dijo rigurosamente Antonia.
También señaló a los distintos presidentes municipales que han estado a cargo del municipio de Chapala de apoyar este movimiento. En la administración que ha comandado Javier Degollado “se han mantenido al margen de la situación, pero tampoco se han preocupado por resolver”, manifestó Corona.
Hace unos ayeres la Comunidad Indígena de San Antonio no tenía a la mano el título virreinal que es el que los avala como dueños absolutos del territorio, y que es el argumento más fuerte con el que cuentan, por lo que los ejidatarios de Chapala trataron de aprovecharse para despojar del caso a los comunales de San Antonio, pero cuando se realizó la demanda se auxiliaron con los títulos con los que cuenta Ajijic y con los papeles de los ejidatarios de San Antonio Tlayacapan. Hoy en día los comuneros ya cuentan con una copia del mencionado documento.
Corona dijo que años atrás el exgobernador del estado de Jalisco, Emilio González Márquez, pretendía construir un casino por el territorio comunal de San Antonio. Inmediatamente los de la comunidad levantaron una demanda ante el Tribunal Agrario, pero como el documento que avala a la comunidad como dueños absolutos de sus territorios, que es el título virreinal, estaba en pleno análisis con el Tribunal Agrario no pudieron levantar la demanda. Sin embargo, la construcción del casino ya no prosiguió.
El cerro que es peleado está protegido por las mismas autoridades, mantienen medidas precautorias, en donde se estipula que no se pueden dar servicios de compra o venta, ni nada por el estilo, pero hasta la fecha se sigue haciendo.
La comunidad indígena de San Antonio está en espera a que el Tribunal Agrario dé la sentencia de los territorios. Se dará en la ciudad de Guadalajara, el próximo martes 14 de agosto. Al momento, la autoridad tradicional no ha realizado ningún movimiento, mientras que los ejidatarios realizan unos ajustes de previo a la reunión que tendrán el día martes.
La comunidad indígena de San Antonio Tlayacapan cuenta con el Título Virreinal aprobado en el año de 1793. Este escrito los acredita como dueños absolutos y es el que ampara los límites de ese territorio de San Antonio. El territorio comunitario abarca hasta los linderos de la agencia municipal Riberas del Pilar y cruza todo el libramiento de Chapala, aunque ejidatarios de Chapala defienden que ese último les pertenece a ellos.
De ser que la comunidad indígena de San Antonio resulte victoriosa en el tribunal, se esperaría la resolución presidencial para que sea reconocida, argumentó la responsable Antonia Corona.
“Estamos en lucha y no nos vamos a dejar”, refirió la entrevistada.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala