Leticia Trejo. Foto: Cortesía.
Por: Leticia Trejo. – Queridos no los voy a aburrir con tantas neurociencias ya que el término explotó por todos lados, ahora hay: neuro-ventas, neuro-psicología, neurociencia cultural, neurociencia celular, molecular, del comportamiento, afectiva y hasta computacional. Pero lo que realmente ha volado mi cabeza es la relación de las neurociencias con el estudio de la mente que hacen las culturas Indo – tibetanas desde hace más de tres mil años A.C. (aproximadamente)
Descripciones más profundas sobre la relación de la mente con la inteligencia y el cuerpo provienen de la filosofía de la mente ya que es la rama que estudia, las percepciones, las sensaciones, las emociones, las fantasías, los sueños, los pensamientos y las creencias.
Siendo entonces, un campo tan extenso y complejo nos quedan algunas preguntas: ¿cómo puedo influir de forma activa y consciente en mi salud mental? ¿cómo puedo lograr que mi sistema nervioso funcione de forma eficiente a mi favor? ¿cómo puedo preservar el buen funcionamiento de mi cerebro y mi construcción mental? Estas preguntas son muy relevantes sobre todo porque durante la pandemia y en estos años posteriores se han elevado las manifestaciones de enfermedades mentales como ansiedad, depresión, ataques de pánico, tristeza crónica, pensamientos suicidas, fallas en la memoria, irritabilidad excesiva y otros trastornos en todas partes del mundo. No conforme con esto los científicos han proporcionado evidencias de que cuando una persona no regula bien las funciones del cerebro es más propensa a padecer otras enfermedades y en sus investigaciones han demostrado que algunas estructuras del sistema nervioso se achican, se encogen y dejan de comunicarse unas con otras.
En las filosofías Indo – tibetanas los tratamientos para aliviar enfermedades empiezan con la regulación de la actividad mental y el estudio de esta. Se considera que debemos generar un equilibrio entre el sistema nervioso simpático, que es el modo de supervivencia con el que actuamos la mayor parte del día, y el sistema nervioso parasimpático que es con el que nos relajamos y disfrutamos de las cosas sencillas de la vida. Estas filosofías ya establecían prácticas como la auto observación, la auto conciencia, la meditación y la respiración para recorrer los intrincados caminos de la mente.
Soy fiel testigo de que una de las herramientas que se exploraban desde tiempos ancestrales para la regulación de la mente es la respiración. Y no es tan sencillo como pedirte que inhales y exhales conscientemente (aunque es un muy buen primer paso), por eso las neurociencias están realizando tantos estudios referentes a cómo la respiración auto regulada ayuda a las personas a sentarse a meditar y disminuir la inquietud y agitación que les son naturales a la mente y de esta forma evitar el deterioro cognitivo y de algunas estructuras cerebrales.
Quizás podríamos hablar de neurociencias ancestrales y el legado que nos han dejado a través de disciplinas prácticas que integran a la mente, al cuerpo y al espíritu. Pero si estamos hablando de la respiración sería muy bueno que empezáramos a adentrarnos al estudio de Pranayama del Yoga en donde hay sistemas y procesos completamente refinados para lograr la maestría sobre la regulación de la respiración y afectar a nuestro sistema nervioso de forma positiva, después de todo, si a ti te gusta vivir en este mundo y has disfrutado sus bondades seguramente querrás hacerlo con una mente clara y atenta.
La erupción del Mpox aparece con frecuencia en la cara, las manos y las plantas de los pies. Foto: Cortesía.
Emily Alison.- Los ciudadanos están fatigado por la pandemia. Constantemente aparecen nuevas variantes de Covid-19 en las noticias. Jalisco acaba de reportar la primera muerte por dengue, y el número de casos es alto. Aun así, es prudente mantenerse informado sobre los riesgos sanitarios que existen para evitar enfermarse o contribuir a la propagación de contagios.
La Organización Mundial de la Salud ha emitido una alerta sobre otro virus contagioso que debemos conocer: Mpox.
El Mpox, antes conocido como viruela del mono, es endémico en África Occidental y la cuenca del Congo desde los años setenta. En la actualidad existen dos cepas del virus, siendo la reciente más letal que la original. A partir de 2022, se han introducido casos de Mpox en varios países. México ha registrado la cuarta mayor incidencia de Mpox fuera de África. Las cifras siguen siendo bajas, pero es urgente informar al público sobre los riesgos, los síntomas y los métodos para prevenir el contagio, a fin de poder contener el virus.
¿Cómo se transmite el Mpox? El contacto directo con una persona o un animal con una infección activa, caracterizada por una erupción con aspecto de ampollas, supone un riesgo de contagio. El Mpox también puede contraerse a través del contacto con ropa de cama, toallas, utensilios y platos para comer o ropa que haya estado en contacto con una persona infectada.
El contacto con un animal infectado, ya sea una mascota, ganado o una criatura salvaje y comer la carne de un animal infectado pueden transmitir la enfermedad. Entre los animales de los que se sabe que portan y transmiten la enfermedad se encuentran las ardillas, las ratas, los ratones y los monos.
El ganado también puede contraer y transmitir el Mpox. Debe evitarse el contacto físico con mascotas, animales salvajes o ganado, especialmente si parecen enfermos o están muertos. Lávese a fondo si ha habido contacto. La OMS recomienda que todas las carnes estén bien cocinadas. Es posible que una persona que haya contraído el virus sufra una reinfección. La nueva cepa puede transmitirse por contacto sexual íntimo. Esto es preocupante, porque las ETS han demostrado ser difíciles de contener y de rápida propagación.
La cepa que se ha identificado en México no es la última variante y más letal. Sin embargo, los síntomas parecen terribles. Aparece una erupción con pústulas ampolladas. La erupción suele concentrarse en la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies, las zonas genital y anal, los ojos, la boca y la garganta. Una persona infectada puede tener una pústula o miles.
Esta erupción persiste de dos a cuatro semanas y hasta que se cura por completo el virus es muy contagioso a través del contacto con las pústulas. Otros síntomas son fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor de espalda, disminución de la energía e inflamación linfática. Por desagradables que parezcan estos síntomas, suelen resolverse con medicamentos antifebriles comunes y medidas adoptadas para sentirse cómodo. Sólo entre el 0.1 y el 10 por ciento de los diagnósticos son mortales. Es un rango amplio, pero todavía hay mucho que aprender sobre este virus. Aquí en México, se ha reportado menos de 0.3 por ciento de fatalidad. Las mujeres embarazadas, los recién nacidos y las personas con afecciones subyacentes o comprometidas son quienes corren mayor riesgo de mortalidad.
Los investigadores siguen aprendiendo sobre esta enfermedad. No saben si puede ser transmitida por personas o animales asintomáticos. No saben si puede transmitirse antes o después de que aparezcan los síntomas. No saben si puede transmitirse a través de partículas transportadas por el aire. Actualmente, parece poco probable que el virus se transmita por esas vías, lo cual es una buena noticia. Sí saben que se transmite por contacto directo con individuos enfermos, animales enfermos u objetos que hayan estado en contacto directo con una persona o criatura infectada.
El profesor Dimie Ogoina, presidente del comité de la OMS que examina esta cuestión, subraya que la contención de este brote internacional es prioritaria. Si usted, o alguien que conoce, tiene alguna razón para creer que puede haber contraído esta enfermedad, existe una prueba de laboratorio que identifica con precisión el virus.
Existe un antiviral que ayuda a minimizar las molestias de los síntomas graves. También hay vacunas disponibles que son medidas preventivas eficaces: MVA-BN, LC16 y ACAM 2000. Estas vacunas se desarrollaron para combatir la viruela, pero ayudan a prevenir el contagio de Mpox. Con el tiempo se desarrollarán vacunas mejoradas y específicas.
En este momento, Jalisco registra tres casos confirmados y 55 en el país hasta el 26 de agosto y la vacunación no está indicada. Los epidemiólogos quieren que el público sepa cómo identificar el Mpox, cómo evitar contraerlo y cómo contener el contagio en la medida de lo posible. Comuníquese con los profesionales sanitarios si tiene algún motivo para sospechar que ha estado en contacto con una persona o un animal potencialmente infectado. Si presenta los síntomas del Mpox, informe a su médico y tome precauciones para evitar contagiar a otras personas. Emplee medidas de sentido común para evitar la comunicación de este virus. Todos hemos aprendido que no tomar medidas preventivas lo antes posible para minimizar el impacto de las enfermedades contagiosas puede ser catastrófico, no sólo para nosotros mismos, sino para la comunidad en general. Más vale prevenir que curar.
Ili. Foto: Archivo.
Por Ili.- El retinoblastoma es un tumor canceroso que se origina en las células de la retina del ojo. Se presenta con mayor frecuencia en niños menores de cinco años, siendo más alta su incidencia en los infantes que son menores de dos años; y puede afectar uno o los dos ojos.
El retinoblastoma es causado por una mutación en el gen RB1 que controla la división celular; este al mutarse, multiplica células anormales descontroladamente.
Un retinoblastoma no tiene la tendencia a esparcirse a otros tejidos y ni a otras partes del cuerpo, pero su detección temprana es importantísima para evitar un daño mayor. Puede heredarse o presentarse como caso aislado y sin predisposición genética. Sin embargo, si alguno de los padres tuvo retinoblastoma; las probabilidades de que uno de los hijos lo padezca son de un 50 por ciento.
El paciente suele quejarse de dolor, enrojecimiento del ojo, manchas blancas en la pupila, el iris de diferente color y de tener la visión doble. Un dato característico y que suele darles a los padres el motivo principal para notar algo raro en los ojos de los hijos, es que cuando se toma una foto, el ojo se observa con una mancha blanca al reflejo del flash y no en color rojo como lo reflejaría un ojo normal.
Las pruebas para su detección y pronóstico incluyen, además del examen ocular detallado, la imagenología como la tomografía axial computarizada, la resonancia magnética, ecografías del ojo y del cerebro, biopsias de ojo y líquido cefalorraquídeo y exámenes sanguíneos para la detención de otras anormalidades genéticas.
El tratamiento depende del tamaño del retinoblastoma, la zona del tumor, edad del paciente y el grado de diseminación. Las opciones son la cirugía con láser, quimioterapia, radiación y la extirpación del ojo afectado en caso de ser necesario.
Este tipo de cáncer puede ser curable siempre y cuando no se haya diseminado fuera del ojo y que no haya afectado otras áreas como los huesos, el cerebro o los pulmones.
De igual manera resulta importante tener en cuenta que en general, el tratamiento puede ser agresivo y difícil de tolerar; pero más que nada hay que estar consciente de la posibilidad de que resulte ceguera en el ojo afectado, así como la necesidad de su extirpación.
De ser así, las prótesis oculares son indispensables para mantener la estética, asimetría facial y la autoestima del paciente en cuestión.
Al presentarse la afección de manera bilateral; enseñar y educar al paciente y la familia respecto a motivar, entender y alentar la vida de una persona ciega es indispensable para la convivencia y desarrollo normal y de vida digna del enfermo.
Actualmente muchas organizaciones se enfocan en la educación y búsqueda de recursos para los pacientes y las familias afectadas por retinoblastomas. Y así como cualquier tipo de cáncer, la detección a tiempo puede ser curable. Acuda con el optometrista y el oftalmólogo regularmente para checarse los ojos.
Letras monumentales al ingreso de El Salto. Foto: Cortesía.
Redacción.- Al menos cuatro adultos y nueve niños resultaron intoxicados por exceso de cloro, luego de bañarse en un alberca de un salón de eventos, en el municipio de El Salto, en la colonia Lomas del Aeropuerto.
Los menores y adultos disfrutaban de una fiesta infantil y notaron un fuerte olor a cloro, pero ello no impidió que ingresaran a la alberca durante la tarde-noche del 27 de agosto.
Entre clavados y chapuzones las personas empezaron a sentir síntomas de inxicación, como ojos enrojecidos, lesiones en la piel, mareos, vómito y dificultades para respirar.
Preocupado por la situación uno de los padres de familia decidió sacar a sus hijos del agua y después de haberlos bañado hasta en dos ocasiones los síntomas empeoraron, por lo que decidió llevarlos para que recibiera atención médica a la Cruz Verde, Ernesto Arias de Guadalajara.
“Ya llevan dos bañadas y todavía no se les quita el olor a cloro. Siguen con problemas respiratorios, siguen con lesiones en la piel, vómito”, refirió el padre de familia.
Los afectados, tanto adultos como niños recibieron atención médica de emergencia, por lo que se reportan en estado estable de salud.
Pie de foto: Ili.
Por Ili.- La andropausia es el conjunto de síntomas y cambios físicos que se presentan en los hombres a partir de los 40 años causados por una disminución en los niveles de la hormona de la testosterona. La testosterona es la principal hormona sexual masculina y que, a diferencia de la menopausia que se presenta en las mujeres, la andropausia es un proceso lento que puede durar varios años.
Los síntomas característicos de la andropausia en los hombres describen una falta de energía a la hora de realizar actividades que antes resultaban fáciles de hacer, irritabilidad, disminución del deseo sexual, pérdida de fuerza muscular, osteoporosis y aumento de grasa sobre todo en el área abdominal, he aquí el origen de la “barriga de la vejez”.
Para averiguar si usted está pasando por la andropausia debe acudir al médico para revisión, primero por que presenta alguno de los síntomas previamente mencionados y porque ya está sobre la cuarta década de vida; así que un análisis de laboratorio bastará para confirmar el diagnóstico.
De ser así, tratamientos para reemplazar la pérdida de la testosterona será lo recomendado y estos pueden ser a base de la toma de pastillas, la aplicación de inyecciones intramusculares o la aplicación tópica de gel.
Sin embargo, además debe haber un monitoreo constante para controlar el estado de la próstata; ya que pacientes con tumores en la próstata o con la próstata agrandada no deben considerar el uso de la terapia hormonal para el reemplazo de la hormona de la testosterona.
Si su médico lo coloca bajo un régimen de terapia de reemplazo de testosterona, notará que los niveles aumentan debido a que habrá una mejoría en el estado de ánimo, tendrá más energía física y agudeza mental, menos tristeza y cansancio; le resultará mejor conciliar el sueño, tendrá menos acumulación de grasa, notará un aumento de la libido y como consecuencia aumento del deseo sexual.
Toda esta información es para que la próxima vez que quiera agarrar de “carrilla” a su mujer, una hermana, una hija, colega o amiga que en sí está pasando por la menopausia, mejor quédese callado, ya que es su hecho que en la andropausia los hombres pasan por un proceso similar.
Obviamente cada género e individuo reaccionan diferente, pero no quiere decir que los hombres por ser hombres carecen de hormonas y que están absueltos de un desbarajuste hormonal que se da por el simple hecho de envejecer.
El paso del tiempo causa estragos en el cuerpo. Aprenda a conocer su organismo y a detectar los cambios que se van presentando, ya que estos son parte del declive de la existencia y llevarlos con dignidad y confort deben ser una prioridad personal.
Por Ili. – La parálisis cerebral es el daño ocurrido en el cerebro en desarrollo de un niño cuando aún se encuentra dentro de la madre. Estos trastornos y discapacidades permanentes provocan consecuencias en el movimiento, el equilibrio y el tono muscular del nacido.
Existen varios tipos de parálisis cerebral como lo son de tipo espástica, discinética, atáxica y una mixta en la cual se manifiesta la combinación de las previas.
Según un consenso global, la parálisis cerebral es un problema del cerebro que surge con una mayor incidencia en varones que en comparación con las niñas.
Por otro lado, existen afecciones externas u otros eventos en particular durante el embarazo o en el parto, que sugieren un aumento del riesgo para que un bebé pueda nacer con parálisis cerebral.
Por ejemplo: ser prematuro, ser demasiado pequeño en comparación a los parámetros normales de desarrollo de un feto; ser gemelo o de mayor número; infecciones de la madre durante el embarazo, ictericia, convulsiones, factores tóxicos e incompatibilidad Rh.
Por lo general los primeros síntomas aparecen en la edad preescolar y los más evidentes son una marcha inestable, movimientos musculares involuntarios y exagerados.
Sin embargo, es importante mencionar que el grado de discapacidad causado por una parálisis facial es diferente en cada niño.
Por eso es importante, que tanto usted siendo el padre o cuidador designado y su pediatra lleven un monitoreo del desarrollo y el crecimiento del paciente; además de pruebas genéticas, análisis de laboratorio, evaluaciones de las habilidades motoras y otros exámenes de diagnóstico.
Adicionalmente, a parte de los problemas de coordinación y movilidad, pueden presentarse también dificultades para hablar, para comer; puede haber dificultades en el aprendizaje, retrasos en el crecimiento en general; así como epilepsia, estreñimiento, incontinencia urinaria, sordera y problemas del comportamiento.
No existe cura para la parálisis cerebral y su padecimiento es para toda la vida. Pero el tratamiento se enfoca en mejorar la independencia y la calidad de vida de quienes la adolescen; así que idealmente, el tratamiento oportuno a una edad lo más temprana posible es beneficioso.
La parálisis cerebral no mejora ni progresa con el tiempo, pero conforme el paciente crece algunos síntomas pueden agravarse o bien mitigarse.
Si no se trata o se es proactivo en buscar ayuda médica de largo plazo y seguimiento, es probable que se manifieste un acortamiento muscular y que la rigidez se haga más prominente.
Así que tenga en cuenta que obtener un diagnóstico rápido, aclarar si existen episodios convulsivos y qué los provoca para reducirlos; cual es el grado del deterioro de la coordinación y si existen dificultades para comer y otros problemas del desarrollo, son cuestiones que deben de consultarse con el médico y demás especialistas para que juntos, ayuden al paciente a que pueda tener una calidad de vida lo más próspera posible.
Por Ili.
La afasia es un problema del lenguaje, resultado de un daño cerebral, por lo que a las personas que la padecen se les dificulta expresarse, no pueden leer, escribir y tampoco comprender lo que se les instruye.
Dependiendo del tipo y la localización del daño en el cerebro, la afasia se clasifica en cuatro tipos:
la anómica, donde se tiene dificultad para poder utilizar los términos correctos para denominar eventos, personas o lugares; la global, en la que una persona no habla, no lee y no escribe ya que no comprende ninguna de estas formas de lenguaje: la receptiva en la que, si se entiende y se puede hablar y leer, puede escuchar y leer palabras impresas, pero no puede interpretar lo que lee o escucha y la afasia expresiva, cuando la persona tiene noción de lo que quiere expresar, pero tiene dificultad para escribir o decir lo que se piensa.
Esta afección lingüística puede aparecer en cualquier persona y sin distinción de género o raza, y como ya se mencionó anteriormente como resultado a algún daño cerebral ya sea una lesión vascular o un tumor. Puede aparecer repentinamente o bien de forma gradual y por lo general, si se desarrolla se presenta en la mediana edad, pero puede aparecer en gente joven o en ancianos también.
En ciertos casos, la afasia puede mejorar sin tratamiento; sin embargo, no hay cura. El tratamiento tiene como objetivo mejorar las habilidades lingüísticas del individuo. Las pruebas comunes utilizadas para poder determinar si un paciente tiene afasia, son para comprobar que se entienden y comprenden preguntas e instrucciones simples; si la persona habla y responde coherentemente y otros medios de diagnóstico como la tomografía computarizada y la resonancia magnética de la cabeza.
Existen varias medidas para disminuir los riesgos de padecer afasia, las cuales no solo reducen las probabilidades para este trastorno lingüístico, sino que son cambios saludables con repercusiones positivas contra otras enfermedades o problemas físicos, tales como realizar modificaciones a la dieta evitando comida chatarra para prevenir enfermedades cardiacas, vasculares y cerebrovasculares y protegiendo la cabeza cuando se practique algún deporte y se ande en patines y bicicleta, por ejemplo.
La recuperación de la afasia, suele ser un proceso lento que requiere de paciencia y constancia por parte del paciente. Ya que las terapias del lenguaje y del habla deben continuar hasta que la persona no presente dificultad alguna para poder expresarse.
La familia o los cuidadores del paciente son parte fundamental en el avance de la recuperación del mismo, ya que su participación y motivación son elementales. Pueden ayudar a la persona dándole instrucciones claras y simples, incluir al paciente en las actividades y conversaciones diarias, y repitiendo palabras despacio y claramente para que la persona practique y las articule correctamente.
Generalmente la recuperación conlleva años, todo depende del grado y severidad de la lesión cerebral y de qué tan oportuno sea el tratamiento por seguir. Sin embargo, con constancia y determinación la persona puede continuar mejorando conforme pasen los años.
Por Ili
El síndrome de la nariz vacía (SNV) es una enfermedad rara y difícil de diagnosticar en la cual los cornetes de la nariz ya sean los superiores, medios e inferiores se reducen causando una resecación de la mucosa que filtra el aire para que llegue a los pulmones, haciendo el paso de este casi intolerable.
El síndrome de la nariz vacía es provocado en su mayoría, cuando se realiza una cirugía en la nariz o la específicamente denominada turbinectomía. Este procedimiento quirúrgico sirve para aliviar, por ejemplo, los síntomas de la sinusitis crónica, la ronquera, la rinitis y otras molestias respiratorias.
En tal caso, lamentablemente se aplica el clásico dicho dónde desafortunadamente a veces resulta peor el remedio que la propia afección; ya que el síndrome de la nariz vacía es insoportable. No se presenta en todos los casos, pero existe un bajo riesgo del 2% de que así sea.
La dificultad para poder respirar, la sensación de no poder inspirar o jalar aire, el ardor, la somnolencia, la asfixia, fatiga e intolerancia al frío son los síntomas que sirven de guía al otorrinolaringólogo para el diagnóstico del síndrome.
El síndrome de la nariz vacía es de incidencia extremadamente rara y actualmente solo pocas instituciones médicas la reconocen. Tal factor resulta ideal para los que han tenido la suerte de no sufrirlo; pero resulta una desventaja para quienes lo padecen. Ya que dicho padecimiento es frustrante y desesperanzador, porque pocos especialistas advierten el riesgo de presentarlo, así como su tratamiento, si aparece.
No existe cura y una opción viable es solo para el control del dolor, ya sea con el uso de analgésicos y vaporizadores o humidificadores para evitar que el aire inspirado sea muy seco. Así como también evitar los climas extremos.
Es un síndrome debilitante que incapacita al paciente llevándolo casi al borde de la locura y en algunos casos hasta al suicidio. La mejor manera de evitar exponerse al riesgo de padecerlo es buscando otros tratamientos médicos y dejar como última opción el de someterse a una turbinectomía.
Tenga en cuenta que ningún tratamiento ni especialista en cualquier la materia puede garantizar al 100 por ciento una cura automática y completa frente a cualquier problema médico; ya que todo en la vida implica riesgos. Sin embargo, es su deber y su derecho como paciente que le provean de toda la información necesaria, y es su obligación preguntar, entender y comprender cada uno de los riesgos y los beneficios que implica cada tratamiento.
Busque y acuda con profesional capacitado y con experiencia de la rama médica para su padecimiento. Su médico de cabecera podrá derivarlo con el otorrinolaringólogo y el cirujano plástico apropiados si es necesario.
Leticia Trejo es profesora de Yoga y entrenadora personal. Foto: Archivo.
Leticia Trejo.- Me declaro una mirona de los paisajes urbanos. Cuando voy manejando me voy fijando como va cambiando la ciudad, veo que abren un nuevo café, o están construyendo un edificio, o arreglando algunas fachadas; pero también me fijo cuales son las tendencias en comercios, por ejemplo: hace unos años empecé a notar un alto crecimiento en farmacias de todo tipo, pero de forma exagerada creo yo, y me pregunté ¿de verdad estamos tan enfermos?
Claro que la pandemia me dio una clara respuesta y desde entonces he seguido un poco las tendencias de las enfermedades. En este caso me refiero a la proliferación de las clínicas de los riñones o lugares en donde ofrecen diálisis y con mi natural curiosidad me pregunté ¿por qué hay tantas personas enfermas de los riñones? Pero sobre todo ¿cómo podemos darnos cuenta de que tenemos una disfunción en estos importantes órganos?
Contestando la primera pregunta me encuentro un estudio de la Comisión Estatal del Agua de Jalisco del año 2018 en donde se realizó un monitoreo de la composición del agua de cada región del estado, su distribución y tratamiento, en no más de 29 páginas resalta el hecho de que toda el agua pasa por un proceso de cloración ya que este elemento químico elimina microorganismos que pueden resultar nocivos para la salud, y para que este cloro no nos dañe el agua pasa por varios procesos de tratamiento para limpiarla, pero desgraciadamente en estos procesos pierde sus elementos más valiosos: los minerales.
Nuestro organismo necesita de sodio, potasio, calcio, magnesio, cloro, azufre y fósforo y se supone que cuando tomamos agua le estamos dando a los riñones su mejor alimento, pero lamentablemente el agua que tomamos embotellada ya no tiene suficientes minerales, además tenemos dietas alimenticias con grandes cantidades de azúcar y sal refinadas lo cual hace que los riñones trabajen a marchas forzadas, así como elevados y sostenidos niveles de cortisol que también hace trabajar de más a estos importantes órganos.
Las recomendaciones del NIH (National Institutes of Health) son:
Los riñones juegan un papel vital para que el cuerpo funcione correctamente. Su trabajo principal es limpiar la sangre de toxinas y transformar los desechos en orina. Pero también ayudan a regular la presión arterial y producir glóbulos rojos, además de ayudar a nuestros huesos a estar más sanos. Vale la pena cuidarlos. (en la siguiente columna: ¿Cómo podemos darnos cuenta si estamos bien de los riñones? Y otros tips para ayudarles)
Por Ili.
La enfermedad de Ménière es un trastorno del oído. El oído anatómicamente se divide en tres partes: oído externo, oído medio y oído interno; la enfermedad de Ménière es una anomalía del oído interno.
Esta enfermedad provoca vértigo, pérdida de la audición, un silbido constante, dolor y sensación de bloqueo en el lado comprometido. Con frecuencia sólo un oído es afectado, pero hay casos en los que afecta los dos.
Se desconoce el origen de la patología y no existe cura. Sin embargo, los síntomas de la enfermedad pueden mermarse con varios medicamentos. La enfermedad de Ménière llama la atención debido a que los ataques súbitos de vértigo, llamadas crisis de caída o crisis otolítica de Turmakin, son tan extremas que provocan caídas debido a la pérdida del equilibrio.
La condición puede aparecer a cualquier edad, pero en adultos de 40 a 60 años es mucho más probable. Se sugiere que los síntomas de la enfermedad de Ménière son el resultado de la acumulación de líquido endolinfático en la zona del oído interno identificada como el laberinto.
Cuando la cabeza y el cuerpo se mueven, el líquido endolinfático manda señales de percepción de espacio y movimiento al cerebro; el líquido endolinfático debe entonces comprimirse como respuesta a las vibraciones provocadas por los sonidos. Pero en la enfermedad de Ménière, en lugar de reaccionar conforme a las vibraciones sonoras, el líquido endolinfático interfiere con las señales de equilibrio y audición causando los síntomas previamente mencionados.
A pesar de ser de etiología desconocida, tiende a ser de una alta incidencia hereditaria ya que parece presentarse en varios miembros de una familia. Similarmente algunos investigadores piensan que la enfermedad se presenta como resultado a alergias, reacciones autoinmunitarias y constricciones vaso sanguíneas.
El diagnóstico se basa en una extensa y detallada historia clínica por parte del médico especialista en oído, nariz y garganta, el otorrinolaringólogo; quien adicionalmente le hará otras pruebas de diagnóstico tales como la resonancia magnética y pruebas de audición no solo para confirmar el padecimiento sino también para poder descartar cualquier otra patología.
Los medicamentos más usados para tratar el mareo son el Diazepam, el Lorazepam y algunos diuréticos; también se recomienda realizar modificaciones en la dieta para reducir el consumo de sal, chocolate y alcohol.
Otras fuentes científicas sugieren el uso de antibióticos como la gentamicina y corticosteroides. Otro recurso es el quirúrgico el cual tiene como propósito descomprimir el saco endolinfático para que los ataques de vértigo sean menos frecuentes.
En otros casos donde los ataques de vértigo son casi esporádicos, existen otras medidas que pueden ayudar al paciente para que pueda mejorar algunos de los síntomas de esta enfermedad. Por ejemplo, sentarse o acostarse cuando se sienta el mareo, descansar unos minutos durante y después de los ataques, abstenerse de fumar, de tomar alcohol y de usar constantemente audífonos; ya que la frecuencia sonora dentro del canal auditivo puede provocar vibraciones que son detectadas e interpretadas incorrectamente y de manera exponencial.
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