Extracto de cómo quedó el vertedero de La Loma tras incendiarse. Foto: Cortesía.
Héctor Ruiz Mejía.- El Ayuntamiento de Jocotepec buscará reabrir de manera provisional el vertedero de La Loma, el cual ha estado inhabilitado desde que se incendió hace poco más de tres años.
A decir del presidente municipal, José Miguel Gómez López, utilizar el vertedero de La Loma le daría tiempo al Ayuntamiento para solucionar de manera definitiva la problemática respecto a la disposición final de la basura, la cual sufrió de un colapso en días pasados ante la negativa por parte de Ixtlahuacán de verter desechos.
Aunque José Miguel ve con buenos ojos rehabilitar el vertedero, no es así para los más de 40 ejidatarios de La Loma, quienes se oponen al proyecto por temor a la contaminación de sus tierras, pues recuerdan cuando en el 2017, todavía bajo la administración de Manuel Haro, el basurero estaba ya en su punto de colapso.
Bomberos atendiendo el incendio del vertedero de la Loma. Foto: Cortesía.
“El Ejido de La Loma es de los más chicos, de los más pobres y todavía quieren llenarnos de basura, por eso la población no está ni estará de acuerdo”, aseguró uno de los ejidatarios que prefirió mantener su nombre en el anonimato y quien explicó que en el transcurso que estuvo en funcionamiento el vertedero, más de 40 cabezas de ganado perecieron por la contaminación.
El vertedero de La Loma aún no ha sido clausurado de manera oficial, por lo que el arroyo que lo cruza continúa contaminando, “es un foco de infección esa agua y va a dar al Lago”, explicó otro de los ejidatarios.
Dichos argumentos no han bastado para el munícipe, quien ha sido enfático en señalar que sería un “ganar-ganar” ya que previo a su utilización, se aprovecharía para su correcta clausura, pues el arroyo que lo cruza aún contamina por los lixiviados, que son los líquidos que genera la basura.
Y es que, aseguró el entrevistado, el municipio no cuenta con el presupuesto de alrededor del millón y medio de pesos que cuesta el correcto procedimiento de clausura, por lo que de manera “salomónica”, busca que la empresa recolectora de basura GIRRSA se haga cargo de la inversión, facilitando el transporte de la basura, impidiendo que el arroyo siga contaminando y dando una solución temporal al destino final de los desechos, mientras se busca una solución definitiva.
Dado que su antiguo plan de abrir un basurero intermunicipal quedara descartado después de que ningún municipio accediera, así como el caso de Villa Corona, el servicio de basura continúa a la deriva.
“Ese basurero se necesita clausurar, además, ya vinieron a hacer un estudio por parte de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y como está prendido el vertedero de La Loma, ya está a la mitad de su capacidad, por lo que sin problema nos puede dar servicio dos, tres años más”, aseguró José Miguel.
Ante la negativa de la comunidad de La Loma, José Miguel explicó que buscará la manera legal de llevar a cabo la reapertura, pues aseguró que tiene conocimiento de que el terreno donde se ubica el vertedero fue comprado anteriormente por el Ayuntamiento, pese a que no presentó pruebas todavía, dice pronto llegará a una resolución.
Son al menos 500 kilogramos de basura peligrosa almacenados desde agosto.
Miguel Cerna.- Desde hace cinco meses los Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos (RPBI), generados en la Unidad Médica Municipal, no han sido recolectados debido a la falta una empresa especializada en el tema.
El corte contractual con la compañía con la que anteriormente se trabajaba, provocó la acumulación de los residuos de la clínica desde el mes de agosto, por lo que a la fecha el volumen de la basura supera los 500 kilogramos, según informó su director Rafael Gómez Rodríguez.
“Se recolectó hasta agosto del año pasado, el problema fue de ese tiempo para acá, porque con la empresa que venía no había un contrato escrito, no había algo que me dijera quién es y como yo no manejo los dineros, pues nada más me dijeron en tesorería: ‘esta empresa no tiene contrato, no tiene la razón social’, ni modo de estarle prestando a alguien que no tiene la razón social”, explicó.
Pese a que el nuevo convenio para la recolección y disposición de los RPBI de la clínica se acordó con la firma “Mutua” desde octubre, será hasta principios del mes de febrero cuando se reestablecerá el servicio para procesar la media tonelada de desechos que, en su mayoría, corresponden a sangre, orina, excremento y saliva.
En la Clínica también se observó la acumulación de basura común.
De acuerdo con los datos oficiales, el promedio de este tipo de basura -que pueden causar efecto nocivos a la salud y al ambiente-, por mes en la unidad, alcanza los 150 kilogramos, con un costo de recolección de 15 pesos por kilo; es decir, que mensualmente el municipio paga poco más de 2 mil pesos.
En un recorrido realizado por Laguna en la Unidad Médica, además de constatar la acumulación de los residuos peligrosos -almacenados en un pequeño cuarto detrás del edificio principal-, también se observó la presencia de otro tipo de basura, como la común, así como colchones y restos de muebles.
Sumado a la falta de una empresa especializada en la materia, Gómez Rodríguez comentó que el Grupo Integral de Recolección y Reciclados de Occidente, S.A. de C.V. (GIRRSA) -empresa a la que fue concesionado el servicio de recolección de basura- se niega a recoger la basura catalogada como “común”, de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-087-ECOL-SSA1-2002.
En la Clínica también se observó la acumulación de basura común.
“Aquí estamos haciendo malabares, separamos aquí, separamos acá, separamos lo menos que pueda tener contacto con la gente y el problema es que la empresa de la basura que está contratada por el Ayuntamiento es privada; todas las venoclisis, lo que son las tripitas, los plásticos de jeringas sin agujas es basura común, de acuerdo con la norma oficial de salud, no se las llevan”, concluyó.
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