Por Ili
El síndrome de la nariz vacía (SNV) es una enfermedad rara y difícil de diagnosticar en la cual los cornetes de la nariz ya sean los superiores, medios e inferiores se reducen causando una resecación de la mucosa que filtra el aire para que llegue a los pulmones, haciendo el paso de este casi intolerable.
El síndrome de la nariz vacía es provocado en su mayoría, cuando se realiza una cirugía en la nariz o la específicamente denominada turbinectomía. Este procedimiento quirúrgico sirve para aliviar, por ejemplo, los síntomas de la sinusitis crónica, la ronquera, la rinitis y otras molestias respiratorias.
En tal caso, lamentablemente se aplica el clásico dicho dónde desafortunadamente a veces resulta peor el remedio que la propia afección; ya que el síndrome de la nariz vacía es insoportable. No se presenta en todos los casos, pero existe un bajo riesgo del 2% de que así sea.
La dificultad para poder respirar, la sensación de no poder inspirar o jalar aire, el ardor, la somnolencia, la asfixia, fatiga e intolerancia al frío son los síntomas que sirven de guía al otorrinolaringólogo para el diagnóstico del síndrome.
El síndrome de la nariz vacía es de incidencia extremadamente rara y actualmente solo pocas instituciones médicas la reconocen. Tal factor resulta ideal para los que han tenido la suerte de no sufrirlo; pero resulta una desventaja para quienes lo padecen. Ya que dicho padecimiento es frustrante y desesperanzador, porque pocos especialistas advierten el riesgo de presentarlo, así como su tratamiento, si aparece.
No existe cura y una opción viable es solo para el control del dolor, ya sea con el uso de analgésicos y vaporizadores o humidificadores para evitar que el aire inspirado sea muy seco. Así como también evitar los climas extremos.
Es un síndrome debilitante que incapacita al paciente llevándolo casi al borde de la locura y en algunos casos hasta al suicidio. La mejor manera de evitar exponerse al riesgo de padecerlo es buscando otros tratamientos médicos y dejar como última opción el de someterse a una turbinectomía.
Tenga en cuenta que ningún tratamiento ni especialista en cualquier la materia puede garantizar al 100 por ciento una cura automática y completa frente a cualquier problema médico; ya que todo en la vida implica riesgos. Sin embargo, es su deber y su derecho como paciente que le provean de toda la información necesaria, y es su obligación preguntar, entender y comprender cada uno de los riesgos y los beneficios que implica cada tratamiento.
Busque y acuda con profesional capacitado y con experiencia de la rama médica para su padecimiento. Su médico de cabecera podrá derivarlo con el otorrinolaringólogo y el cirujano plástico apropiados si es necesario.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala