Los instrumentos de telar colocados como ofrenda en el altar central del kiosco dedicado a los tejedores locales de hilos. Foto: María Reynozo.
Por María del Refugio Reynozo Medina.
El lugar conocido como Las Seis Esquinas en Ajijic, es el punto de encuentro para el desfile del Día de Muertos. La calle Obregón es testigo del arribo de hombres y mujeres que lucen coloridos trajes. La caminata arranca con La Ajijiteca, un maniquí femenino ataviado con elementos de las tradiciones de Ajijic.
La bandera de México encabeza el desfile. Foto: María Reynozo.
Dos máscaras de sayacos cubren los senos de la figura en representación de este festivo personaje; el confeti que cubre una parte de su vestido representa los diminutos papeles de colores que lanzan los sayacos en los carnavales. También lleva una cruz de papel, alusiva a la celebración de la Santa Cruz. Calza botas de charro en alusión a la Asociación de Charros de Ajijic. Su canasta lleva panes tachihuales; se aprecian los ojitos y las cemas que son una tradición culinaria. El collar que usa, lleva la imagen de la Virgen del Rosario, como signo del gran fervor del pueblo a la Virgen. Fue pintada por el artista local Antonio López Vega, en representación de la nutrida comunidad artística que hay en la población. La diadema lleva flores de margarita que es la flor significativa de este lugar; y en la cintura lleva ceñido un cinturón elaborado en telar. El billete de dólar presente en la figura representa la hermandad con la comunidad de extranjeros que son parte de esta comunidad.
La Ajijiteca, también está engalanada con un par de aretes que llevan los escudos de los dos equipos de fútbol de Ajijic, El Laguna y El Union Ajijic.
Unas mujeres representan a los siete barrios que conforman al pueblo de Ajijic; llevan en sus manos carteles con los nombres: barrio de Guadalupe, Santo Santiago, San Sebastián, San José, barrio del Sagrado Corazón, barrio de San Miguel y San Gaspar.
Los 7 barrios representados por mujeres sosteniendo carteles con los nombres. Foto: María Reynozo.
Un grupo de personas con máscaras de cara completa de calaveritas bailan al son de La Incomparable de Ajijic. Las enormes cabezas blancas sobresalen entre el contingente.
-RMC Rivera Diagnóstica- dice el rótulo de un automóvil, El CETAC Ajijic también participa; La Universidad Regional de Tequila, La Secundaria Santos Degollado, el kínder Aurelia Flores, el Cendi número 5, la escaramuza Caballito de Palo y Corredores Unidos de la Ribera.
Los espectadores están apostados en la calle, sentados sobre las banquetas por donde esperan el paso de las catrinas y catrines.
Hay muchos reflectores de cámaras; los atuendos y maquillajes en los rostros arrancan las señales de admiración; los flashes rebotan por doquier y al menos un par de drones sobrevuelan a una mediana altura.
En el jardín, se extienden por el piso los tapetes de aserrín; hay uno con el rostro de Emiliano Zapata, de rasgos perfectamente trazados.
La ajijiteca representando las tradiciones de Ajijic Foto: María Reynozo.
Los locales están llenos de comensales. Abundan los rostros blanquecinos de calaveras, algunos con flores en la cabeza, brillos y luces intermitentes en las diademas.
Los altares de muertos están esparcidos por toda la plaza, se encienden en medio de la noche, con su lluvia de papel picado y el aroma a cempasúchil que perfuma el aire que se respira. El altar principal se levanta en el kiosco; y está dedicado a los personajes locales que pertenecen al mundo de los telares. Unos gastados instrumentos de telar acompañan la ofrenda.
Debajo del kiosko, una calavera de unos tres metros de altura acompaña las fotos de los transeúntes.
Decenas de parejas recorrieron las calles en el desfile nocturno. Foto: María Reynozo.
A las ocho de la noche se enciende la primera vela de las figuras de calavera en el Muro de los Muertos, la gente se amontona luego del desfile para buscar el mejor punto desde donde observar el espectáculo.
Este festival de la muerte, reúne a todos los vivos; cada rincón es un escenario en donde simultáneamente suceden distintas cosas. Mientras en el escenario principal de la plaza, los integrantes del Mariachi Real Axixic entonan una canción, en otro espacio una mujer espera en una fila ansiosa, por su cena. En la cenaduría instalada en la calle principal, comerse una enchilada no sólo cuesta diez pesos, sino también al menos media hora de espera.
La fiesta sigue sostenida por la serie de canciones extras que amenizan los muchachos del Real Ajijic; por quienes auspician la música, y por quienes bailan a su son; en un festival dedicado a los muertos, que tiene como techo las tiras multicolores de papel picado movidas por el viento.
A muchas de las tumbas se les coloca comida; la tradición dicta que el difunto disfruta de la misma, mientras convive con los presentes. Foto: J. Stengel.
Domingo M. Flores / Jazmín Stengel.- Tenían ganas de homenajearlos. Muchas de las tumbas del Panteón Municipal de Chapala que durante años estuvieron “abandonadas” fueron decoradas este año, dieron a conocer los trabajadores del lugar durante un recorrido de Laguna, el 2 de noviembre.
Coronas, cruces y cempasúchil son elementos tradicionales para decorar las tumbas. Foto: J.Stengel.
Aún las tumbas más humildes estaban adornadas ese día, como lo fue una de las más nuevas que por cuestión de tiempo ni siquiera se ha terminado de construir u otra que no tenía lápida, nombre, ni marca perimetral, pero sí papel de china picado, flores, veladora y comida. Los sepulcros más antiguos observados en el lugar durante la visita datan de 1928, de otras el nombre y fechas son ilegibles.
De acuerdo a la Unidad de Protección Civil y Bomberos de Chapala (UPCB), al panteón municipal arribaron el dos de noviembre poco más de cinco mil personas, una cifra no tan numerosa, pero sí con mucho entusiasmo de demostrar el cariño por los que ya no están. El año pasado al lugar llegaron más personas, señalaron algunos de los entrevistados.
El papel de china picado también es muy utilizado en la decoración de los altares, las flores suelen ser naturales, aunque también se ven de plástico y papel. Foto: J.Stengel.
Y es que la tradición, para los más conservadores, comienza el 28 de octubre con el encendido de la primera vela blanca que tiene el objetivo de iluminar el camino del difunto. Todos los días se enciende una nueva hasta el 2 de noviembre, la tradición dicta que se debe tener una vela por cada ser querido que en la tumba se encuentra, así es como lo hace Imelda y su familia desde hace varias generaciones.
Los altares se terminan de acomodar el 2 de noviembre por la mañana y comienza la convivencia. Foto: J.Stengel.
Cada visita al panteón durante esos días se aprovecha para traer decoraciones que poco a poco van formando el altar que en Chapala se acostumbra colocar sobre las tumbas. Coronas, cruces con santos, flores de papel, de plástico y naturales, así como accesorios que gustaban al difunto en vida se observan sobre la mayoría de las más de 2 mil 700 tumbas que hay en el cementerio de Chapala.
Los familiares que tienen tumbas con lápidas suelen optar por colocar macetas con diferentes flores como decoración. Foto: J.Stengel
Los pétalos de cempasúchil formaron sutiles dibujos, ya sea sobre las lápidas o sobre la tierra misma. La mayoría de familias arribó al panteón el uno y dos de noviembre, normalmente el primer día para decorar el lugar y el segundo para convivir con los que después de la muerte aún nos visitan, explicó Higinio quien lleva asistiendo toda una vida.
“Nos heredaron cosas bellas que no siempre hemos sabido conservar. Es bonito platicar con ellos, darles luz y que nos den su luz, recordar sus ejemplos, regaños y abrazos”, expresó Claudio Cuevas, mientras barría y limpiaba la tumba donde descansan sus familiares.
El dos de noviembre, por la mañana se terminan de instalar las decoraciones, y comienza la convivencia. Tacos, tostada, refrescos y caguamas, hasta norteño y banda se observaban a lo largo y ancho del panteón de Chapala, cada familia recuerda a los difuntos a su manera. Sin embargo, el año pasado a pesar de las limitaciones arribó el doble de gente, muchos de ellos con botella en mano, agregó Imelda mientra comía sobre una lápida junto a la entrada.
El cementerio de Chapala cuenta con sólo cinco espacios libres y sin una propuesta para solucionar la saturación del lugar.
Michiscihualli y ánimas dando un paseo por el lago. Foto: Josué Mondragón.
Alma Serrano.- Los festejos por el Día de Muertos en San Juan Cosalá cambiaron de sede. Este año, el antiguo templo conocido como El Hospitalito, fue el escenario para las diversas actividades que deleitaron a los cosalenses el primero y 2 de noviembre.
Decoración con arco de flores y calaveras de gran tamaño en el Hospitalito. Foto: Alma Serrano.
El día primero se realizó el Paseo de Michiscihualli 2022 y una ofrenda monumental alrededor de las 7 de la tarde, en el malecón de la delegación, apreciándose un recorrido breve en canoa, para terminar con un recorrido desde el malecón hasta el El Hospitalito, acompañados por la danza, un grupo infantil de ballet folclórico y las Reinas de belleza 2022.
El miércoles 2, se realizó una misa a cargo del padre Néstor Antonio Meza Magallanes a las cinco de la tarde en el panteón y a las siete, los niños del Ballet Folclórico Infantil “Son de México” y el coro de niños “Crecer Juntos”, deleitaron al público con varias estampas en El Hospitalito.
Pese a que el evento tuvo una hora de duración y hubo una buena respuesta de parte de los espectadores, la cantidad de visitantes al evento fue significativamente menor a años previos, cuando era realizado en la plaza principal con la ofrenda monumental en el kiosco.
La misa de este año en el panteón fue realizada por el padre Néstor Antonio Meza. Foto: Alma Serrano.
Niños y niñas del Ballet “Son de México”. Foto: Alma Serrano.
Danza cosalense comenzando el recorrido hacia el Hospitalito. Foto: Josué Mondragón.
El altar de la “Feria de Humanidades 2022” se dedicó a la Reina Isabel II. Foto: D. Arturo Ortega.
Redacción.- El Instituto Loyola de San Antonio Tlayacapan realizó la celebración de Día de Muertos, a través de la “Feria de Humanidades 2022”, que este año se dedicó a la memoria de la Reina Isabel II, fallecida el 8 de septiembre y a la familia real británica.
Los alumnos de preescolar interpretaron “El twist del esqueleto”. Foto: D. Arturo Ortega.
Con bailes, música de gaita, calaveritas literarias, exposición de alebrijes, la elaboración de un colorido tapete, altares y un recorrido por el Panteón Loyola, se celebró la Feria de Humanidades, llevada a cabo el jueves 27 de octubre.
La coordinadora general del plantel, Laura Estrada, informó que para llevar a cabo la novena edición de la Feria de Humanidades, los alumnos investigaron acerca de la realeza británica, de Londres y quien fue la Reina Isabel II.
El coro de la Primaria del Instituto Loyola interpretó dos temas musicales. Foto: D. Arturo Ortega.
Con poco más de 100 personas que acudieron a la celebración, la primera de las actividades que pudieron disfrutar, fue la que los alumnos de preescolar realizaron con la interpretación del baile “El Twist del Esqueleto”, que sacó muchas sonrisas a los padres de familia.
Como invitado especial se tuvo el acompañamiento de la gaita de Rafael Gutiérrez, reconocido fundador en México de la Banda de gaitas del Batallón de San Patricio en 1997, condecorado con la Medalla del Imperio Británico y reconocido por la Reina Isabel II por sus Servicios a la Música Escocesa y la Cultura en México.
Como invitado especial se tuvo el acompañamiento de la gaita de Rafael Gutiérrez. Foto: D. Arturo Ortega.
“La llorona” y “La calaca” fueron los temas que el coro de alumnos de primaria interpretó y de manera posterior se explicó la elaboración del “Tapete Loyola” que se desplegó con arenas de colores sobre la cancha de tenis, destacando la bandera británica y monumentos como el Big Ben y el Puente de Londres.
La celebración incluyó la elaboración de dos altares: el principal dedicado a la Reina Isabel II y otro dedicado a la Princesa Diana, conocida en el mundo como Lady Di y fallecida en un fatal accidente automovilístico, en el mes de agosto de 1997.
El campo empastado de fútbol se convirtió en un panteón donde los alumnos recrearon más de una decena de lápidas que fueron dedicadas a diversos personajes de la historia de la realeza europea, pero sobre todo de la británica.
Por primera ocasión se realizó el concurso de alebrijes, el cual tuvo como ganador a un alumno de tercero de secundaria. Foto: D. Arturo Ortega.
Un concurso de calaveritas fue realizado, donde se leyeron los versos de los tres primeros lugares otorgados a alumnos de secundaria; también se llevó a cabo el concurso de elaboración de alebrijes, donde el alumno de tercero de secundaria, Arath Manuel Cabrera Ramírez, fue el ganador del primer lugar.
“Somos una gran familia, la cual nos llevamos en el corazón la cultura, nos llevamos en el corazón darle la mano a cada uno de los padres de familia, a cada uno de nuestros alumnos y sobre todo a los grandes maestros. Queremos que todos ustedes nos conozcan y que vengan a disfrutar de estos momentos”, concluyó la maestra Laura Estrada.
Un segundo altar se dedicó a la memoria de Lady Di. Foto: D. Arturo Ortega.
El “Tapete Loyola” lució icónicos elementos de Londres. Foto: D. Arturo Ortega.
El “Panteón Loyola” conmemoró la memoria de la realeza europea y británica. Foto: D. Arturo Ortega.
El altar dedicado a la periodista Magdalena Mondragón se llevó el primer lugar del concurso de altares en el festival Vida y Muerte 2022. Foto: J.Stengel.
Jazmín Stengel.- Los tres puntos de festejo que se tienen acostumbrados en la cabecera municipal, volvieron a lucir a la luz de las velas este 2 de noviembre.
Los alumnos de la Preparatoria de Chapala explicaron tanto el altar como el personaje elegido por el grupo. Foto: J.Stengel.
En el Panteón Municipal las visitas comenzaron desde el 28 de octubre, y la Preparatoria Regional de Chapala empezó el festival Vida y Muerte desde el 31. En la calle 5 de Mayo los altares fueron pocos pero fieles a la tradición.
El 2 de noviembre la cabecera municipal volvió a lucir altares en todo su esplendor. Los alumnos de la preparatoria de Chapala, participaron en el concurso anual de altares, que esta edición cumplió 40 años de su fundación y los últimos 10 años se lleva a cabo sobre la avenida Francisco I. Madero, en su esquina con Paseo Ramón Corona.
Los ganadores del concurso fueron los estudiantes del grupo quinto B vespertino, quienes dedicaron su altar a Magdalena Mondragón, una de las periodistas mexicanas más influyentes del siglo XX y fueron merecedores de 6 mil pesos en efectivo. Las otras premiaciones fueron de 4 y 2 mil pesos respectivamente.
A lo largo de la exposición se encontraban tres calaveras gigantes, la más grande de ellas era la primera. Foto: J.Stengel.
El segundo lugar se le otorgó al grupo de tercero A matutino, quienes eligieron a Benita Galeana como su personaje a honrar esa noche. El grupo de tercero B matutino logró quedarse con el tercer lugar, conmemorando a Irma Campos, quien también fue una reconocida activista en pro del feminismo y la igualdad social.
La ganadora del concurso de calaveritas fue Lizbeth Muriño Cárdenas del quinto grado A matutino, dirigido también a provocar una reflexión social en la audiencia. Mientras que los ganadores del concurso de Lápidas y Epitafios aún no se daban a conocer al cierre de esta edición.
A la exhibición de altares se les sumaron otros tantos dedicados a personas destacadas de la localidad como Jorge Luis ‘El Trokita’ Padilla Perales o Carlos ‘La Carpa’ y Miguel Rivera, bombero de Chapala. En total, sumaron poco menos de 30 altares.
Durante la Marcha del silencio los participantes vestían de negro, algunos maquillados de calavera y con vela en mano. Foto: J.Stengel.
Sin embargo, el auge de la celebración se vio claramente al concluir la Marcha del Silencio, que logró reunir cerca de 2 mil personas entre la calle Morelos y el Paseo Ramón Corona. El desfile fue desviado de manera imprevista a lo largo de la calle Zaragoza y hasta Raúl Navarro, debido al tráfico y las obras públicas que se están llevando a cabo.
La antes acostumbrada 5 de Mayo, tampoco dejó morir la costumbre, “pocos pero fieles” fue el lema de los vecinos que continuaron con la exhibición anual de altares para el Día de Muertos. Al igual, en el panteón de Chapala se tuvo menos asistencia que el año pasado. Sin embargo, muchas tumbas que estaban abandonadas fueron decoradas nuevamente.
El primero de noviembre, frente a la Fuente de los Pescadores en el malecón de la cabecera municipal, se llevó a cabo la presentación del grupo Amate, de música tradicional mexicana, así como el nuevo grupo músical de la preparatoria que aún no tiene nombre, ballet folklórico de la misma escuela y el Color Redes y Cantos de Chapala.
Habitantes de Chapala que disfrutan de la celebración se unieron a la misma. Foto: J.Stengel.
En calles aledañas a los festejos se encontraban altares a las afueras de casas y negocios, este estaba sobre la calle Juárez. Foto: J.Stengel.
El ballet folklórico de la Preparatoria Regional de Chapala se presentó el 1 de noviembre en el Festival Vida y Muerte 2022. Foto: J.Stengel.
Desfile del día 2 de noviembre, que salió del Muro de los Muertos #2, ubicado en Flores Magón. Foto: Sofía Medeles.
Sofía Medeles.- Dos desfiles enmarcaron la celebración del Día de Muertos en Ajijic el 1 y 2 de noviembre, múltiples demostraciones y espectáculos que acompañaron los festejos, y cientos de participantes que se sumaron a las actividades.
Niños y niñas participaron en el desfile del “Día de los Angelitos”. Foto: Sofía Medeles.
Las actividades más destacadas fueron los desfiles. El día primero, se realizó el desfile de catrines y angelitos, que tenía como objetivo conmemorar a los menores fallecidos, además de que se realizó el primer encendido del Muro de los Muertos #2, ubicado al cruce de las calles Ocampo y Flores Magón.
El día 2, un gran desfile de catrines, con cientos de personas, escuelas, instituciones y particulares, además de algunos pocos carros alegóricos, y el encendido del Muro de los Muertos, entretuvo a los espectadores.
Muro de los Muertos de Efrén González, tras el encendido de las velas. Foto: Arturo Ortega.
El presidente del patronato de Día de Muertos Ajijic, Domingo Márquez Flores, se dijo muy contento y satisfecho, y que pese a que hubo mucha más participación de la que esperaba, todo salió de la mejor manera. “Aunque aún hay cosas que mejorar, Ajijic siempre se presta para celebrar. Muy agradecido con todos”.
Entre las personas que se encontraban en la plaza, coincidieron en que fueron días muy amenos, sobre todo los desfiles y la amenización musical del día 2 de noviembre, que se presentó tras el desfile.
Finalmente, Márquez Flores informó que el próximo año piensan nutrir aún más la agenda, mejorando en las presentaciones artísticas, y agregando talleres gratuitos para niños, en el marco de las festividades.
Muro de los Muertos de Efrén González, tras el encendido de las velas. Foto: Arturo Ortega.
Catrina “La Ajijiteca” que tuvo como fin mostrar las tradiciones de Ajijic en un vestuario. Foto: Sofía Medeles.
Pareja de catrines que participó en el desfile del Día de Muertos. Foto: Sofía Medeles.
Calavera en el altar del kiosco, la cual conmemoró la historia del oficio del telar en Ajijic. Foto: Sofía Medeles.
Panteón de Ajijic en la misa del 2 de noviembre. Foto: Cortesía.
Sofía Medeles.- El panteón de Ajijic fue uno de los puntos que más afluencia de gente tuvo el 1 y 2 de noviembre, e incluso desde antes. Más de mil personas se dieron cita para festejar y conmemorar a sus familiares fallecidos.
Según compartió Protección Civil de Chapala, fue un promedio de entre mil doscientas a mil quinientas personas, las que estuvieron en el cementerio municipal el día 2, a lo largo del día, pero sobre todo, por la tarde.
Algunos entrevistados comentaron que este año el recinto conservaba una imagen más limpia, en comparación a otros años.
Por su parte, el encargado de despacho de Ajijic, Maximiano Macías Arceo, señaló que no hubo mayores inconvenientes, más que las grandes cantidades de basura que se limpiaron al día siguiente.
Obra “El último trago” que se presentó en Jocotepec por segundo año. Foto: Carlos Cuevas.
Armando Esquivel.- Jocotepec vivió un festival que cautivó a los presentes, se trata de “Al fin que para morir nacimos” realizado del 28 al 30 de octubre y que celebró su segunda edición para conmemorar el Día de Muertos.
“Nos fue excelentemente bien, tuvimos, yo creo dos o tres veces más gente que el año pasado, obviamente tuvimos una producción mucho más grande, la gente ya el año pasado nos apoyó, pero este año nos apoyó más porque vio los resultados del año pasado”, dijo en entrevista el coordinador general, Carlos Alberto Cuevas Ibarra, quien agradeció el apoyo de la gente del barrio.
Uno de los altares que se pudieron ver sobre la calle Morelos, Jocotepec. Foto: Carlos Cuevas.
El festival alusivo al 2 de noviembre se realizó en la calle Morelos, entre Independencia y López Rayón, en el barrio conocido como “La Campana”. El viernes, primer día del festival, se convirtió en una noche músical con la presencia de la Orquesta de Cámara de la Universidad Autónoma de Guadalajara, que hizo que sonarán melodías como “La Llorona” y que sólo cobraron el transporte.
El segundo día fue el más concurrido, fecha en la que se contó con la presentación del colectivo “Peregrina”, integrado por estudiantes de la Licenciatura en Artes de la Universidad de Guadalajara (UdeG), quienes mostraron la puesta en escena “El muerto al pozo y del caribe al golfo”, que incluyó una intérprete para personas sordas.
Para el último día y cerrar con broche de oro, los asistentes pudieron presenciar “El último trago”, músical que se presentó por segunda ocasión, ganándose el aplauso y el cariño de las personas.
“Eso fue lo único que sí nos pidieron del año pasado, nos dijeron, por favor tienen que traer la obra de teatro, nosotros la vimos el año pasado y yo quiero que mi esposo la vea, que mi hija la vea, gustó bastante, es una obra de teatro que los mismos actores y esa compañía la escribieron, es muy mexicana y se disfruta bastante”, comentó el coordinador, quien dijo recibió mensajes para apoyar y que el siguiente año se vuelva a presentar.
El último día también se realizó una presentación de danza con fuego, así como la participación de la cantante “Lola la Tequilera”.
El festival de Día de Muertos es realizado por los vecinos de la zona, artistas y personas involucradas en las tradiciones culturales en el municipio. Y aunque apenas concluyó la segunda edición, se está pensando en la tercera.
“Todavía no se terminaba el último día, cuando ya tanto los vecinos, como parte de la organización, los mismos artistas, los mismos maestros que nos ayudaron preguntaron, ¿Qué viene para el próximo año? Y hay que renovar porque hay que traer cosas nuevas pensadas para la gente de Jocotepec”, adelantó Carlos Cuevas.
Kiosco de la plaza principal de San Antonio Tlayacapan. Foto: Sofía Medeles.
Sofía Medeles.- San Antonio Tlayacapan también contará con una nutrida agenda alusiva al Día de Muertos, entre bailes, exposiciones, muestra de altares y más.
El día primero, las actividades se llevarán a cabo en la tarde-noche. Desde las 6:30 de la tarde, con un desfile de calaveras que inicia en la plaza y culmina en el panteón del poblado, seguido por una narración de leyendas en el panteón, que inicia a las 7 de la noche.
Más tarde, a las 08:30 de la noche, se inaugurará una muestra de trabajos de cartonería y manualidades, resultado de talleres realizados en la delegación y, finalmente, a las 8:45, se realizará una proyección de cortometrajes al aire libre, en la plaza principal.
El 2 de noviembre, las actividades iniciarán desde más temprano, teniendo a las 7 de la mañana el tradicional café y canela en el panteón, y de 8 a 2 de la tarde, el montaje de las ofrendas en la plaza.
A partir de las 6 de la tarde, se darán lecturas de poesías y narrativas; a las 6:45 se presentarán los ballets folclóricos de la maestra Zayda Zamudio y el Ballet Municipal de la maestra Valeria Amezcua.
Más tarde se presentarán cuentacuentos, la banda Chapala Brass Band, y para cerrar, a las 9 de la noche, la entrega de reconocimientos a los participantes y organizadores de estas actividades
Explanada del Panteón Municipal de Ajijic. Foto: Sofía Medeles.
Sofía Medeles.- La misa de Día de Muertos y la tradición de convivir con los difuntos en sus tumbas, se podrá retomar con normalidad este 2022. Aunque el primero y 2 de noviembre el panteón conservará su horario habitual, las restricciones son mínimas este año.
La dirección de Cementerios del Gobierno de Chapala informó que los horarios en estos días festivos serán los mismos que se tienen cotidianamente, es decir, desde las 7 de la mañana hasta las 8 de la noche. El encargado de despacho de Ajijic, Maximiano Macías Arceo, comentó que esperan que los días festivos se coloquen lonas informativas con el horario.
Por otro lado, la misa del 2 de noviembre se realizará como de costumbre, a las 7 de la mañana, en la explanada que se encuentra a un costado del descanso, en la entrada de la calle Prolongación Ocampo.
Macías Arceo agregó que aunque este año no haya restricciones como los años en los que la pandemia limitó las celebraciones, pidió “respeto, armonía y prudencia”, para las personas que asistan al panteón.
“Ojala se lleve el festejo en paz. Es un día para disfrutar y celebrar. Es importante el respeto hacia los demás, y celebrar con orden, con acciones como mantener música con volumen moderado, ser responsable con el consumo de bebidas alcohólicas, etcétera”, concluyó el funcionario.
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