Productos que se pueden encontrar en la tienda de artesanías de Jocotepec. Foto: Cortesía.
Armando Esquivel. – Fue nuevamente abierta la tienda de artesanías de Jocotepec, que busca fomentar el desarrollo de creadores del municipio y que cuenta con múltiples piezas en diversas técnicas, desde el 22 de noviembre.
La tienda se localiza en la antigua escuela Paulino Navarro, en la zona centro de la cabecera, donde se pueden encontrar zarapes, coloridas flores y figuras hechas de hoja de maíz, esculturas y pinturas y otro tipo de artesanías, además de productos gastronómicos como vinos y ponches de frutos rojos, así como miel producida en el municipio.
La tienda abrió en la pasada administración, con una inversión de alrededor de 300 mil pesos y con apoyo del Gobierno de Jalisco, aunque para Cuauhtémoc Cuevas Torres, Jefe de Artesanías del Ayuntamiento de Jocotepec, no se había dado el uso adecuado para su óptima función. “Lo que se pretende es que le demos realmente la finalidad por lo que fue creada” comentó el funcionario en entrevista, añadiendo el buscar dar impulso a las personas artesanas.
Para la reinauguración de la tienda se realizó un acto protocolario con la presentación de un baile típico y la presencia del alcalde, Hugo David García Vargas, quien se dijo comprometido al apoyo y promoción de la comunidad de artesanos, para luego declarar inaugurada la tienda.
“Más que una tienda es un símbolo de nuestra identidad, de nuestra creatividad y del esfuerzo incansable de nuestros artesanos”, dijo en su intervención el presidente, Hugo David García.
Con la reapertura también se busca que camiones turísticos lleguen a Jocotepec, ya sea quienes van a la Ribera de Chapala o a la zona de la sierra de Mazamitla. El horario de la tienda es de lunes a viernes de 9:00 de la mañana a 3:00 de la tarde y sábado y domingo de 10:00 de la mañana a 3:00 de la tarde.
Genaro Reyes Gallardo es originario de San Cristóbal Zapotitlán, lleva 50 años creando artesanías. Foto: María Reynozo.
Por: María del Refugio Reynozo Medina
En sus recuerdos desde los cuatro años, están las canastas de colores que hacía su madre. Genaro Reyes Gallardo es artesano desde los seis años. Una de las primeras artesanías que se hicieron en la población de San Cristóbal Zapotitlán fueron las canastas tejidas en palma, venía al pueblo una troca vieja a vender bultos de palma. A los seis años ya hacía tripilla, trenza y melilla que son unos tejidos para sombreros. Recuerda que, para poder salir a la calle a jugar, antes había que ayudar a tejer la palma. En ese entonces, hace más de 40 años; pagaban a 20 centavos cada canasta de colores.
La precursora de las artesanías en hoja de maíz fue la señora Elenita, una mujer que visitaba el pueblo. Ella trajo una maestra para que enseñara a trabajar la hoja de maíz.
Genaro no fue a las clases, fue su madre Juana Gallardo que empezó a hacer las flores y muñecas. Cuando Genaro las vio le dijo: -ya no vayas, aquí las hacemos-.
Y comenzó a crear sus propios diseños con moldes de flores naturales. Utilizaba cascarones de huevo para formar la redondez de los tulipanes.
La señora que compraba las canastas vio las flores y preguntó de qué estaban hechas. Ella fue su primera clienta; le hizo cada vez más pedidos y creó diseños distintos de flores y muñecas con trajes típicos.
Cuando la señora Elenita las vio, preguntó: -¿quién hace esto?-.
Genaro comenzó a tener fama por sus creaciones; tenía 20 años cuando el INEA (Instituto Nacional para la Educación de Adultos) lo invitó a dar un curso de ocho meses, fue su primera experiencia enseñando. Comenzó con 50 personas inscritas y terminó con más de 100. Sintió una responsabilidad muy grande.
“Me acuerdo, era un lunes, las manos me sudaban, fui a la tienda y tomé dos sedales con una coca”.
En el curso enseñó a crear muñecos portando trajes típicos de estados o países, quinceañeras, novias, payasos y más de 175 modelos de flores.
Vino un segundo curso en el que tuvo 190 asistentes, mientras tanto seguía entregando artesanías a sus clientes fijos de la Ciudad de México, Tijuana y Tonalá. El trabajo de Genaro se llegó a exportar a Sudamérica, Centroamérica, Asia, Estados Unidos y Canadá.
-Algunas veces teníamos el compromiso de llenar contenedores para exportación y trabajamos mucho para entregar los miércoles y viernes-.
-Todo lo que recolectaba, me compraban, palos secos, ramas, pasto seco, hasta grama-. Se internaba en el cerro para buscar naturalezas muertas de diversas formas y fibras, cuyo destino fue Argentina, Colombia y hasta China. Su abuela le enseñó a obtener colores brillantes con anilinas.
A través de una de sus clientas, una persona cercana al gobernador del estado de Guerrero fue invitado a trabajar en un proyecto de enseñanza en comunidades de aquel estado, Genaro y siete personas más invitadas por él, fueron contratadas por el Gobierno de Guerrero inicialmente por tres meses, que se convirtieron en cuatro años, en los que al final permaneció solamente Genaro.
En una de las juntas un coordinador les dijo:
-Van a entrar a una región peligrosa y deben decidir si se quedan o se van-.
Genaro continuó su trabajo en las comunidades como instructor en los municipios de Tecpan, Arcelia, Tlapehuala, Pungarabato.
Se convirtió además en el decorador oficial de los acontecimientos sociales del gobernador; eventos de la Cruz Roja, visitas del entonces presidente de la República Enrique Peña Nieto, embajadores, gobernadores de estados. La esposa del gobernador lo presentaba siempre como su artesano estrella.
A él no le gustaba porque lo hacía sentir demasiado compromiso.
Además de Genaro, el Gobierno de Guerrero tenía 27 artesanos más, especialistas en diversas expresiones. En una ocasión, fueron convocados para recibir un estímulo económico para los más destacados. La sesión comenzó con la entrega al tercer lugar, recuerda que la esposa del gobernador le dijo a aquel artesano: -Trabajas precioso, pero te falta humildad con la gente-.
Genaro se llevó el primer lugar. Aunque sus paisanos que llevaba de invitados no le aplaudieron, tuvo el reconocimiento del resto y de las autoridades que estuvieron siempre muy complacidas con sus creaciones.
Un episodio que recuerda aún con nerviosismo es el de una tarde que se trasladó a una de las comunidades para impartir el curso. Iba en el autobús y al bajar en el poblado, observó mucha gente; le parecieron demasiadas para estar esperando el camión. Pero una vez que el autobús se detuvo y descendió de él, una voz le gritó:
-¡Maestro, bienvenido!-. Le colocaron un collar de cempasúchil y caminaron a su lado hacia la presidencia donde ya estaba instalado un escenario para el recibimiento del artesano de Jalisco. Ahí ante la mirada de cerca de un centenar de asistentes, la esposa del gobernador lo presentó.
-Hemos traído un artesano que es por sobre todo, una persona sencilla con la gente-.
-¡Qué vergüenza!- expresa y aún se sonroja al recordar.
“Fue tan bonito poder enseñar a personas que en realidad lo necesitan”, en esas tierras dice, hay gente que sobrevive con 400 pesos a la semana y aun así le invitaban su pan a veces sin tenerlo.
En su transitar por los municipios de Guerrero, Genaro no sólo enseñó a moldear la hoja de maíz, sino papel barnizado, encerado y artesanías con plumas.
Alguna vez le preguntaron si sintió miedo de estar en aquellas comunidades apartadas; pero este artesano solo piensa en la gente que enseñó y con ello pudieron llevar un ingreso más a sus hogares.
Don Pedro Mendoza Navarro recibió el reconocimiento “Roberto Montenegro”, otorgado por la Secretaría de Cultura de Jalisco por su trayectoria como tejedor de sarapes de lana. Foto: María Reynozo.
Por: María del Refugio Reynozo Medina
Don Pedro Mendoza Navarro quien desde los ocho años de edad hace sarapes de lana en el municipio de Jocotepec; es uno de los doce artesanos de Jalisco convocados para recibir el reconocimiento “Roberto Montenegro”, por toda una vida de trayectoria como creador de gabanes tejidos en lana. El reconocimiento lo otorga la Secretaría de Cultura del Gobierno del estado, a los hombres y mujeres con mayor experiencia.
El centro cultural Patio de los Ángeles en el barrio de Analco de Guadalajara es el escenario para la entrega; desde antes de las cuatro de la tarde, del viernes 18 de marzo, una docena de artesanos junto con sus familias provenientes de unos diez municipios del estado permanecen sentados a la espera del inicio de la ceremonia.
Predomina la presencia de hombres de pelo cano que están en la primera fila; un hombre de la tercera edad en una silla de ruedas, está constantemente atendido por sus familiares. Le acomodan el sombrero, le hablan al oído, le revisan la boca, los ojos. Uno calza unos claros huaraches de cuero. Dos hombres usan sombrero blanco; uno de ellos lo sostiene en las manos a la espera de que comience la sesión. Mientras, le da vueltas, como el personaje del cuento de Edmundo Valadez (La muerte tiene permiso) que en una junta espera nervioso.
Doña Elena Quezada Cabrales de 89 años de edad, bordadora; es la única mujer homenajeada. También espera sentada al lado del hombre de la silla de ruedas, en silencio.
Son cerca de las cinco de la tarde y los artesanos siguen a la espera de las autoridades que están por llegar.
Don Pedro Mendoza, de 76 años de edad, está muy contento y nervioso también, la espera alarga el nerviosismo porque él es el seleccionado para tomar la palabra una vez que inicie la entrega de los reconocimientos.
-Mañana es dia de San José obrero- Dice muy orgulloso de sentirse igual, un sencillo obrero que hace piezas dignas de mostrarse al mundo.
Uno de sus sarapes está expuesto; es color crema de lana natural con hilos de colores; los brillantes romboides al centro parece que se mueven, las flores celestes y rojas aparecen brillantes, al lado de un cartel con una frase de don Pedro obtenida de una serie de entrevistas realizadas por parte de la dependencia.
“Cuando le enseño a un muchacho a usar el telar, me pongo contento, porque sé que mi conocimiento no morirá cuando yo me vaya”, reza el pequeño rótulo.
Según Rafael Castro Rivera, Jefe de Culturas Populares y Urbanas de la Dependencia estatal de cultura, los artesanos homenajeados, tienen en promedio una edad de 78 y 92 años.
Alrededor de las cinco de la tarde se hicieron presentes, Margarita Alfaro Aranguren, Directora de Fomento Artesanal; Lourdes González Pérez, Secretaria de Cultura de Jalisco y Mario Alberto Limon Carranza, Director de Gestión Integral de Proyectos de la misma dependencia. Ocuparon las sillas colocadas al frente en el presídium. También ahí estuvo don Pedro y doña Elena.
En su discurso, el obrajero jocotepequense expresa su emoción por la posibilidad de transmitir a las nuevas generaciones sus saberes, a través de la Escuela de Telar de Jocotepec, donde enseña a los jóvenes a tejer la lana.
En medio de aplausos y luego de los discursos de los funcionarios, los artesanos reciben el reconocimiento enmarcado en un cuadro de madera que abrazan para la foto.
Los 12 artesanos reconocidos fueron Alejandro Alfaro, Juan Manuel Águila, Pedro Mendoza, Elena Quezada, Flavio García, Luis Zermeño, Carmen Torres, Jesús Flores, Luciano Jacobo, Jorge Soriano, José Hernández y José Ascensión Juárez.
En torno a la reunión y con motivo del Día del Artesano (19 de marzo), la jefatura de la Secretaría de Cultura organiza la exposición de artesanías Hecho con el corazón en la que se exhiben piezas de distintos municipios. Se exponen huaraches y cuchillería de Sayula, objetos de ocochal de Mazamitla, esculturas de cantera rosa procedentes de San Miguel el Alto y objetos de talla de hueso de Teocaltiche.
Los asistentes comienzan a retirarse, algunos toman apurados el agua de horchata que les ofrecen y comen los tacos al vapor que se sirvieron. Otros se los llevan y salen apurados.
Las autoridades siguen participando en el recorrido. Entre todas las piezas; el sarape de don Pedro parece brillar; las flores adquieren movimiento cuando la Secretaria de Cultura, Lourdes González, lo toma entre sus manos en su recorrido final por la exposición. Don Pedro conversa orgulloso de su proceso, le muestra a las autoridades sus manos marcadas por el trabajo de toda una vida en el telar. No solo tiene decenas y decenas de sarapes en su haber, sino decenas más en la lista de espera. Está terminando un sendal para el Señor del Huaje, del que solo cobrará el material, porque reitera, los trabajos para él no se cobran.
Este tejedor de hilos de colores representa hoy al municipio de Jocotepec en un evento de reconocimiento austero donde lo que más resplandece, es ese sarape salpicado de figuras que “parece que se mueven”.
El director de Turismo y Fomento Artesanal, Jesús Carlo Cuevas González.
Domingo M. Flores.- A beneficio del equipamiento de la recién creada Escuela de Telar de Jocotepec, de la cooperativa Tejedores de la Ribera, la Casa de Cultural municipal albergará -durante tres días- una venta de artesanías jaliscienses.
Piezas de telar de Tapalpa, cerámica y alfarería de Tonalá, arte indígena de la parte norte de Jalisco, hierro forjado, además de una selección amplia de telares de Jocotepec será de lo que se podrá adquirir en la venta a realizarse del 29 al 31 de julio, en un horario de 10 de la mañana a siete de la tarde.
El director de Turismo y Fomento Artesanal, Jesús Carlo Cuevas, manifestó que además de la exhibición de la treintena de piezas de artesanos jaliscienses -cuyo catálogo se puede consultar por internet: https://bit.ly/2TyB5tn-, también estarán a la venta distintas piezas de artesanos de Jocotepec, quienes de manera presencial ofrecerán sus creaciones.
“Jocotepec destacaba por la producción de telares y producción de zarapes, tapetes, cobijas de telar de pedal, llegó a existir hasta 70 familias que dependían de actividad artesanal; la producción decayó y sólo quedan ocho personas en todo el municipio, en su mayoría son personas mayores de edad, con algunas enfermedades y con telares en mal estado. Las generaciones más jóvenes no saben tejer, ese conocimiento se va perder -sino es rescatado-”, expresó el funcionario público.
A decir el entrevistado, un porcentaje de las ventas de la artesanía será destinado para equipar un aula de la antigua escuela “Paulino Navarro”, para que sea un lugar donde se aprenda la técnica textil.
En el catálogo, que se puede consultar en línea, aparecen siete piezas de telar, pero ese día van a venir diferentes obrajeros o artesanos de jocotepec a presentar su trabajo y ponerlo en venta; el cincuenta por ciento de la venta se va destinar a la escuela de telar, según señaló el entrevistado.
Carlo Cuevas, explicó que la escuela la están equipando con el apoyo de AIPROMADES, ya que para la conservación del patrimonio biocultural se compraron cuatro telares. “Vamos comprar lana y los peines que se usan para el telar; la idea es sustituir las fibras sintéticas, como el acrilán, por lana y aprender a teñir con tintes naturales o pigmentos naturales”.
Acerca de la escuela de telar, los asistentes posiblemente sólo pagarán su material; es decir, su lana, su tinte, además de una pequeña aportación de cincuenta pesos para el maestro, Pedro Mendoza Navarro, que es uno de los artesanos del telar más reconocidos del municipio.
Para que con el cambio de administración, el proyecto no se vaya por la borda, legalmente el equipo de telares es de una cooperativa de jóvenes llamada “Tejedores de la Ribera”, ellos son los dueños de las piezas de telar y el gobierno municipal presta la sede, que es una de las aulas de la antigua escuela “Paulino Navarro”.
Para mayor información del proyecto consulta la página de Facebook: Escuela de Telar Jocotepec.
Los telares representan la cultura y artesanías que los obrajeros proveen al municipio.
Berenice Barragán (Jocotepec, Jal).- Jocotepec contará con una escuela de telar, en el que aprender la labor de los obrajeros y preservar las tradiciones del pueblo ribereño, son las semillas principales para su creación.
El proyecto creado por la dirección de Turismo y Fomento Artesanal del Ayuntamiento de Jocotepec, encabezada por Jesús Carlo Cuevas, y tendrá como sede uno de los salones de la antigua escuela Paulino Navarro -ubicada sobre Miguel Arana y cruce con calle Guadalupe Victoria-; aunque, hasta ahora, no se tiene fecha para su apertura.
“Preservar la tradición artesanal de los telares de pedal, que tiene más de 150 años en el municipio y que está a punto de desaparecer” es el objetivo de un grupo de jóvenes que buscan poner en marcha este proyecto.
Con recursos gestionados por la dirección creadora de esta escuela, la Asociación Intermunicipal para la Protección del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del Lago de Chapala (AIPROMADES) aprobó el recurso de 50 mil pesos para poner en marcha este proyecto.
El nombre ‘Cooperativa Tejedores de la Ribera’ bautizará a la iniciativa que tendrá arranque en los próximos meses. La escuela dará el acceso a todas las personas del municipio que deseen aprender el proceso de creación de los telares representativos del municipio, aumentando así su identidad cultural.
El Andador Cultural se instala en la calle Porfirio Díaz, entre Vicente Guerrero e Iturbide.
Miguel Cerna.- Con arte, gastronomía, artesanías y una gran variedad de productos, contará la cuarta edición del “Andador Cultural” de San Juan Cosalá.
Acatando todas las disposiciones de salubridad contra la pandemia y reducido a un solo día, el próximo 12 de diciembre se realizará este paseo comercial, cuyo objetivo es fomentar el consumo local y promover a los artistas, comerciantes y pequeños empresarios del municipio.
Sobre la calle Porfirio Díaz, en la cuadra comprendida entre Vicente Guerrero e Iturbide, se instalarán los 32 expositores desde el mediodía y hasta las 17:00 horas; con la participación de la cantante Lola “La Tequilera”.
Productos navideños, artesanías, pinturas y fotografías, manualidades, productos bordados, ropa tradicional y hasta la venta de platillos como pozole, chiles en nogada y pan tachihual, serán algunos de los artículos que se podrán encontrar en el andador.
Para su organizador, Agustín Vázquez Calvario del restaurante “Viva México”, año con año ha ido en aumento la participación de los expositores, e inclusive en esta edición se integrarán artesanos y expositores del municipio, cuando inicialmente solo participaban los de San Juan Cosalá.
Desde su primera edición en 2017, la finalidad del Andador ha sido incentivar la venta de productos locales, procurando que ninguno de los creadores se vaya sin “un peso”, especialmente en estos tiempos pandémicos.
Usando cubrebocas y respetando la sana distancia, se invitó a la población en general a asistir este 12 de diciembre al Andador Cultural de San Juan Cosalá, a hacer sus compras navideñas y a apoyar a los artistas y artesanos, además de pasar un rato agradable en familia.
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