Leticia Trejo practicando una posición de Yoga. Foto: Archivo.
Por: Leticia Trejo
Hay personas que se ganan nuestra admiración y respeto por los logros que obtienen a base de esfuerzo, constancia y disciplina. El mundo de la actividad física no es la excepción. Siendo entrenadora conocí a una señora de 56 años que había conseguido un cuerpo que era la envidia de chicas de 30 años, músculos con excelente formación, tamaño y densidad adornaban su físico y ella lo sabía y estaba muy orgullosa, nos contó que inició su actividad física a los 45 años y que antes nunca había practicado ejercicio físico formalmente. También nos compartió, de forma generosa, cuál era su secreto para lograr esos músculos firmes y bien definidos: su dieta basada en proteína tanto animal cómo vegetal y todos los días se tomaba dos licuados de proteína para poder construir más músculo. En algún momento ella dejó de asistir a sus entrenamientos y todos nos quedamos muy extrañados ya que su regla principal era no faltar a su preparación diaria.
Cuando la volvimos a ver estaba muy demacrada y su masa muscular había disminuido bastante y creímos que había enfermado en ese tiempo que dejamos de verla. Pero no era así, resulta que le detectaron osteoporosis avanzada. Obviamente su estado de ánimo decayó al recibir esta noticia porque los motivos que le dieron iban en contra totalmente del estilo de vida que había adquirido. Sin entrar en muchos detalles, la osteopenia es la condición que antecede a la osteoporosis, hay una pérdida de masa ósea pero no es peligrosa (todavía) y la secuela clínica de la osteoporosis es la fractura (sea en donde sea).
Resulta que el consumo de calcio no es lo mismo que su biodisponibilidad. Para mí resulta impresionante y sorprendente este descubrimiento. Resulta que el balance químico – biológico en el organismo es muchísimo más complejo de lo que creemos, pero sobre todo de las historias que nos creemos: “consume muchas hojas verdes porque tienen enormes cantidades de calcio”, “come productos lácteos esos son los que tienen más calcio”, “toma vitamina D”, “come muchas frutas y verduras”, etc. etc. Y es verdad, es muy importante el consumo del calcio en la dieta, pero tomando en cuenta si tu organismo tiene las condiciones ideales que lograrán la biodisponibilidad y absorción del mismo. Antes se consideraba que era una enfermedad de las mujeres, pero se ha descubierto que también los hombres la padecen, solo que a una edad más avanzada que ellas.
Esta persona descubrió que sus factores de riesgo fueron: exceso de actividad física, exceso en el consumo de proteínas, exceso en el consumo de suplementos que “ayudan” a que los músculos se desarrollen más rápido, exceso de cafeína y la que era más natural, la disminución de estrógenos. Existen otros factores cómo consumo excesivo de fibras dietéticas, tabaquismo, alcoholismo e insuficiencia renal y el abuso medicamentos cómo antiácidos, antiinflamatorios, geles de aluminio, todo lo que saque de balance el PH gástrico ya que al combinarse con el calcio forman fosfatos insolubles y el exceso de estrés.
Existe un lema muy conocido en México: NADA CON EXCESO, TODO CON MEDIDA, que es el ideal para esta columna.
En individuos normales la ingesta de calcio en la dieta es la única fuente de reposición y su biodisponibilidad depende de la salud de nuestros intestinos, pero ese, ya es otro tema.
Referencias tomadas de Ernesto Mota-B;ancas, *Eduardo Perales-Caldera*
Gac Méd. Méx. Vol. 135 No. 3, 1999.
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