Por: Eduardo Ramos Cordero
¿Qué pasó? ¿Por qué desaparecieron los alegres festejos en honor al santo titular de cada barrio? ¿Por qué razón está por desaparecer el cargo de San Sebastián, única mayordomía que se conserva desde la época colonial?
“En antes había muncha pobreza, pero muncha voluntad de los barrios. No dejaban sólo a los comprometidos nunca. Todos llevaban algo como gallinas, guajolotes, manteca, maíz, chiles, semillas… Muchas cositas pa’ la comidita del cargo.
»A luego, los amigos de los otros barrios subían a sus lomas a bajar la leña que s’iba necesitar, mientras los del barrio del festejado iban a ofrecerse para ayudar en cualquier quihacer o en lo que juera, porque, criatura de Dios, ¡era un trabajal bárbaro! Pero la verdá, qué rebonito, con tantas bromas, alegría y manos ayudando, pos ni se sentía que juera trabajoso.
»Qué gusto de celebrar a nuestro santo y embitar a los demás barrios y ofrecerles de lo mejor que tiniamos”.
Así hablan los ancianos de mi niñez. Narrando con nostalgia la pureza de aquellas tradiciones barriales de las que formaron parte siendo aún muy niños.
¿Qué pasó en escasos sesenta años en este tema?
Conforme la modernidad (en todos los campos) fue arribando, fue muriendo la solidaridad de los vecinos y los Cinco Barrios. Murió la preocupación por el esparcimiento que propicia unidad y salud mental. Se fue gestando el desgano, la apatía y el desprecio por lo nuestro.
La responsabilidad y el compromiso dieron paso al “ahí se va”, al “me vale”, al “me da lo mismo”, al “ahí que se las averigüen”…
Nos casamos con la idea de que “es bronca de los encargados. ¿Para qué andan de metiches?”. Y lo que es peor, acudimos a disfrutar la tradición, comemos, bebemos y disfrutamos, y nos enojamos si no nos dan o si nos piden mover alguna mesa o alguna olla. Nos sentimos indignados.
Todavía más los jóvenes. No sólo no cooperan, sino que echan a perder el esfuerzo de los organizadores aventando piedras, huevos podridos o llenos de harina en lugar de confeti.
¡Qué miseria de personas! ¿Quién puede seguir sosteniendo las tradiciones con esta calidad de jóvenes?
El comité del barrio de San Sebastián, encargado de la fiesta cada año y encabezado por la señora Irene Martínez, está cansado de toda esta irresponsabilidad y desprecio por lo nuestro. No le asusta la organización ni la obtención del dinero necesario; lo venció la falta de compromiso de gran parte del barrio y el comportamiento grosero de la juventud carente de identidad. Por lo que ha decidido dejar el cargo.
La edad y la enfermedad hubieran sido lo de menos si hubieran encontrado eco y compromiso en la totalidad de la sociedad de San Sebastián.
Ahora se van. Dejan el cargo y yo humildemente no puedo más que decirles gracias por su amor, por su trabajo. Es un privilegio ser su amigo y haber podido ayudar tan sólo un poco para que Ajijic siga siendo el pueblo de las tradiciones y la cultura.
Los que queden en el cargo tienen un gran reto, pero saben que no están solos; cuentan con el concejo del comité que entrega y con la ayuda de muchos y muchos amigos.
¡Enhorabuena, doña Irene y compañeros! Fueron valientes y nos enseñaron que sí se puede cuando se ama.
Doña Irene dijo que era una tradición ( la Fiesta de San Sebastián) que había visto desde que era niña, y que, junto con la señora Bertha Barón y vecinas del barrio de San Sebastián, decidió rescatarla.
Domingo Márquez (Ajijic, Jal.).- Pipián, mole, arroz y frijol fue la comida que doña Irene Martínez hizo en ollas de barro para alimentar a un centenar de personas que participan cada año en la fiesta de San Sebastián. Pero no sólo da de comer, sino que también invita el desayuno a los que asisten a las mañanitas, a las seis de la mañana, y a la misa oficiada en el barrio ubicado al pie del cerro en Ajijic.
Doña Irene ha realizado esta tradición durante más de 35 años, sin embargo, debido a su edad ya quiere dejar “el cargo de San Sebastián” a alguien más. Las vecinas planean hacer una junta, ya que desean que la próxima organizadora de la fiesta, que comienza a las seis de la mañana del 20 de enero y termina con un baile a altas horas de la noche, sea del mismo barrio.
Este año, llegaron a la comida numerosas personas, ya que se les da de comer antes de ir a la procesión y también la bebida durante el baile, ponche de frambuesa y “vampiritos” cargados de tequila. Uno de los botes donde estaba el famoso trago tenía hasta 15 litros de tequila.
Doña Irene dijo que era una tradición que había visto desde que era niña, y que, junto con la señora Bertha Barón y vecinas del barrio de San Sebastián, decidió rescatarla.
El catequista Manuel España, quien no es del barrio pero sí originario del pueblo, expresó que él quiere rescatar las tradiciones de Ajijic, y por eso participa en esta fiesta tan colorida.
Cada año San Sebastián visita el barrio que lleva su nombre.
Domingo Márquez /Jocelyn Cantón (Ajijic, Jal.).- Pasaban las cuatro de la tarde del 20 de enero. Todo estaba listo para acompañar a San Sebastián de regreso a su capilla. Danzantes y dos niños disfrazados del santo, uno en un carro alegórico y otro arriba de un burro, éste encabezando el recorrido, esperaban ansiosos que diera comienzo la procesión.
También esperaban las tres reinas en la parte trasera de una camioneta, sayacas, hombres vestidos de mujer y señoras vestidas con atuendos mexicanos, quienes llevaban en el brazo cascarones de huevo rellenos con confeti.
Poco a poco y de manera natural, los contingentes se fueron agrupando para comenzar el recorrido. Doña Irene, la encargada de la organización de la fiesta, pedía a señores su ayuda para cargar la imagen del venerado santo, que ya iba de regreso a su capilla, ubicada en el centro de Ajijic, después de haber visitado como cada año el barrio que lleva su nombre.
Los contingentes comenzaron a tomar su lugar. Encabezaban el recorrido las sayacas, que llevaban puestos sombreros, pelucas, máscaras de papel mache y vestidos multicolor, y a lo largo del camino arrojaban a la gente harina y confeti.
Detrás de los coloridos personajes, le seguía el niño Israel Martínez, que, representado a San Sebastián, iba montado en su burro, como se acostumbraba en los tiempos del santo, quien fuera un soldado del ejército romano.
Detrás de “Israelito”, le seguía el grupo de danzantes que llevaban penachos de plumas multicolores y taparrabos, además de un sahumerio que dejaba en la calle el olor a copal. El retumbar de su tambor, cada vez más insistente, daba ánimos a las más de cien personas que iban en la procesión.
Doña Irene, la encargada de la fiesta de San Sebastián, y el catequista del pueblo, Manuel España, se veían pasar con una canasta con huevos pintados de colores, colaciones y dulces de anís de diferentes colores que entregaban a los espectadores.
En la calle Emiliano Zapata, se incorporaron tres hombres que llevaban sobre sus hombros ollas con comida. Cerca de ellos, otros tres hombres iban cargando una madera horizontal sobre sus hombros, en la que llevaban el tradicional pan Tachi-hual embetunado, ese que sólo se embetuna para las ocasiones especiales.
Cuatro hombres cargaban la imagen de San Sebastián, acompañada del tronido de los cuetes que anunciaban a los pobladores que la procesión ya estaba recorriendo algunas calles del pueblo.
Las risas de los niños que iban delante de la procesión tratando de huir de la harina que les arrojan las sayacas, avisaban en lo inmediato que la procesión “ya venía”. Las sayacas no bailaron como acostumbran debido a que la banda de música “La Nueva Banda” llegó tarde al recorrido, puesto que tenían otro compromiso.
Durante el recorrido, numerosas personas se integraron a la procesión del santo que llevaba su tradicional atuendo rojo. Para sorpresa de muchos, al arribo del santo la capilla se encontraba cerrada, y como los grandes personajes, tuvo que ser ingresado por la puerta de un costado, no sin su comitiva, integrada por los danzantes, la banda de música y más de cien feligreses. El último en entrar a la pequeña capilla fue un danzante que en su espalda llevaba tatuada a la virgen de Guadalupe, y en su pecho un águila devorando una serpiente. Llevaba, además, puesto un peculiar taparrabo hecho de corcholatas.
Ya en la capilla, sonaban los tambores y los cascabeles que los danzantes llevaban en sus pies. Con gritos de “¡Viva San Sebastián!”, y “¡Viva Cristo Rey!” se anunciaba que San Sebastián había llegado a su casa.
Ver a los danzantes arrodilladlos ante un santo español, me recordó la conquista y la aceptación de la religión por parte del pueblo indígena.
Al dejar a San Sebastián, la procesión cada vez más numerosa, llena de mexicanos y extranjeros, continúo su camino rumbo al barrio de San Sebastián, donde se iba a realizar el baile amenizado por “Parritas Musical”, pero no sin antes hacer el “papaqui”, que consiste en quebrarse los cascarones llenos de confeti en la cabeza.
La música y el baile se prolongaron hasta las once de la noche.
Fue también la despedida de doña Irene, encargada de la fiesta por más de 35 años. Hoy, está buscando quién la cupla.
Luis Ramos “el Güero” se levanta todos los días a las tres de la mañana para ir a regar el pasto del campo de fút-bol.
Jocelyn Cantón (Ajijic, Jal.).- Una vida en la cancha ha pasado Luis Ramos González, quien lleva más de una década cuidando del campo de futbol Guadalupano de Tecoluta.
A diario, Luis Ramos, de 75 años de edad, comienza su día regando el pasto de la cancha, que tiene alrededor de 45 años funcionando. Los días comienzan para él a las tres de la mañana dando mantenimiento a este espacio dedicado al deporte del balompié.
Desde hace poco más de doce años que Luis “el Güero” se encarga de esta labor que se ha convertido en parte crucial de su vida. Su trabajo comenzó después de que Domingo Casillas, encargado y fundador, dejara de fungir como administrador luego de que el campo fuera tapado por la laguna de Chapala.
Cerca del año de 1992, el lugar estuvo abandonado y la gente iba al campo que estaba cubierto por el vaso lacustre más grande de México a echar sus escombros y desechos, por lo que la gente de barrios aledaños se turnaba a cuidar que esto no sucediera. Entre la gente que se encargaba de cuidar el campo se encontraba Luis Ramos, quien dice que fue una labor muy dura para los ajijitecos el rescatar este espacio.
Al bajar el nivel del lago, la cancha fue rescatada y el COMUDE creó un comité que lleva ya doce años en función. El presidente desde entonces ha sido Job Ramos Romero y el vicepresidente Enrique Zamora Ramos, y es, desde entonces, Luis Ramos el encargado de cuidar de este lugar destinado al deporte.
Manteniendo la cancha y subsistiendo de los diez pesos que se cobra a la entrada de cada partido, Luis ha sabido tener en buenas condiciones el lugar. La iluminación en el campo se ha ido poniendo poco a poco. Hoy hay seis lámparas, que en principio fueron fiadas, pero que con esfuerzo “el Güero” ha ido pagando con el dinero de los partidos.
Luis, que es viudo y tuvo doce hijos, explicó que para él cuidar el campo es un relajamiento, y que la gente del pueblo bromea diciendo que está casado con el campo. En diciembre decidió irse a vivir al país vecino, donde se encuentra la mayoría de sus hijos, sin embargo, se regresó a México tras haber pasado un mes.
Expresó sentirse molesto por la petición del presidente municipal Javier Degollado González de querer quitar la concesión del campo Cruz Azul al comité encargado ya que la comunidad de Ajijic fue quien comenzó a habilitar el lugar con picos y palas, contó en una entrevista para este medio.
Los que iniciaron con la habilitación del campo de fútbol Cruz Azul después de la donación de los terrenos que había hecho José Aguilar, fueron Juan Pérez y la comunidad de Ajijic, así lo recuerda Luis quien entonces era un infante.
El campo Guadalupano de Tecoluta se encuentra a la orilla de la laguna, cerca de las seis esquinas en Ajijic. Se abona una vez por año y se poda dos veces por semana. Se gasta un estimado de 300 pesos semanales y es un lugar donde todos los días hay gente, mencionó el entrevistado.
Entre risas, Luis contó una anécdota del campo donde una vez se hizo una fiesta tipo “rave”, donde no hubo ningún tipo de restricción y se colaron de todo tipo de drogas. Esto con un engaño que se le hizo al expresidente municipal Joaquín Huerta, que había firmado el permiso pensando que se llevaría a cabo una actividad cultural, así lo platico “el Güero”.
“El campo es propiedad de la laguna, es la única dueña y la única que lo puede quitar”, expresó para terminar Luis Ramos.
Foto: Jocelyn Cantón.
§ Durante la noche utilice chalecos fluorescentes o ropa con rayas reflejantes que lo hagan visible. Lleve consigo una lámpara de mano para iluminar su trayecto
§ No camine solo, intégrese algún grupo y manténgase en comunicación con sus familiares
§ En caso de padecer alguna enfermedad, lleve consigo su medicamento y receta. Es importante que conozca el número de afiliación del servicio médico al que pertenece para en caso de emergencia
§ No se automedique, el abuso en el consumo de analgésicos puede causar graves afectaciones en su salud
§ Durante el trayecto manténgase hidratado, lavase las manos o utilice gel antibacterial antes de ingerir alimentos y después de ir al baño
§ No tire basura sobre la carretera, respete los señalamientos y siga las instrucciones de las autoridades municipales y estatales.
Por: Ili
Yomar Alejandra Sainz Villagomez, “Ale Fips”, de Guadalajara, quien vivió la mayor parte de su vida en esta ciudad, casi 8 en el Distrito Federal y ahora en Manhattan, Nueva York, es quien se abre y me cuenta de la nostalgia que siente de su México querido y tan lejano.
Ale Fips comenzó a hacer teatro a los 8 años. Cuando cumplió 15, obtuvo el primer protagónico en el musical El príncipe Rana. A los 18, formó parte del proyecto musical de TV Azteca High School Musical, y después participó en Código Paranormal, una serie de LATV que estuvo al aire a nivel nacional en EEUU, y en Televisa en series como: Como Dice el Dicho y La Rosa de Guadalupe. Además hizo un largometraje a lado de Luis Fernando Peña y Gerardo Taracena “El Buchón”.
Actualmente, realiza teatro en la ciudad de Nueva York en el teatro experimental La Mama ETC. Pertenece a la compañía de teatro especialista en danza y marionetas LOCO 7, donde forma parte de los proyectos Adventures of Secuy and Boto y de Undefined Fraction.
Cuando le pregunté por qué había dejado México, lo primero que hizo fue renegarme con la expresión:
—¡Por favor! Ah, no —luego argumentó—: Porque tuve la oportunidad de ser parte de un proyecto en el cual termine siendo productora.
Con esto se le abrieron las puertas a La Mama ETC con la obra Judgment on a Gray Beach. Por este motivo, después se mudó a Los Angeles donde estudió en la escuela Stella Adler Academy of Acting.
Ale Fips comenta que ve a México desde afuera con nostalgia, admiración y orgullo, pero admite cada vez todo se pone peor, sobre todo por la violencia actual.
Si tuviera la oportunidad de regresar, principalmente lo haría para estar con “su gente”, que es lo que hace más difícil estar tan lejos. Extraña la comida y la calidez de la gente mexicana en general.
Vive México “de lejos”, hablando con cuanta persona la rodea con una gran sonrisa en la cara y llena de orgullo de su amado país, de su gente, los paisajes, la comida, costumbres, arte, cultura…
El mexicano que se siente como tal y se presenta con justa dignidad, no importa qué tan lejos de su país se encuentre, las circunstancias por las que se fue, las condiciones actuales presentes, lo que dejó, tiene y llegará a obtener. Siempre llevara a México a flor de piel. Lo bueno, la tragedia, lo folclórico y lo inevitable. Van con uno, se nace con ello.
México lo representamos todos. Reflejemos la imagen de lo grandiosa que es, y que podría ser aún más, esta nación.
Tuve la oportunidad de conocerla el año pasado, por medio de una amiga que tenemos en común. De ahí, lo demás ha sido una muy divertida historia. Conectamos no sólo por ser tapatías, sino porque tiene un carisma y una personalidad simplemente magnética.
Foto: cortesía.
A la Fiesta del Señor del Monte, patrono del pueblo, llegan cada año cientos de Jocotepenses radicados en Estados Unidos.
Jocelyn Cantón (Jocotepec,Jal.) .- Las fiestas del Señor del Monte en Jocotepec dejaron un saldo de 30 personas detenidas por faltas administrativas y agresividad, informó el titular de la policía en el municipio, capitán Amador Baena Pinzón.
Las fiesta del pueblo que se desarrolló del 4 al 18 de enero, y a la que asistieron miles de personas cada noche, sólo registró dos conatos de pleito en el núcleo de la plaza, sin llegar a incidentes de gravedad.
Baena Pinzón calificó a las fiestas con saldo blanco, ya que los detenidos no incurrieron en faltas de gravedad.
Foto: Jocelyn Cantón.
Durante años la celebración se ha realizado gracias a los esfuerzos de la señora Irene Martínez y su equipo.
Domingo Márquez (Ajijic, Jal.).- El 20 es la fiesta de San Sebatian. Desde las seis de la mañana hasta las diez de la noche el barrio de San Sebastian celebra al santo de su barrio. Misa,peregrinación, música, baile y el tradicional papaqui, se unen para darle vida a esta fiesta que por años ha sido organizada por la señora Irene Martínez y su equipo.
A las seis de la mañana se le lleva mañanitas al santo y se realiza una misa en la calle Emiliano Zapata y Marcos Castellanos a las siete de la mañana; a las 8 de la mañana se regala a la gente menudo de desayuno y a las dos de la tarde se sirve mole y pipian gratuitamente a todos los que lleguen a las calles antes mencionadas, en el barrio de San Sebastian. Este año hay comida para 120 personas.
A las cuatro de la tarde se realiza el recorrido con la imagen de San Sebastian rumbo a la capilla, con personas que cargan Pan Tachihual, además de carros alegóricos, danzas, sayacos y música. Así como señoras que llevan cascarones de huevo pintados en sus canastas.
A las seis de la tarde, se llevará a cabo el convite de cascarones de confetti (Papaqui), donde tocará Musical Parritas, ahí se regalará ponche y aguas frescas. La fiesta terminará a las diez de la noche.
A pesar de que doña Irene Martínez ha sido la encargada de organizar la fiesta durante años, en entrevista señaló que esta buscando quien la sustituya en su tarea, es decir quien se haga responsable de seguir con la tradición del cargo de San Sebastian. Los interesados acudir a su tienda ubicada en Emiliano Zapata y Marcos Castellanos.
Para disfutar de la fiesta la señora Irene recomendó llevar cascarones con confetti y una silla.
Fotos: Domingo Márquez.
Miguel Cerna (Jocotepec, Jal.).- Como parte del ciclo de cine que se hace en la Casa de Arte, Cultura y Tradición del municipio, y previo al homenaje póstumo que se realiza al fotógrafo Refugio Salazar, mejor conocido como “Cuco”, se proyectó en la explanada del templo del Señor del Huaje una película que revive las fiestas del Señor del Monte en el año de 1988.
Los paisajes al iniciar el largometraje son el sello característico de Cuco, quien se dedicó a la fotografía por 57 años y al vídeo por 29. La película, que duró alrededor de dos horas, muestra la forma en que se celebraban las fiestas patronales hace 27 años a través de fragmentos del novenario previo a la procesión del Señor del Monte. En algunos clips, incluso, se escucha la voz de Cuco como narrador, explicando lo que captaba con su lente. Más de una risa sacaron las imágenes a los asistentes, por los vestuarios, carros alegóricos o personas que les eran familiares.
Algunos de los edificios más significativos del municipio lucen irreconocibles, algunos para bien, otros conocieron mejores tiempos; por ejemplo, el Mercado Municipal conservaba su estructura tradicional, y la Escuela Paulina Navarro lucía recién pintada, mientras que otras instituciones apenas vislumbraban su crecimiento, como el Centro de Estudios Tecnológicos en Aguas Continentales (CETAC 01) y la secundaria Ricardo Flores Magón.
A la muestra asistieron más de 100 personas, en su mayoría adultos mayores, quienes parecieron disfrutar más la película porque los niños jugaron durante la presentación. A María Vega le pareció “muy bonita”, porque, entre risas, confiesa que salió ella danzando. Junto con su esposo Francisco Gonzales, disfrutaron ver y recordar a familiares y amigos, algunos ya fallecidos. La pareja definió la sensación que les causó la cinta con una frase popular: “recordar es volver a vivir”.
“Lupillo”, uno de los nietos de Cuco dijo que su familia estaba muy agradecida y contenta porque hubieran tomado en cuenta a su abuelo, más porque se conmemora el primer aniversario de su muerte.
Fotos: Miguel Cerna.
A la peregrinación acudieron más de un centenar de funcionarios, regidores, empleados del Gobierno Municipal, la banda de guerra e, incluso, la banda “La Lagunera”.
Este lunes 4 de enero dieron inicio las fiestas patronales en Jocotepec en honor al Señor del Monte.
Cientos de feligreses acudieron con mucha devoción a la celebración religiosa para presenciar la casi bicentenaria tradición de la “entrada de la cera y renovación del juramento».
Después del señor cura, Jesús Quiroz Romo, ahí mismo, el presidente municipal, Héctor Manuel Haro Pérez, pasó a firmar el juramento para, posteriormente, hacer lo propio tanto el secretario general, Juan José Ramírez Campos, como el síndico municipal, Arcadio Cornejo Gutiérrez.
Los jocotepenses se mostraron felices, ya que nuevamente se inicia el festejo a su santo patrono, el Señor del Monte. La entrada de la cera y el juramento de las autoridades civiles y eclesiásticas son actividades que se vienen haciendo desde hace dos siglos durante las festividades.
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