Camioneta dejando escombros en “El Parquecito”, espacio que se encuentra al final de la calle Juan Manuel, al oriente del poblado. Foto: Cortesía.
Sofía Medeles.- Un supuesto terraplén en la playa de Ajijic, en el espacio ubicado al final de la calle Juan Manuel y conocido como “El Parquecito”, fue denunciado por ciudadanos; ese mismo día, las autoridades municipales pararon los trabajos.
Los hechos sucedieron el sábado 5 marzo, alrededor del mediodía. La persona que reportó -quien optó por mantenerse en el anonimato-, comentó que vio cómo bajó una camioneta de carga para vaciar tierra y escombro.
La denuncia se hizo al encargado de despacho de Ajijic, Maximiliano Macías Arceo y, rápidamente, se enviaron patrullas e inspectores a la zona.
Lo que en un inicio se reportó como terraplén, resultó ser una rampa que se trató de hacer desde el nivel del parquecito, de aproximadamente 1.3 metros de altura, para bajar a la playa del Lago de Chapala.
“Lo que pasó, es que hay gente que vive ahí, en terreno federal, el llamado ‘Escuadrón de la Muerte’. La gente suele llevar cosas, y esta vez les llevaron escombro porque planeaban hacer una bajada del parquecito, hacia la playa. No son dueños de esa zona, y no pueden decidir qué hacer con ella”, dijo la persona denunciante.
Por su parte, Macías Arceo, comentó que el presidente municipal, Alejandro de Jesús Aguirre Curiel, le encomendó estar al pendiente de este tipo de invasiones, por lo que, al recibir la notificación, envió inspectores de Desarrollo Urbano y oficiales de policía, para verificar lo sucedido.
Finalmente, quien reportó la acción confirmó lo dicho por el encargado de despacho, además de que se les dio una advertencia a las personas que viven ahí de que no tienen permitido realizar modificaciones en la zona federal y que, de volver a hacerse, tendrán sanciones. Asimismo, se volverá a colocar una cadena para evitar la entrada de automóviles a esa área.
Looking down on illegal dwelling in Tepalo on hiking trail above Ajijic near Donaire Hotel.
Redacción. Jury-rigged bamboo and plastic tarp shacks appeared last week in the Tepalo land above Calle Benito Juárez and Calle Colón, near the Hotel Donaire. The largest shack is across the hiking trail from the sign identifying the land as Ejido property.
When a local resident tried to photograph a shack that had voices and smoke coming from it on Wednesday morning, he noticed a young boy on the road with a machete yelling “hey” at him. The boy was not threatening, but the resident stopped taking pictures and left.
Three or four men were observed by neighbors last week cutting underbrush and thought nothing of it until a framework for shacks appeared. When a neighbor asked one of the men if they were building a house, he said no, but would not say what the shack was for. There are three or four shacks in the area now, all but one carefully hidden from view by foliage. The largest is slightly visible from the road.
A number of unfamiliar men have been observed going in and out of the paths leading into the forest toward the shacks, and new garbage and broken roof tiles have appeared on the hiking trail that begins on Calle Juarez, across from the Donaire Hotel.
To date there has been no trouble at the illegal buildings, but neighbors report seeing smoke and hearing noise coming from at least one of the shacks, and new trails have been cut into the pristine forest. One neighbor interviewed speculated that the shacks are occupied by people who sold drugs on Colon and were chased away by local residents, but has no evidence.
Ajijitecos unidos tirando la malla ciclónica que divide el terreno federal y lo mantenía dentro de un domicilio.
Sofía Medeles/ Domingo Márquez Flores (Ajijic, Jal.).– No soportaron más y tomaron la iniciativa. Pobladores de la delegación de Ajijic convocaron y se unieron en contra de la invasión federal por parte de vecinos que tienen sus casas cerca de la orilla en las playas de la localidad, del lado oeste, tirando al menos 230 metros de malla ciclónica que tenía como propósito mantener esas zonas federales como privadas.
El retiro de los enmallados y rejas “a fuerzas”, por parte de los ajijitecos de todas las clases sociales y edades, sucedió el martes 10 de agosto por la tarde, después de que un grupo -de aproximadamente quince personas- se reunieron en la plazoleta de las Seis Esquinas y, de ahí, se dirigieran a la zona denunciada por invasión, la playa que colinda con la calle Tío Domingo, cruce con calle Ocampo, a la altura del panteón.
Con carteles donde se podía leer “Respeta nuestra playa”, aunado a la fuerza de sus manos, fue como vecinos de la localidad decidieron tomar justicia por cuenta propia y retirar los enmallados de dos propiedades que se habían extendido a propiedad federal, cortando el camino de libre accesos a las playas.
Una de las propiedades a las que se les retiró el enmallado, ya tenía -a un costado- levantado un muro de cemento, con la intención de dividir esa fracción de terreno federal e incorporarlo al domicilio, con una extensión de aproximadamente 28 metros de frente.
Se derribó la malla ciclónica de la primera propiedad y, con los ánimos al tope, decidieron hacer lo mismo con la de la residencia contigua. “Las casas se ven pequeñas en comparación de tanto jardín”, se pudo oír decir entre los ajijitecos, mientras retiraba los “muros” de metal.
La propiedad de un lado, perteneciente a la familia Urrea –conocidos ferreteros en el estado-, tenía una extensión mucho más amplia; contaba con aproximadamente 200 metros de terreno cercado, casi cruzando con la calle Puerta Nueva. A falta de autoridad, los vecinos de la localidad se encargaron también del retiro del alambrado que invadía la playa.
Motivados a hacerse oír, dejaron las puertas de los enrejados en el lugar, a las cuales les pegaron cartulinas que tenían mensajes como: “La playa es de todos”, “No a la invasión del lago” y “Rescatemos nuestras playas”.
Las personas encargadas del cuidado de las propiedades -ya que la mayoría de los propietarios sólo vienen los fines de semana-, atónitos, miraban lo que sucedía. Hasta que uno de los veladores preguntó el motivo de lo que se estaba haciendo. Los quejosos le explicaron que sus patrones -del velador- estaban invadiendo las playas de su comunidad. Sin más ni más, el aludido se retiró.
Al terminar de tirar las divisiones, los ajijitecos celebraron la hazaña -que logró reunir alrededor de unas 30 personas, entre espectadores y personas en acción-. Una de las participantes, externó que el siguiente paso sería ir a manifestarse ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en la Ciudad de Guadalajara.
“Este es un hecho histórico, por primera vez el pueblo se une para un bien común, ¡Logramos recuperar nuestras playas! Hay que unirnos sabiendo que el gobierno no actuará. Ajijic somos todos y ocupamos cuidarnos entre todos. El pueblo ya despertó”, se dijo durante la reunión de los vecinos.
Para el jueves 12, se continuó con el retiro de enmallados; fueron seis las removidas, entre la conmoción de al menos 50 asistentes. Solo unos pocos propietarios se prestaron al diálogo, y fueron aclamados por considerarlos un ejemplo.
Al cierre de esta edición, las autoridades municipales ni estatales habían emitido un comunicado al respecto. Se desconoce si las propiedades contaban con un permiso por parte de la CONAGUA; sin embargo, los materiales utilizados para dividir la propiedad de la playa tienen regulado su uso en la ley de aguas federales, misma que señala que, en caso de concesión federal, para dividir sólo se pueden utilizar estructuras desmontables, no muros de cemento ni piedra.
Para saber: La administración del ex alcalde Javier Degollado, pidió a la CONAGUA se le extendiera permiso para vigilar las playas del municipio, ante la falta de personal por parte del organismo federal. La petición nunca fue resuelta, por lo que aunque legalmente el responsable de cuidar las invasiones en el lago, es la CONAGUA, rara vez realiza operativos de este tipo en la zona, ante falta de presupuesto y personal.
Callejón de la Zapota, donde hay al menos 5 predios en disputa.
Redacción (Ajijic, Jal.).- Pobladores de Ajijic han señalado a una mujer como la responsable de invadir sus terrenos, mismos que dicen haber cuidado por generaciones y que de un día para otro tuvieron un nuevo dueño y hasta otras escrituras -de las que alertan que son falsas-. Armida de la Parra Chávez -también conocida como, Armida De La Parra De Espinoza De Los Monteros- es acusada de apropiarse terrenos ajenos, en complicidad con un grupo de personas dedicadas al fraude -que llevan por alias “Los Huizapoles”-.
De manera repentina, predios ubicados en Villalucerna fueron invadidos, en algunos hasta maquinaria metieron para romper alambrados, por lo que varias familias se reunieron durante el martes 11 de mayo -en la zona ubicada hacia la montaña de Ajijic, también conocida como “La Zapota”- con el fin de hacer guardias y cuidar que las personas señaladas no ingresen a los terrenos. Gracias al aviso que algunos de los afectados hicieron a la familia Flores -dueños del predio donde maquinaria se había metido a retirar el cercado-, éstos llegaron inmediatamente y se pusieron en contacto con los otros vecinos para buscar frenar la situación.
Ese día se reunieron tres propietarios para evitar invasión: Manuel Pérez Ramos, Carmen Flores y María de Jesús García Flores, aunque el problema se extiende a cinco propietarios en total. En uno de los terrenos, la familia Ceja, apodada “Los Huizapoles», -conocidos en el poblado por apropiarse de tierras de manera ilícita- ingresó un vehículo en medio del predio.
Las familias que se juntaron a protestar, declararon tener ya en proceso denuncias en contra de Armida de la Parra. Una de las familiares del terreno invadido, expresó su deseo de unirse con los demás afectados e interponer una demanda grupal, con la esperanza de que al ser muchas personas, sea más relevante para las autoridades y así poder combatir lo que señalan como una injusticia.
El abogado que lleva el caso de De la Parra Chávez -quien no quiso que se mencionara su nombre-, como réplica, comunicó su versión de los hechos: según él, los llamados invasores son quienes reclaman sus derechos sobre los terrenos, incluyendo a la familia Ceja “los Huizapoles” contra quienes dijo, ya están procediendo, pues cuentan con escrituras a nombre de Armida, que asegura datan de 1970, con unas supuestas copias certificadas.
Afirmó que las escrituras tienen origen en el estado de Jalisco y en el municipio de Chapala e hizo hincapié en que hubo una confusión en el nombre de uno de los involucrados, que al hablar con la otra parte, salió a la luz el nombre de Armando Espinoza Montelongo, al cual confundieron con Fernando Espinoza de Los Monteros.
Los predios en disputa -11 mil metros cuadrados, a lo largo de la calle Callejón de la Zapota- están divididos con varios dueños; sin embargo, el abogado que lleva el caso por parte de De la Parra, dijo en entrevista que ese espacio es un solo predio.
ANTECEDENTES
La señora Armida de la Parra, ha sido relacionada en múltiples ocasiones con el despojo de terrenos en la Ribera de Chapala y hasta en la Zona Metropolitana de Guadalajara, contando con antecedentes registrados en distintos medios de comunicación, que retratan un patrón en el modus operandi.
Al respecto, según testimonios, la dinámica de apropiamiento de De la Parra comienza con una expansión de los límites de sus terrenos y con el tiempo procede a quedarse con predios completos, dando el argumento de que “fueron heredados por sus padres”, para después debilitar a los afectados haciéndolos pasar por largos y tediosos años de juicios, hasta conseguir su objetivo.
En Ajijic, se conoce un caso similar –relacionado con ella- en Rancho del Oro, problemas de esta índole que tuvo con la Comunidad Indígena de Axixix –quienes también la denunciaron- y recientemente este caso en Villa Lucerna, donde el juicio más largo, lleva un año. Además se le acusa de estar coludidos con la familia Ceja, alias “Los Huizapoles” a quienes usan como su “fuerza bruta” para establecerse en los predios.
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