Santiago Baeza.
Chapala merece un gobierno profesional, efectivo, honesto y cercano. Quienes el pasado 6 de junio ejercimos nuestro voto, lo hicimos pensando en un cambio, pues el ayuntamiento que se fue quedó a deber en muchos aspectos a la ciudadanía.
Alejandro Aguirre llega a la alcaldía con un respaldo ciudadano considerable, pues la votación que obtuvo fue contundente y generalizada en casi todas las poblaciones del municipio. Lo avala una trayectoria exitosa en la política y la iniciativa privada. Tiene una personalidad que transmite siempre cercanía, serenidad e inteligencia.
Cuenta con un equipo numeroso, bienintencionado y leal. Puedo decir con certeza, que la “A” de Alégrate, el eslogan de su campaña, lo tienen tatuado en el pecho, ya que yo también participé en su promoción y tuve la gran oportunidad de convivir con ellos. Me consta que en ese equipo hay talento de sobra para cubrir los perfiles que el municipio demanda.
Le deseo que tenga el mejor de los éxitos en su gestión y que esos éxitos se reflejen en resultados visibles para cada uno de los habitantes de este ecléctico municipio. Las demandas sociales son muchas; la paciencia del pueblo siempre es escasa; las expectativas son altas.
Aprovecho para reiterarle que, por encima de todo compromiso adquirido con cada colaborador de su campaña, siempre está el compromiso consigo mismo y con la sociedad, de conformar un equipo de trabajo no basado en reparto de cuotas o pago de favores, sino con el único objetivo de dar los mejores resultados.
Tres años son poco tiempo y Chapala demanda un viraje en el timón. Seguridad pública, derrama económica, salud, desarrollo urbano, infraestructura, servicios públicos, son temas que deben ser atendidos con urgencia y desde una perspectiva de prioridad. Alejandro debe demostrar desde el primer minuto de su gobierno que la sociedad acertó en elegirlo.
Otro reto que el próximo ayuntamiento enfrentará es el de su deuda. Cien millones de pesos entre viejos compromisos, aportaciones laborales no ejecutadas en su momento y laudos, más otros cien millones que podría costarnos lo que parece ser una inminente derrota jurídica contra la empresa Led Lumina.
Así que la responsabilidad que adquieren Alejandro Aguirre y su equipo no es tarea fácil. Deberán dar resultados en poco tiempo y a pesar de las dificultades. Tendrán que hacer un gran esfuerzo por corregir y superar lo hecho en otras administraciones, pero además diseñar proyectos que fomenten el desarrollo de Chapala. Resolver lo que hay del pasado, proponer mirando hacia el futuro.
La sociedad no le dio al candidato del PAN un cheque en blanco. Librarnos de los que integran MC en Chapala no fue premio suficiente. Queremos más. Buscamos un gobierno que no solo nos escuche, sino que también nos integre. Que sea profesional y honesto. Que entienda que el servicio público, al ser una profesión, requiere vocación.
Queremos ver nuestros impuestos reflejados en servicios y en obra pública. Queremos caminar seguros por las calles del pueblo, tener un entorno digno. Queremos turismo, inversión y empleo. Queremos no tener que estarnos acordando de nuestro gobierno.
Así que el tiempo apremia. Yo por mi parte, le deseo a Alejandro Aguirre la mejor de las suertes.
La opinión es responsabilidad de quien la escribe y no refleja el sentir de este medio de comunicación.
Por Santiago Baeza
Ante la falta de respuesta gubernamental en distintos niveles de gobierno, vecinos de varios municipios y delegaciones de esta ribera de Chapala han comenzado a tomar acciones para hacerse justicia por propia mano.
Hace algunos días, habitantes de Chantepec decidieron bloquear el suministro de agua que alimenta a Lago Luna, un conjunto de aproximadamente 100 viviendas departamentales en construcción, debido a que el pozo de agua que abastece a la comunidad resulta insuficiente, ya que en esa zona sufren constantes cortes en el flujo del líquido en sus hogares.
Perciben que a través de engaños se anexó ese suministro al proyecto arquitectónico en ciernes. Previamente habían solicitado que dicho complejo inmobiliario cavara su propio pozo, pero no obtuvieron respuesta por parte del Ayuntamiento de Jocotepec, así que hace unos días optaron por levantar el pavimento de la recién remodelada calle Cuauhtémoc para bloquear las tuberías que se dirigen a Lago Luna, hecho que provocó la intervención policiaca y el arribo de funcionarios municipales, incluido el alcalde José Miguel Gómez López. Sin embargo, hasta este momento no se ha llegado a un acuerdo entre las autoridades y la población agraviada.
Esta situación se suma a la campaña que desde hace ya varias semanas ha implementado un colectivo denominado Pueblos Unidos de la Ribera, cuyos miembros han tomado la determinación de derribar cercas, muros y en general cualquier elemento que privatiza zonas federales y que obstruye el paso del peatón a la orilla del lago, hasta este momento en la parte poniente de Ajijic, aunque amenazan extender esas acciones en Riberas del Pilar.
Inicialmente acudieron al Ayuntamiento de Chapala a denunciar estas invasiones, pero las autoridades municipales se lavaron las manos con el argumento de que se trata de un asunto federal. Posteriormente acudieron a manifestarse a la delegación de Conagua en Guadalajara y la única respuesta que obtuvieron es que esa dependencia no procederá legalmente contra los manifestantes por destruir las divisiones que con o sin permiso, particulares han levantado a la orilla del lago.
Estas acciones que bien podrían ser calificadas como una nueva versión de autodefensas, ya han sido anunciadas por otros colectivos en más comunidades. Tal es el caso de un grupo de vecinos de San Juan Cosalá, que amenazan con actuar de esa misma forma contra los particulares que han extendido sus propiedades al lindero del lago.
Personalmente considero inapropiado que la ciudadanía tome justicia por propia mano, ya que al carecer de carácter legal alguno para tomar acciones de esta naturaleza, se rompe el Estado de Derecho y se corre el riesgo de activar conflictos sociales que pueden escalar a mayores dimensiones, las cuales todos podríamos llegar a lamentar. Pero también se debe entender que, al no contar con el apoyo real de las autoridades, en este caso la municipal y la federal, la ciudadanía termina optando por su propia cuenta, debido a la frustración que implican los oídos sordos ante sus demandas.
Este tipo de fenómenos sociales son, en definitiva, producto de un vacío de autoridad. Si bien al Gobierno Federal le corresponde a través de Conagua resolver todo asunto relacionado con la aprobación de nuevos pozos e incluso la revisión de concesiones en el lindero del lago, la realidad es que a los ayuntamientos les toca garantizar los derechos de sus habitantes, ya sea en garantizar su libre acceso al lago, o bien el consumo doméstico de agua potable. Si los municipios de Chapala y Jocotepec no asumen su responsabilidad ante la ciudadanía, seguirán dando carta abierta para que activistas y afectados en su defensa actúen fuera de la ley, con todo y los riesgos que ello implica.
Por Santiago Baeza
El municipio de Chapala viene arrastrando desde hace varias administraciones una deuda que hoy asciende a poco más de 200 millones de pesos y que será heredada a la administración de Alejandro Aguirre. El adeudo tiene tres orígenes: créditos otorgados al municipio, aportaciones laborales que en su momento no se realizaron, así como juicios laborales y mercantiles que el municipio perdió.
En cuanto a préstamos, Chapala debe a Banobras unos 65 millones de pesos que se vienen arrastrando de muchos años atrás y que cada administración va reestructurando, además de abonar al pago.
Las obligaciones financieras que no se cumplieron, corresponden a la aportación que el municipio está obligado a entregar a la Dirección de Pensiones de Jalisco por cada empleado, recurso que el gobierno del estado utiliza para cubrir las prestaciones que por ley corresponden a ese personal. La mayor parte de esa deuda corresponde a la administración de Javier Degollado. Actualmente se deben a Pensiones cerca de 65 millones.
Las demandas tienen dos orígenes. El primero, de unos 8 millones corresponde a laudos laborales que promovieron empleados municipales debido a despidos considerados como injustificados y que se originaron en varias administraciones. El segundo, que además luce inminente, proviene de un litigio entre el ayuntamiento y la empresa Led Lumina, compañía a la que previamente se le había dado un contrato para que otorgara el servicio de iluminación pública en el municipio. De perderse, este juicio duplicaría la deuda de Chapala, pues costará como mínimo unos 100 millones más.
La historia entre Led Lumina y el ayuntamiento comenzó en la administración de Jesús Cabrera y cristalizó con la firma de un contrato que fue firmado por Moisés Anaya siendo en ese entonces alcalde interino. El siguiente presidente, Joaquín Huerta, calificó dicho acuerdo como “leonino”, desconoció los acuerdos y procedió legalmente contra la empresa. Sin embargo, existen sospechas fundadas de que el personal jurídico del ayuntamiento no ha dado la atención que este asunto merece, por lo que al final se prevé un fallo judicial a favor de Led Lumina.
Esta enorme deuda compromete al municipio por muchos años, no sólo al gobierno que está por entrar en unos cuantos días. Reduce su capacidad de proveer mejores servicios, generar obra pública y crear proyectos para el desarrollo del municipio. Todavía los préstamos que en algún momento se adquirieron, en su momento debieron ser invertidos en proyectos para el desarrollo del pueblo, pero apenas corresponden a un 30 % del total de la deuda. El 70 % restante está conformado por incumplimientos e incapacidad para enfrentar conflictos legales.
Gobernar no es nada más sentarse en el escritorio a dar órdenes. Un presidente municipal debe tener la cualidad de un buen administrador, ya sea de personal, de recursos, de problemas, de soluciones. Pero además debe tener la capacidad de conformar un equipo honesto y profesional que le ayude a tomar las mejores decisiones para beneficio de todos, área por área, pero particularmente en la financiera. Garantizar que lo disponible rinda al máximo, mientras se cumple con los compromisos previamente adquiridos.
Chapala requerirá de una estrategia para afrontar la deuda adquirida. Ello implicará serios ajustes, sacrificios, capacidad negociadora, visión de futuro, creatividad y determinación. Se deberán de afrontar inercias, privilegios, incapacidades, corrupción y dispendio. Poner en orden las finanzas del municipio deberá ser uno de los primerísimos objetivos del próximo gobierno y compromiso obligado a respetar por futuros alcaldes.
Santiago Baeza.
Atotonilquillo volvió a inundarse. Esta delegación chapalense, la más relegada en todos los sentidos, sufre estancamientos de agua desde que se amplió la autopista que va a Ocotlán, hace más de una década, ya que se elevó su nivel sin considerar el cauce natural del agua que baja de la montaña hacia el Río Santiago.
Ya en 2010 y 2019 se había dado la misma situación de alerta, que afecta a decenas de viviendas ubicadas en la parte más baja del poblado, con niveles de agua que sobrepasan el metro de altura, provocando desalojos y pérdida de mobiliario y electrodomésticos en los afectados.
Esta administración que está a punto de concluir hizo el esfuerzo de resolver el problema, al instalar un cárcamo que permitiera el desagüe del líquido, obra que resultó insuficiente, ya que, al parecer se requerirá como mínimo uno igual que garantice el flujo del agua en otro de los tramos de la carretera.
Durante la inundación de esta semana, que no solo afectó a las viviendas de esa zona, sino que también se extendió a la colonia Benito Juárez, la humedad provocó el derrumbe del techo de la vivienda de una pareja de la tercera edad. Afortunadamente esa desgracia no cobró vidas humanas, pero sí dejó sin hogar y pertenencias a ese par de ancianos.
A pesar de la urgencia de la situación, la unidad de Protección Civil del estado reaccionó de forma tardía, probablemente debido a la saturación de trabajo de esta dependencia, ya que la emergencia por inundaciones se extendió en estos días a diversas zonas del estado, incluyendo municipios del Área Metropolitana de Guadalajara.
Lo que sí resulta inexplicable, es que la autoridad municipal haya tomado la decisión de retirar la ambulancia y el personal municipal de Protección Civil, para mala suerte de la población y del propio ayuntamiento, previo a las intensas lluvias que se registraron en estos días y que amenazan con extenderse.
Resulta impensable que un problema tan grave como ese tipo de inundaciones se manifieste de forma recurrente desde hace más de una década y que aún no se le pueda dar una solución definitiva. Desde la primera ocasión que se dio tan lamentable y riesgoso incidente, se debieron tomar acciones contundentes para evitar que volviera a suceder.
Aunque la obra carretera se inauguró en administraciones pasadas, corresponde al Gobierno de Jalisco solucionar el problema que generó. Y corresponde también al ayuntamiento de Chapala, en conjunto con el de Ixtlahuacán, realizar las gestiones necesarias para evitar que se repita este grave problema que se extiende también a la delegación de Atequiza.
El próximo delegado de Atotonilquillo, representante de esa comunidad ante el ayuntamiento, deberá poner en primer lugar de su lista de necesidades urgentes, la solución tajante de ese grave asunto que amenaza año con año el patrimonio y la integridad de una población vulnerable y con grandes necesidades, como lo es la de ese poblado.
No debemos esperar a que la negligencia, el desinterés o la tentación de priorizar obras de relumbrón, pero innecesarias termine por cobrar vidas humanas. Al no resolverse este asunto en Atotonilquillo, muchas vidas se comprometen con cada temporal. No esperemos a que “ahogado el niño, se proceda a tapar el pozo”.
Santiago Baeza.
El primer reto que Enrique Alfaro Ramírez se planteó al llegar a la alcaldía de Guadalajara fue restablecer el orden, el Estado de Derecho y la cultura de la legalidad en la ciudad. Para lograrlo, aseguró que todos, ciudadanos y gobierno, tendrían que acostumbrarse a respetar la ley; que habría de ponerse el interés general por encima de cualquier interés privado.
Un año después, Alfaro presumió en su informe de gobierno el haber logrado la recuperación del centro histórico de la capital de Jalisco; el combate frontal a quienes tenían secuestrado el espacio público de la ciudad; detener el desorden urbano y parar en seco a constructores corruptos, al grado de llegar a demoler edificios construidos fuera de la ley; restituir la imagen urbana; liberar las banquetas de obstáculos, vehículos y ambulantes, para beneficio del peatón.
Muchos creímos que con la llegada de Movimiento Ciudadano al gobierno de Chapala se replicarían esas políticas exitosas que el ahora gobernador impulsó siendo presidente municipal de Guadalajara. Lamentablemente no fue así, sino todo lo contrario. La administración municipal que en unos cuantos días más termina, encabezada por Moisés Anaya Aguilar, será recordada como una de las más desordenadas, ilegales y carentes de autoridad en mucho tiempo y eso ya es mucho decir.
El ambulantaje está hoy más que nunca fuera de todo orden. Las banquetas de la avenida Madero, ingreso principal a Chapala, se han convertido en un interminable tianguis, desde su inicio hasta la playa y lo mismo sucede en el malecón donde remata esa vialidad. El malecón de Ajijic, hoy Pueblo Mágico, comienza a correr con la misma suerte. El único malecón que se encuentra libre de ambulantes es el de San Antonio y no es por gracia del gobierno, sino por su vergonzoso abandono.
En materia de desarrollo urbano, la historia es por todos conocida: invasiones, devastación del patrimonio natural, construcciones en zonas de riesgo, crecimiento desordenado y especulación urbana, todo ello con la venia de la autoridad, por medio de licencias dudosas y la vista gorda de inspectores. Por si esto fuera poco, hay una notable ausencia de políticas para el ordenamiento territorial y la imagen urbana del municipio luce cada día más deteriorada.
Lirio, escombro y basura adornan nuestras playas; los empedrados de toda delegación parecen campos minados; los carriles laterales de la carretera panorámica funcionan como estacionamientos o extensiones de los negocios que ahí se encuentran; luminarias que al no funcionar, ponen en riesgo de cualquiera el tránsito nocturno; desorden, caos e ilegalidad para donde uno voltee la vista.
Dejan a la próxima administración que habrá de encabezar el panista Alejandro Aguirre Curiel muchos y grandes retos. Hacer de Chapala una ciudad generosa para sus habitantes y visitantes debe ser tarea de todos, pero sin duda es al gobierno a quien le toca poner el ejemplo y ejercer su autoridad para lograrlo. Confío en que el próximo gobierno tendrá la visión y la capacidad que se requieren para devolverle a nuestro municipio la grandeza que merece.
Santiago Baeza.
Pues tal parece que el nombramiento de Pueblo Mágico para Ajijic le está quedando grande al actual ayuntamiento que va de salida. Los primeros proyectos que anunciaron para promover al pueblo surgieron a quemarropa, con deficiencias y hermetismo. Tanto así, que en lugar de ser una oportunidad para despedirse entre aplausos y reconocimiento por parte de los habitantes, terminarán dejando más problemas y asuntos inconclusos al equipo que habrá de relevarlos en poco más de un mes.
Debemos reconocerles sus gestiones para garantizar un presupuesto inicial de casi un millón y medio de pesos que el gobierno de Jalisco otorgó para las primeras acciones encaminadas a la promoción de Ajijic. Con parte de ese recurso levantaron en el malecón un pequeño módulo para la atención del turismo. Hasta ahí todo bien.
Sin embargo, al tratar de promover proyectos culturales para el pueblo, pasaron por alto muchos y muy importantes detalles. De entrada planearon un festival representativo de las distintas manifestaciones populares de Ajijic. Una especie de melcocha folclorista y banal con duración de dos semanas, en pleno pico de esta segunda ola de contagios por el covid. Luego decidieron reducir este evento a una semana y finalmente optaron por cancelarlo.
También lanzaron una convocatoria para continuar con la ruta de murales en el primer cuadro del pueblo, pero apenas dieron tres o cuatro días a los artistas para integrar una larga lista de requisitos, entre los que se incluían propuesta, ubicación y permiso por escrito del propietario de la barda. Dada la premura y el exceso de trámites, muchos de los artistas locales se vieron imposibilitados de participar.
Lo más curioso de todo este asunto es que, hasta donde yo tengo entendido, ninguna de estas iniciativas surgieron del comité técnico que representa a los representantes de Ajijic en Pueblos Mágicos, ni de las direcciones municipales de Turismo o Cultura. Al parecer, fue diseñado y operado desde el escritorio de Paola Gómez coordinadora de Desarrollo Humano del Ayuntamiento de Chapala.
La ocurrencia y la improvisación deben dejarse de lado cuando se trata de implementar políticas públicas. El nombramiento de Ajijic como pueblo Mágico es cosa seria y no puede estar a merced de burocracias inexpertas y carentes de visión. La oportunidad que se genera al contar con recursos públicos para gestionar obras y proyectos en beneficio de este pueblo, no debe desperdiciarse en eventos fugaces carentes de objetivos y que al final poco dejan en cuanto a beneficios tangibles, ni en proyectos de infraestructura artística diseñados sobre las rodillas, que terminan siendo excluyentes y de pobre alcance.
Urge que el comité ciudadano del Pueblo Mágico asuma un rol de mayor liderazgo. Que antes de proponer o avalar acciones, se establezcan objetivos y criterios claros, para garantizar que cada peso invertido en Ajijic se traduzca en beneficios tangibles para su población; un entorno urbano y natural más digno, humano y habitable; una mayor calidad de vida para todos sus habitantes; políticas de inclusión y cohesión social; fortalecimiento del patrimonio y la identidad cultural, con el fin de promover el sentimiento de arraigo y pertenencia. Todo lo demás es despilfarro y pérdida de tiempo.
Santiago Baeza.
Por Santiago Baeza.- El gobierno federal, con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza, impulsó una absurda y costosa consulta popular, en la que se incluyó una ambigua pregunta, supuestamente para determinar si los ciudadanos estamos de acuerdo en que la autoridad investigue presuntos crímenes cometidos por los expresidentes Salinas de Gortari, Zedillo, Calderón, Fox y Peña Nieto.
Resultó ser un fiasco. De entrada, la Suprema Corte de Justicia de La Nación cambió la redacción original, pues dicha consulta no podía ser dirigida a ningún individuo en particular, así que finalmente se determinó cuestionar al elector si estaba de acuerdo en que se lleven a cabo acciones legales, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones tomadas por “actores políticos” en el pasado (¿?). En pocas palabras, el gobierno federal puso a consideración de los ciudadanos la aplicación de la ley y la justicia.
A pesar de las enormes restricciones presupuestales y de la dificultad para conseguir los suficientes funcionarios de casilla debido al desinterés social, el Instituto Nacional Electoral logró llevar el proceso con éxito. Por ejemplo, en el distrito 17 que tiene su cabecera en Jocotepec y en el que se incluye el municipio de Chapala, logró instalar ciento sesenta y nueve casillas, las cuales recibieron a los electores que sí decidieron participar.
Sin embargo, esta consulta basada en el resentimiento y la aplicación selectiva de la ley resultó muy poco atractiva. Apenas participó un siete por ciento del electorado nacional y en este distrito, poco más del cuatro por ciento. Y aunque el muy obvio “sí” arrasó, el nivel de participación quedó lejísimos del porcentaje mínimo requerido para hacer vinculante el resultado, es decir hacerlo obligatorio.
López Obrador se quedó como novia de rancho, vestido y alborotado con la celebración de su consulta. Rencoroso como es, entonces arremetió contra la prensa y los partidos políticos de oposición, pero en especial contra el INE, organismo al que detesta debido a su independencia e imparcialidad frente al poder.
Una vez más, azuza a sus seguidores y utiliza a sus más aguerridos personeros para amenazar a los consejeros electorales con someterlos a un juicio político por no estar con él, mientras que utiliza el púlpito mañanero para anunciar reformas que modifiquen la ley, con miras a crear un instituto electoral a modo y sumiso a sus muy particulares intereses políticos.
No hay nada más peligroso para nuestra democracia en vías de desarrollo y consolidación, que un porro, un agitador, un embustero, utilice el poder que le confiere el Estado y su capacidad de manipulación de hordas de fanáticos que confían ciegamente en él, para erosionar las instituciones autónomas del país con el fin de apropiarse de ellas. Si el INE cae en sus manos, caerá el sistema de partidos, el equilibrio de poderes y el derecho ciudadano a elegir en libertad.
Nos corresponde a los ciudadanos defender nuestra democracia y sus instituciones. Alzar la voz y hacernos escuchar desde aquí y hasta Palacio Nacional para que allá entiendan que no estamos dispuestos a entregar de nueva cuenta nuestro país a un solo grupo político, mucho menos a un solo hombre.
Por: Santiago Baeza.
El significativo repunte de casos de covid a nivel nacional y particularmente en Jalisco ha vuelto a prender la alarma. A un mes del regreso a clases, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, anuncia nuevas medidas para contener el avance de la segunda ola de contagios en el estado. Esto es debido a que si bien los índices de mortandad se han reducido, no así los niveles de contagio.
Jalisco cuenta al día de hoy con más de ocho mil casos activos detectados y particularmente en las regiones Ciénega y Centro, es decir en los alrededores de Chapala, la ocupación hospitalaria ronda en un veinte por ciento de su capacidad y va en un acelerado aumento, incluso mayor al que se dio a finales del año pasado, cuando la primera ola llegó a su máximo pico.
Debido a esta situación, el comité técnico y científico que el gobierno de Jalisco instaló para atender esta emergencia ha determinado volver a endurecer medidas, tratando eso sí, de afectar lo menos posible la difícil economía de las familias jaliscienses. Enumero a continuación las que considero que son las más relevantes para la vida económica y social en esta ribera de Chapala.
Todos los restaurantes volverán al esquema de un aforo máximo del cincuenta por ciento de ocupación y su cierre máximo será hasta las doce de la noche. Los eventos sociales de particulares en locales rentados, deberán tener hasta un máximo ciento cincuenta personas si es en espacio cerrado y hasta trescientas si es en terraza o jardín. La densidad máxima será de una persona por cada siete metros cuadrados, es decir, también se tomará en cuenta el tamaño del local para establecer el máximo cupo, el cual podrá reducirse en capacidad. Las fiestas no podrán tener una duración mayor a cinco horas.
Tema importante a considerar en el sector turístico es el caso de los hoteles, que mantendrán su misma capacidad de ocupación, que actualmente es de hasta un ochenta por ciento, pero sus áreas comunes sí tendrán una reducción, marcada en un máximo del cincuenta por ciento. Esto aplica para sus comedores, terraza, área de alberca, etcétera.
Para el gobernador, el mayor desorden, irresponsabilidad y riesgo se ha dado en bares y antros. Por lo tanto, se suspende toda actividad de estos giros durante el mes de agosto, pero en retribución, el gobierno garantizará una bolsa extraordinaria de recursos del estado para apoyarlos en el pago de sus nóminas. Habrá mano dura para estos giros, pero a cambio también una actitud solidaria, que evite despidos y cierres definitivos.
Todo evento masivo superior a las trescientas personas queda suspendido para el mes de agosto y esto incluye fiestas patronales y religiosas de cualquier índole, a menos de que se trate de algún poblado que logre demostrar una baja incidencia en contagios, lo cual en definitiva no es el caso de las localidades de esta ribera de Chapala.
Un dato importante, es que en el caso de las celebraciones religiosas dentro de templos no habrá cambio alguno, pues a consideración de Alfaro, los ministros y sacerdotes han dado claras muestras de responsabilidad al mantener medidas estrictas para proteger la salud de sus feligreses. Por lo tanto, creyentes de las distintas religiones que se profesan en la ribera podrán seguir acudiendo a sus ceremonias con tranquilidad.
Teatros y cines podrán mantener su aforo en un máximo de setenta y cinco por ciento, pero deberán cuidar al máximo las medidas de seguridad, que incluyen el uso permanente de cubrebocas durante toda la función. Y en espacios culturales, es decir galerías y museos, cuyos índices de asistencia lamentablemente suelen ser muy bajos, no habrá restricción en sus visitas.
Todo negocio que atiende al público en general, desde grandes supermercados hasta la tiendita más pequeña, deberán cuidar que sus clientes cumplan con todas las medidas ya conocidas, que incluyen el uso de cubrebocas y gel antibacterial, además de la sana distancia.
Finalmente, algo importante que el gobernador remarcó, es que las medidas básicas de protección se hacen extensivas a todo el espacio público. Es decir, la mascarilla también será obligatoria a partir de ahora en calles, parques y malecones, medida que los habitantes de esta ribera hemos mantenido muy relajada.
Por otra parte, el gobierno de Jalisco anunció que también modificarán los informes de gobierno en todos los municipios del estado, así como las transferencias de poder, puesto que el esquema tradicional que incluye eventos con invitados y celebraciones en plazas quedarán estrictamente prohibidos.
Como verán, dedico mi columna de esta semana a informar sobre este importante tema, ya que nuestras autoridades del ayuntamiento de Chapala hasta este momento no han considerado necesario hacerlo. Al cierre de esta columna de opinión, la dirección de comunicación social solo había comentado a la redacción de Semanario Laguna de forma extraoficial, que apenas estaban contemplando reunirse para analizar el anuncio de Alfaro y que posteriormente anunciarían sus conclusiones. Como que no entienden la urgencia del asunto o también piensan aventarle esta bolita a la siguiente administración.
Santiago Baeza.
Hace unos días el gobernador de Jalisco presentó en rueda de prensa a la flamante secretaria de Cultura del estado. Se trata de la maestra Lourdes González, una mujer con larga trayectoria en la academia y la producción escénica institucional e independiente, entre otras tantas experiencias en gestión cultural.
Lourdez González entra como sustituta de Giovana Jaspersen, quien renunció a su cargo hace algunos meses, en lo que es el primer relevo de esta naturaleza antes de concluir un sexenio, en toda la historia de esa secretaría que fue creada en el año de 1991, durante el gobierno de Carlos Rivera Aceves.
Jaspersen tuvo en la mira al municipio de Chapala desde el inicio de su gestión. Organizó el primer diálogo que un secretario de cultura ha tenido directamente con la comunidad cultural en este municipio; dio un apoyo extraordinario al Centro Cultural González Gallo, dirigido ahora muy atinadamente por Gabriela Serrano; e hizo de este municipio una de las cinco sedes de uno de los proyectos más ambiciosos de esa secretaría: Cultura Cardinal.
Cultura Cardinal no es cualquier proyecto sacado de la manga. Representa uno de los ejes estratégicos de esa institución y pretende culminar de forma decisiva los intentos que ya desde otras administraciones se han hecho por descentralizar los servicios y gestiones institucionales en materia de cultura, en beneficio de los municipios que no integran la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Aquí se instalará una delegación regional de esa secretaría, para brindar atención directa a otros muchos municipios de esta región. Eso explica la remodelación que se hizo del Auditorio de la Ribera, ubicado en La Floresta, el cual contará con nuevos espacios para manifestaciones artísticas y oficinas para recibir y gestionar solicitudes de ayuntamientos, además de artistas y promotores culturales, para que no tengan que desplazarse hasta Guadalajara.
Aunque en Chapala lamentamos la renuncia de Jaspersen porque nos sentimos muy cobijados por ella, debemos recibir con entusiasmo el nuevo nombramiento. Conozco personalmente a Lourdes González y me consta que es una persona seria, profesional, inteligente y con experiencia de sobra. Pertenece a una generación de artistas y promotores culturales que ha tenido la capacidad de revertir inercias y proponer formas novedosas y exitosas en términos de gestión cultural.
En su primera intervención pública dio dos importantes anuncios que se pueden traducir en grandes noticias para Chapala: la inminente inauguración y apertura de Cultura Cardinal en el auditorio y un nuevo programa, consistente en la reactivación de la actividad cultural en todo el estado, tras año y medio de confinamiento debido a la pandemia.
El primero es trascendente, ya que da garantía de continuidad a la tan ansiada descentralización de recursos y acciones por parte del gobierno, además de que nuestro municipio será punta de lanza en este sentido. Y el segundo también es de gran importancia, pues aquí tenemos una numerosa y sólida comunidad cultural, que tendrá la oportunidad de ser tomada en cuenta en este esfuerzo para retomar la vida social y de esparcimiento a través de actividades culturales, hecho que impactará en la economía, hoy mermada, de nuestros artistas locales.
De hecho la nueva secretaria anunció que pronto iniciará una serie de reuniones con los alcaldes electos de todos los municipios, para recibir propuestas específicas de cada uno de ellos, según las necesidades propias de cada población. Todo indica que está por venir una etapa prolífica en la relación entre el ayuntamiento de Chapala y la Secretaría de Cultura de Jalisco, en beneficio de nuestra población.
Punto y aparte
Esta edición de Semanario Laguna celebra sus primeros diez años de vida brindando a sus lectores información objetiva y de primera mano. Desde aquí felicito a todo el equipo de periodistas y colaboradores presentes y pasados, que han permitido darle vida a este importante espacio de expresión. Así mismo, hago público el orgullo que siento, al formar parte de este gran equipo. ¡Enhorabuena!
Santiago Baeza.
Punto Niza, el desarrollo inmobiliario ubicado en la zona oriental del cerro de Lourdes en Chapala, es una bomba de tiempo. Con dos órdenes de suspensión definitiva y básicamente todos sus vecinos en contra, este exclusivo (y excluyente) fraccionamiento privado sigue en construcción, con el sospechoso aval de la autoridad municipal.
Muchos son los problemas que los quejosos señalan sobre este proyecto que realiza la empresa Urbanizaciones 3H, propiedad de Eugenio Horn, de los cuales, por razones de espacio sólo hablaré del más grave.
Antes de ser modificado, el terreno en el que se desplanta la obra era atravesado por un arroyo de temporal, que hasta hace poco tiempo era propiedad pública, es decir, del ayuntamiento de Chapala. Sin embargo fue privatizado y literalmente mutilado.
Ese arroyo tenía básicamente dos usos. En temporada de secas servía como un conector peatonal para que los vecinos del barrio del Tepehua pudieran bajar directamente hacia la carretera. Hoy una inmensa barda de piedra les impide el paso y les manda un mensaje contundente: el actual gobierno local no está para defender los derechos de los más necesitados, sino para venderse a los intereses de los más ricos y poderosos.
En época de lluvias el amputado arroyo servía para darle cauce a los escurrimientos pluviales propios del temporal y así evitar inundaciones y daños a las construcciones ya existentes, en un terreno de por sí riesgoso, debido a que en esa zona se ubica una falla geológica y un río subterráneo de aguas termales.
Por si eso fuera poco, estudios de mecánica de suelos que los propios vecinos pagaron con sus recursos para presentarlos a manera de prueba en sus múltiples denuncias, demuestran que en su composición geológica predomina un material denominado arcilla expansiva, y como su nombre lo indica, se trata de un mineral que al humedecerse se expande, provocando movimientos en la tierra que someten a las construcciones a un mayor riesgo.
Deforestación, eliminación de arroyos y dragado de declives a varios metros de altura en esa delicada montaña cuya composición geológica reacciona a la humedad, representa una ecuación cuyo resultado implica la posible pérdida de millones de pesos y hasta vidas humanas. Aún así, la dirección de Planeación Urbana del ayuntamiento de Chapala otorgó el permiso correspondiente, hay que decirlo, en la pasada administración.
Sin embargo, la presente autoridad municipal se mantuvo en la misma posición, no sometió a revisión el proyecto y lo más sorprendente es que ha hecho caso omiso a las suspensiones judiciales promovidas por los afectados. Obvio, su actitud resulta por demás sospechosa.
Expertos en este tipo de temas y que además conocen a la perfección el asunto, coinciden en lo que ellos consideran un evidente caso de corrupción en el que estarían implicados, tanto la empresa constructora como el propio ayuntamiento de Chapala.
Ponen como ejemplo la negativa por parte del ayuntamiento, a facilitarles copia del proyecto ejecutivo que la empresa debió entregar al gobierno municipal como parte obligada del trámite para la obtención del permiso y que dicho sea de paso, se considera información pública.
De hecho, se sospecha de que el ingeniero Gilberto Chairez Muñoz, actual director de Planeación Urbana en Chapala, habría sido contratado por Urbanizaciones H3 para elaborar el proyecto ejecutivo. Debido a que su firma es la que aparentemente lo hace responsable, este probable “juez y parte” estaría incurriendo en un evidente conflicto de interés. Bien haría la autoridad municipal en hacer público el documento, si es que le interesa desmentir el rumor.
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