Al pueblo de México no le Interesan sus frustraciones de mal estudiante y con una licenciatura insuficiente.
Si miles de mexicanos que sintonizamos nuestros televisores de lunes a viernes en la ‘mañanera del Presidente’, buscáramos respuestas a múltiples problemas que padece un alto porcentaje de la población nacional, lo más seguro es que caeríamos en estado depresivo o, de plano, exponernos a sufrir la formación de piedras en el hígado por la frecuencia de contrasentidos, ocurrencias estériles y confrontación de criterios.
Hay la seguridad de que, si más de dos horas diarias de plática por las mañanas, se destinaran a identificar problemas sociales y posibles soluciones con criterio positivo en cada estado, en cada ciudad y en cada comunidad rural o urbana; en cada sector social o económico, el modelo de desarrollo cambiaría de manera favorable. México estaría en camino de ser un país seguro, con mejor educación, sin angustias económicas, saludable, bien alimentado y sin rencores entre los distintos sectores que integran la sociedad nacional.
No hay día en que el presidente olvide por un momento su costumbre de crítica abierta a dirigentes empresariales, ex funcionarios de gobiernos anteriores, organismos internacionales de salud –de los cuales México es parte—intelectuales, escritores, periodistas y, en los últimos diez días, tomó una actitud en contra de instituciones académicas.
Desde la semana pasada, la intrusión del Presidente en el desempeño de proyectos de estudios universitarios, es un delirio improcedente e imprudente. Es lamentable que no desaproveche un segundo del tiempo que es de todos, para echar pestes contra la Universidad Nacional Autónoma de México y muchas otras instituciones académicas “por haberse identificado con la derecha y con la corriente neoliberal”.
Creemos que utilizar el tiempo de los demás, por lo menos es un abuso y una distracción que cuesta a todos los televidentes y a los mexicanos en general, a quienes no nos interesan sus frustraciones de mal estudiante y con una licenciatura insuficiente para desempeñar un puesto que exige, por lo menos, moderar su ignorancia en materia de oratoria, economía, historia y política social.
Estimamos que, lo que hace falta en México, es que el gobierno se ponga a trabajar; que utilice más tiempo de labor hasta la transpiración e invierta menos en inspiración.
La convocatoria hacia el futuro inmediato, tendría que ser hacia la unidad; el trabajo, trabajo y más trabajo por la solución de los problemas del país; enfrentar el fenómeno de la pobreza, de desigualdad social, de enfermedades de las madres, de los niños, de los adultos en general.
Existen grandes compromisos que han quedado pendientes desde hace muchos años, como el combate al rezago escolar, el desapego al estado de Derecho, la inseguridad, la violencia, la corrupción, la impunidad… Consideramos que esos son los verdaderos adversarios, los problemas fundamentales del país.
Lo que tendría que haber en este momento, en nuestro concepto, en lugar de motivos de división y de enfrentamiento, debiera ser la convocatoria para que nos unamos todos y trabajemos por México, todos redoblando esfuerzos, juntos todos los sectores.
Acusar a la UNAM y a muchas otras universidades, de haberse “derechizado”, de no haber estado “a la altura de las circunstancias” sociales y económicas, de que “la crítica al neoliberalismo no surgió de la UNAM”; del “saqueo al país”, consideramos que el Presidente López Obrador está muy fuera de contexto. Hay que revisar y repasar la historia de México, porque muchos de los problemas que padece la sociedad mexicana, vienen de muchas décadas anteriores.
La pobreza y la desigualdad, desafortunadamente han estado presentes durante mucho tiempo, lo mismo que el analfabetismo.
La opinión es responsabilidad de quien la escribe y no refleja el pensar o sentir de Semanario Laguna.
Pascacio Taboada Cortina. Cel. 55 16 49 23 34
Jorge Martínez Cedillo. Cel. 55 16 45 78 62
Dará al sistema bancario una cobertura nacional capaz de manejar más de un billón de pesos anuales, la séptima parte del Presupuesto de Egresos para 2022.
Por: Pascacio Taboada Cortina
Al inaugurar las primeras sucursales del Banco del Bienestar en tres alcaldías de la Ciudad de México, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que, con 2 mil 700 sucursales, esta institución será capaz de manejar los recursos de pago de nóminas de los servidores públicos al servicio del Estado, de los programas sociales y espera incorporar la recepción y pago de remesas correspondientes a envíos en dólares de mexicanos que, con gran esfuerzo, trabajan del otro lado de la frontera norte de México.
En estas condiciones, el Banco del Bienestar será la institución bancaria más grande del Gobierno Federal que maneje una cantidad de recursos sin precedente. Pagará la nómina de los servidores al servicio del Estado –incluido el magisterio nacional—los subsidios destinados a adultos mayores y espera, una vez que avance la construcción de las sucursales, para alcanzar una dispersión anual por un billón de pesos, equivalente a la séptima parte del presupuesto federal programado para 2022.
En principio, para el año que entra anunció una dispersión de recursos federales por más de 550 mil millones de pesos, destinados a los programas sociales y de adultos mayores.
Sus más grandes deseos, como van las cosas, son los de tener bajo su control al Gobierno de la República (ya lo tiene), manejar la política nacional (tiene de su lado al Congreso de la Unión, vía su partido), a la mayoría de gobernadores y a un gabinete “que no mueve un dedo, sin la autorización del Presidente”.
“Para cerrar el círculo”, además de manejar los dineros fiscales del país, abriga la posibilidad de recibir dólares y pagar las remesas en pesos, que mensualmente envían nuestros compatriotas desde el país del norte. Esta es una gran oportunidad que tendrá el Banco del Bienestar, por la cantidad creciente de remesas que llegan a México mensualmente, por un monto de 4 mil 500 millones de dólares y un total anual por alrededor de 45 mil millones de dólares.
El presidente de la República manifestó su interés en la posibilidad de recibir remesas que mensualmente envían connacionales a sus familias desde Estados Unidos a México. Ese servicio de transferencia, dijo, será sin pago de comisiones.
Cabe señalar que la ansiedad del jefe del Ejecutivo por tener el “mando único en el país”, hizo lo posible por convencer al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, para que continuara, por dos años más después de 2024, en su puesto como presidente de ese Poder, lo cual no ocurrió por haber denegado ese ofrecimiento, frente a una ola de críticas, no al presidente, sino al mismo Zaldívar Lelo de Larrea.
En otro orden de ideas, hay que recordar que, cuantas veces el gobierno federal ha creado instituciones bancarias a lo largo de la historia, en particular para apoyar el desarrollo agrícola, ganadero, agroindustrial y de otro tipo de actividades, ha fracasado. El Gobierno ha demostrado en la práctica, que no es buen administrador de bancos o financieras. Invariablemente caen en carteras vencidas y no hay forma de evitar que se conviertan en “barril sin fondo”.
Así ocurrió con el Banco Nacional Agropecuario, con el Banco Nacional de Crédito Ejidal y con el Banco Nacional de Crédito Rural (BANRURAL), así como con la Financiera Rural. Actualmente opera la Financiera Nacional para el Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesquero, con un perfil bajo en sus operaciones, sin que se mencionen grandes o tan siquiera medianos planes de desarrollo del campo mexicano, tan necesitado de recursos financieros.
De todas estas instituciones bancarias, la que más tiempo ha operado en México, es lo que fue el Banrural, el cual tuvo un tiempo de 28 años para desaparecer a principios de 2002.
Esta opinión es ajena al pensar o sentir de Semanario Laguna y es responsabilidad de quien la escribre.
Foto: Cortesía.
Pascacio Taboada Cortina/ Jorge Martínez Cedillo (CDMX).- Las semanas que acaban de transcurrir, han sido las más letales en cuanto a número de contagiados y fallecimientos en México por efecto del SARS-CoV-2. Simplemente no bajó de mil personas diarias que dejaron de existir.
Un ejemplo de esta letalidad, va: el sábado 30 de enero, la Secretaría de Salud reportó estos datos: 18 mil 670 casos nuevos de enfermos, y mil 506 muertes en 24 horas, en tanto que registró un millón 825 mil 519 casos totales del padecimiento y 155 mil 145 fallecimientos.
Estas cifras evidencian que la campaña de combate y control que han iniciado unidas pero dispersas, al menos siete secretarías de Estado (Gobernación, Hacienda, Relaciones Exteriores, Salud, Bienestar, Defensa Nacional, Marina, Guardia Nacional, además del IMSS, el ISSSTE e instituciones de salud privadas) no han sido capaces de contener la enfermedad provocada por el virus.
Al contrario, va en aumento, mientras también va para arriba la angustia de que prácticamente todos los estados de la República se mantienen en alerta según el color del semáforo en rojo (la mayoría), pocos en color naranja y amarillo y uno que otro en verde. En otro orden, pero derivado de la inacción laboral en prácticamente todos los sectores productivos, la economía sigue estancada o en descenso; el empleo e ingreso no despegan y “la gente tiene hambre”.
Mientras tanto, han “llovido sobre mojado” las críticas al gobierno de la Cuarta T, por la inconsistencia de su estrategia, por acciones de combate y control del virus extemporáneas, equivocaciones en la aplicación de medidas que recomiendan organizaciones internacionales, empezando por Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud, y en Economía no faltan propuestas del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico.
Han llamado fuertemente la atención opiniones sobre la activa participación del principal coordinador de la estrategia de control y erradicación del Covid-19, Hugo López Gattel, apoyado de manera incondicional por el Presidente Andrés Manuel López Obrador –quien para colmo resultó contagiado de Coronavirus—y por el mismo titular de la Secretaría de Salud, Jorge Alcocer Varela, desplazado ‘de facto’ por López Gattel, aunque él ostenta el cargo de subsecretario de Promoción y Vigilancia Sanitaria, de la SSA.
La doctora Laurie Ann Jiménez Fyvie, jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la Universidad Nacional Autónoma de México, ha concedido múltiples entrevistas a periodistas reconocidos de diversos medios impresos, de Radio y Televisión, sobre el tema de la afección que padece México del Coronavirus, sus antecedentes, comportamiento en diversos países del mundo y el tema central: la falta de profesionalismo, de experiencia del doctor Hugo López Gattel al minimizar el efecto mortal del microorganismo, y su fracaso en México como coordinador del combate a la pandemia.
Ella es de las pocas profesionistas especializadas en materia de Genética Molecular que ha levantado la voz, para afirmar que “el doctor López Gattel es un político disfrazado de científico”, que no supo aprovechar, durante más de dos meses, la experiencia de países del sur de Asia, de Europa y Sudáfrica, donde la principal medida se basó en el estricto control de la migración y de movilización interna de las poblaciones de cada nación.
A lo largo de casi un año de que la pandemia invadió México, añadió la doctora Jiménez, “se pudieron aprovechar algunas de muchas oportunidades que ofrecen los principios básicos de la epidemiología para rectificar; oportunidades para conocer diferentes esquemas y decir: esto funciona, esto no funciona…
Lo peor del problema que planteó el Coronavirus, dijo, “es que no se trataba de descubrir el hilo negro”. Los conocimientos básicos de la epidemiología siempre han estado allí. Por ejemplo, los países exitosos en la materia han aplicado controles de la migración y tránsito interno de su gente. Es decir, si desde el principio en México hubiéramos tenido control de estos fenómenos, otro gallo cantaría… “Pero hasta la fecha, México no tiene un control de la migración ni de tránsito interno”.
El mismo profesor y mentor de López Gattel en el marco de un proceso de doctorado en la Universidad John Hopkins –afirmó la doctora Jiménez—le recomendó muchas veces la necesidad de contener los contagios por la vía de parar las migraciones humanas. “López Gattel siempre supo, siempre ha sabido cómo proceder, como doctor en epidemiología. De lo contrario, tendría uno que pensar o suponer que López Gattel faltó a las clases de epidemiología durante el doctorado, para creer que él no sabía qué hacer”.
Ahora tenemos las cepas nuevas, más contagiosas, que nos van a hacer entrar en una etapa completamente nueva en esto de la pandemia. Nuestro país está condenado en este sentido, porque es posiblemente el único que no hace control migratorio.
El doctor López Gattel “decidió por una estrategia de mitigación, y no de extinción del virus”, apuntó la doctora Jiménez. “Esta es la más alta irresponsabilidad. Es decir, no ha evitado los contagios. Ha negado el uso de herramientas tan simples, como el cubrebocas”. Con sólo este instrumento, se pudieron evitar decenas de miles de vidas. “Desde el principio, en México se debió haber ordenado el uso del cubrebocas obligatorio”.
Y siempre dijo: “México no pretende detener al virus. México está yendo por una estrategia de mitigación”. Mitigación significa que en México no se hacía nada para detener los contagios, sino simplemente detener el ritmo en el que los contagios se van dando.
“Es sencillo: se necesita detener los contagios para detener la pandemia. Los países que lo están logrando, lo han demostrado muy bien”. Hay ejemplos palpables en muchos países. En el sureste asiático están Taiwán, Vietnam, Oceanía y Nueva Zelanda.
Los últimos informes sobre personas fallecidas, indican que en México andamos por arriba de 150 mil fallecimientos. Esto es oficialmente, pero si miramos la realidad sobre el exceso de mortalidad, estamos sobre los 375 mil muertos. Esto obliga a un cambio de estrategia, “porque el fondo de todo lo que estamos viviendo, no lo hemos visto aún”, expresó Laurie Ann Jiménez Fyvie.
LOS NIÑOS, EN ALTO RIESGO DE CONTAGIO
Añadió que, después de todo lo que ha pasado, de decenas de miles de fallecimientos de adultos, podríamos empezar a ver nuevos escenarios nada halagadores. “Es decir, la llegada de las nuevas variantes, más contagiosas como en el Reino Unido, se está en proceso de comprobar, es una variante capaz de infectar a la población infantil”.
La perspectiva que nos da esta afirmación, es que se esperan grandes cantidades de niños que van a morir. Otra expectativa que no debemos dejar de ver y atender, es que, si vemos las curvas de contagio en otros países, donde estas cepas ya están predominando dentro de la comunidad, este aumento de contagios es inusitado. “Ya no serán curvas, sino que los aumentos se dan de manera vertical”.
Destacó la doctora Jiménez la importancia de las pruebas. “La única razón por la que no hablamos de variantes en México, es por una nueva irresponsabilidad de las autoridades sanitarias de nuestro país, en donde no tienen establecidos protocolos para la detección de este tipo de mutaciones virales”.
“Sin hacer pruebas, no sabemos cuántos contagios hay ni dónde están. No sabemos cómo atacar el problema, por las mismas razones. Estamos perdiendo tiempo, pero esta pérdida significa vidas humanas.
Hay mucho qué hacer en todos sentidos. De aquí al mes de junio, podríamos basarnos en las predicciones de que, considerando las cifras oficiales, en ese mes llegaríamos a 600 mil fallecimientos por Covid-2. Necesitamos detener la propagación de esta cepa. Para ello, “es indispensable aumentar la capacidad de pruebas. Hay muchísimo que se puede hacer todavía. Son cientos de miles de vidas que dependen de que hagamos algo para detener esta pandemia.
Díganme, estimados lectores, lectoras, si más de 150 mil personas fallecidas por SARS-CoV-2 no son suficientes para acusar y procesar a un individuo que desdeñó el uso del cubrebocas; que eximió al Presidente de la República de la obligación de utilizarlo; que no cumplió con las mínimas medidas para el control de movilizaciones humanas en el país, que no asistió a sus clases doctorales de Epidemiología en la Universidad, que se fue campante a divertirse a las playas de Zipolite, Oaxaca, en pleno pico máximo de la pandemia, y ahora sale descolorido, con unas ojeras que muestran que lloró toda la noche, con cara de angustia, en pantallas de televisión dando el parte médico diario del presidente, díganos si no se hizo acreedor de una sanción ejemplar?
La opinión de este escrito no refleja el pensar de Semanario Laguna, por lo que lo escrito es responsabilidad del autor.
Estados Unidos sigue siendo el principal proveedor de maíz, arroz, frijol, trigo, leche, etc.
Pascacio Taboada Cortina / Jorge Martínez Cedillo. – Después de que en los últimos la agricultura mexicana dio visos de tener el potencial para convertirse en un país altamente competitivo, capaz de mantener un nivel de exportaciones por más de 35 mil millones de dólares al año, sobre todo en el periodo 2015-2018, en la actualidad presenta rezagos que alejan al país de recuperar autosuficiencia y soberanía alimentaria.
Rafael García del Horno, ex dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de Guanajuato, recordó, que desde los tiempos del gobierno del general Álvaro Obregón, se inició un proceso de desarrollo del campo mexicano con inversiones crecientes en infraestructura y aumento de productividad, hasta llegar el actual gobierno, con un presupuesto federal de los más bajos y una insuficiencia que mantiene a los campesinos en calidad de damnificados.
Desde el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se ha sostenido el índice de importación de alimentos por el orden del 40 por ciento del consumo nacional de maíz, arroz, frijol y trigo, leche, carne de cerdo y de bovino.
Estados Unidos sigue siendo el principal proveedor de esos alimentos y se mantiene como el más importante socio comercial de México con un intercambio del 80 por ciento entre ambas economías.
García del Horno, dijo, que van a cumplirse dos años de negociaciones sobre la renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ahora con el TEMEC, entre México, Canadá y E.U, sin que finalmente haya entrado en vigor, aunque no se ha roto el flujo comercial entre las tres naciones.
Con relación al tema de la importancia del sector agropecuario y pesquero, como elementos fundamentales en la alimentación del pueblo mexicano, ni por asomo lo considera el gobierno entre sus prioridades.
Hace unos días el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos, anunció en Palacio Nacional que el sector primario espera cosechas por 290 millones de toneladas de alimentos de todo tipo, sin precisar niveles de producción por cultivo, posiblemente temeroso de dar la nota de que México importa de más de 40 millones de toneladas entre maíz, frijol, trigo, arroz, soya, carne, leche, y etc.
En este gran volumen de producción de alimentos se incluyó a la caña de azúcar, con una cosecha anual hasta por 70 millones de toneladas, de las cuales sólo el 10 – 12% corresponde a azúcar refinado.
También añadió el funcionario a más de 40 millones de toneladas forrajes, verdes y secos; alrededor de 20 millones de toneladas de frutas diversas, y otra cantidad similar de hortalizas y legumbres, sin considerar a los productos industriales como café, cacao, y otros.
Sí, todas son cosechas, pero no dejan de ser cifras infladas para “dar volumen” a producción de alimentos.
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