Vista al Lago de Chapala. Foto: Archivo Laguna.
Por Daniel Jiménez Carranza.
Sin duda gobernar un arte, una actividad que requiere creatividad, requiere de limpieza, de afán de servicio a la población, requiere entrega, pasión vocación por servir, y no sólo el ejercicio de gastos millonarios en obras, que sin duda también son necesarias, y que se han ido aplazando de un periodo de gobierno a otro, por diversas razones, algunas válidas, y otras por razones meramente partidistas electorales, en donde lo que prima es todo, menos el beneficio a la población.
Existen otras necesidades que no necesariamente tienen que ver con la erogación de los elevados montos millonarios que demandan las grandes obras y que fundamentalmente tienen su origen en la miopía sobre la percepción del malestar de la población, como podría ser el caso del crónico congestionamiento de la vialidad que conecta a Chapala con Jocotepec, que al cruzar por Ajijic, colapsa completamente su fluidez, sin que a la fecha, se hayan tomado medidas por parte de las autoridades municipales de tránsito que aporten una solución.
Así pudimos observar en la reciente visita del Gobernador Enrique Alfaro para inaugurar el Centro para la Cultura y las Artes de la Ribera, en donde se apostaron agentes de vialidad en cada cruce, a lo largo de la carretera, desde San Antonio Tlayacapan, hasta el fraccionamiento Villa Nova, en Rancho del Oro, con lo cual se aligeró considerablemente el tráfico, y nuestro ilustre gobernador pudo asistir a su evento sin contratiempos.
Sin duda que disfrutar de este tipo de privilegios, no caería nada mal a los trabajadores que ocurren a sus trabajos diariamente, a aquéllos que requieren atender compromisos en otros sitios, a aquéllos con cita de tratamientos médicos a determinada hora, y que les resulta imposible cumplir en tiempo, asimismo el recorrido, frecuencia y precio del transporte de pasajeros, es muy irregular, su costo es impuesto por los conductores a su arbitrio, no ha existido un acuerdo publicado sobre las tarifas, y tampoco información dentro de la unidad sobre sus tramos de recorrido, sin duda, todo ello debería atenderse puntualmente por las autoridades.
Es menester señalar ahora que se realizan obras por las calles tanto de Chapala como de Ajijic, sobre la necesidad de encementar los espacios peatonales de las banquetas, que en una gran cantidad, están construidas con piedras, lo que dificulta su transitar a las personas mayores residentes, muchos de ellos, con problemas musculo esqueléticos para quienes resultaría una ventaja considerable el evitarles usar este tipo de superficies irregulares; para los vehículos automotores, sin duda es una excelente solución, porque ello les obliga a circular a una velocidad moderada, además de que las calles empedradas, es una característica particular que distingue a los “pueblos mágicos”. Es momento de emprender acciones de iniciativa en beneficio de la población!
Vista hacia el Lago de Chapala. Foto: Archivo Laguna.
Por Daniel Jiménez Carranza.
Terminamos un ciclo anual, en donde hemos presenciado situaciones que nos han sorprendido, como es la guerra de Rusia-Ucrania, que ha representado un enfrentamiento político entre dos países, que otrora estuvieran unidos dentro del Régimen Soviético, y que en la actualidad, una vez distendidas las esferas de bloques, han emergido por un lado, como un distanciamiento del centro de Ucrania, hacia el núcleo político central del Kremlin al tiempo que, producto de los efectos de la simbiosis experimentada de la influencia cultural de un bloque como la URSS, se han dado también grupos prorusos, simpatizantes con la cultura rusa, y quienes a su vez, han sido atacados por el actual gobierno ucraniano desde el 2014, en que se declararon rusófilos, y que el Kremlin, ha decidido apoyarlos, e integrar estos territorios como parte de Rusia; desafortunadamente, este es un conflicto que amenaza con prolongarse, sin que hasta el momento existan posiciones de acercamiento y entendimiento para resolver este conflicto, conflicto que en esta ocasión, ha involucrado a gran parte de las naciones a nivel mundial, porque ello, lleva implícito una serie de desequilibrios económicos, políticos y energéticos, pues es bien sabido que Rusia ha abastecido a Europa de combustible, y que ahora derivado de este conflicto, ha propiciado un completo desequilibrio en el mercado internacional, que aunado a la pandemia del COVID, ha colapsado la economía mundial, de la cual nuestro país, no se encuentra a salvo, pues las consecuencias económicas también han incidido en aspectos económicos, energéticos, etc., donde los resultados aún no se han manifestado con la severidad que acompañan estos fenómenos. Independientemente de esta exposición sobre los efectos internacionales, a nivel interno, enfrentamos situaciones políticas como la lucha por la sucesión presidencial, en donde los ataques de todo tipo, no han cesado, y por el contrario, se han exacerbado entre la oposición con el actual gobierno, donde además se ha visto una participación más activa de grupos del crimen organizado, que han sembrado el terror en distintos puntos del país, en donde se han dado auténticas masacres de población civil, ello, ya no se puede interpretar como pugnas entre grupos delincuenciales para obtener una plaza, sino todo ello, presenta otro cariz relacionado con movimientos políticos que pretenden crear desconcierto, temor entre la población, con el propósito de crear este clima de zozobra para hacer aparecer al actual régimen, como fallido en la lucha contra la delincuencia, que sin duda, es una tarea pendiente que debe ser resuelta, y no necesariamente a través de las armas, manteniendo al ejército y fuerzas de seguridad en la calle, en donde el ciudadano, se encuentra en estado de completa indefensión; en la actualidad, con los avances tecnológicos, es posible identificar mucho mejor aquellos grupos que delinquen, pues el estado mantiene bajo su órbita, todos los elementos de seguimiento e identificación que le permite rastrear a quienes delinquen; es necesario crear un cuerpo de investigación que cuente con todos los elementos materiales, tecnológicos y humanos, necesarios para realizar la identificación y seguimiento de actos delictivos. Es necesario formar auténticos cuerpos profesionales de investigación y seguimiento de los delitos, evitando la exposición de la población al fuego cruzado entre fuerzas del orden y delincuentes, importante asimismo concientizar y acercarse a la población para que mediante su activa participación, contribuyan a erradicar este flagelo.
Ello representaría un recurso válido para erradicar la violencia, y ofrecer mayor seguridad con mejores condiciones de vida a la población.
Vista hacia el Lago de Chapala. Foto: Archivo.
Por: Daniel Jiménez Carranza.
Algo que siempre ha agobiado a la sociedad desde tiempos inmemorables, han sido los actos terroristas, su característica esencial es que propicia a quien o quienes los ejecutan un total anonimato, situación que enfrenta a la autoridad ante un fantasma escurridizo que impide su identificación y consignación, y a los autores, los conserva ocultos y protegidos contra cualquier acción legal en su contra, alimentando con ello. una zozobra social entre sus habitantes por el hecho de estar expuestos a inesperados e imprevistos acontecimientos en los que pueden verse afectados. Uno de los actos de esta naturaleza, lo hemos visto a principios del presente siglo, en la ciudad de Nueva York con el ataque a las torres gemelas, el cual conmocionó al mundo, y a partir de ello, se ha implantado un esquema de seguridad a nivel global, así como generado una sustancial lucha de ocupaciones e invasiones de un país hacia otros, con el propósito de reivindicar el suceso, sin contar con los elementos claros y válidos que hayan justificado la acción militar de una potencia contra otros países.
Aquí el punto medular, es la acción de un Estado que replica la acción ofensiva hacia otro u otros, con el poder de la fuerza de las armas, generando un clima bélico que amedrenta y aniquila a ciudadanos de los países invadidos, así como a la propia población civil del país que desarrolla la ofensiva reivindicatoria por el ataque sufrido de un grupo ignoto, a partir del cual se pueden construir tantas hipótesis como se pretendan, sin llegar a obtener una auténtica certeza de sus conclusiones. En este sentido, nos enfrentamos a un nuevo terrorismo, ahora generado por el Estado, en cuyo caso, implementa medidas impositivas y restrictivas a su población que ahora se encuentra al arbitrio de un poder estatal que acota sus libertades e impone la intimidación en su vida cotidiana, ejemplo actual, también lo podemos ver en la guerra que libra la Union Europea y Estados Unidos (OTAN) contra Rusia, en donde como resultado del empleo de la concatenación de sanciones Y suministro de armamento como respaldo a una nación como Ucrania, que mantiene un conflicto de años con Rusia, quienes no han logrado encontrar un entendimiento en pleno siglo XXI, en donde el barbarismo irracional aviva el fantasma de una guerra nuclear, en lugar de reunirse civilizadamente para lograr un acuerdo mediante los cauces diplomáticos, habilidosos que deben regir el aspecto convivencial entre naciones, en su lugar, han abordado la confrontación militar y apoyo logístico militar para resolver el problema.
del crimen organizado o no, pero seguramente mejor que muchas agrupaciones policiacas, han catapultado la vida de la sociedad en múltiples lugares del país, equiparando nuevamente este fenómeno a la acción de grupos terroristas que imprimen esta modalidad inquietante de zozobra en la población, y a la cual se pretende imponer el poder de la artillería militar para solucionarlo, lo que necesariamente contribuirá a alimentar mayor inestabilidad. Es inaplazable encontrar una mejor solución, y acabar con los balazos y abrazos, y en su lugar, aplicar el imperio de la Ley, apoyada con poco más de imaginación y creatividad en su instrumentación práctica.
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