Aunque fracciones políticas han defendido sus posturas, no hay datos oficiales respecto al aporte que da la presa de Guanajuato al Lago de Chapala
Lago de Chapala en temporada de altas temperaturas. Foto: Omar Hernández.
Armando Esquivel.– Con promesas verbales y sin datos oficiales sobre la cantidad de agua que la Presa Solís aporta al Lago de Chapala, continúa el proyecto del acueducto que llevará agua a diez municipios de Guanajuato, en medio de la oposición de colectivos, alcaldes ribereños y del propio Gobierno de Jalisco.
El pasado 25 de agosto, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), a través de su titular Efraín Morales López, aseguró al gobernador jalisciense Pablo Lemus Navarro que los volúmenes de agua destinados a Chapala se respetarán aun con el trasvase hacia Guanajuato. Para ello, dijo, se prevé la tecnificación de 10 mil 200 hectáreas agrícolas con el fin de recuperar más de 120 millones de metros cúbicos.
Sin embargo, Lemus advirtió que esas promesas no están documentadas: “Nosotros les dijimos: pongan eso que están mencionando en los acuerdos de la propia cuenca, porque si todo queda de palabra, no lo vamos a aceptar”.
El acueducto, parte del Plan Hídrico Nacional, contempla una línea de 237 kilómetros que llevará agua a los municipios de Celaya, Irapuato, León, Silao, Villagrán, Tarimoro, Salamanca, Cortázar, Salvatierra y Acámbaro. Desde Guanajuato, gobernado por el PAN, la mandataria Libia Dennise García Muñoz Ledo ha reiterado que “el proyecto va”, sin modificaciones a los convenios con la federación.
En contraste, en Jalisco ya se han reunido más de dos mil firmas para promover un amparo con el objetivo de frenar la obra, mientras colectivos ambientales y organizaciones de la Ribera de Chapala continúan convocando a la defensa del lago.
En el Congreso de Jalisco, se intentó abrir una mesa de diálogo, pero la propuesta fue rechazada por los diputados de MORENA, PT y PVEM. La legisladora morenista Candelaria Ochoa calificó los exhortos como “una farsa”, asegurando que el tema tiene un trasfondo político.
El debate se ha polarizado: algunos políticos insisten en que el acueducto no representa riesgo para Chapala, mientras otros demandan estudios técnicos y datos que respalden la seguridad del proyecto.
La Presa Solís, ubicada en Guanajuato, tiene una capacidad estimada entre 728 y 800 millones de metros cúbicos. En 2013, al rebasar niveles y abrir compuertas, aportó al Lago de Chapala 29.43 metros cúbicos por segundo, equivalentes a 29 mil 430 litros. Un centímetro de ascenso en Chapala significa unos 10 millones de metros cúbicos de agua.
No obstante, no existen cifras oficiales que determinen con precisión cuánto aporta la presa al lago más grande de México.
Ante esta incertidumbre, Semanario Laguna solicitó a la CONAGUA, a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (folio 340009400076825), las series históricas de volúmenes liberados por compuertas y vertedores, aforos del río Lerma y balances operativos que permitan conocer el verdadero impacto de la presa Solís en el Lago de Chapala.
Mientras Guanajuato asegura que el proyecto arrancará en los primeros días de septiembre, en Jalisco persisten dudas sobre las consecuencias para el vaso lacustre. La falta de documentos oficiales que respalden los compromisos federales alimenta la desconfianza de autoridades locales, ambientalistas y habitantes de la Ribera.
Lo cierto es que, entre discursos políticos y promesas de tecnificación, el futuro del Lago de Chapala sigue en incertidumbre.
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