Miguel Cerna. – El Zalate murió, pero su legado quedó en buenas manos. Será el artesano José Ramos Trujillo “El Monero”, el encargado de esculpir un Cristo de casi cuatro metros de alto, que será colocado en el lugar en dónde -por casi 100 años- vivió el árbol de la higuera.
Desde mediados de septiembre, el marro y el cincel del artesano empezaron a tallar el tronco del emblemático árbol que estaba ubicado en el entronque de la calle Morelos con la carretera Chapala-Jocotepec, en la localidad de Nextipac.
Luego de su caída, derivada de una tempestad -el pasado 13 de agosto-, “el Monero” recibió la encomienda por parte del Gobierno Municipal, de sacar por lo menos tres cristos de diferentes tamaños para ser distribuidos en las delegaciones; sin embargo, solo encontró uno.
Sin prisa, con las manos hábiles, usando su imaginación y el conocimiento de quien ha realizado figuras de santos por más de 50 años, trabaja el artesano, que poco a poco va figurando la parte frontal del cuerpo de la imagen.
Aunque el avance es mínimo, para algunos de los pobladores de Nextipac, “ya es un Cristo”, por lo que al pasar por la higuera se persignan. Otros simplemente se quedan admirando el trabajo de “el Monero”, quien se muestra dispuesto a contestar sus dudas.
El Cristo ya fue bautizado por algunos vecinos como el “Señor de la Higuera”.
La escultura medirá 3.80 metros de altura, desde las manos a los pies, y aunque tendrá rasgos parecidos al del Señor del Huaje (posiblemente una réplica de su cara), reemplazará a éste como el cristo más grande de madera de una sola pieza, pues la imagen -con tres siglos de historia- mide 3.20 metros.
José Ramos se dijo honrado de que el Ayuntamiento haya confiado en sus habilidades para la realización del crucifijo, ya que se trataba de un árbol que fue muy querido por los vecinos de la zona.
“Para mí es un honor que me hubieran llamado, que me hubieran dicho que yo lo hiciera, porque ese árbol para Nextipac era parte de la vida de muchos, o sea muchos lo ven como sus raíces, porque varias generaciones lo vieron. ¡Es más! No saben la edad que haya tenido ese árbol, pero sí confiaron en mí”, comentó.
Debido a que la higuera representa una madera corriente, el artesano sugirió no colocarlo a la intemperie, pues el viento y la lluvia lo podrían afectar rápidamente; por lo que sugirió la construcción de una pequeña capilla o terraza que sirva de protección al Cristo que los habitantes ya han bautizado como “el Señor de la Higuera”.
Las numerosas experiencias y anécdotas, que cientos de personas vivieron bajo la sombra de su majestuoso follaje o en sus raíces expuestas, convirtieron al Zalate en un elemento de referencia e identidad para los habitantes de la localidad, al considerarlo el orgullo de Nextipac.
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