Arturo Ortega (Chapala, Jal).- Chapala celebró el día de la bandera con un asta de 15 metros de alto y una reproducción del lábaro patrio de tres por cinco metros que fue izada frente a la alcaldía ante la presencia de alumnos maestros, servidores municipales y público en general.
La escolta del Colegio Octavio Paz estuvo ahí para dar paso a la bandera de tres por cinco metros de largo cargada por seis inspectores de la dirección de Reglamentos Inspección y Vigilancia que salieron de la alcaldía hasta el asta instalada frente donde alguna vez estuvo el monumento a los Niños Héroes, creación en bronce del escultor Miguel Miramontes Carmona.
Después de que una niña de la primaria del Colegio Octavio Paz recitara el juramento a la bandera, el lábaro fue izado por el alcalde y el apoyo de uno de los inspectores.
Acto seguido, la Secundaria Técnica 83 presentó un desfile de 15 banderas que se han utilizado a lo largo de la historia de país y sus batallas, desde un estandarte utilizado por los aztecas hasta la actualidad.
La mañana del 24 de febrero el alcalde Javier Degollado González emitió un discurso ante más de mil personas en el que destacó la unidad y ser un día de fiesta para los mexicanos.
“Hoy vemos una sola bandera que nos une a todos los mexicanos y es para esta ocasión que decidimos que nos faltaba un astabandera donde nosotros le rindiéramos culto a uno de los símbolos patrios más grandes…”.
En el tema de la unidad lamentó que en el municipio hay colonias en la que los que los jóvenes de otros barrios no pueden transitar sin ser agredidos como pasa en el San Miguel y Tepehua de la cabecera municipal, por ejemplo.
En este sentido habló de realizar esfuerzos para recobrar los barrios de la cabecera municipal y delegaciones a través de programas sociales y de obra pública.
El acto concluyó después de que el alcalde y los regidores presentes firmaron una constancia del izamiento de la bandera y se anunció que se buscaría que la bandera izada se incluyera en el catálogo del ejército.
Existe un texto de J. Jesús Gonzalez Gortazar titulado “Chapala el gran lago de Mexico” de la revista Aquellos tiempos de Chapala publicada por el Ayuntamiento de 1992-95. Pag. 7 dice: “Lo que si tiene rigor científico es que sus habitantes originales hablaban dialectos derivados del tronco yuto-azteca, con lo cual deducimos que estaban emparentados con los nahuas primigenios. Cocas y tecos, así como nahuas, fueron encontrados viviendo en sus riberas por los conquistadores y misioneros españoles. Por cierto aunque el idioma coca haya desaparecido por completo, dejó varias palabras que forman parte del patrimonio lingüístico de los tapatíos y de los jaliscienses en general: talache, mariachi, menguiche, joronchi, mamalonchi” (desde luego se cree que los vocablos michi y cihualli, “michicihualli” es de origen coca, recordando que los cocas vivieron en estas regiones anteriormente a la invasión azteca)
Hay cierta relación entre la mujer, la laguna y la luna, nótese que esta relación tripartita es femenina donde existe una relación en cuanto a sus ciclos de cada elemento, los cuales están estrechamente vinculados a la fertilidad, y relacionados con los efectos que ocasiona la luna llena sobre la marea de la laguna, y con los ciclos de la gestación de peces y de la fertilidad de la mujer. A mi particular punto de vista sería el origen del mito “michicihualli” michin-pez, cihualli-mujer o literalmente mujer pez, como espíritu de la laguna viviente. Este concepto “mitológico” fue la inspiración de la obra mural que realicé en el Centro cultural de Axixic, “El nacimiento de michicihualli” mural mitológico/histórico de esta región, donde la figura principal es una mujer indígena, que sale de las fauces de la deidad tlaloc por medio de un soplo acuático, predominando la simbología náhuatl e inaugurado oficialmente en el 2009.
Otro pasaje de J. Jesús González Gortázar del mismo texto en pag. 5 incluye una bella versión mitológica en relación a los fenómenos naturales que dice lo siguiente:
“La topografía es propicia para los vientos que soplan provenientes de todos los puntos cardinales: estas corrientes, según su punto de origen, son llamados: Mexicano, si viene del oriente; Guaracheño, si llega por el sudeste; Sur, viento que llega por el punto cardinal del mismo nombre (es el mas fuerte de todos); Colimote, del sudoeste; Abajeño, del occidente; Potrereño, del noroeste; Tapatío, del norte y Poncitleco, del noreste. Cuando estos vientos soplan con fuerza, particularmente el Mexicano y el Sur, ponían en serios predicamentos a los navegantes. Se decía que estaba enojada La Vieja Machis, que para algunos era una especie de llorona acuática.
En realidad este nombre viene de una corrupción lingüística de la palabra “Michicihualli”, es decir mujer-pez, deidad de la mitología prehispánica en cuyo honor se arrojaban a las aguas de nuestro querido Lago infinidad de pequeñas ollas, cuyo contenido en muchas ocasiones era sangre humana vertida durante sacrificios rituales de los aborígenes”.
Busca el siguiente capítulo el próximo sábado. En www.semanariolaguna.com en la sección de opinión o cultura.
Por: Eduardo Ramos Cordero
Hace poco al pasar por la plaza de Ajijic, advertí que las personas que también transitaban por ahí miraban incrédulos hacia el centro del cuadro y seguían su camino moviendo la cabeza con un gesto de desaprobación y disgusto en sus rostros, como diciendo: “No es posible, ya ni la chingan”.
Cuando volteé hacia donde todos miraban, identifiqué inmediatamente el motivo y el objeto de tanta indignación: El Kiosco.
No me quedó otra más que reaccionar de la misma manera que lo hacían todos, al recibir en la mirada un golpe increíble ante la incongruencia de estilos tan opuestos, y se presentó en mi cerebro la misma frase que nacía en todos: “Ya ni la chingan… No lo puedo creer”.
¿Es que creen, tal vez, que Ajijic está habitado por tontos que no entienden ni pizca de estilos de arte, de belleza y de armonía?
¡Qué prisa tienen por terminar la pobre plaza, por Dios! ¿Por qué no lo hacen paso a paso y analizando? ¿Por qué esa forma de proceder haciendo las cosas al “ahí se va”, y sin darle a conocer a la comunidad los planes que tienen en mente?
Con eso lo único que logran es que el pueblo reaccione desfavorablemente. Hay críticas, hay indignación. No se quejen si ahora al kiosco le llaman “el chilaquil” o el “tuti fruti”. Si quieren seguir actuando así, pues están en su derecho, pero por favor, no nos falten al respeto creyendo que somos una bola de melolengos incapaces de pensar y asimilar la belleza, y distinguir entre lo sublime y lo grotesco.
¿Pues no que lo único que los alienta es el gran amor para su pueblo? ¿Quién los podrá entender? O lo que es más duro. ¿Quién creen que se los cree? Ahí está la crítica señores, ahí está la reacción del pueblo hacía los trabajos que se hicieran a la plaza, concretamente al kiosco.
La mayoría del pueblo lo considera una burla, un trabajo al “ahí se va”, una falta de respeto hacía la sociedad y una ofensa al no tener en cuenta la voz y la opinión del creador del diseño plasmado desde un principio, quien merecidamente ganó ese honor, junto con los colaboradores Moctezuma Mediana, Ricardo González, Damián Díaz y otros tantos amigos y amigas que participaron para el control y transparencia de los ingresos. Un detalle curioso es que a Chuma (Moctezuma), Federico y Chicles (Ricardo González), todavía se les debe. ¿Por qué no se le permitió tan siquiera opinar sobre la terminación de su obra?
Cuando este servidor estuvo ante el presidente municipal, quien nos llamó para tratar asuntos relacionados con la obra catequista “Pasión de Cristo”, le pregunté con mucho respeto.
“Estoy seguro que usted no conoció la manera en que decidieron proceder con el kiosco y el piso de la plaza de Ajijic, porque es cierto de que si se lo hubieran mostrado, usted no lo hubiera aprobado de ninguna manera. Usted hubiera consultado al creador del diseño original”.
Él, que a pesar de tanto trabajo nos atendió amablemente, me respondió incrédulo: “¿Qué las columnas no son las del diseño original? A mí me dijeron que era una continuación de las originales”.
Yo respondí que no, que las columnas iniciales eran troncos estilizados de sauces. Si se recreó en el cuerpo del kiosco la flora y fauna del entorno del lago, las columnas debían armonizar también. En fin, me puse a pensar lo delicado que es que los colaboradores del Ayuntamiento no le informen la verdad al presidente.
Abajo, Tonatiuh (el sol) extiende sus rayos alrededor del kiosco y los proyecta por los pasillos de las jardineras. Es el quinto sol y representa al barrio de Tecoluta. En las cuatro esquinas de la periferia de la plaza están los otros cuatro soles con su luz estilizada representando a San Miguel, San Sebastián, San Gaspar y Santo Santiago. Cada uno es un homenaje a los cinco barrios que conforman nuestra población.
Los rayos que están circundando al kiosco eran de roca especial y de ónix, por eso las personas no se explicaban por qué algunos fueron cubiertos con piso que no concuerda.
¿Qué prisa hay? ¿Por qué no se termina la plaza poco a poco y de acuerdo con el diseño que la gente escogió y con su creador? ¿Por qué esa falta de respeto?
Me decía un anciano: “Teníamos entendido que se terminaría el trabajo de la plaza, no que se realizaría una remodelación. ¿A quién consultaron? ¿A quién se le comunicó, por ejemplo, que se iba a quitar la fuente? A lo mejor estaba bien, pero, ¿por qué no lo hacen saber a la población?
Dijeron que nada se iba hacer sin consultar a la ciudadanía. Entonces, ¿qué pasó? No son absolutos, no son dueños del pueblo. Deben consultar antes de tomar decisiones.
Pero en fin, lo hecho, hecho está, y ya no se puede hacer nada. Pero los que lo hicieron deben saber que el pueblo está molesto. No está de acuerdo.
Me contestó uno de los encargados de la obra: “Pues a muchos les gusta y dicen que se ve bonito”. Pero él no es capaz de asimilar que no se trata de “que se vea bonito o no” (de hecho todas las columnas “corintias”, griegas o egipcias son en sí mismas bellas). No se trata de la belleza sino de entender que esas columnas ¡NO QUEDAN! con el diseño original. ¿Es tan difícil entender esto, o ya es capricho?
Cuando el señor presidente Javier Degollado lo supo, nos dijo amable y comprensivo: “Pues debemos tumbarlas (las columnas) y que se siga trabajando con las originales”.
Yo le contesté: “Sería más justo desmontarlas y que se coloquen en otro sitio, donde sí hagan juego con alguna obra, porque están bonitas y el color de la cantera también”.
Ojalá que esto no levante ampollas sino la capacidad de reflexionar y de verdad cultivar un profundo respeto por la gente del pueblo. Nuestra comunidad no tiene la culpa de nuestros resentimientos, al contrario, hagamos lo mejor por ella, porque es digna de ser amada. Consultémosla antes de dar el paso.
MIguel Cerna (Jocotepec, Jal.).- Noemí Judit Robles Jiménez, coordinadora del grupo “Alma Misionera” del Santuario de la Virgen de Guadalupe, fue una de las asistentes, pudiendo ver al Sumo Pontífice a escasos metros de distancia en el estacionamiento de acceso al estadio.
Noemí Robles dijo que derramó algunas lágrimas, y que se sintió emocionada y satisfecha con tan sólo haber visto al Papa Francisco unos segundos en su desfilar. Para ella valió la pena el sacrificio de esperar ocho horas bajo el incandescente sol, con hambre y cansancio.
Robles Jiménez comentó que se le hizo corta la espera gracias al ambiente de furor que se vivía, dónde no dejaron de corear porras, cantos y rezos. Además de que la experiencia le sirvió “para conocer jóvenes de otros lugares con el mismo ideal y ambiente religioso”. La comitiva que iba con Noemí ondeaba banderas de México con la palabra “Jocotepec” escrita en la parte inferior.
Aunque Judit Robles no pudo ingresar al recinto, sintió “cerca” la presencia del Pontífice, a través de las pantallas gigantes. Su satisfacción personal fueron las fotos que le tomó.
Esa tarde, el Papa sostuvo un encuentro con más de 100 mil jóvenes michoacanos y de diferentes partes de la República que se dieron cita en el estadio Morelos.
Por: Fernando Davalos
El pequeño compacto que nos transportaba estaba ya por llegar a la casa de Félix, el último de los integrantes de Nuevo Camino que subiría para apretujarse con el resto de la comitiva. La madrugada estaba iniciando un poco tensa debido a que íbamos retrasados rumbo a nuestra cita con nuestra querida generala, la Virgen María de Zapopan en aquel frío 12 de octubre.
Eran ya las cuatro y media de la mañana y desconocíamos por ser aquella nuestra primera romería, si debimos haber llegado más temprano aun a la catedral de Guadalajara debido al enorme número de personas que año con año se congregaban en un número cada vez más creciente a sus alrededores y sobre la avenida 16 de Septiembre de la ciudad para acompañar a su Virgencita.
Para colmo, al llegar a la casa de Félix, la encontramos completamente a oscuras y sin vestigio alguno de su presencia pues ya debía estar esperándonos en la banqueta. Alicia, que manejaba su pequeño compacto, salió con rapidez del mismo a investigar y escudriñar por sobre la baja barda de ladrillo que delimitaba el jardín de Félix para ver si lograba ver actividad o luz en su habitación.
Repentinamente y surgido de la nada, Félix cayo de un salto justo al lado de Alicia quien se llevó un susto mayúsculo. Todos reímos ruidosamente ante la ocurrencia de nuestro querido compañero quien estuvo tranquilamente esperándonos en medio del frío y la oscuridad más completa encaramado sobre su barda para simplemente descender de la misma con un salto felino en cuanto vio a Alicia acercarse.
Aquel fortuito y chusco evento disipo por completo la tensión del momento y nos ayudó a encarar nuestra jornada con buen ánimo. Apretujados viajábamos, Krista, Alicia, Rosana, Tomas, Félix y Agustín.
Al irnos acercando a la catedral pudimos reconocer de inmediato los rítmicos y ancestrales sonidos producidos por los tambores de los grupos concheros que estaban organizados en “mesas” o comunidades y dirigidos por “capitanes” según la tradición prehispánica de origen Chichimeca que está unida históricamente a los ritos solares de la nación Náhuatl.
Varios grupos de Concheros estaban ya danzando afuera de la Catedral ya que siempre han tenido una importante participación en la romería que camina con la Zapopana desde la Catedral metropolitana hasta su santuario en la Basílica de Zapopan rindiéndole con ello todos los honores y tributándole todas las muestras de amor y afecto de que es digna merecedora.
En esta ocasión seria el conocido y respetado grupo de concheros de los hermanos Plasencia quienes tendrían el honor de ir con su mesa por delante de la romería. Nos llevó al menos otra media hora hacer el recorrido desde la Casa de Félix hasta que por fin logramos no sin dificultades -a pesar de la temprana hora- encontrar un espacio donde estacionar el carro de Alicia en las inmediaciones de la catedral. Expectantes y silenciosos salimos del vehículo. Eran ya las cinco de la mañana.
El día del sincretismo nacional
Era este un día de oportunidad espiritual por muchas y validas razones: Se celebraba el día de la raza, el día del sincretismo en nuestra nación. El alma poderosa y ancestral de nuestro México había sabido a través de enormes sacrificios, sintetizar lo mejor de los sagrados elementos que unen a nuestras dos culturas y la romería de Zapopan junto con otras romerías y celebraciones religiosas en nuestro país, constituían un importante testimonio religioso, mágico-ritual de la fusión creativa y complementaria de lo más sagrado que nos sustenta desde hace milenios.
Concheros, organizaciones religiosas, clubes de admiradores de nuestra señora de Zapopan, contingentes a caballo, organizaciones de oración del santo rosario, feligreses católicos, diversos grupos de oración, ordenes monásticas de hombres y mujeres, monjas, sacerdotes, diáconos, seminaristas, presbíteros, ancianos, niños, participantes de todas las denominaciones, comerciantes y vendedores, curiosos y escépticos, sin olvidar las infaltables representaciones del mal con sus chamucos y demonios con látigos; todos asistían congregados alrededor de nuestra querida generala, nuestra señora madre María de Zapopan, la madre del Dios vivo.
Nuevo Camino, cuyo objetivo primordial busca la fusión creativa y respetuosa de lo mejor de nuestras dos culturas madres a través del mestizaje del que somos participes, no podía faltar en ese día especial en el que las poderosas y telúricas energías de tipo masculino que estaban depositadas en la catedral Metropolitana de Guadalajara eran transportadas a la Basílica de Zapopan de manera segura y fervorosa por una multitud de creyentes que acompañaban a su generala a su casa.
En ese día especial, las energías de tipo masculino con sede en la catedral metropolitana y las de tipo femenino cuyo asiento era la Basílica de Zapopan lograban equilibrarse en beneficio de todos los habitantes de la región.
Estas visitas han venido realizándose cada año desde el 20 de mayo hasta el 9 de octubre a través de todas las parroquias de la ciudad de Guadalajara. Esta tradición inicio en 1721 cuando las visitas de nuestra señora disminuyeron sensiblemente una epidemia causada por un virus mortal que estaba matando a miles de sus habitantes. Esta caminata ritual, es la culminación de las visitas que la Zapopana ha realizado desde 1721 a todas las parroquias de la ciudad de Guadalajara, llevando de parroquia en parroquia su energía característica y sus bendiciones y recibiendo y transmutando las energías específicas recibidas en cada parroquia para concluir después su sagrado peregrinaje en la catedral Metropolitana.
La representación de la Zapopana es una bella y pequeña escultura de la inmaculada concepción de la Virgen María que fue un regalo del franciscano español Fray Antonio de Segovia y que lleva el nombre del santuario donde se le venera hoy dia, en el viejo asentamiento conocido como Zapopan, que proviene de la palabra Nahuatl, Tzapotl o “lugar entre arboles de zapote”.
Este asentamiento fue habitado desde 1160 por familias de origen Maya, Zapoteca y Náhuatl y fue dependiente del Señorio de Tonallan de origenes Chimalhuacanos. La Zapopana fue hecha con madera y corazón de maíz probablemente a petición de Fray Antonio por indígenas de la nación p’urhépecha or Purépecha perteneciente al antiguo Señorío de michhuacan (hoy dia estado de Michoacan en México) y fue traida por este devoto franciscano al entonces reino de Nueva Galicia (hoy estado de Jalisco en Mexico).
En 1724, la Zapopana gracias a sus constantes favores y milagros fue oficialmente llamada y honrada como la santa patrona y protectora de la ciudad de Guadalajara contra rayos, tormentas y epidemias. Desde entonces, la Zapopana ha recibido muchas otras distinciones como milagrosa, pacificadora, estrella de la evangelización, generala de armas y protectora del estado de Jalisco, reina de Jalisco y madre de la ciudad de Guadalajara.
Busca la continuación el próximo viernes en esta página de internet.
Corría el año de 1510 cuando el jefe de Poncitlán, llamado Chapalac, tuvo diferencias con el cacique natural de los coca, lo cual originó que emigrara hacia otro lugar. El grupo tribal Chapalac llegó a un poblado con sus guerreros y familias, y como hojas secas del tiempo otoñal, gobernaron el poblado adjudicándole el nombre del jefe, tan temido como respetado, “Chapalac”. Desde entonces, “Chapalac” significa lugar de chapulines sobre el agua, o, en lengua indígena coca, “Chapantl, que significa lugar empapado.
El guerrero Chapalac entró a estas fértiles tierras y generosas con pie derecho. Pero esa buena suerte no duró mucho, ya que su primer descendiente fue una mujer. Ella sufrió desde el instante mismo que arribó a la vida, y aún más con las maldiciones que su padre pronunciaba cuando veía su raro semblante. La madre de esa niña excepcional murió en manos de Chapalac, quien ocultaba muy bien su instinto diabólico y perverso.
La niña estuvo escondida desde que nació entre las cuatro paredes del jacal. Nunca contemplaba las abejas con traje de terciopelo, los pajarillos libadores, las hacendosas hormigas y la yerba silvestre que crecía a las orillas del espejo nacarado, ni podía comer moras ni agüilotes del campo. Nunca cruzaba palabra con nadie, no sabía hablar. Sumida en soledad creció y se hizo mujer.
Chapalac era perverso como el mismo demonio. Uno de sus mejores hombres, Tezontli, ultrajó y embarazó a la ya adolescente y fea hija del jefe, y éste reía al escuchar lo ocurrido.
Esa mujer de sentimiento noble y de insoportable presencia para el gran jefe no conoció el odio, hasta mucho tiempo después. El sentimiento de la semilla que implantara Tezontli se hizo eterno. Viéndola Chapalac, su padre, en ese estado se doblegó un poco, dejándola salir a lavar a la laguna, después de que las demás mujeres regresaran.
El día del alumbramiento fue inolvidable para ella. Estaba en la laguna cuando la tarde asfixiaba el término de la jornada. Ese día, por suerte o por fatalidad, entre masa de agua, piedras de lavadero y lirio, se escuchó un chillido agudo. Cuando tuvo a la criatura en sus brazos, un grito de angustia y terror hirió al horizonte, seguido de unos sollozos lastimeros. Observó a la criatura descubriendo una leonada melena, algunos dientes, pelusas en su tierna faz y ojos vivaces. Ella abrazaba a la niña cara de bestia, soltaba el llanto y la risa al mismo tiempo, pues intuía el destino de esa inocente con apariencia monstruosa.
Pero nadie entendía nada. La rara mujer ocultaba su criatura muy bien. Cuando salía por comida o a lavar, siempre le gritaban en su lengua natural: “Malos espíritus, agárrenla fuerte, muy fuerte, no la suelten”.
Al ver tanta injusticia, huyó con su hija en una canoa de carrizos hacia la isla conocida hoy como la Isla de los alacranes.
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Vivió muchos años el jefe Chapalac, padre de la mujer de rostro feo y cuerpo de ninfa. Los indígenas del poblado contaban la historia de dos mujeres, una joven y una más vieja, ambas con caras maravillosamente feas. Se decía que en cualquier sitio y a la misma hora se veían vagando por la orilla de la isla.
Decían que todas las noches espantaban a los indios pescadores que pasaban cerca de la isla, además si algún valiente intentaba sorprenderlas, terminaban en las entrañas de esas mujeres-bestias.
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Después, sólo quedó el vaho de un recuerdo. Los indios del poblado Chapalac, con cierto respeto y temor, hicieron una escultura de gran belleza artística, que reflejaba la cara de un león con el cuerpo de mujer, en honor al sufrimiento de esas mujeres horribles. El costo de esa obra era invaluable, pues atraía a “los malos espíritus”, y, así, ya no se esparcían por el poblado.
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La escultura estuvo aproximadamente hasta finales del siglo XVIII, custodiando la calle principal de la ya ahora ciudad de Chapala, Jalisco. Quizá permaneció allí por temor y respeto, o bien, para no dispersar “los malos espíritus”.
En San Juan Cosalá aún existe un viejo relato entre los ancianos, en relación a esos grandes y frondosos árboles de hoja ancha, parientes de los llamados árboles de hule, conocido popularmente como “zaláte” (tzal-atl). Estos árboles abundaban entre la humedad cercana a la orilla de la laguna. Se trata del legendario relato “zaláte de los monos” del cual hace mención mi amigo y colega pintor Isidro Xilonsochitl oriundo de ese pueblo y otras personas más.
Cuenta el mito que había un gran zaláte muy frondoso en la orilla de la laguna y que los antiguos le arrojaban ofrendas en sus raíces. Infinidad de artefactos de barro cocido y piedra esculpida como símbolos a la fertilidad. Una vez el nivel del lago subió bastante debido a fuertes tormentas, el zaláte quedo inundado y muchos de sus habitantes tuvieron que emigrar a las faldas del cerro. Posteriormente con el tiempo bajo nuevamente el nivel del lago y ese gran árbol volvió a ser visto con sus ofrendas entre sus raíces.
Para ese entonces decían que en San Juan Cosalá las mamás asustaban a sus niños que se portaban mal, les decían que en ese árbol de zaláte había una mujer vieja con su cabello muy largo, que salía de la laguna y se veía caminando por la orilla de la laguna a deshoras de la noche y que si sus hijos seguían portándose mal, esa vieja se los iba a llevar y los iba a ahogar. Hay quienes dicen que era la llorona de la laguna, la cual había ahogado a sus hijos y que muy en la noche se oían sus lamentos. Cabe mencionar que esta leyenda es muy popular en todo México, principalmente donde hay cruces, lagos y presas.
Parece ser que el concepto que se le atribuía a la fertilidad del zaláte de los monos y la leyenda de la llorona, dio origen al mito de una especie de mujer acuática que tenia que ver con la fertilidad de la laguna, conocido como “La Vieja Machis” donde la palabra machis viene de michi que en lengua natural es “michin” significa pez, de origen náhuatl y/o purépecha. Recordando que antiguamente la ribera del lago era parte del dominio tarasco. Está por ejemplo el exótico platillo del “caldo michi” caldo de pez, que con frecuencia se acostumbraba entre los pescadores, era una combinación de bagres, carpas, huachinangos y amilótes conocidos como charales blancos. Por consiguiente este mito esta emparentado con la fertilidad de variedad de peces que poseía la laguna, de ahí pudo haber venido la idea de que se le arrojaban ofrendas de barro al lago por su gran abundancia.
Arturo Ortega (Chapala, Jal).- Después de 12 días de fiesta de Carnaval, con la imposición de ceniza en la Parroquia de San Francisco de Asís, inició la Cuaresma este 10 de febrero, miércoles de ceniza.
Cientos de fieles se congregaron en la parroquia y capillas en Chapala para ser “tiznados” con las cenizas del Domingo de Ramos.
La ceniza en la frente de los fieles significa que de las cenizas surgimos y a las cenizas volveremos. La Cuaresma busca recordar los 40 días que Jesús pasó en el desierto, en la reflexión y bajo las tentaciones del diablo, según las santas escrituras.
El cura Enrique Monteón Curiel dijo que la Cuaresma es un regalo de Dios, es tiempo de gracia y bendición para renovarse. “La Cuaresma es la oportunidad que Dios nos da para purificarnos”.
La Cuaresma culminará con la celebración de la pasión y sacrificio de Jesús. Durante este periodo, los cristianos, católicos y apostólicos ayunarán todos los días y se les prohíbe comer carne roja los días viernes.
Foto: D. Arturo Ortega.
D. Arturo Ortega (Chapala, Jal).- Chapala inició el jubileo de la misericordia durante las celebraciones de la Virgen de Lourdes el 11 de febrero por las calles de la cabecera municipal.
La procesión partió de las puertas del templo con la imagen cargada por los fieles del barrio de Lourdes, siguió por la calle Niza Oriente, siguió por Miguel Martínez, Chapala, Manzanillo, Avenida Francisco I. Madero y la imagen se presentó ante el retablo del templo de San Francisco y de ahí pasó por el malecón y la Avenida Hidalgo, hasta regresar a la capilla de la que partieron.
El cura Enrique Monteón Curiel, ante más de 200 feligreses del barrio, explicó que la misericordia es el perdón, por lo que instó a perdonar a sus semejantes durante el día del enfermo.
Durante la ceremonia, bendijeron agua, un niño y una niña realizaron el sacramento de la primera comunión y se pidió por las necesidades de las personas del barrio.
La comunidad de la Virgen de la misericordia celebró el día con una verbena popular y fuegos pirotécnicos.
Hugo Gustavo Zamora Medina (San Juan Cosalá)-. Entre harina y risas, las personas desfilaban con coloridos vestidos de mujeres exuberantes en el tradicional convite del Carnaval 2016 San Juan Cosalá, realizado por vecinos de la población, quienes se organizaron a partir de las cinco de la tarde, previo al miércoles de ceniza en el que inicia la cuaresma.
Se trató de una fiesta callejera en la cual las personas salieron a las calles con humor para ver la algarabía de personas vestidas de mujer, que con pelucas, bombas o rellenos relumbran senos y «pompas» de más, en donde decenas de familias fueron contagiadas de la alegría del evento que la delegación de esta localidad y su anfitriona “Lolita” organizaron.
El convite de esta localidad tiene su historia en la tradición y creencias, por lo que al paso del tiempo se convirtió en una satisfacción, y año con año, los participantes salen a bailar en las calles al son de la música.“Según las circunstancias, en la disponibilidad de sus organizadores, éste se refuerza; sin embargo, otras veces se ve sin gracia”, comenta Claudia, quien siempre aporta prendas para la vestimenta de los artistas.
“Lolita”, ahora delegada de esta comunidad, siempre se ha destacado en la convivencia sana y la conservación de las tradiciones y costumbres, pues esta vez, para hacer más llamativo el evento invitó a más jóvenes a sumarse al tradicional convite del carnaval San Juan Cosalá 2016.
Fotos: cortesía.
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