Salud y Bienestar
Leticia Trejo es profesora de Yoga y entrenadora personal. Foto: Archivo.
Por: Leticia Trejo.- Uno de los recuerdos recurrentes de mi infancia es las repetidas visitas al pediatra y que después de los análisis de sangre éste diera el diagnóstico de anemia. Después de eso había cambio en la alimentación y mi mamá nos daba hígados encebollados, berros, sardinas y un suplemento que todavía existe que se llama emulsión de Scott que era la tortura de los niños de mi edad por su intenso sabor a pescado.
Ahora, pasados tantos años no recuerdo exactamente cuál era el tipo de anemia que nos aquejaba en la familia, ya que hay varios tipos, pero sospecho que era por deficiencia de hierro porque la dieta que les describí es alta en contenido de hierro.
Algunos de los síntomas de la anemia son:
En los análisis sanguíneos se puede ver que la hemoglobina baja es el principal signo de anemia.
El cuerpo produce tres tipos de células sanguíneas. Los glóbulos blancos que combaten las infecciones, las plaquetas que ayudan a que la sangre coagule y los glóbulos rojos que transportan el oxígeno por todo el organismo.
La materia esponjosa que tienen muchos de los huesos grandes, denominada médula ósea, produce glóbulos rojos y hemoglobina. Para fabricarlos el cuerpo necesita hierro, vitamina B12, folato y otros nutrientes de los alimentos.
La anemia tiene diversas causas pero las principales son:
Existen otros tipos de anemia pero la prevención será tu mejor aliada. Una alimentación altamente nutritiva es lo más recomendable, variedad en tu plato, hojas verdes, proteínas y un experto que te acompañe para saber si necesitas sumar suplementos vitamínicos a tu dieta diaria.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala