La construcción está hecha con materiales como plásticos, maderas y fierros, utilizada como vivienda. Foto: Laguna.
Redacción.- Una choza construida junto al malecón de San Antonio Tlayacapan, a las orillas del Lago de Chapala, fue señalada como invasión, además de que ha crecido en tamaño con el paso del tiempo.
La edificación improvisada con plásticos, madera y algunos otros materiales que parecen ser desechos, se puede observar desde el malecón, ya que se encuentra a un costado, cerca de donde termina la privada Marcos Castellanos.
Vecinos denunciaron que no solo se trata de una invasión en zona federal, sino que quien allí habita ha estado “rellenando”, para poder abarcar más espacio en los terrenos del Lago de Chapala.
“Si los dejan, va a ser un problema como en Riberas y Chapala, donde hasta construyen. Y bueno, esta es una zona hermosa y no les costó ni un centavo, no creo que sea justo eso. Son un tanto agresivos, y se sienten dueños del lugar, son una familia”, dijo una vecina.
Otro habitante de San Antonio comentó que se trata de la choza de un pescador, que en un inicio solo tenía un espacio pequeño con sus cosas para trabajar, sin embargo, se quedó sin casa, por lo que se fue a este espacio y comenzó a extenderse.
“Este es un problema que tiene que resolver la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), y sí afecta, porque se roban la luz del malecón, y tienen hasta gallineros. No creo que la población esté de acuerdo con que se apropien de esa zona de la playa”, agregó la vecina entrevistada.
El encargado de despacho de la población, Gustavo Aguayo de la Torre, dijo conocer la situación, aunque comentó que quienes tienen la jurisdicción de efectuar acciones en ese tipo de situaciones, son las autoridades federales.
En San Antonio Tlayacapan, ya se ha recuperado un espacio federal con anterioridad, a un costado del malecón. En este caso, actuó primero la autoridad federal para quitar un muro, y posteriormente, ciudadanos con ayuda del gobierno municipal, recuperaron y limpiaron el espacio, que hoy en día cuenta con un letrero que dice “Recuperación de espacio público, comunidad de San Antonio Tlayacapan, Gobierno Municipal”.
Por otro lado, en Ajijic, a finales de marzo, la guardia nacional junto a policía municipal y maquinaria prestada por el ayuntamiento de Chapala, se despejó otro espacio de terreno federal, tomado por el llamado “Escuadrón de la Muerte”, un grupo de personas sin hogar que reside en el Pueblo Mágico.
El Museo Comunitario de San Antonio Tlayacapan se encuentra frente a la plaza principal de la delegación, en la calle González Gallo.
Sofía Medeles (Ajijic, Jal.).- Luego de aproximadamente cinco meses de su instalación, el Museo Comunitario de San Antonio Tlayacapan no ha recibido la visita del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), acción necesaria para recibir la certificación de museo y que se lleven a cabo diferentes estudios en las piezas para realizar las fichas descriptivas correspondientes.
María Victoria “Vicky” Corona Vega, encargada del museo y entusiasta del proyecto, comentó que han pasado meses en los que ha estado en contacto con las autoridades correspondientes, sin embargo, no ha recibido fecha exacta para la visita: “La pandemia se interpuso en la visita; desde hace algunos meses nos hemos tratado de hacer cita, pero no se ha presentado la ocasión”.
Artículos exhibidos, que datan aproximadamente del año 1400.
Entre las piezas que ya se encuentran en exhibición, está un fósil de tortuga –de 10 mil años de antigüedad, según paleontólogos de UDG-, vasijas de ofrendas, libros de antaño, una colección de monedas antiguas, molcajetes, metates, planchas de hierro, entre otros artículos de los que algunos datan del año 1,400 a.C.
Otros de los objetos más destacados son un par de elotes, cuya semilla data de 1510 a. C.; las semillas fueron rescatadas de una tumba de tiro, cultivadas y cosechadas con éxito en Irapuato, con la colaboración de la Universidad de Guadalajara en el proceso: “Fue un gran rescate histórico, ya que son maíces nativos del área del lago”, aseveró Vicky.
Agregó que, aunque no tienen horario para abrir –y que muy pocas veces el sitio se encuentra abierto-, la gente se puede acercar con confianza a apreciar los objetos cuando las puertas se encuentren desplegadas y que espera que, en la brevedad, se puedan certificar y así marcar un horario para los curiosos que quieran visitar al museo.
Finalmente, afirmó que el museo acepta donaciones -tanto económicas como en especie- y que las piezas en el museo son en su mayoría donaciones de habitantes originarias de la zona. Para contactar a Vicky Corona, su número de teléfono es 33-1723-3440.
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