Lepra
La lepra, también conocida como la enfermedad de Hansen, es causada por una bacteria en forma de bacilo llamada Mycobacterium leprae. Dicha enfermedad data de los tiempos bíblicos y afecta principalmente la piel, los ojos, la mucosa de las vías respiratorias superiores y las terminaciones nerviosas periféricas.
Cada año en el mundo se diagnostican con el mal de Hansen alrededor de unos 200 mil nuevos pacientes; los cuales desafortunadamente y en su mayoría han tenido la infección latente, ya que la enfermedad puede llegar a manifestar síntomas hasta los nueve meses después de la exposición inicial a la bacteria o incluso hasta después de 20 años de haber entrado en contacto con la infección.
La lepra se transmite por el contacto de pequeñas gotas expulsadas por la boca y la nariz de personas contagiadas que no están bajo tratamiento tales como los estornudos y toser. No se propaga por tener contacto ocasional con alguna persona a quien le aqueja este padecimiento, ni por darle la mano o sentarse junto a ella. Una vez que una persona con lepra ha iniciado tratamiento para la enfermedad, deja de transmitirla.
Los primeros síntomas de la lepra incluyen la aparición de lesiones en la piel caracterizadas por manchas de un color más claro que el resto de la piel en el cuerpo; lesiones cutáneas cuya sensibilidad al tacto, al calor y al dolor está disminuida; lesiones que no sanan después de varias semanas o hasta meses, falta de sensación y sensibilidad en las piernas, los brazos y las manos y debilidad muscular.
Es de suma importancia mencionar que la lepra desde las fases iniciales sin tratamiento puede generar deformidades físicas, ceguera y discapacidad en el enfermo; además de discriminación, marginación y estigmatización. Por lo tanto, la lepra si es curable siempre y cuando sea detectada a tiempo y de manera inmediata.
El tratamiento de la lepra es un proceso continuo y por lo general de varios meses, se utilizan una combinación de varios medicamentos o politerapia, con la finalidad de combatir las bacterias tales como la dapsona, fluoroquinolonas, macrólidos y rifampicina, por mencionar unos cuantos; y además otros medicamentos antiinflamatorios como la prednisona, la talidomida y el ácido acetilsalicílico. Las personas con lepra crónica, lo que quiere decir que han padecido la infección por un largo periodo de tiempo, debido a que pierden la sensibilidad en varias partes del cuerpo, pueden presentar desfiguramiento y llegar a perder los dedos de las manos o de los pies e incluso las manos o los pies completos.
El problema de la enfermedad de la lepra y su eliminación es de importancia mundial, se sabe que la enfermedad predomina en áreas de clima tropical, pero se han encontrado casos en áreas de clima templado y subtropicales, así que no está de más informarse con las autoridades sanitarias antes de viajar a lugares como Indonesia, Brasil, Somalia, República Democrática del Congo y en Estados Unidos a lugares como a Florida, Hawaii y Oregón, por mencionar algunos.
Así que lo mejor que se puede hacer ante la lepra y cualquier otra enfermedad es mantener un sistema inmunitario sano, informarse de cualquier alerta sanitaria antes de viajar y acudir al médico; ante cualquier sospecha de enfermedad, cuídese.
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