Los aranceles al acero y al aluminio impuestos por Estados Unidos han generado una gran incertidumbre y preocupación en México y Canadá
En 2023, el comercio de productos siderúrgicos terminados entre México y Estados Unidos superó los 6 millones de toneladas. Foto: Industria México.
Redacción. – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una nueva orden ejecutiva para imponer aranceles del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio, incluidas las de México y Canadá, sus socios comerciales en el T-MEC y los dos principales proveedores extranjeros de metales del país. Esta medida, que entrará en vigor el 12 de marzo próximo, ha generado una gran preocupación en ambos países y ha intensificado las tensiones comerciales en América del Norte.
En 2023, el comercio de productos siderúrgicos terminados entre México y Estados Unidos superó los 6 millones de toneladas. México importó 4.1 millones de toneladas de acero estadounidense, mientras que sus exportaciones hacia el país vecino fueron de 2.3 millones de toneladas. Esta diferencia ha consolidado un superávit comercial a favor de Estados Unidos, con un valor de 4.1 mil millones de dólares, según datos de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero).
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, calificó los aranceles como «inaceptables» y afirmó que la respuesta de Canadá sería firme y clara. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también condenó la medida y dijo que el bloque de 27 naciones adoptaría «contramedidas firmes y proporcionadas».
El ministro de Economía mexicano, Marcelo Ebrard, calificó la decisión arancelaria de «injustificada» e «injusta», aunque no mencionó si México planeaba aplicar aranceles recíprocos al acero o al aluminio que importa de Estados Unidos. Sin embargo, en el pasado, México ha respondido con aranceles a productos estratégicos de Estados Unidos ante políticas similares.
La industria siderúrgica estadounidense ha culpado a México por el cierre de plantas y despidos en su país, aunque Canacero ha desmentido esta afirmación. Algunos expertos advierten que este nuevo arancel podría no tener el efecto deseado. «Si bien en el corto plazo puede beneficiar a algunos productores locales, en el largo plazo puede afectar a industrias que dependen del acero y el aluminio importados, como la automotriz y la construcción», explicó a Reuters Kevin Dempsey, presidente del American Iron and Steel Institute.
En su primer mandato, Trump impuso aranceles similares con el argumento de fortalecer la industria siderúrgica nacional. En ese momento, la utilización de capacidad de las acereras en Estados Unidos aumentó a más del 80%, pero posteriormente cayó cuando los precios del acero global se desplomaron. Algunos analistas creen que esta nueva medida podría tener un impacto similar, afectando negativamente a las industrias que dependen de estos metales.
La continuidad del T-MEC, que debe renegociarse el próximo año, queda así en suspenso mientras se multiplican las tensiones diplomáticas. Para Canadá, esta medida representa un golpe significativo, ya que es el principal proveedor de Estados Unidos tanto de acero como de aluminio. En 2024, el negocio de acero entre Canadá y Estados Unidos alcanzó los 11.200 millones de dólares, mientras que el de aluminio fue de 9.500 millones.
En resumen, los aranceles al acero y al aluminio impuestos por Estados Unidos han generado una gran incertidumbre y preocupación en México y Canadá. Ambos países están evaluando sus opciones y preparándose para posibles represalias, mientras que la industria siderúrgica estadounidense espera beneficiarse de esta medida. Sin embargo, los efectos a largo plazo y el impacto en las cadenas de suministro y las industrias dependientes de estos metales aún son inciertos.
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