Leticia Trejo realizando actividad física. Foto: Archivo.
Cada vez es más común que escuche en el gimnasio, o en mi escuela de Yoga o en ciertas conversaciones que las personas padecen enfermedades que llegaron de “la nada”. Desde las clásicas enfermedades crónico degenerativas como la hipertensión arterial, la diabetes y hasta el Alzheimer, cáncer o síndrome metabólico surgen en las charlas cotidianas. En alguna de estas columnas mencioné un libro fascinante sobre los procesos de afecciones orgánicas que se llama “La enfermedad como camino”, de Thorwald Dethlefsen y Rudiger Dahlke, en este interesante texto los autores mencionan que todas las enfermedades vienen de una falta de armonía, y pensando en el significado de esta palabra yo la puedo relacionar con ritmo, coordinación, integración, cadencia y fluidez.
Debido a lo anterior me pareció muy interesante el tema de los Ritmos Circadianos ya que la palabra ritmo es la que pude relacionar con armonía. Recordé que en el año 2017 el premio Nobel de Fisiología (Medicina) les fue otorgado a tres Investigadores que fundamentaron lo que las ciencias ancestrales ya sabían: que existe un ritmo natural en cada organismo conectado con el ritmo del planeta.
En uno de sus artículos Guillermo Jaim Etcheverry nos cuenta como La Asamblea del Instituto Karolinska de Estocolmo fue la encargada de premiar a Jeffrey C. Hall, Michael Rosbashy y Michael W. Young por los descubrimientos en los que explican el modo en que las plantas, los animales y los seres humanos adaptan su ritmo biológico de modo que esté sincronizado con las revoluciones de la tierra para funcionar eficientemente.
De manera muy precisa el reloj interior adapta el funcionamiento de nuestro organismo a las diferentes etapas del día, regulando funciones esenciales como los niveles de las hormonas circulantes para cada función endocrina, el sueño, la vigilia, la temperatura corporal, el metabolismo, la presión arterial y el comportamiento (fin de la referencia).
Lo anterior me permitió comprender a qué se refieren los autores de la enfermedad como camino cuando hablan de falta de armonía. Me queda claro que si las personas no respetamos estos horarios biológicos estamos pasando por encima de leyes naturales por lo que las consecuencias no se harán esperar. Las investigaciones nos indican, por ejemplo, que el hígado, que es el encargado de más de ¡500! funciones orgánicas hace su limpieza entre las 10:00 p.m. y las 12:00 p.m. por lo tanto, para dejar que el hígado realice sus funciones deberíamos de tener nuestro último alimento (la cena) antes de las 8 de la noche, para que el proceso de digestión tome dos horas y las otras dos horas el hígado se limpie y podamos desechar la “basura” generada durante el día. Sin embargo, la mayoría de los mexicanos cena, bastante pesado, entre las 10:00 p.m. y las 11:00 p.m. y luego nos extrañamos de tener el hígado graso. Y así podríamos ir mencionando cada uno de nuestros órganos que, según los ciclos circadianos, tienen horarios para realizar sus funciones de forma eficiente, con ritmo y armonía, sincronizándose con el planeta.
Querido lector, vale la pena tomarte el tiempo necesario para hacer una revisión honesta de cuántas veces te saltas el desayuno, cuántas veces no tomas agua porque no tienes tiempo de ir al baño, cuántas veces te desvelas sin sentido y cuantas veces te quedas en la cama hasta muy tarde a medio día simplemente porque tienes flojera. Busca tu armonía, tu ritmo, tu cadencia para mantener lejos de tu organismo enfermedades que llegan “de la nada”.
Por Leticia Trejo
Hay oportunidades que nunca vuelven. Hace ya muchos años estaba paseando por los pasillos de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), si algunos de ustedes la han visitado saben que es enorme; en un stand vi un libro con un título que me atrajo: Anatomía del dolor, era bastante voluminoso y de un precio alto; como seguramente le pasa a mucha gente me dije a mi misma: regresaré después de ver más libros y claro que lo que pasó es que cuando traté de volver ya no recordé en qué pasillo ni en qué editorial lo había visto. En esos tiempos yo estaba atravesando por periodos intensos de dolor articular y muscular al grado de pensar que seguramente tenía artritis, que mis años como deportista y profesora de fitness grupal me estaban pasando una gran factura. Lo que pasó en los siguientes años es que en realidad esos dolores intensos se convirtieron en grandes maestros que me obligaron a conectarme más conmigo misma, buscar información, estudiar y aprender. Les comparto algunos de mis descubrimientos ya que el dolor corporal puede tener varias fuentes de alimentación:
1.Fisiológico, solo por poner algunos ejemplos: es muy común confundir un dolor pensando que es la espalda baja, cuando en realidad es una inflamación del colon (colitis), confundir un dolor pensando que tenemos gastritis porque nos arde al comer cuando en realidad puede ser una inflamación en el páncreas (pancreatitis) o sentir que nos duelen los intestinos cuando en realidad nuestras vías urinarias tienen algún bloqueo o alguna infección. Cuando los riñones tienen alguna insuficiencia duelen mucho los pies (tobillos, dedos de los pies) y se inflaman una o varias articulaciones. Es claro que cualquier proceso inflamatorio va a causar dolor y este proceso a veces es causado por nosotros mismos.
2. Emocional, los estados intensos emocionales, sobre todo los considerados de baja frecuencia energética como la ira, el rencor, la culpa, el odio y la tristeza (entre otros), generan encogimiento o acortamiento en los tejidos conectivos del cuerpo principalmente el tejido miofascial (documental de la cadena alemana DW las fascias, un mundo bajo la piel). Estos acortamientos roban espacio interior a órganos y músculos importantes por ejemplo el diafragma torácico que es el músculo más importante de la respiración y eso genera dolor.
3.Por estrés, el estrés, aunque es una respuesta sana y normal ante las amenazas, genera el despliegue de ciertas hormonas que nos ayudan a reaccionar ante la situación estresante. El cortisol, la adrenalina, la noradrenalina, entre otras, son hormonas que fluyen al torrente sanguíneo, aumentan la frecuencia cardíaca, aceleran el ritmo de respiración y nos ponen en alerta y esto está muy bien cuando la amenaza es real, pero te pregunto, querido lector: ¿cuántas veces has sentido estrés IMAGINARIO? Por situaciones que no están sucediendo, pues bien, aunque estas situaciones no están pasando de todas formas generan la respuesta hormonal y cuando ésta es crónica y ocurre repetidamente todos los días provoca inflamación celular y esto a su vez dolor constante.
Mis recomendaciones giran en torno a que: a) aprendas a escuchar a tu cuerpo para saber qué necesita, b) realices auto observaciones de tus emociones y aprendas a no darles fuerza a las improductivas que no producen bienestar, c) vivas en tiempo presente, disfruta que en este segundo estás bien y cuando las amenazas si estén ocurriendo dale las gracias a tu cuerpo por reaccionar sanamente ante ellas.
By Leticia Trejo
I know that not all of us like physical activity, but we all aspire to wellness. With so many exercise and fitness disciplines on offer, it can be difficult to choose, so we may decide on the «easiest» one, which is running. In our mind we generate an image of our sports clothes and running shoes, and of the attractive places where we will realize our dream of losing weight, improving cardiovascular condition, and perhaps meeting new people to share this activity.
My strongest recommendation is: Don’t do it, without first visiting some specialists or reading from approved sources the information you need to make this activity safe.
Do you know if you have a pronated or supinated footprint? Do you know if your knees are in the genus valgus or genus varus position? Has anyone mentioned if you have scoliosis? All these anatomical-postural conditions negatively affect the health of your joints, and within a year the pain will make you decide to decline your good intentions to improve your health.
The problem is not starting to run but not having a proper strategy.
The first thing to do is to visit an orthopedist to determine if your type of foot needs an additional insole in addition to the sports shoes you want to buy. Some sports stores can even perform a simple evaluation to find out what type of shoes you should buy.
The same orthopedist can also inform you if your knees might be negatively affected by running. At this point I will pause to explain something VERY important. Knees depend almost entirely on the hip joint. The femur (the thigh bone, the longest bone in the body) has two upper heads, one of which is completely round and inserts into the socket of the pelvis, called the acetabulum, forming different angles that predispose the position of the knees. Although this cannot be modified, since it is a construction of birth, we can improve this integration of acetabulum – femoral head – knee – feet. Work with exercises that strengthen the four sides of your legs — internal, external, right lateral and left lateral — as well as the external rotators of your hip, with both strength and elasticity exercises.
After having the proper knowledge in these points, you can visit a physiotherapist to check aspects of muscle tone, position of the spine, and relationship of the pelvic girdle. He or she will then be able to make the appropriate recommendations.
Acquire a pulsometer (heart rate monitor) so that based on your weight, height and age you can measure your heartbeat. This digital device will indicate, sometimes even with colors, the heart rate where your activity will be more efficient. Beats below a certain minimum are not efficient, but neither are beats above your maximum. And I remind you, SWEAT IS WATER, so don’t think that by sweating a lot you are burning fat and improving your physical condition.
Finally, be patient. Apply the rule: Gradualness – adaptability – maintenance. Enjoy the process and connect with all your body sensations so you learn to listen to your body and know what it needs and what could be damaging it.
Translated by Sandy Britton
By Lety Trejo
Some members of my family were athletes at a very young age. In a rather poor and lower middle class environment, sports got the youth ahead and was considered a healthy activity. But when you don’t have a professional trainer or a trained nutritionist or even a notion of the proper preparation for an athlete, this activity can be dangerous.
Why do I say that? Because over the years I have realized that the vast majority of people who venture into the magical world of exercise have no idea how important proper hydration is. They always tell us «drink water» and we drink water: from a jug or from the plastic bottles sold by different brands. These waters do not hydrate, or at least not in the right way. According to the Nutritionist Marcela Torres, specialist in Functional Medicine and Epigenetics, there are two types of hydration: cellular and intracellular. When we drink water that goes through many treatment processes, the water loses its natural minerals, which allows it to go through the outside of the cells leaving the body very quickly. Instead, natural spring waters, or those that go through mineralization processes, reach the inside of the cells being absorbed and used by our entire body.
To say that we are 75% water is simplistic, reducing a much more important process to something almost irrelevant. In reality we are SUBSTRATES, liquids that go through chemical processes that only the organism knows how to produce, measure and combine. Blood, plasma, lymph, cerebrospinal fluid and others are this 75% that are mentioned so much. We depend on a precise and refined production and distribution of nutrients, minerals and proteins so when we are healthy, we are in harmony. In the famous book “La Enfermedad Como Camino” (Illness as a Path) by the Germans Thorwald Dethlefsen and Ruediger Dahlke describe the disease process as a lack of harmony, not only organic but also mental. I will add that our quality of substrates depends on the adequate consumption of nutritious food, water with all its properties, the type of thoughts we have, physical activity and proper rest. This makes us achieve balance to live in fullness.
Did you know that you can make your own moisturizing serum at home? The formula is very simple:
One liter of water
Lemons to taste
A pinch of Himalayan pink salt (or sea salt)
A pinch of baking soda
A moderate amount of agave syrup as a sweetener.
If the person is hypertensive, he/she should consult his/her doctor. Adequate hydration is the cornerstone of the organic balance of all beings on the planet. Do not do intense physical activity if you have not hydrated properly. Some of the symptoms of lack of hydration can be irritability, mental confusion, disorientation, headaches and insomnia. Consult the hydration quantity tables provided by Wikipedia taken from medical publications of important institutions. Health with water, dear reader.
Translated by Mary Woods
By Leticia Trejo
I am remembering a very particular meme, author unknown, or at least the image did not contain the name of the author, alluding to how difficult it is to recognize our state of mind. It went something like this:
Hello, how are you?
-I’m fine.
Good of good or bad, but you don’t want me to know you’re bad?
-Fine, shut up and give me a hug.
Does the answer sound familiar? I believe that from a very young age we are taught that the right thing to do is not to show our emotions, so we get into a conflict because our heart, our guts, our breathing and our whole body screams at us that we are bad, but our mind is forced to deny any intense emotion that puts our interpersonal relationships in trouble. This is why visiting a psychologist is so important, to learn to express what we feel without being ashamed of it, to let the body and mind integrate and reconcile feeling-emotion-response in a safe space (maybe there are exceptions with unethical psychologists, but that is not our topic today).
When I began to delve deeper into the study of the Six Dimensional Wellness System I realized that there are six key questions that can help us to self-evaluate and thus find answers that will help us generate strategies to achieve balance in our integral health. These are the questions I designed a few years ago:
Physical wellness: Are you happy with your current physical condition?
Mental wellness: Do your thought patterns promote the achievement of your goals?
Family (social) well-being: How are you nurtured by your emotional ties?
Work (community) well-being: Do you love what you do to live in prosperity?
Financial well-being: To what extent does your financial health influence your level of satisfaction and happiness?
Spiritual well-being: Are you at peace with your place in the Universe, does it give meaning and purpose to your life?
The design of these questions inspired by the six dimensions of wellness was born out of the sad recognition that most people do not like the idea of visiting a psychologist. It is difficult to accept that there is still a cultural resistance, a deep-rooted belief that only «nutters» should visit, or that it is only when you have serious emotional problems that you should make an appointment with a «shrink», as some people offensively put it. These questions are not really profound, nor will answering them solve all the problems in our lives, but it is a start. The person who stops to answer them honestly to himself could start a path of inner reconciliation that, with the right counseling, could give him a guide to where he should direct his efforts to move from the place where he is now to a better place, with healthier relationships and clearer goals. If you answer them, dear reader, it only remains for me to wish you a stimulating and challenging journey that fills you with the desire to live and learn.
Translated by Christalle Dalsted
By Lety Trejo
Yoga is a system with several well-defined, concrete processes; steps to follow that help us to move through this world making conscious and assertive decisions, instead of unconscious reactions that often generate pain and suffering to ourselves and others. In the last edition we wrote about the eight arms of yoga of the philosopher Patanjali, specifically the first three steps: Yamas, Niyamas and Asana, so we continue:
7.cis the deep state of meditation with multiple benefits for the nervous system and the body in general. Modern science has documented this in studies conducted by accredited institutions worldwide.
Climbing the eight arms of Patanjali’s yoga is neither easy nor quick given that the world we live in and the cultures through which we integrate ourselves in communities imply a state of intense and generally chaotic mental activity. In this aspect of life, our attention is also more connected to achieving social status, material objects (that we believe we need to live), and attachment to our possessions and personal relationships based on co-dependence. Our outward-facing attention prevents us from giving self-exploration and self-knowledge the importance it really has in our lives and the wisdom we could theoretically achieve at the end of our days.
In part III I will write about another of the yoga processes that help us to reflect on the causes of suffering and which are called KLESHAS. For now dear reader, I invite you to practice Yamas and Niyamas. It will be really liberating.
Translated by Elisabeth Shields
By Leticia Trejo
It is understood that Yoga (as a system) or Yoga (as a discipline) is a technique that works body, mind and spirit. But, if we place this practice as only another method of physical activity, it is misunderstood by some. In fact, the practice of asanas (postures) is only one of the eight steps to achieve the benefits and the connection of these three elements that make up our earthly identity.
The Philosopher Patanjali (whom I already mentioned in a previous publication) generated the methodology of the eight arms of Yoga to achieve liberation, that is, the cessation of suffering, and to achieve the joy of transcendence; that is, that there are no longer obstacles in our mind or in our body to feel one with the creator (or universe, or this Being or Entity that surrounds us and covers us with its love). All this may sound a little subjective, but when we review what are those eight arms or eight stages, we realize that it makes perfect sense and that, whoever could practice Yoga in that order, with consistency and discipline will enjoy all its benefits.
This is how we can observe that before the physical practice, which traps many people, there are two vital steps to free our mind from obstacles generated by itself and the lack of knowledge we have of its activities. In the next edition we will continue listing the steps of this millenary system full of clear and specific processes to improve our physical, mental and spiritual health.
Translated by Christalle Dalsted
Por Lety Trejo
Cuando no contamos con la información adecuada es difícil darle al organismo lo que necesita para su buen funcionamiento. Hablando del sistema digestivo, uno de los componentes más importantes para su bienestar se encuentra en la microbiota, que antes se conocía como flora intestinal. Estos son los microorganismos, es decir, bacterias, arqueas, aucariotas y virus presentes en todo nuestro organismo; por eso, es importante aclarar que hablamos de la microbiota intestinal. Del equilibrio en estos compuestos depende que nuestro segundo cerebro (intestinos), pueda realizar sus importantes funciones de separar los nutrientes, de los alimentos, de los desechos que éstos generan.
Un entorno intestinal saludable es clave en la prevención de muchas enfermedades, incluso de nuestro equilibrio mental. Por ejemplo, y para ponerlo en palabras menos científicas: las grasas saturadas favorecen el aumento de poblaciones microbianas asociadas a la obesidad. En cambio, los alimentos ricos en fibra insoluble como verduras, el pan integral y las semillas facilitan el crecimiento de bacterias beneficiosas que reducen el sobrepeso (investigación de la revista Gut and Liver). Y según otra investigación realizada por la Universidad de Zaragoza, estos microorganismos regulan los niveles de serotonina, un neurotransmisor relacionado con nuestro estado de ánimo, a mejor producción de serotonina mayor sensación de bienestar.
Existen tres grupos de alimentos de los que debemos alejarnos si queremos mantener una microbiota saludable:
Bollería industrial (demasiada grasa vegetal combinada con harinas de baja calidad).
Helados (también con mucha grasa vegetal y demasiados aditivos para darles una textura cremosa) y ojo, en este rubro entran las mayonesas del super.
Edulcorantes artificiales (el aspartamo es uno de sus principales componentes que incluso se ha comprobado que altera la resistencia a la insulina y dañan a los riñones).
Sería imposible cortar nuestra relación tan cercana con estos alimentos por lo que te aconsejo que lo realices:
Con gradualidad + con constancia + con mucha paciencia
La mejor forma de cuidar al sistema digestivo es saber que somos seres integrales, que la mente afecta al cuerpo y el cuerpo afecta a la mente; y ambos afectan la forma en cómo nos conectamos con el universo, con nuestros semejantes y con nosotros mismos.
Cuando vayas al nutriólogo no vayas con la idea de bajar de peso o verte menos gordo, eso es volver superficial algo que tiene mayor relevancia. ¿Qué te parece si cuando visites a tu nutricionista, lo hagas pensando en que tus intestinos estén sanos y puedas producir grandes cantidades de serotonina y favorecer un estado emocional más positivo? Que tengas un excelente fin de semana.
Por Leticia Trejo, Salud y Bienestar
Aquí estoy, escuchando un sencillo de la famosa banda Toto, Hold the Line, incluida en su primer álbum debut y veo que se estrenó en ¡1978! Y esto me trajo algunos recuerdos que quiero compartirles. Todavía no cumplía ni siquiera los 15 años, pero quedó grabado en mi memoria que mi padre iba al gimnasio casi todos los días, jugaba fútbol y viajaba en su bicicleta de la Ciudad de México a Puebla, era mi ídolo: fuerte y delgado, lleno de músculos por todos lados. Pero, también recuerdo que la gente del gremio del ejercicio tenía algunas ideas sobre la actividad física como: “si no duele no sirve”, y que ser “avanzado” era ser el que más peso cargaba en los discos y las barras del gym (viene a mi mente Arnold Schwarzenegger).
Cuando una mujer o un hombre pasa de la niñez a la adolescencia generalmente experimenta cambios difíciles en su cuerpo, y mi caso no fue la excepción; acumulación de grasa abdominal, lonjas y un enorme busto me hacían sentirme incómoda e inadecuada. El consejo de las “que sabían” era que, cuando hiciera ejercicio debería de envolver mi cuerpo con plástico (y de hecho vendían los trajes tipo pants deportivos) y recomendaban también el uso de fajas hechas de vendas, incluso algunas con yeso como cuando te protegen una fractura, esto para hacer delgada la cintura. Me decían que las mujeres no deberíamos hacer pesas, porque la espalda se haría ancha y pareceríamos hombres.
Los lectores que nacieron después de los años 90´s probablemente se están riendo de estas creencias o mitos, pero si siguen esta columna seguramente leyeron aquella en la que les narraba que otro mito muy común es que si sudabas mucho estabas quemando mucha grasa. Lo cual se ha demostrado que no es verdad; el sudor es agua, y sí, se lleva algunas toxinas, pero no es grasa. Y así podríamos quizás escribir un libro con todos los mitos sobre la salud y el bienestar que creíamos ciertos, como el gran daño que hicieron durante tantos años los “medicamentos para adelgazar y quemar grasa”, que incluso tenían efectos negativos en el estado de ánimo de las personas que los consumían, generaban ansiedad, depresión e irritabilidad.
Afortunadamente la ciencia avanza y los descubrimientos nos muestran evidencias irrefutables de cómo es que nuestro organismo puede ser más eficiente y eso me encanta. No hablamos de estar bien o estar mal, de estar en lo correcto o incorrecto, sino de ser eficientes, porque ¿sabes qué?, querido lector. Gracias a estos avances sabemos que cada uno de nosotros tiene necesidades diferentes, que cada persona debe lograr descubrir y descifrar su propia fórmula para la Salud y el Bienestar; lo único que debemos hacer es tener un espíritu aventurero, sentir pasión por descubrir todo el mundo de posibilidades que existe en el planeta para vivir más años con mejor calidad de vida y felicidad. Y claro, ahora con tantas herramientas, tenemos acceso a las fuentes fidedignas del conocimiento o por lo menos, para analizar diferentes puntos de vista y poder tomar una decisión segura.
Escuchar este antiquísimo álbum de Toto me hizo recordar también que, antes le hacíamos caso a los consejos de revistas de Variedades, ni siquiera revisábamos quien era la persona que estaba escribiendo en ese medio. Así que, mi mejor consejo es que descubras, investigues, experimentes y logres encontrar tu propia fórmula para vivir en bienestar; y mientras tanto, te invito a que escuches el álbum TOTO de 1978 y tú también disfrutes de darte cuenta cuánto has aprendido y cuánto puedes seguir creciendo y madurando en tu mente, en tu cuerpo y en tu espíritu.
Trejo acompañada de sus mascotas.
Por: Leticia Trejo.
Antiguamente la recomendación para estar saludable era: “haga ejercicio y coma saludable”; actualmente los especialistas en Salud y Bienestar reconocemos que esa fórmula no es suficiente ya que deja afuera la Salud Mental/Emocional para lograr un equilibrio adecuado. Pero en realidad, a un nivel muy profundo lo que estamos buscando todos es vivir más años, y lo hemos conseguido, estamos logrando vivir más años, pero lo que no estamos logrando es que esta longevidad sea con buena calidad de vida; nos vamos desgastando y deteriorando lentamente a partir de los 50 años, perdemos movilidad, agilidad, perdemos el refinamiento de los sentidos, nos vamos quedando sordos, perdemos la vista y de forma muy triste perdemos la memoria y la cordura.
Pero, esto no es así en todas partes del mundo. Hay algunos lugares en donde las personas llegan a vivir entre 100 y 110 años con excelente calidad de vida; en estos territorios no existen las enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes, la hipertensión, el Alzheimer o el cáncer. Cerdeña, Italia; Okinawa, Japón; Loma Linda, California: Península de Nicoya, Costa Rica; Icaria, Grecia; son los lugares estratégicos que reportan esta longevidad saludable.
Este maravilloso descubrimiento lo ha logrado el periodista Dan Buettner, quien fue colaborador del New York Times (Bestselling Author) ganador de un Emmy como Periodista y Productor. Una de las pasiones de Dan era romper récords Guinness, así que decidió trasladarse en bicicleta desde Alaska hasta La Patagonia, y en este viaje descubrió estos lugares. Solicitó apoyo de National Geographic para invertir en sus investigaciones, invitó a doctores en antropología, médicos y otros especialistas para documentar cuales son los motivos, costumbres, hábitos y estilo de vida que siguen estas personas. Cada lugar tiene sus propias características, pero hay algunas coincidencias muy especiales, entre ellas podemos destacar:
Es fácil apreciar que la convivencia social y comunitaria es clave para un buen estado de salud, física, emocional y espiritual. Dan Buettner escribió su libro Las Zonas Azules, en donde profundiza en este interesante tema. Y en donde también encontramos cual es la dieta que siguen estas personas, algunas recetas y más consejos para tener una excelente calidad de vida.
Si tu objetivo, querido lector, es una mayor longevidad y una buena calidad de vida, ahora ya cuentas con una referencia científica y comprobada de cómo lo puedes lograr. Los cambios no se dan de la noche a la mañana, ten paciencia, ama el proceso y alégrate de los pequeños o grandes pasos que logres.
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