Se estima que en el mundo se pierden alrededor del 14 por ciento de los alimentos producidos cada año.
Jorge Martínez Zedillo (CIUDAD DE MÉXICO).- En tiempos de pandemia por Coronavirus, es urgente que la población del mundo –y de México en particular—cree mayor conciencia sobre la necesidad de evitar el desperdicio de alimentos en los diversos procesos de producción, manejo, transporte, distribución y comercialización.
Rafael García del Horno, secretario de Finanzas de la Fundación Mejoremos el Campo, mencionó que en el mundo se estima que se pierde alrededor del 14 por ciento de los alimentos producidos cada año, y en México al menos 20 millones de toneladas anuales van al tiradero.
De acuerdo con información de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) –que el año pasado instituyó el “Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos”—en el mundo persisten alrededor de mil millones de personas desnutridas, por lo que no se justifica, de ninguna manera, echar al basurero cantidades extraordinarias de alimentos.
Dijo que, en el caso de México, de acuerdo con datos del INEGI y CONEVAL, más del 50 por ciento de la población, especialmente rural y suburbana, padece en algún grado desnutrición, debido a los índices de pobreza y falta de orientación tanto de productores de diversos alimentos, como de derivados industriales, se agrega la nula o escasa infraestructura para el manejo de diversos productos alimenticios en diversas regiones del país.
En otro orden, García del Horno, reconoció que el desperdicio de alimentos es cruel en un mundo donde el número de personas afectadas por el hambre ha aumentado lentamente desde 2014, y cada día se pierden o desperdician millones de toneladas de alimentos, y se hace muy poco por evitarlo.
El desperdicio de alimentos también ejerce una presión muy fuerte sobre la base de recursos naturales y el medio ambiente, agotando el potencial de recursos naturales y generando gases de efecto invernadero.
En el ámbito mundial, alrededor del 14 por ciento de los alimentos producidos se pierde entre la cosecha y la venta al por menor.
Considera la ONU y su filial FAO, que cuando los alimentos se pierden o se desperdician, simultáneamente se da una pérdida de todos los procesos que se utilizaron para producirlos, como el agua, la tierra, la energía, la mano de obra y el capital. Todos estos recursos también se pierden, se desaprovechan.
Recomendaron esos organismos a los gobiernos de todo el mundo, acciones nacionales y regionales para dar el uso adecuado a los excedentes de producción y procurar que lleguen a las clases más necesitadas.
Afirmó que la pérdida y el desperdicio de alimentos, requiere de la participación de todos quienes tienen en sus manos los diversos esquemas de producción, recolección, transporte, distribución y comercialización, a fin de maximizar el destino final para su consumo.
From 09:00 hours, there are pitayas and guamúchiles in the gate of the town.
Miguel Cerna.- A loss of up to 50 percent in demand has been projected in Jocotepec for the popular cactus fruit pitayas -sometimes known as “dragon fruit”- and the sweet tree fruit known as guamúchiles, due to the government’s sanitary measures to combat the pandemic. In other years the season for pitayas and guamúchiles is eagerly awaited by both consumers and marketers. But 2020 has been clouded by the government sanitary orders that have severely impacted markets for the seasonal fruit.
Jesús Solano Santana, who is sells these fruits when the weather heats up, described the sales as bad during the first week when he was located at the eastern gate of the main square during the months of May and June.
«I even sell pitayas until the rainy season comes, two and a half months or so. People ask us because they come from the other side -to the Fiestas of Señor del Huaje- but also to see this year how it is going. Because of this, I believe that it will affect us up to 50 percent, «he said.
In addition to the lack of buyers, Solano Santana noted a shortage of the fruit, indicating that its price will rise. Currently pitayas -which are from Tepec, Amacueca and San Marcos Evangelista, Zacoalco de Torres- range in price between 10 and 20 pesos per unit, depending on their size and quality. This may rise.
Even more worried is Armando Contreras Sánchez, 65 years old, who specializes in the purchase and sale of these fruits. He was denied permission to sell in Chapala and must now shift his business to Jocotepec.
«In Chapala, people from the City Council told me to go to my municipality to sell -Zacoalco de Torres-. In my municipality it is like bringing fish here -where there is already a supply of fish-; there are guamúchiles, there are pitayas. What are we going to do?”, he asked.
Although sales are just beginning, what should be a season bright with the intense colors of the pitayas is turning gray because of coronavirus. Although demand is low, vendors will remain at the corner of Miguel Arana and Allende streets for the next two months, from 9:00 a.m. until their products are all sold. (translated by Patrick O’Heffernan)
Abigail A. Correa Cisneros. – Debido al alto consumo de comida chatarra, México es uno de los países con más casos de obesidad y diabetes en el mundo. Por esto es importante lo logrado ayer en el Senado de la República, una reforma a la Ley de Salud en materia de etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas.
Desde hace varios años, organizaciones civiles intentaron que se hicieran estos cambios, incluso con la intervención de la Organización Mundial de la Salud (OMS); especialmente en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, quienes siempre protegieron a las compañías que se negaban a advertir a los consumidores lo que consumimos.
Los consumidores se enfrentan, sin darse cuenta, a una publicidad desmedida que proyecta felicidad, bienestar y placer, cuando en realidad los resultados son enfermedades crónicas que se presentan desde temprana edad. Es alarmante el consumo de alimentos chatarra y refrescos porque no sólo son consumidos por adultos o jóvenes, también por niños y niñas, muchas veces desde que nacen.
Estos productos están accesibles prácticamente en cada esquina, fuera de las escuelas y con un bombardeo de publicidad constante en televisión e internet. Expertos señalan que uno de los objetivos de los mensajes publicitarios dirigidos a niños y adolescentes es establecer fidelidades de marca desde edades tempranas, para que se conviertan en hábitos de consumo duraderos.
Juan Martín Pérez, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), señaló hace unos meses que esta industria opera como un cartel del crimen organizado pues tiene control territorial, poder económico, participación de las autoridades y existe corrupción –pero con esta modificación a la ley se pueden erradicar estas prácticas–. Agregó que los niños en México se encuentran en un estado de alta vulnerabilidad debido a que existe una dinámica cultural que los considera como objetos, lo cual «permite que se normalicen muchas cosas».
Por eso hay que celebrar que ya se aprobó, con 114 votos a favor, el etiquetado claro de alimentos y bebidas no alcohólicas, ahora este deberá incluir información de fácil comprensión, veraz, directa, sencilla y visible. También se deberá hacer en forma separada e independiente a la declaración de ingredientes e información nutrimental, para indicar los productos que excedan los límites máximos de contenido energético, azúcares añadidos, grasas saturadas, sodio y los demás nutrimentos críticos e ingredientes que establezcan las disposiciones normativas.
El dictamen avalado por unanimidad, señala que la Secretaría de Salud podrá ordenar la inclusión de leyendas y pictogramas cuando lo considere necesario. En el artículo 215, fracción sexta de la Ley General de Salud, indica que el etiquetado frontal de advertencia de alimentos y bebidas no alcohólicas debe contar con información simplificada en el área frontal de exhibición del envase, el cual advierta sobre el contenido que exceda los niveles máximos de contenido energético, azúcares añadidos, grasas saturadas, grasas, sodio y los nutrimentos críticos, ingredientes y las demás que determine la SSA.
La dependencia tendrá que determinar aquellos nutrimentos críticos componentes de la alimentación que pueden ser un factor de riesgo de las enfermedades crónicas no transmisibles. La minuta señala que se establecerán programas de promoción de la salud y prevención de las enfermedades, mediante una alimentación nutritiva y adecuada, así como actividad física.
“Los programas de nutrición promoverán la alimentación nutritiva y deberán considerar las necesidades nutricionales de la población. Por lo que, propondrán acciones para reducir la malnutrición y promover el consumo de alimentos adecuados a las necesidades nutricionales de la población; y evitar otros elementos que representan un riesgo potencial para la salud”, dice en el documento.
Cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) señalaron a México como el país que lidera en casos de obesidad infantil en el mundo, y el segundo en adultos. Uno de los principales problemas es el consumo de azúcar, presente en bebidas como jugos y refrescos.
La obesidad mata a 23 mexicanos cada hora. Solamente en 2017 más de 200 mil mexicanos murieron por enfermedades originadas por el sobrepeso, siendo la diabetes una de las causas principales.
La Secretaría de Salud estimó que para 2023, el costo total de la obesidad en el país alcanzará los 272 mil millones de pesos. Asimismo, esta condición detona la diabetes tipo 2, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, apnea de sueño y cáncer. En 2017, el costo total de la obesidad ascendió a 240 mil millones de pesos. Esta epidemia se ha convertido en el problema más grave de la salud pública en México, además del alto costo. En el 2016 la Secretaria de Salud declaró Emergencias Epidemiológicas por obesidad y diabetes. Es importante mencionar que uno de cada dos niños nacidos a partir de 2010 va a desarrollar diabetes a lo largo de su vida.
Un estudio realizado por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) calculó que los costos totales solamente de la diabetes asociados a la obesidad en el 2013 ascendieron a 85 mil millones de pesos al año, de los cuales 73 % corresponde a gastos para tratamiento médico, 15 % al costo generado por pérdidas debidas al ausentismo laboral, y 12 % al costo por pérdidas de ingreso debido a mortalidad prematura.
La industria de los alimentos chatarra y bebidas azucaradas se opuso sistémicamente a las políticas de salud, evidentemente significaría una baja en sus ganancias. Ante la propuesta de ley siempre sostuvo que sus productos no son dañinos, hicieron incluso estrategias con inversiones millonarias para frenar estas regulaciones que disminuyen el consumo de productos que contribuyen al sobrepeso, la obesidad y la diabetes.
Resulta también que aunque la propia industria impulsó en 2011 el sistema de etiquetado Guías Diarias de Alimentación (GDA) de los productos, este ha demostrado ser incomprensible, incluso para estudiantes de nutrición ya que de acuerdo a un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), solo el 1.8% de los estudiantes fue capaz de interpretarlo correctamente. El criterio de consumo diario de azúcar que utiliza este etiquetado representa un riesgo a la salud ya que es casi del doble del recomendado por la OMS.
Estas reformas en materia de etiquetado de alimentos son un gran avance en el tema de salud en este sexenio. También la ciudadanía debe poner de su parte, poniéndose al día con los programas de promoción de cuidado del peso que mantiene el gobierno.
DESDE EL CENTRO
¿Se acuerdan del personaje que se burlaba de los indígenas, los campesinos y los trabajadores del país en el sexenio del priista Enrique Nieto, la principal responsable de la lucha contra el hambre en el sexenio pasado, la luchadora social ejemplar que fue vencida por la arrogancia y el amor –de un argentino—quien sostenía que los periódicos sólo servían para matar moscas, la misma que se relaciona con La Estafa Maestra? Claro, se trata de Rosario Robles Berlanga, la universitaria sindical que hoy clama piedad, pero seguirá en la cárcel… Tras los ataques de Vicente Fox y de Felipe Calderón Hinojosa contra el gobierno actual, ahora surge la provocación de los alcaldes panistas que se dicen víctimas de recibir gases cuando intentaron invadir Palacio Nacional para demandar mayor presupuesto que sólo han utilizado en su enriquecimiento. Obvio, son otros tiempos que no alcanzan a comprender… Nuevo rumbo se avizora en el sindicalismo mexicano –históricamente corrupto, con la renuncia del senador Carlos Romero Deschamps al liderazgo del sindicato petrolero… Y en esas, que van a cobrar el agua a los campesinos productores de alimentos, lo que urge a la reflexión.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala