Pescadores registran una disminución de hasta un 90 por ciento en la pesca. Foto: D. Arturo Ortega.
Jazmín Stengel.- Para el director del Instituto de Limnología de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Eduardo Juárez Carrillo, la escasez de tilapias, bagres y carpas, se debe a que prácticas ilegales no permiten el completo desarrollo de la especie hasta la desovación. El especialista considera que la mayoría de redes como atarraya, chinchorros, mangueadoras y tumbos son ilegales, al igual que métodos como el apaleo.
Y es que, de acuerdo a lo explicado, el problema radica en que cada vez se utilizan más las redes con orificios pequeños, las cuales facilitan que peces pequeños queden atrapados antes de que hayan desovado o soltado sus huevos. “Hay quienes tienen hasta 100 redes entre dos personas, siendo que la ley dicta 20 por individuo”, dio a conocer Juárez Carrillo.
Aunado a la pesca ilegal, la contaminación, la disminución del nivel del agua y la introducción de especies ajenas al lago, son otros factores que abonan a la escasez de especies comestibles como la tilapia, el bagre y la carpa, en el vaso lacustre más grande de México, consideró el biólogo.
El entrevistado reveló que han reportado al Instituto de Limnología, la siembra de especies ajenas al lago, como la lobina, arrojada desde aeroplanos y avionetas particulares, que pertenecen a gente “pudiente” de Guadalajara y de la Ribera de Chapala, para después practicar la pesca deportiva como negocio turístico. Lo que ha llevado al aumento de esta especie y disminución de otras.
El especialista hizo mención de que la falta de nuevos ejemplares de la misma especie, provoca una consanguinidad, es decir, se reproducen entre familia o a temprana edad, por lo que no se desarrollan completamente. Por consecuencia, los ejemplares de tilapias, bagres y carpas ahora tienen la mitad de su tamaño real. En contraste, otras especies ajenas al lago, como la lobina, han registrado pesos de 3.950 kg y tamaños de hasta 52 centímetros de largo.
Para pescadores del lago, la pesca ilegal se ha acentuado desde que retiraron los navíos de la policía estatal que monitoreaban la zona, acompañados de un oficial o supervisor de la Comisión Nacional de Pesca (CONAPESCA), que regula y sanciona la pesca ilegal en el Lago de Chapala. Hoy en día solo se encuentra un elemento para supervisar todo el lago y sin seguridad, aseguran los entrevistados.
Por otra parte, la siembra de especies locales y comerciales como el bagre, la tilapia y la carpa también es escasa. Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social (SADER), la última siembra fue en mayo de este año. Al municipio de Jamay le fueron entregadas 500 mil crías de tilapia para fomentar la pesca en el lago.
El pescado no tiene precio de garantía en México, por lo que cada comprador negocia el precio por kilo al pescador. En la actualidad, la compra de tilapia está en promedio en 15 pesos por kilo, mientras que en los mercados al consumidor se vende en 80 pesos el kilo de pescado entero y 130 pesos el filete. “La mayoría de comerciantes son empresas furtivas”, afirmó otro de los pescadores.
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