Manuel Jacobo (Chapala, Jal). – Aunque el lunes 26 de agosto entran a clases 11 mil 500 estudiantes en el municipio de Chapala, el programa estatal Recrea, Educando para la Vida y la Secretaría de Educación Jalisco no han mandado fecha de calendario de entrega de mochilas con útiles y uniformes escolares al municipio de Chapala.
De los más de 11 mil estudiantes de Chapala, sólo 10 mil serán los beneficiados con el proyecto que este año incluyó a escuelas públicas y particulares, pero que deberán esperar días después de su regreso a clases.
Por el momento, han llegado diversos paquetes y han sido resguardados en diversas bodegas, pero estos no pueden ser entregadas debido a que el subsecretario de Gestión Integral de Recursos y Programas Sociales, Ramón Demetrio Martínez, pidió al Presidente Municipal, Moisés Alejandro Anaya Aguilar, “eviten programar entregas de los apoyos antes de las fechas que vallan a ser asignadas a su municipio”.
Según las bases del programa estatal, el mes de septiembre sería el tiempo de repartición de uniformes y útiles escolares; sin embargo, será mediante un oficio dirigido a Moisés Anaya como serán asignadas las fechas, por tal motivo está a la espera de ser aprobado el calendario de entrega que realizará la Secretaria de Educación Jalisco y la Secretaría de Asistencia Social.
Ante la incertidumbre de algunos padres de familia, ya han recurrido a comprar útiles escolares bajo el argumento de que “tú sabes que te dan útiles, pero no te dan los suficientes”, por tanto, consideran que los útiles que les otorgará el programa son complementarios.
El ingreso de un estudiante de primaria en una escuela pública supera los mil pesos, considerando que no incluye los zapatos y los uniformes, pues la colegiatura tiene un costo de 370 pesos más la lista de útiles escolares, que supera los 500 pesos.
En el caso de los niños de educación preescolar el costo es más alto, pues de colegiatura les piden un pago de 870 pesos –sin incluir los uniformes y calzado–, además de que, si no se realiza el pago antes del jueves 22 de agosto, los niños pueden no ser atendidos.
La educación privada en Chapala no está contemplada del todo dentro del programa RECREA y los niños y adolescentes que acceden a este tipo de educación, deben pagar cuotas que llegan casi a los 10 mil pesos para un estudiante de secundaria.
Los gastos son divididos en inscripción 3 mil 590 pesos; aportación familiar, eventos, gafete y exámenes mil 340 pesos; libros, 2 mil 499 pesos; examen médico y otros documentos, 200 pesos; sin incluir el calzado y los uniformes.
Septiembre es el mes de la patria, mes del recuerdo de la Gesta de Independencia y el “Grito de Dolores”, de los concursos de belleza, de los uniformes escolares de gala –en especial para los alumnos que forman parte de las escoltas en los diferentes planteles escolares–. Septiembre, mes de los festejos, los gritos, los mariachis y… ¿por qué no decirlo? ¡Mes del tequila, la bebida mexicana por excelencia!
Septiembre, también, es el mes de los recolectores de botellas de vidrio que venden en abundancia para el reciclaje, ya que, en las plazas, donde se escuchan las réplicas del “Grito de Dolores”, encontramos numerosos grupos de jóvenes –y serios hombres maduros también– que, alentados por un patriotismo efímero, consumen tequila y gritan “vivas” a la patria. Así es nuestro México durante el mes de septiembre. Ya después de la tormentosa exaltación patriótica, vendrá la calma del mes de octubre.
Pero olvidamos algo importante, septiembre es el inicio de clases en todos los niveles académicos y activa participación de los alumnos en los desfiles. Agosto marca las fechas de inicio, pero, en realidad es un mes dedicado a los profesores: cursos de capacitación, preparación de programas escolares, atención a los rezagos y fallas en las listas de inscripción de los alumnos, así como reclamos de los alumnos que, en nivel superior, no fueron admitidos. Aunque el aprendizaje, prácticamente, inicia en septiembre.
En este entramado de sucesión de hechos para la historia, los personajes son la patria y el pueblo.
En esta extraña simbiosis de patriotismo y educación, nos olvidamos de los verdaderos protagonistas, es decir, los padres de familia y sus hijos los estudiantes. Septiembre es el mes de angustia de un gran sector de la ciudadanía de cualquier población de nuestra patria. Es el mes de los gastos: compra de uniformes, algunos de gala como dije, pago de inscripciones, aportaciones “voluntarias” –ya que la educación en México es gratuita-, dinero para el “lonche” (la torta o el taco en otras regiones), dinero para el transporte en muchos casos. En fin, parece que septiembre, también, es el mes de las angustias económicas.
En las escuelas se trabaja mucho para organizar la enseñanza. Los padres de familia se preocupan y gastan mucho dinero y esfuerzo apoyando la educación de sus hijos.
Sin embargo, en todo esto, me parece que en el ambiente hay una cuestión que pasa inadvertida, casi olvidada, algo que debería ser atendido juntamente, una pregunta para los padres de familia ¿y el aprendizaje de los alumnos?
Porque el proceso escolar se conforma por la interacción de dos conceptos fundamentales: ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE.
A los profesores corresponde atender la enseñanza y a los padres cuidar el aprendizaje. Los protagonistas, una vez más, deben poner toda atención en ello. Si los profesores enseñan a conciencia y si, ambos, profesores y padres, cuidan que los alumnos aprendan, entonces surgirán ciudadanos auténticos con actitudes cívicas de respeto en todo sentido, cuando los padres insistan que sus hijos alcancen un buen aprendizaje también en valores, surgirán personalidades con actitudes de servicio y honestidad que, en los festejos patrios gritarán “vivas” a un país –México– cada vez más desarrollado.
Miguel Cerna. – Cada lluvia enciende un estado de alerta entre los vecinos de la calle Morelos, en la agencia de Nextipac, pues la vialidad dirige un gran caudal de agua pluvial, desde la cabecera municipal al Lago de Chapala, por lo que regularmente sufren inundaciones.
“Siempre hemos tenido ese problema”, comentan los habitantes de la calle quienes se dijeron acostumbrados a sacar el agua de sus casas a cubetazos y limpiar sus banquetas del lodo después de una tormenta fuerte, como la que se registró el pasado 13 de agosto que, además de una docena de casas inundadas, derribó el emblemático árbol de Zalate de la localidad.
“En lo que hemos estado nosotros, siempre habido ese problema, siempre, siempre son las inundaciones. Porque se mete a las casas y ahí la gente está sacando el agua, y dicen que no pasa nada, pero siempre se ha metido a las casas”, dijo una de las vecinas.
Regularmente, el nivel de la creciente alcanza casi el metro de altura, por lo que el caudal también representa un peligro para los vehículos de los vecinos, quienes los tienen que mover a calles aledañas para evitar daños, pues aseguraron pagar hasta 2 mil 500 pesos por reparaciones, cada vez que se les moja.
El delegado de Nextipac, Antonio Valentín Flores, recordó que por la calle Morelos siempre ha corrido mucha agua porque anteriormente era un arroyo, por lo que solucionar el problema requeriría remplazar las redes hidrosanitarias por unas de mayor capacidad, aunque consideró que, por seguridad, las aguas pluviales no se deberían encasar junto con las residuales.
“Aquí lo que se ocupa es un tubo de un diámetro grande para que el agua alcance, pero también corremos el riesgo que al rato se taponé y explotemos todo Nextipac”, apuntó.
Por su parte, el Presidente Municipal de Jocotepec, José Miguel Gómez López, informó que la calle Morelos requiere una “cirugía mayor” para su rehabilitación, en el tramo de un 1.3 kilómetros desde la Matamoros a la carretera Chapala-Jocotepec, requiriendo un presupuesto de hasta 30 millones de pesos, por lo que buscará iniciar la primera etapa durante su administración.
“El tema de la Morelos ocupa una cirugía mayor, ya también lo traigo proyectado, espero yo hacer una etapa y si pudiera todo, que bonito sería, desde el ex presidente Lorenzo Camarena (1995-1997), se arregló toda la calle y jamás se le volvió a poner un dedo, entonces actualmente toda la red es insuficiente y seguido hay taponamientos y tenemos muchos problemas ya de drenaje”, concluyó.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala