Anita en la foto de su altar. A un costado, una muñeca que es una réplica de ella. Foto: Sofía Medeles.
Sofía Medeles.– María Ana Romero Ibon de Medeles fue una mujer prolífica. Engendró 11 hijos y conformó una familia de 109 descendientes directos, a quienes les inculcó la disciplina y la perseverancia, además de que los guió con perseverancia y firmeza.
María Ana conocida como “Anita”, es originaria de Ajijic y estaba por cumplir 100 años el 31 de julio, aunque su fecha de registro fue el día 5 de agosto de 1922. Sus hijos dijeron no conocer mucho de su infancia; comentaron que siempre tuvo una personalidad muy pulcra y ordenada.
Se casó con Jesús Medeles Flores a la edad de 17 años, a finales de los años 30. Durante su matrimonio, dio a luz a 11 hijos: Alicia, Manuel, Juan José, Felipe de Jesús, Josefina, Ángel Gustavo, Sergio Arturo, Marta Epigmenia, Ana Luz, J. Jesús y Celina del Carmen.
Una parte de la familia Medeles Romero cuando doña Anita vivía. Foto: Facebook.
Según la describieron sus hijos, ella siempre fue una mujer muy ordenada, y mientras vivieron en su hogar, fue muy firme con sus reglas. Por ejemplo, tenían vasos específicos para tomar agua, leche, así como para recibir a las visitas; usaban toallas específicas para secarse el cuerpo y otras para los pies, tenían horarios muy específicos tanto para deberes, como para salir a jugar a la plaza.
“Solíamos recibir los dulces de las posadas y fechas festivas, y mi mamá los ponía en un jarrón. Separaba los caramelos, las galletas y los cacahuates, y nos iba dando eso a lo largo del año. Era tan organizada, que todavía en noviembre, le quedaba para repartirnos después de la comida”, recordaron sus hijos Ángel y Felipe de Jesús.
También recordaron como hacía una “mancuerna perfecta” con su papá, Jesús, a quienes nunca presenciaron pelear, ni contradecirse. Además, recuerdan cómo mientras su mamá estaba en la cocina haciendo sus deberes, cantaba y su papá le respondía “haciéndole segunda”.
Una de sus hazañas, por la que se le considera una mujer adelantada a su época, fue su esfuerzo por darle una licenciatura a sus 11 hijos, y aunque su esposo quería que fueran músicos, Anita se empeñó en que estudiaran un grado universitario, pese a que en esas épocas era difícil y sumamente costoso, aunado a esto, la carencia de transporte de Ajijic a Guadalajara que había en aquellos tiempos. Su hijo, Víctor Manuel Medeles, cumplió el sueño de su papá, al convertirse en uno de los más célebres compositores del Estado de Jalisco. Sus piezas de música de cámara han sido interpretadas por orquestas nacionales e internacionales.
Al crecer Anita, incitó el apoyo entre hermanos, pidiendo aportación económica a todos los que ya trabajaban, para la formación de sus demás hermanos y, aunque ya habían iniciado su vida laboral, en su casa aún seguían sus normas. “Era tan estricta que a nuestros treinta años aún teníamos que pedirle permiso”.
Anita fue la matriarca de una gran familia: 11 hijos, 49 nietos, 48 bisnietos y una tataranieta. Según comentaron sus familiares, su forma de crianza no cambió con las nuevas generaciones, ya que siempre buscó que tuvieran la misma disciplina y hábitos que les inculcó a sus hijos.
María Ana falleció el pasado 16 de julio a sus 99 años. Su hija Marta Epigmenia comentó que le estaban preparando una fiesta, a gusto de ella, donde involucraban tradiciones de Ajijic, como el papaqui.
“Ella era muy partidaria de las tradiciones, amaba a Ajijic y siempre buscaba participar en las costumbres del pueblo”. Pese a su deceso, la fiesta sigue en pie pero ahora para conmemorarla y celebrar el que sería su cumpleaños número 100.
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