Los trabajos se realizan ante el riesgo de desabasto de agua para la mayor parte de la población
José Antonio Flores Plascencia, titular de Agua Potable, Drenaje y Alcantarillado, junto al alcalde de Jocotepec, Hugo David García Vargas, en los trabajos del pozo Zaragoza, en San Juan Cosalá. Foto: Cortesía.
Armando Esquivel. – Serán dos millones 760 mil 800 pesos los que el Ayuntamiento de Jocotepec destinará para trabajos en el pozo de agua Zaragoza, en San Juan Cosalá, en el que detectaron filtraciones de arena y que pone en riesgo el abastecimiento del 60 por ciento de la población.
El pozo de agua Zaragoza es el mayor abastecedor del líquido en la población, pero cuenta con acumulación de arena de hasta 30 metros, causado por una desviación en la columna a la profundidad de 70 metros, de acuerdo al estudio geohidrológico del gobierno municipal, por lo que se realizará una nueva perforación y ajustes para su buen funcionamiento y evitar que la mayor parte de los habitantes se queden sin el servicio.
Será un tubo sellado de 50 metros el que se introducirá en la tierra, con la esperanza de que se evite la incorporación de arena. También se instalará un filtro de grava.
La nueva perforación tendrá una profundidad de 200 metros e incluye engravado y colocación de ademe de acero de 10 pulgadas y la ampliación de 12 a 20 pulgadas para la colocación de filtro para la arena.
Para iniciar, se realizará la perforación con diámetro de 12 pulgadas, atravesando los estratos del subsuelo con el equipo de perforación hasta llegar a los 200 metros de profundidad, para después realizar la ampliación a 20 pulgadas para la colocación de un filtro de grava.
Una vez terminada la perforación se procederá a la colocación del ademe en forma vertical con 150 metros de tubo de acero al carbón de 10 pulgadas que llevan un tipo de canastilla, así como 50 metros de tubo de acero al carbón liso. También se realizará un engravado del espacio anular que es la diferencia entre el diámetro de perforación y entubado, se rellenará con gravilla en toda su extensión para permitir la formación de un filtro natural que solo permite el acceso del agua del subsuelo.
Por último, se realizará el lavado del pozo, haciendo uso de un dispersor de arcillas para extraer los residuos de materiales utilizados en el proceso de perforación y se acomodarán las formaciones en torno a los filtros para lograr un ordenamiento granulométrico de mayor a menor y así obtener una mejor productividad, sumado que se busca prolongar la vida útil del pozo.
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