Después de pelear su jubilación principalmente por cuestiones de salud, logró gozar de tan sólo un mes de pensión antes de fallecer
El féretro del comandante de Tránsito a la salida de la Parroquia de San Francisco de Asís.
Manuel Jacobo (Chapala, Jal).- Tras el deceso del oficial de tránsito Guadalupe Díaz Yáñez, familiares y compañeros de trabajo llevaron su cuerpo al interior del ayuntamiento de Chapala para darle su último pase de lista.
Pese a que su cuerpo estaba en un féretro de madera, el Coordinador General de Servicios Públicos Municipales, Sergio Gutiérrez Tejeda “El Pichus”, realizó el pase de lista repitiendo su nombre en voz alta cuatro veces. Cuando las sirenas de las patrullas comenzaron a sonar, se anunciaba su último paso por la avenida que lo vio trabajar enfermo.
Por su parte, el presidente municipal, Moisés Alejandro Anaya, señaló que lo único que queda tras la tragedia era ser solidarios con la familia, con la pérdida que han sufrido los familiares. “El más sentido pésame a todos ellos”, externó el edil.
Culminado el acto, su cuerpo fue trasladado hasta la parte trasera de la patrulla número 11 del ayuntamiento de Chapala, donde una corona de parte del presidente municipal lo acompañó al igual que sus compañeros de Tránsito, Policía Municipal y Protección Civil y Bomberos por la avenida Francisco I. Madero hasta llegar al panteón municipal.
Guadalupe Díaz, quien era conocido por sus compañeros como “El Parejón”, sufría de diabetes, lo que desencadenó una serie de daños a otros órganos. Por tal motivo, sufrió daño renal, daño hepático y retención de líquidos.
A finales del mes de septiembre, Semanario Laguna publicó un trabajo periodístico en el que señalaba que se daba cuenta de que el cabildo de la administración (2015-2108) no había aceptado las jubilaciones y pensiones en las que se consideraba el expediente de Guadalupe Díaz, debido a que irónicamente los exregidores de Movimiento Ciudadano, la regidora del PAN y una regidora del PRI votaron en contra, al considerar que había anomalías en uno de los expedientes de los trabajadores que se querían jubilar.
En dicho trabajo periodístico también se advirtió que si no se le pensionaba tras 29 años de trabajo, se comprometía la vida del señor Guadalupe Díaz Yáñez, ya que obtuvo una valoración médica en la se especificaba que no debía estar laborando, sino que debía tener descanso absoluto.
Al igual, se informó de que él seguía laborando las ocho horas bajo el sol en el cruce de la avenida Madero e Hidalgo, pese a las úlceras que se estaban generando por estar tanto tiempo de pie. Su pendiente era que se fueran a hinchar demasiado hasta llegar a la amputación. Tal como lo previó “El Parejón”, se le hincharon las piernas y su estómago debido a la retención de líquidos hasta que llegó la amputación de una de sus piernas y, con ello, su muerte.
Debido a que no se autorizó su pensión, él trabajó todo el mes de septiembre y parte de octubre, hasta que la regidora Edith González atendió su problemática junto al síndico municipal y Guadalupe obtuviera un documento por el actual médico municipal, Gustavo Reyes Carretón.
“Yo hablé con Isaac y lo mandamos a la clínica. Ya en la clínica fue donde ya le dijeron que tenía que estar incapacitado y lo mandaron al hospital, pues ya tenía una deficiencia renal” (sic), recordó la regidora Edith.
La regidora de izquierda calificó el hecho de no haberle otorgado su pensión como una “injusticia”; aunque sí gozó de una incapacidad de más de un mes, no fue suficiente para salvarle su vida.
Ahora, Moisés Alejandro Anaya señala que ya trabajan para lograr ayudar a su esposa. “Sí, por supuesto, la pensión de viudez. Ya estamos haciendo el análisis técnico y jurídico para ayudarle. Es un compromiso que yo le hago a la familia y por cuestiones legales y que por derecho le corresponden. Entonces, le vamos ayudar”.
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