Chef Víctor Alvarado Cárdenas con uno de sus platillos de temporada que es Cola de res en salsa de pasilla, vino tinto mexicano y chocolate, con una ensalada de chayote crudo en vinagreta de cítricos, miel y jengibre, acompañado de un puré de plátano macho con coco y reducción de tinto mexicano. Foto: Estefanía Romero López.
Estefanía Romero López.- Para Víctor Hugo Alvarado Cárdenas, chef del restaurante Tatehuari en Ajijic, la comida mexicana simboliza la nostalgia de muchos mexicanos que son apegados a la familia y dice que la comida representa el recuerdo y la conexión con la familia y con los demás.
“La comida mexicana es muy amplia y aunque hay muchos chefs elevando a la comida mexicana todavía falta más por hacer. Somos una cultura que abrazamos al mundo, el mexicano ha sido muy preciso e inteligente, somos muy ricos en cuestión de ingredientes y de variedad de platillos”, explicó el chef en una entrevista.
El destacado Chef de 44 años de edad, nacido en el estado de Chiapas, dijo que su interés por la comida viene desde niño y se debe a la influencia por parte de sus abuelas, ya que para ellas todo lo que tenía que ver con comida era como una fiesta y toda la familia participaba, especialmente él.
Víctor, quien tiene cocinando desde los 15 años, comenta que la comida mexicana es lo que lo caracteriza y que tiene una visión de fusión, ya que le gusta jugar con los ingredientes nacionales e internacionales y adaptarlos a platillos por el resultado que se puede dar de la mezcla con la comida mexicana.
“Me gusta mucho siempre trabajar con los ingredientes de temporada, siento que no me gusta mucho repetir platillos, lo bonito de la gastronomía es que estamos en constante aprendizaje, que siempre hay nuevas técnicas nuevas formas de combinar ingredientes”, concluyó.
Ha trabajado en diferentes regiones de la república como son Monterrey, Mazatlán, el Caribe y ahora en Ajijic desde hace varios años.
Lo que lo trajo a Ajijic fue el haber conocido a su actual pareja con la quien por un tiempo se dedicaron al catering y venta de platillos en el tianguis de los lunes de San Antonio en el restaurante Sunrise y de esa manera se dio a conocer en la ribera.
Actualmente, el chef está a cargo del restaurante Tatehuari en Ajijic, ubicado sobre la carretera entre Javier Mina y Encarnación Rosas. Este lugar se especializa en platillos mexicanos que combinan lo tradicional con un toque de vanguardia culinaria, destacándose en la preparación de platos basados en ingredientes de temporada.
A través de la Dirección General de Planeación y Desarrollo de Producto Turístico se trabajó en el desarrollo y capacitación de guías y el personal de ambos lugares. Foto: Cortesía.
Redacción.- Con un monto de 675 mil pesos, la Secretaría de Turismo de Jalisco (Secturjal) desarrolló a través de la Dirección General de Planeación y Desarrollo de Producto Turístico, dos nuevas experiencias turísticas que se suman a la amplia variedad de opciones que ofrece el Estado; una para el Monasterio de San Máximo Confesor, en San Cristóbal de la Barranca; la otra para impulsar la Ruta del Vino de la Ribera de Chapala.
Con el objetivo de diseñar, capacitar al personal y generar una estrategia de comercialización la Secretaría de Turismo de Jalisco (Secturjal) trabajó de la mano de un equipo consultor, Procesa Incentives. y con el sacerdote Javier Magdaleno para crear una experiencia de turismo religioso para el Monasterio de San Máximo Confesor, en San Cristóbal de la Barranca.
El lugar lleno de arte y silencio cobijan este monasterio que recrea los cánones de la pintura bizantina, elaborados por el artista Arturo Ruvalcaba Salazar que hacen de este lugar un encuentro con la iconografía de la iglesia ortodoxa oriental.
Vista de viñedos en la región del Lago de Chapala. Foto Cortesía.
La historia de este monasterio se remonta a 2012, año en que un grupo de sacerdotes se reunieron para llevar a cabo esta obra, producto de una visión personal muy anterior, en la cual buscaban crear un espacio de adoración y retiro en silencio. Está ubicado en las afueras de la comunidad de Los Pueblitos, en el Municipio de San Cristóbal de la Barranca.
El Monasterio del Silencio también cuenta con una reproducción del Santo sepulcro constituido por dos espacios, el primero a donde entran los visitantes después de trasponer la puerta de entrada que es llamada la “sala del ángel”, pues evoca el lugar de Jerusalén en la tumba original. Y un segundo espacio, que evoca el lugar donde se puso el cuerpo de Jesucristo al bajarlo de la cruz y donde dice la tradición que después de tres días, resucitó.
Por otro lado, la Secretaría de Turismo trabajó en el diagnóstico de la Ruta del Vino de la Ribera de Chapala y se identificó qué viñedos estaban listos para recibir visitantes.
En la Ribera Sur del Lago de Chapala se localizan 11 viñedos, de los cuales sólo cuatro -El Tejón, La Estramancia, Cava Chalupo y Cava Posdata- cuentan con infraestructura para recibir visitantes.
Desde la Secretaría de Turismo de Jalisco, a través de la Dirección General de Planeación y Desarrollo de Producto Turístico, se detectó el potencial de la zona y se creó una estrategia para fortalecer las experiencias turísticas que ofrecen los viñedos y crear un producto comercializable para ser incluido en la oferta de tour operadores del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG).
Se contrató a un equipo consultor, Procesa Incentives, tour operador en el estado con experiencia, para diagnosticar la zona de viñedos en la Ribera Sur del Lago de Chapala y diseñar o fortalecer el producto turístico que se ofrece en la zona. El proyecto de consultoría incluyó el diagnóstico de la zona, el diseño o fortalecimiento de experiencias turísticas para viñedos interesados -con capacitación al personal, desarrollo de materiales promocionales y la creación de manuales. También se diseñó una estrategia de comercialización vía tour operadores de la experiencia: se incluye la visita a un viñedo, a una cooperativa de artesanas local y distintas opciones de comida. La estrategia incluye el estándar de calidad que se le debe ofrecer a las y los visitantes y un precio base, esto con la finalidad de que todos los operadores compitan en igualdad de condiciones.
Dentro de esta experiencia Viñedos El Tejón se incorporó a la asesoría para fortalecer su experiencia que entre las actividades permite al visitante identificar los diferentes tipos de vid y el proceso de elaboración del vino. La experiencia que se ofrecerá al público incluye la visita a la Cooperativa Manos Creativas del Maíz, que hace artesanía a partir de las hojas del maíz.
Con el diseño e implementación de estas dos nuevas experiencias turísticas, la Secretaría de Turismo fortalece a estos dos sitios como nuevos destinos para quienes visitan Jalisco.
Leticia Trejo es profesora de Yoga y entrenadora personal. Foto: Archivo.
Se acerca la Navidad y el fin de año y no puedo dejar de pensar en el declive de la vida y en lo que nos depara nuestro inevitable final. No lo veo como un pensamiento oscuro o triste, al contrario, veo con cierto optimismo que todavía tengo las facultades físicas y mentales para tomar decisiones que me permitan llegar a ese momento en un estado funcional y con cierta independencia que evite que sea un inmensa carga para mis seres queridos o cuidadores.
Aunque en 1980 la Organización Mundial de la Salud incorporó oficialmente el concepto de Cuidados Paliativos como parte del Programa de Control de Cáncer, la intervención de esta disciplina se ha extendido a otras enfermedades graves y/o terminales que generan sufrimiento y dolor en quien las padece. En México el Dr. Gustavo Montejo Rosas instaló la primera Unidad de Cuidados Paliativos en el Hospital Civil de Guadalajara en 1992.
Una de las partes más interesantes de esta disciplina es que incluye una estrategia integral para la mejor comodidad, bienestar, soporte emocional y espiritual no solo para el paciente sino para toda la familia. A principios de la década de los sesenta, Cicely Saunders dio inicio al moderno movimiento de Hospice y cuidados paliativos al fundar el Sr. Christopher’s Hospice en el sur de Londres.
Este tema no cobra relevancia en la vida de las personas en su etapa de “salud” por lo cual nunca nos preparamos antes de escuchar, sin esperarlo, que el médico nos diga – su mal es irreversible y fatal, no tiene curación. Esto ha dado pie a una nueva forma de ejercer la medicina con tratamientos para el manejo del dolor.
Los cuidados paliativos no son una forma de querer alargar la vida de las personas, pero tampoco de acelerar el final, son un acompañamiento para disminuir el sufrimiento, la angustia, la ansiedad y la agonía por las que atraviesa alguien que ha sido desahuciado.
En los primeros hospicios a partir del siglo IV se recibían viajeros, huérfanos y peregrinos, todavía no eran lugares para los moribundos, se les daba comida y alojamiento. Fue hasta el año 1842 que el término hospice fue utilizado por primera vez para referirse al cuidado de pacientes terminales en Lyon, Francia. Como no había tantos avances médicos se les proporcionaba a los agonizantes acompañamiento espiritual, pero no existía la medicina del dolor.
Afortunadamente la práctica de la medicina ha evolucionado y ahora hay cada vez más médicos que se especializan en los cuidados paliativos. Yo he vivido ya la experiencia de escuchar la recomendación de un médico de ya no realizar alguna cirugía que se cree necesaria en pacientes de edad avanzada ya que la recuperación es incierta y, además, no lograría revertir su padecimiento; un ejemplo de esto es una cirugía de columna en una persona mayor de 80 años cuyo deterioro está muy avanzado. Es entonces cuando se puede empezar a consultar a los especialistas que ayudarían a la persona a tener una mejor calidad de vida dentro de sus posibilidades.
Con este escrito veo a la Navidad y al año nuevo como el comienzo de una nueva etapa estando consciente de su final, con la reflexión de: ¿cómo me preparo para ambas etapas?
Juan Enrique Ibarra Pedroza en su intervención. Foto: Armando Esquivel.
Armando Esquivel. – Juan Enrique Ibarra Pedroza fue reconocido por la Secretaría de Cultura de Jalisco, poniendo a una sala de lectura del Centro para la Cultura y las Artes de la Ribera, el nombre del político con años de trayectoria y Secretario General del Gobierno de Enrique Alfaro Ramírez.
Fue durante el mediodía del sábado 23 de noviembre cuando Enrique Ibarra hizo presencia en Ajijic, acompañado del alcalde de Chapala, Alejandro de Jesús Aguirre Curiel, así como de amistades y personajes ligados al partido Movimiento Ciudadano.
“Son eventos muy emotivos, evidentemente siempre generan sentimientos de gratitud para quienes los promueven la aceptación la Secretaría de Cultura de poner el nombre a esta sala de lectura” comentó el político en entrevista, quien dijo ser constante visitante de Ajijic y ver el crecimiento de personas que acuden al recinto cultural que fue intervenido durante la gestión estatal que ha sido partícipe.
El reconocimiento y la develación de una improvisada placa, se hizo por la pasión que el político tiene por la lectura, quien además cuenta con la publicación de títulos como “Nacimiento y trayectoria del Supremo Tribunal de Justicia” del que fue coautor a invitación del Supremo Tribunal; así como “El Congreso Constituyente de Jalisco de 1824” a invitación del Poder Legislativo y “El Puente de las Damas”, a invitación del Ayuntamiento de Guadalajara”. También cuenta con trayectoria como editorialista en periódicos de Guadalajara y comentarista en diversos espacios radiofónicos.
“Mi género de lectura, tal vez, preferido sean dos, las biografías y la historia, son géneros que disfruto, me llevan a transitar por los siglos”, dijo a Semanario Laguna Ibarra Pedroza, describiendo los libros y la lectura como “la mejor máquina del tiempo inventada por el ser humano”, haciendo referencia a la obra “El infinito en un junco” de la escritora española, Irene Vallejo.
Ibarra Pedroza tiene una maestría en derecho electoral y ha sido regidor, ha participado en el Gobierno Federal, ha sido diputado local en tres ocasiones y otras tres como diputado federal y en el 2006 intentó ser gobernador al ser candidato en la elección por el extinto PRD, luego de haber pasado más de dos décadas en el PRI.
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