Salud en Letras
Ili. Foto: Archivo.
Por Ili.- Se le llama bruxismo cuando una persona rechina, aprieta o desliza los dientes de atrás hacia adelante, unos sobre otros y de lado a lado. Este movimiento puede realizarse inconscientemente, o sea, la persona no percibe que lo hace; puede efectuarse cuando se duerme, cuando se siente muy estresado o cuando se encuentra sumamente enojado.
Existen varios factores que pueden desencadenar el bruxismo y estos son: el estrés, el insomnio y la ansiedad. De igual manera, el bruxismo puede ser producto de la toma de medicamentos antipsicóticos y antidepresivos; el consumir alcohol, una ingesta excesiva de cafeína y una mala alineación de los dientes.
Al tallar los dientes, no solo se les provoca un daño irreversible como son el desgaste del esmalte, sensibilidad dental, fracturas, y movilidad; sino que también se generan problemas en los tejidos, los músculos y la articulación temporomandibular. Creando entonces problemas también en la postura, causando dolor de cabeza, dolor en la mandíbula (quijada) y el cuello y dolor en los oídos.
Si rechina los dientes, los siguientes síntomas le resultarán familiares, tales como el despertarse con la cara dolorida sobre todo las mejillas y la mandíbula. Igualmente puede sentir dolor de cabeza y fatiga a pesar de suponer que hubo dormido bien.
Durante el día puede sentir sensibilidad dental o dolor. Si revisa su boca frente a un espejo es probable que note los bordes de los dientes de adelante, ya sean los de arriba o abajo, están astillados o incluso puede notar un franco desgaste en el cual puede apreciarse un sutil cambio de color. Siendo ésta una clara distinción entre dos tipos de tejido dental: el esmalte y la dentina.
Las muelas en lugar de presentar cúspides definidas o redondeadas por un desgaste fisiológico normal se pueden observar completamente planas o chatas.
En casos más extremos, puede observar como si los dientes hayan disminuido de tamaño, en comparación digamos con alguna foto de usted mismo de hace algunos años y donde aprecie que en su sonrisa los dientes de adelante se veían o eran más largos.
Similarmente en circunstancias severas, donde los dientes no solo se han desgastado casi a la mitad de su tamaño o más, sino que su forma actual se asemeja a muñones. Además, podrá notarse que en el centro se aprecia una coloración rosa o rojiza, lo cual es el remanente del tejido dental que divide, previene y separa la pulpa dental de ser expuesta en su totalidad.
Para poder dejar de rechinar los dientes, es indispensable remover la causa del estrés, ya sea físico o emocional, así que acudir a terapia psicológica puede ser de gran ayuda. También será indispensable mejorar la alimentación y sobre todo la calidad y la cantidad de sueño.
Para tratar la pérdida de la estructura dental, los problemas de los músculos de la masticación y faciales se deberá acudir con una dentista. Este puede ofrecerle diversas opciones de restauración dental, una guarda nocturna, hasta terapia miofuncional orofacial.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala