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Ernesto Perea (Ciudad de México) . – Investigadores del INIFAP documentaron el registro de 42 variedades de arroz y frijol, que como institución han desarrollado, con lo que refutaron los dichos del diputado federal Eraclio Rodríguez, quien para justificar la iniciativa de Ley Federal de Variedades Vegetales, -que él promueve- ha señalado que en México se tiene de 15 a 30 años de no generar estas tecnologías.
De acuerdo con el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales 2019, del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), el INIFAP cuenta con 35 variedades de frijol registradas ante este organismo, de las cuales 18 tienen Títulos de Obtentor, cuya vigencia va desde los años 2010 o 2019 hasta 2027 o 2033.
El documento indica que de 2011 al 2016, el INIFAP (Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias) también ha registrado siete variedades de arroz, de las cuales seis tienen Título de Obtentor, con vigencias que van desde 2011 o 2016 hasta el 2031 o 2033.
Entre las variedades de frijol están Albicampo, Sangre Maya, Mayomex, Bayo Azteca, Negro Comapa, Pinto Bravo, Pinto Libertad, Flor De Mayo Dolores, Azufrasin, Primavera 28, Rarámuri, Negro Tacaná, Frailescano y Altiplanomex. En las variedades de arroz están Morelos A- 2016 , Choca A05Aztecas, Iniflar, Pacifico Fl15 y Golfo Fl16. Todas cuentan con su número de inscripción y cumplen los requisitos del SNICS, además que están adaptadas a diferentes condiciones de clima, suelo y temperatura para diversas regiones del país.
Cabe recordar que el legislador por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) defendió la iniciativa de Ley Federal de Variedades Vegetales y señaló, el 22 de junio pasado en Aristegui Noticias, que: “en el caso del arroz tenemos 30 años que no se genera ninguna semilla, según estudios que ha hecho, incluso, el Estado mexicano tenemos un disminución del 46% en la capacidad productiva de las semilla de arroz; en el caso del frijol tenemos más de 15 años que no se genera ninguna nueva variedad, lo cual nos hace totalmente inviables y nos posiciona ante el mercado internacional en una total desventaja, porque tenemos tecnologías mucho más atrasadas”.
El secretario general del SIIINIFAP, Ramón Garza García, refutó lo dicho por el diputado, ya que los datos del SNICS ahí están, son públicos y refieren lo contrario.
Hizo hincapié en que a pesar del desmantelamiento institucional que se vino haciendo por los gobiernos neoliberales, las bajas presupuestales, el escaso apoyo a la investigación y las limitaciones tecnológicas, “es un gran mérito que los investigadores del INIFAP sigan desarrollando semillas para los agricultores mexicanos, las cuales no se han multiplicado y desarrollado aún más debido a los factores mencionados”.
Los investigadores nacionales –subrayó– requerimos el apoyo de los diputados y senadores para promover mayor presupuesto para la investigación agropecuaria y forestal, con miras a hacer un país autosuficiente en alimentos y otras tecnologías e insumos para el campo.
Diversos sectores, productores, investigadores, legisladores y hasta funcionarios públicos han criticado severamente a Eraclio Rodríguez porque argumentan que la iniciativa del diputado responde a los intereses de las grandes corporaciones, a lo establecido en la firma del T-MEC y, además, “criminaliza” a los campesinos, que tienen prácticas ancestrales con el intercambio de semillas, lo cual el legislador rechaza.
En abril, la Sader registró 28,033 fuentes de empleo más que en el mismo periodo del año anterior.
Abigail Correa. – El aumento de desempleo a nivel mundial alcanza puntos críticos. Debido a la pandemia de coronavirus, en México se perdieron más de un millón de plazas. Las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) muestran que en mayo quedaron sin empleo 344,526 personas, además de 130,593 en marzo y 555,247 en abril.
Hablamos sólo de empleo formal, pero la covid-19 también afectó el trabajo informal. Las Naciones Unidas advirtieron sobre el aumento de la pobreza, la cifra podría alcanzar hasta 400 millones de personas en el mundo las que subsistan con menos de 1.90 dólares al día.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) indicó que la subocupación fue en el primer trimestre de 2020 de 8.5 por ciento, el trabajo informal fue de 56.1 por ciento mientras que la ocupación en sector informal fue de 27.6 por ciento.
Uno de los grupos más vulnerables ante la pérdida de empleos son los adultos mayores. El Inegi informó que, durante 2019, 23 por ciento de esta población dijo tener un empleo y recibir un salario por dicha actividad, se trata de alrededor de un millón 700 mil ciudadanos. Otro 79 por ciento lo hace en la informalidad y un 21 por ciento cuenta con trabajo formal.
Se augura un panorama desalentador para los mexicanos. Según análisis de expertos, el país no podrá recuperarse del golpe este año y difícilmente lo hará el siguiente. Las entidades del Sur son las más afectadas en México. Un estudio realizado por Banxico registró que en abril pasado la inflación de la región Sur fue de 2.8 por ciento, frente al 1.4 por ciento de las entidades del Norte. En mayo fue 2.5 y 2.4, respectivamente.
Sin empleo la sociedad corre más riesgo ante la delincuencia organizada. Aumentan los asaltos, las extorsiones y demás delitos. Sin embargo, hay otras proyecciones positivas
como las del secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula. El sector agricultura y pesca muestra un ritmo de contratación con tendencia positiva de 1 por ciento para el tercer trimestre del 2020, comentó Villalobos en entrevista con medios.
Además, recalca que en su administración se impulsa el mejoramiento de la productividad agrícola en la superficie destinada para ello –sin ampliar la frontera agrícola–, echando mano de la tecnología; promover la sustentabilidad, con el uso responsable de los recursos naturales, como agua y suelo, y establecer la inclusión como un componente fundamental de justicia social.
Este sector no ha parado pues es una actividad esencial que, hasta abril de este año, tiene un registro de 697,914 trabajadores; cifra que es superior en 4.18 por ciento en su comparación anual; es decir, reportó 28,033 fuentes de empleo más con registro en el IMSS. Villalobos Arámbula estimó que en 10 años serán 137 millones de personas que alimentar en el país, y una alternativa viable para atender esta demanda es voltear la atención hacia el sur del país.
En este sentido también los programas que impulsa el gobierno han logrado resultados positivos, como Canasta Básica, que beneficia a cerca de 25 millones de mexicanos en situación vulnerable, 5.5 millones de familias, la mayoría del sector rural. La alimentación de los mexicanos no es la ideal pues sabemos que predominan enfermedades como diabetes y obesidad, derivadas de una escasa educación alimentaria.
Las viejas políticas en el sector agroalimentario provocaron estas epidemias de sobrepeso y malnutrición en México, incluso dañaron el medio ambiente, afectaron a los pequeños productores y el resultado fue una dependencia alimentaria, entre otras cosas.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), advirtieron que los 21.7 millones de personas en pobreza extrema en México corren riesgo de sufrir una crisis alimentaria.
El apoyo a los pequeños productores y dirigir los recursos públicos hacia la apertura de mercados de comercio justo y medios de distribución de producción local, son el primer paso para dejar de depender de las importaciones, que actualmente son el 43 por ciento de nuestros alimentos y según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), un país que importa más del 25 por ciento de los alimentos que consume está en grandes problemas.
Por otra parte, dirigirnos hacia una agricultura ecológica, podría reducir la contaminación y preservar la biodiversidad, con lo que también estaríamos cumpliendo el Acuerdo de París, cuyo objetivo es reducir el calentamiento global.
DESDE EL CENTRO
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), informó que este mes llegará a nuestro país el primer embarque de ganado bovino certificado proveniente de territorio guatemalteco, el cual está conformado por 272 cabezas. Por su parte, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) se encargó de constatar —a través de los modelos de certificado enviados por la parte guatemalteca— que existen las condiciones sanitarias, técnicas y operativas para dar inicio al intercambio comercial… El sábado 20 de junio se celebrará el Día Mundial de los Refugiados. Según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en 2019 había más de 70 millones de personas que habían tenido que huir para sobrevivir. Era el número más alto de personas desplazadas registrado por ACNUR hasta la fecha. De ellos, más de 25 millones son personas refugiadas… Entre 2001 y 2018, la deforestación en México fue de 280 mil hectáreas en promedio al año, 34 por ciento ocurrió en selvas cálido-húmedas; 25 por ciento en selvas cálido secas y 17 por ciento en sierras templadas, indicó el director general de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), León Jorge Castaños Martínez… Cientos de policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y de la Fiscalía General de Justicia marcharon este fin de semana para exigir aumento salarial y la libertad de sus compañeros recluidos por presuntamente agredir a una adolescente en Polanco.
abicorrea79@hotmail.com
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Cornelia M. P. (Guadalajara Jalisco)- No fue el estado, es el país entero. No fue uno, somos todos; no fue la autoridad, es el sistema corrompido; no es la víctima ni el victimario, son las circunstancias; no es una carpeta por investigar, son los nombres. La hora de salida y la incertidumbre de si habrá un regreso, el momento y el lugar que nos convierte en posibles actores de una obra escrita con el título de “desaparecido”, el resultado de una mala estrategia en busca de lograr un México mejor. Es la rabia, es la angustia, la desesperación y el motivo para convocar una marcha.
Una voz que se alza y emite un discurso que reza “nos amenazaron…”. Las imágenes de los hechos, la prepotencia de la humillación y el miedo a la fuerza bruta. Un hecho que cada vez se vuelve más y más cotidiano: la muerte de un inocente -o mejor dicho, el asesinato-. La acusación que se presentó un mes después o en el momento exacto para exigir justicia y señalar culpables.
No es el desacato de las normas, son los opresores, el mal gobierno, los políticos corruptos, el crimen “ordenado” -y su sinónimo-, el abuso de poder, la baja calidad educativa de un alto número, la tasa de desempleo, la ruptura de la democracia, el país entero, es el México en el que vivimos, somos todos.
Un asesinato más añadido a una larga lista, esa es la chispa que enciende el fuego de la preparada antorcha que empuña una sociedad cansada de muertes con motivos dudosos y participantes pocas veces expuestos. Una que reconoce su poder y se organiza para manifestarse y entiende que entre más voces se sumen mayor posibilidad habrá de ser escuchados.
Resuena el grito: ¡Justicia! Por los tantos que no regresaron. Y poco a poco fueron llegando las noticias de los medios que comunicaban lo ya sabido. ¡Justicia! Pero la exigencia pocas veces es escuchada. ¡Justicia! Y la marcha fue justificada y el fuego de la rebelión avivado. El daño causado a uno, con anterioridad a unas y a un sin número en todo el país. La obra se repite en distintos escenarios, con múltiples actores, el título pasa a ser “asesinado”.
La catarsis provocada se encapsuló en un enunciado, un hashtag bien planteado que evoca el espíritu social, que engloba el sentimiento de solidaridad, que reafirma la idea de unidad, que nos hace saber que donde se alce un grupo de poder que ponga en riesgo lo que se sabe y considera bueno, que apague vidas y silencie voces -sin importar el nombre con el que se le conozca-, uno más se alzará para pelear en contra, uno que no se acobarde y sea capaz de hacer lo que deba hacer para lograr justicia, incluso si debe arriesgar su vida para vencer.
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En días pasados AMLO dio a conocer un documento titulado “La nueva política económica en los tiempos del coronavirus”, texto que se hace necesario revisar con detenimiento. No porque el contenido proponga una alternativa con acciones medibles y verificables para mejorar nuestra endeble economía sino por el trasfondo de las líneas escritas por el presidente.
López Obrador acierta cuando señala que el fracaso de la política neoliberal ha quedado de manifiesto desde el salinismo donde la acumulación de la riqueza en unos cuantos incrementó la desigualdad y la pobreza a pesar del crecimiento económico en la tasa promedio anual. También acierta al señalar que, desde la implementación de ese modelo, los centros del poder económico y financiero (curiosamente olvidó señalar el político) definían los parámetros de evaluación a conveniencia del capital cuya máxima es la acumulación de la riqueza sin que esta considere a quienes la producen.
Si bien esos dos elementos coinciden con la visión crítica de los economistas respecto a que, en los parámetros de evaluación no se consideraba las características propias de la cultura y la idiosincrasia mexicana, el documento señala antecedentes que integran o significan uno de los principales argumentos del lopezobradorismo ante los problemas actuales: todo es culpa de las administraciones anteriores. Y sí, no es responsabilidad del presidente actual que se haya instaurado el neoliberalismo a finales de los ochenta, pero sí es su responsabilidad erradicarlo o cuando menos impulsar un modelo alternativo a partir de que asumió la presidencia de la república. Bien podría comenzar reflexionando que nuestra nación, dada su cercanía a la unión americana, requiere implementar una política económica más regional y sobre todo más encaminada hacia el sur. Es decir, como nación periférica, no se elude o desconoce el contexto global, pero se obliga más a mirar hacia dentro, a la casa.
No es el texto del presidente un plan de acción. Propios y extraños pueden coincidir en esa aseveración. Por más que se analice o discuta el documento, no describe alguna alternativa o planteamiento económico, para nadie es un secreto que el presidente ignora principios básicos de economía. Por eso en las páginas de su nueva política, es claro que nuevamente basa su visión moral (sólo la suya) respecto a lo que considera correcto y no plantea la adopción de medidas de contención o reactivación económica. En ese texto el mensaje es claro, va a continuar implementando su visión, la única que conoce y acepta, o sea la propia.
Ahora bien, ante el fracaso del modelo neoliberal, existe una clave en la que no se entiende la razón por la cual el presidente no anuncia o implementa en el mediano y largo plazo: la soberanía alimentaria.
Muy a menudo legisladores y hasta los propios funcionarios de la SADER, confunden el término seguridad alimentaria con soberanía alimentaria. Brevemente hay que señalar que la seguridad alimentaria de acuerdo a la definición de la FAO, existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico y económico a suficientes alimentos, inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos, a fin de llevar una vida activa y sana. Por otra parte, la soberanía alimentaria comprende seis ejes centrales:
Alcanzar la soberanía alimentaria obedece a un proceso de transformación profunda en el agro mexicano, en primera instancia se debe modificar el artículo 27 constitucional como se ha demandado por los sectores organizados. La política actual no acaba con los privilegios de los principales acaparadores de la producción aglutinados en el Consejo Nacional Agropecuario. El combate a la corrupción de la que tanto habla AMLO, implica acabar con el clientelismo histórico y el que se sigue fomentado en esta nueva administración por viejos conocidos de la clase política, baste ver la coordinación general de ganadería de la SADER. Adicionalmente se deben ajustar las recientemente publicadas reglas de Operación para apoyos a los sectores agropecuario, forestal, pesquero, alimentario y rural donde las tasas de interés no son las más aptas para el pequeño productor. Los precios de garantía deben estipularse no sólo en los granos, o la leche, sino ampliarse a verduras, frutas y legumbres. Un dato importante en este rubro: aún en la 4T, los precios de garantía continúan beneficiando a los grandes acaparadores. En el caso del maíz, son los acaparadores quienes tienen condiciones para cumplir con los grados de humedad requeridos por la norma, lo que les permite justificar cientos de toneladas de esta gramínea. Es por ello que las evidentes deficiencias en los precios de garantía, nuevamente protegen al CNA y, en consecuencia, ponen al pequeño productor en desventaja.
Dice Andrés Manuel que el mal del coronavirus vino a recordarnos lo frágil y que resulta un modelo excluyente, sin dimensión democrática y social. Claro que sí, pero no solo el COVID-19 nos recuerda esa fragilidad. También nos demuestra lo frágil que puede ser un gobierno sin orientación económica empecinado en transmutar los preceptos morales de un solo personaje en la planeación económica de un país. Los resultados están a la vista, a la postre se incrementará la pobreza y la desigualdad como ha sido desde hace más de 30 años. A pesar del discurso moral, de mantener este rumbo, solo se continuará beneficiado a los ricos de siempre, entonces ¿no se suponía que, por el bien de todos, primero los pobres?
Texto de: Coalición de Organizaciones Democráticas, Urbanas y Campesinas, CODUC A.C.
Es necesario pensar en un empleo formal que contribuya a frenar la pobreza.
Jorge Martínez Cedillo (Ciudad de México) .– El Centro de Estudio para la Promoción y Difusión del Empleo Formal (CEEF) califica como ’falacia’ el planteamiento del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de crear 2 millones 93 mil 364 empleos para estabilizar la pérdida de puestos laborales, producto del impacto económico por el Covid-19.
“La única manera de frenar y cambiar la pobreza en México, agudizada por la pandemia, es crear empleo formal. El presidente habla de ocupaciones, en las que no hay garantía de prestaciones de ley como la seguridad social”, afirma Armando Leñero, presidente del CEEF.
La propuesta del mandatario “omite” la realidad de un mercado laboral mexicano “en crisis sistemática”, señala Leñero.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Empleo, 31 millones 41 mil 234 personas están en la población informal, sin ningún derecho laboral. En tanto el Coneval refiere que las personas en situación de pobreza por ingreso, a las que no les alcanza para cubrir una canasta alimentaria, bienes y servicios básicos aumenta entre 7.2 y 7.9 puntos en el país, lo que equivale alrededor de 9.8 millones de personas.
Sin garantías no hay mejora
Para el presidente del CEEF, la crisis sanitaria desplomó la empleabilidad, pero es transitoria, lo que no es pasajero es la “cicatriz” que puede generar la reacción del gobierno al no garantizar que los empleados creados sean formales.
Armando Leñero agrega que para que los más de 2 millones de empleos creados hagan una diferencia en la población, se necesita pensar en un empleo formal que contribuya a frenar la pobreza, potenciada por una pandemia que dejó al descubierto que los mexicanos no cuentan ni con lo suficiente para alimentarse o tener un seguro social para recibir atención médica.
De acuerdo con lo establecido por la Ley Federal del Trabajo, y la Organización Internacional del Trabajo, un empleo formal implica tener un contrato de trabajo firmado, aguinaldo, vacaciones, prima de vacaciones, derecho a la PTU, estar registrado en INFONAVIT y en el IMSS, tener acceso a la capacitación y a la seguridad en el trabajo.
“La reactivación del empleo debe estar ligada a la formalidad, y por tanto, a disminuir pobreza. Sumar créditos de INFONAVIT es una medida clientelar, no una solución a largo plazo, que es urgente tomar, en particular porque la crisis tomó al país en un momento donde ni siquiera había claridad sobre cierta recuperación del empleo”, puntualiza Armando Leñero.
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Redacción. – “La Educación en tiempos de pandemia. Visualizar las oportunidades y desafíos para la transformación educativa en Jalisco”, es una investigación de Mexicanos Primero Jalisco para conocer los retos que enfrenta el actual sistema educativo en la entidad frente a la contingencia y cuáles han sido los desafíos que docentes, directores y supervisores han enfrentado durante la contingencia, las estrategias y acciones implementadas para comunicarse con sus estudiantes, así como la percepción que tienen ante las acciones de las autoridades educativas estatales.
Al respecto, Armando Beltrán Zacarías, presidente del organismo, destaca “Tenemos esperanza de que este trabajo sirva como punto de partida para plantear otras interrogantes más, y que nos lleve a abrir un diálogo amplio, concienzudo, entre los agentes de cambio y toda persona involucrada dentro del sistema de educación. Esta crisis mundial nos abre una oportunidad de replantearnos la visión sobre la educación que deseamos para generaciones futuras y que no debemos desperdiciar. Las voces de docentes, directivos, familias, y estudiantes deben ser consideradas en el ejercicio de política pública. Confiamos que este material contribuirá a dicho proceso”.
El documento plantea la necesidad de visibilizar las brechas de aprendizaje, acceso a la tecnología y de condiciones socio-económicas que, de no atenderse, pueden generar un mayor abandono y rezago educativo. Además, externó la preocupación sobre las posibles consecuencias socio emocionales y físicas ante los periodos prolongados de aislamiento por la cuarentena.
La investigación plantea entre sus propósitos, en primer lugar, reflejar las experiencias y realidades que docentes y directivos han vivido en los últimos meses, para que la Secretaría de Educación Jalisco y otros agentes tomadores de decisiones las tengan en cuenta, mientras dura la contingencia, y posteriormente a mediano y largo plazo.
En segundo lugar, exponer la necesidad de hacer cambios curriculares en los procesos de formación inicial y continua de docentes, de manera que el uso de tecnologías y el desarrollo de habilidades blandas y para la vida sean planteados como ejes transversales y se prepare a los docentes a aprender en y para la incertidumbre.
El tercer punto consiste en visibilizar la necesidad de generar y fortalecer la autonomía en la educación como un tema urgente, tanto para los estudiantes en términos de sus habilidades, como para las comunidades escolares, en términos de su gestión y determinación de proyectos escolares.
Esta investigación puede ser considerada un insumo inicial para visibilizar las necesidades apremiantes del Estado en materia educativa, en especial la de equidad en el acceso a recursos y tecnología; plantear cambios en los procesos de formación inicial y continua de docentes, y modificaciones a mediano plazo en políticas públicas educativas para garantizar el acceso a la educación de las niñas, niños y jóvenes de Jalisco.
La investigación se puede consultar en el siguiente link: https://223fd2d4-f702-4c07-8abd-d48d834ea9e7.filesusr.com/ugd/ce8c73_f2e1a2ff1a494825b40844a551fd6d36.pdf
Para saber:
· En Jalisco el índice de abandono escolar es un 4.8% en secundaria y con un 19.8% en media superior (SEP, 2019).
Estados Unidos sigue siendo el principal proveedor de maíz, arroz, frijol, trigo, leche, etc.
Pascacio Taboada Cortina / Jorge Martínez Cedillo. – Después de que en los últimos la agricultura mexicana dio visos de tener el potencial para convertirse en un país altamente competitivo, capaz de mantener un nivel de exportaciones por más de 35 mil millones de dólares al año, sobre todo en el periodo 2015-2018, en la actualidad presenta rezagos que alejan al país de recuperar autosuficiencia y soberanía alimentaria.
Rafael García del Horno, ex dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de Guanajuato, recordó, que desde los tiempos del gobierno del general Álvaro Obregón, se inició un proceso de desarrollo del campo mexicano con inversiones crecientes en infraestructura y aumento de productividad, hasta llegar el actual gobierno, con un presupuesto federal de los más bajos y una insuficiencia que mantiene a los campesinos en calidad de damnificados.
Desde el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se ha sostenido el índice de importación de alimentos por el orden del 40 por ciento del consumo nacional de maíz, arroz, frijol y trigo, leche, carne de cerdo y de bovino.
Estados Unidos sigue siendo el principal proveedor de esos alimentos y se mantiene como el más importante socio comercial de México con un intercambio del 80 por ciento entre ambas economías.
García del Horno, dijo, que van a cumplirse dos años de negociaciones sobre la renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ahora con el TEMEC, entre México, Canadá y E.U, sin que finalmente haya entrado en vigor, aunque no se ha roto el flujo comercial entre las tres naciones.
Con relación al tema de la importancia del sector agropecuario y pesquero, como elementos fundamentales en la alimentación del pueblo mexicano, ni por asomo lo considera el gobierno entre sus prioridades.
Hace unos días el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos, anunció en Palacio Nacional que el sector primario espera cosechas por 290 millones de toneladas de alimentos de todo tipo, sin precisar niveles de producción por cultivo, posiblemente temeroso de dar la nota de que México importa de más de 40 millones de toneladas entre maíz, frijol, trigo, arroz, soya, carne, leche, y etc.
En este gran volumen de producción de alimentos se incluyó a la caña de azúcar, con una cosecha anual hasta por 70 millones de toneladas, de las cuales sólo el 10 – 12% corresponde a azúcar refinado.
También añadió el funcionario a más de 40 millones de toneladas forrajes, verdes y secos; alrededor de 20 millones de toneladas de frutas diversas, y otra cantidad similar de hortalizas y legumbres, sin considerar a los productos industriales como café, cacao, y otros.
Sí, todas son cosechas, pero no dejan de ser cifras infladas para “dar volumen” a producción de alimentos.
Lo escrito es responsabilidad del o los colaboradores y no refleja el sentir de este medio de comunicación.
Por: Abigail A. Correa Cisneros.
Una de las principales causas de mortalidad en México es la mala alimentación. Desde hace doce años, las enfermedades relacionadas a la mala nutrición prevalecen en México. Son las grasas saturadas, azúcares, sal y calorías los determinantes de muchas muertes.
En medio de la pandemia de covid-19 resulta grave, porque contribuye, al igual que otros padecimientos como diabetes e hipertensión, entre otras, a que cualquiera que contraiga el virus tenga un desenlace fatal.
La gastronomía mexicana es de las más diversas en el mundo, sin mencionar que también es de las más ricas. Desde 2010, la UNESCO la sumó a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Es parte de nuestra cultura, el cómo preparar ciertos alimentos y los ingredientes, en los que mantenemos como base especialmente tres: maíz, frijol y chile.
Aunque mantenemos la cultura culinaria prehispánica, la colonial y la independiente, la modernidad nos invadió con alimentos industrializados. Esto derivó en enfermedades como la obesidad, enfermedad en la que México ocupa el primer lugar a nivel mundial. Asimismo, la desnutrición afecta cada vez más a la población, en especial en zonas rurales, donde niños menores de cinco años que habitan en el Sur del país la padecen.
De la obesidad derivan otras, como la enfermedad coronaria o isquémica, que se produce cuando las arterias que suministran sangre al corazón se obstruyen, los problemas metabólicos como la hipertensión arterial (tensión arterial alta) y la diabetes (azúcar sanguínea elevada), la dislipidemia, que es el nivel excesivamente elevado de colesterol en la sangre, entre otras. Todas estas incrementan cada año en la población mexicana. Hoy, por ejemplo, son motivo de muchas muertes por coronavirus debido a que los pacientes son más vulnerables que otros que no las padecen.
El reto al sistema de salud es constante. Las acciones del gobierno están muy lejos de que en pocos años cambie esta situación. A pesar de las recientes modificaciones al etiquetado de alimentos procesados y las bebidas no alcohólicas preenvasadas que entrará en vigor el próximo 1 de octubre, los infantes mexicanos seguirán enfrentándose a la oferta tentadora de estos productos, el problema es cuando son la única opción y faltan alimentos más nutritivos en los hogares pobres.
Para finales de este año, toda la comida preenvasada que rebase límites del perfil nutrimental establecido en la norma tiene por obligación mostrar al frente del empaque o envase, sellos octagonales y de color negro, con las advertencias: “exceso de calorías”, “exceso de azúcares”, “exceso de grasas saturadas”, “exceso de grasas trans” y/o “exceso de sodio”. Por otra parte, si el producto lo amerita, también deberá emplear las leyendas especiales: “Contiene cafeína. Evitar en niños”; o “Contiene edulcorantes. No recomendable en niños”.
En Chile se demostró que estas acciones disminuyen entre 20 y 25 por ciento el consumo de estos productos. Pero expertos destacaron que no significa que sean sustituidos por alimentos más saludables, tema que en México tenemos que resolver si no queremos seguir con el primer en obesidad. Hay que mejorar nuestra alimentación por medio de estrategias de promoción y educación para la salud que rescaten la dieta tradicional mexicana.
El Senado de la República aprobó recientemente la Ley que obliga al Estado mexicano a garantizar y fomentar que la población tenga acceso efectivo e informado al consumo de maíz nativo y sus productos derivados, libres de organismos genéticamente modificados o cualquier alteración científica sobre la que no exista certeza de riesgos en la salud. Asimismo, fomentar la creación de Bancos Comunitarios de Semillas en Ejidos y Comunidades y promover la siembra de maíz para fortalecer la economía de las comunidades campesinas que producen a pequeña escala para lograr la autosuficiencia.
Viene al caso la importancia de la gramínea porque junto con el frijol y el chile son alimentos funcionales por sus componentes fisiológicos activos. Proveen beneficios más allá de la nutrición básica y pueden prevenir enfermedades o promover la salud.
El frijol posee propiedades nutritivas relacionadas con su alto contenido proteico, la calidad de la proteína del frijol cocido puede llegar a ser de hasta el 70 por ciento, comparada con una proteína de origen animal a la que se le asigna el 100 por ciento. También es buena fuente de fibra cuyo valor varía de 14 a 19 gramos por cada 100 gramos que se consumen, además, este alimento es una fuente considerable de calcio, hierro, fósforo, magnesio, zinc, tiamina, niacina y ácido fólico.
Por otra parte, el maíz tiene una alta cantidad de calcio biodisponible que se obtiene gracias a la nixtamalización, que es la cocción del maíz con agua y cal. El maíz, además, aporta otros beneficios nutricionales como la fibra dietética, que mejora la función gastrointestinal previniendo el cáncer de colon y estreñimiento, también contiene vitaminas del complejo B como la tiamina y niacina, que ayudan a metabolizar los carbohidratos y que desempeñan un papel importante en el funcionamiento del sistema nervioso y muscular, los ácidos grasos omega 6 que contiene el aceite maíz ayudan a mantener en óptimas condiciones el sistema cardiovascular.
En México, que es centro de origen y diversificación del maíz, contamos con más de 64 razas, cientos de variedades, más de mil años de evolución y domesticación y con más de 600 platillos a base de maíz.
El tercer ingrediente importante de nuestra gastronomía es el chile, buena fuente de vitaminas A y C. Aporta hierro y potasio que son minerales esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo. La capsaicina, responsable del sabor picante, estimula la membrana mucosa del estómago, incrementando la secreción salival y las contracciones del intestino que hacen avanzar el alimento, lo que estimula el apetito.
La dieta promedio mexicana es equilibrada y saludable, pero los mexicanos prefieren los alimentos industrializados en lugar de los tradicionales. La globalización propició la migración del campo a la ciudad y con esto se adoptó un estilo de vida que nos llevó a altos índices de padecer enfermedades crónico-degenerativas.
Cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) nos ponen en alerta pues indican que debido a la pandemia actual el hambre podría matar más personas que la covid-19.
De acuerdo con la medición multidimensional de la pobreza, el 20.4 por ciento de la población nacional se encuentra en vulnerabilidad por carencia de alimentación, indicador que equivale a 25.5 millones de personas que cumplen con varias de las características definitorias del grado de inseguridad alimentaria.
En los últimos 10 años no ha habido reducciones significativas en el porcentaje de personas que viven en estas condiciones en el país. Para el año 2008 el porcentaje fue de 21.7 por ciento; en el 2010 se ubicó en 24.8 por ciento (el indicador más alto de la serie), para llegar a 20.1 por ciento en el 2016 (el más bajo de la serie), y mantenerse prácticamente en el mismo nivel en 2018, cuando la estimación fue de 20.4 por ciento.
Las entidades más afectadas son Tabasco, con el 46.8 por ciento; Guerrero, con 35.6 por ciento, Oaxaca, con 27.9 por ciento; Campeche, con 27.4 por ciento y Veracruz, con 27 por ciento. Otros estados que se están acercando a estas cifras son Morelos, Sinaloa, Hidalgo, Chiapas, Colima, Sonora, Michoacán, Puebla y Guanajuato.
Es irónico que algunas de estas entidades son también principales productores agrícolas, lo que pone en evidencia que se trata de una mala distribución, ya que hay producciones que son destinadas en su totalidad a otros países.
DESDE EL CENTRO
El Coneval informó que entre el primer trimestre de 2019 y el primer trimestre de 2020, el porcentaje de la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria (pobreza laboral) disminuyó de 38.7 por ciento a 35.7… Es muy lamentable el asesinato de Óscar Ontiveros Martínez, opositor a la empresa minera Media Luna. Sus familiares responsabilizaron del crimen, registrado el pasado martes 12, a los directivos de la minera canadiense encabezados por el gerente, Alfredo Phillips. En 2018 otro opositor, Quintín Salgado, quien encabezó un paro laboral en ese entonces para exigir independencia sindical y respeto a los derechos de campesinos arrendatarios, también fue asesinado junto con los hermanos Víctor y Marcelino Sahuanitla Peña.
Según el Fondo Monetario Internacional, a fin de año serán cerca de tres millones de desempleados.
Pascacio Taboada Cortina / Jorge Martínez Cedillo. – La pandemia del Coronavirus y una política equivocada en materia económica, sobre todo de inversión pública por parte del gobierno federal, son causa de que 700 mil trabajadores perdieran su empleo este mismo año.
De acuerdo con una evaluación del Banco de México, en el periodo del 13 de marzo y 16 de abril, se perdieron 347 mil empleos formales, cifra que es superior a los empleos creados en 2019.
Durante una reunión de la Junta de Gobierno del B de M, se hicieron propuestas factibles de promoción de políticas públicas de manera conjunta y coordinada con empresas privadas, a fin de promover la reactivación industrial y de servicios, al mismo tiempo que el empleo.
En otro orden, se señaló la importancia de impulsar proyectos relacionados con la innovación tecnológica para hacer frente a un nuevo orden económico en el contexto mundial, después de que se hayan superado problemas emergentes derivados de la pandemia.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que al final del confinamiento, tan solo en este año, se perderán cerca de tres millones de empleos, tanto en el sector formal como el informal, lo que generará más pobreza en la población mexicana.
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De un total de 124 mil 266 millones, presupuestados originalmente, sólo se ejercieron 122 mil 794
Pascacio Taboada Cortina.- La primera evaluación del ejercicio presupuestal del gobierno federal, que corresponde a 2019, tuvo un subejercicio total de 48 mil 217 millones de pesos, de los cuales mil 472 millones corresponden al sector de la salud.
Esta deficiencia en el gasto público federal, es calificada por analistas, como ineficacia por no haber cumplido con las metas y objetivos comprometidos con el Congreso, pero, sobre todo, con el pueblo de México.
De conformidad con el informe que el gobierno del presidente López Obrador, remitió a la Cámara de diputados, sobre la Cuenta Pública de 2019, se indica que, de un total de 124 mil 266 millones, presupuestados originalmente, sólo se ejercieron 122 mil 794 millones. Así, sin ofrecer explicaciones sobre el destino de 1,472 millones, se entregó al Poder Legislativo.
Pero, por otra parte, se especifica que, para otras dependencias del Ejecutivo, como la Comisión Nacional de Hidrocarburos, que regula la exploración y extracción de hidrocarburos, se le concedieron 554 mil millones de pesos adicionales a lo programado.
De igual manera, a la Comisión Reguladora de Energía, se le asignaron 537 millones de pesos, igualmente adicionales. De acuerdo con el reporte de Gasto Programable de los Ramos Administrativos de la Cuenta Pública 2019, las dependencias federales que presentaron mayores niveles de subejercicio, fueron: Gobernación, con 16 mil 288 millones de pesos; Secretaría del Trabajo, con 16 mil 105 millones, Turismo, 5 mil 845 millones, y Secretaría de Salud, como se señaló en esta misma entrega, con mil 472 millones.
Lo que sigue, es identificar si hubo traspasos a otras dependencias o «dónde está el guardadito”?.
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