Por Ili.
La afasia es un problema del lenguaje, resultado de un daño cerebral, por lo que a las personas que la padecen se les dificulta expresarse, no pueden leer, escribir y tampoco comprender lo que se les instruye.
Dependiendo del tipo y la localización del daño en el cerebro, la afasia se clasifica en cuatro tipos:
la anómica, donde se tiene dificultad para poder utilizar los términos correctos para denominar eventos, personas o lugares; la global, en la que una persona no habla, no lee y no escribe ya que no comprende ninguna de estas formas de lenguaje: la receptiva en la que, si se entiende y se puede hablar y leer, puede escuchar y leer palabras impresas, pero no puede interpretar lo que lee o escucha y la afasia expresiva, cuando la persona tiene noción de lo que quiere expresar, pero tiene dificultad para escribir o decir lo que se piensa.
Esta afección lingüística puede aparecer en cualquier persona y sin distinción de género o raza, y como ya se mencionó anteriormente como resultado a algún daño cerebral ya sea una lesión vascular o un tumor. Puede aparecer repentinamente o bien de forma gradual y por lo general, si se desarrolla se presenta en la mediana edad, pero puede aparecer en gente joven o en ancianos también.
En ciertos casos, la afasia puede mejorar sin tratamiento; sin embargo, no hay cura. El tratamiento tiene como objetivo mejorar las habilidades lingüísticas del individuo. Las pruebas comunes utilizadas para poder determinar si un paciente tiene afasia, son para comprobar que se entienden y comprenden preguntas e instrucciones simples; si la persona habla y responde coherentemente y otros medios de diagnóstico como la tomografía computarizada y la resonancia magnética de la cabeza.
Existen varias medidas para disminuir los riesgos de padecer afasia, las cuales no solo reducen las probabilidades para este trastorno lingüístico, sino que son cambios saludables con repercusiones positivas contra otras enfermedades o problemas físicos, tales como realizar modificaciones a la dieta evitando comida chatarra para prevenir enfermedades cardiacas, vasculares y cerebrovasculares y protegiendo la cabeza cuando se practique algún deporte y se ande en patines y bicicleta, por ejemplo.
La recuperación de la afasia, suele ser un proceso lento que requiere de paciencia y constancia por parte del paciente. Ya que las terapias del lenguaje y del habla deben continuar hasta que la persona no presente dificultad alguna para poder expresarse.
La familia o los cuidadores del paciente son parte fundamental en el avance de la recuperación del mismo, ya que su participación y motivación son elementales. Pueden ayudar a la persona dándole instrucciones claras y simples, incluir al paciente en las actividades y conversaciones diarias, y repitiendo palabras despacio y claramente para que la persona practique y las articule correctamente.
Generalmente la recuperación conlleva años, todo depende del grado y severidad de la lesión cerebral y de qué tan oportuno sea el tratamiento por seguir. Sin embargo, con constancia y determinación la persona puede continuar mejorando conforme pasen los años.
Por Ili.
La enfermedad de Ménière es un trastorno del oído. El oído anatómicamente se divide en tres partes: oído externo, oído medio y oído interno; la enfermedad de Ménière es una anomalía del oído interno.
Esta enfermedad provoca vértigo, pérdida de la audición, un silbido constante, dolor y sensación de bloqueo en el lado comprometido. Con frecuencia sólo un oído es afectado, pero hay casos en los que afecta los dos.
Se desconoce el origen de la patología y no existe cura. Sin embargo, los síntomas de la enfermedad pueden mermarse con varios medicamentos. La enfermedad de Ménière llama la atención debido a que los ataques súbitos de vértigo, llamadas crisis de caída o crisis otolítica de Turmakin, son tan extremas que provocan caídas debido a la pérdida del equilibrio.
La condición puede aparecer a cualquier edad, pero en adultos de 40 a 60 años es mucho más probable. Se sugiere que los síntomas de la enfermedad de Ménière son el resultado de la acumulación de líquido endolinfático en la zona del oído interno identificada como el laberinto.
Cuando la cabeza y el cuerpo se mueven, el líquido endolinfático manda señales de percepción de espacio y movimiento al cerebro; el líquido endolinfático debe entonces comprimirse como respuesta a las vibraciones provocadas por los sonidos. Pero en la enfermedad de Ménière, en lugar de reaccionar conforme a las vibraciones sonoras, el líquido endolinfático interfiere con las señales de equilibrio y audición causando los síntomas previamente mencionados.
A pesar de ser de etiología desconocida, tiende a ser de una alta incidencia hereditaria ya que parece presentarse en varios miembros de una familia. Similarmente algunos investigadores piensan que la enfermedad se presenta como resultado a alergias, reacciones autoinmunitarias y constricciones vaso sanguíneas.
El diagnóstico se basa en una extensa y detallada historia clínica por parte del médico especialista en oído, nariz y garganta, el otorrinolaringólogo; quien adicionalmente le hará otras pruebas de diagnóstico tales como la resonancia magnética y pruebas de audición no solo para confirmar el padecimiento sino también para poder descartar cualquier otra patología.
Los medicamentos más usados para tratar el mareo son el Diazepam, el Lorazepam y algunos diuréticos; también se recomienda realizar modificaciones en la dieta para reducir el consumo de sal, chocolate y alcohol.
Otras fuentes científicas sugieren el uso de antibióticos como la gentamicina y corticosteroides. Otro recurso es el quirúrgico el cual tiene como propósito descomprimir el saco endolinfático para que los ataques de vértigo sean menos frecuentes.
En otros casos donde los ataques de vértigo son casi esporádicos, existen otras medidas que pueden ayudar al paciente para que pueda mejorar algunos de los síntomas de esta enfermedad. Por ejemplo, sentarse o acostarse cuando se sienta el mareo, descansar unos minutos durante y después de los ataques, abstenerse de fumar, de tomar alcohol y de usar constantemente audífonos; ya que la frecuencia sonora dentro del canal auditivo puede provocar vibraciones que son detectadas e interpretadas incorrectamente y de manera exponencial.
Por Ili.
Un embarazo ectópico es un estado de gravidez que se desarrolla fuera de la matriz. Los lugares anormales donde suele implantarse un óvulo fecundado son sitios como las trompas de Falopio, en cuyo caso se considera de alto riesgo para la vida de la madre. Otros sitios son los ovarios, el abdomen y el cuello uterino.
Las causas de una situación como esta pueden ser varias, tales como si la edad de la madre supera los 35 años, infecciones que hayan dejado cicatrices internas, un defecto congénito en la anatomía de las trompas de Falopio, la endometriosis, un embarazo a pesar de tener un dispositivo intrauterino o bien debido a una causa desconocida.
Los síntomas más comunes de un embarazo ectópico son: dolor en la parte baja de la espalda, sangrado vaginal, cólicos, náuseas, sensibilidad en los senos, desmayos y dolor repentino e intenso, característico y de imperativa emergencia. Síntomas como estos no deben ser ignorados en lo absoluto y se debe acudir a la atención médica lo antes posible. Ya que por ejemplo si un embrión se encuentra alojado en alguna de las trompas de Falopio, esta puede reventarse y causar la muerte tanto de la madre como del producto.
Al examen físico médico, junto con una prueba de embarazo y un ultrasonido determinarán con más certeza la confirmación y existencia de un embarazo ectópico. Debido a que desafortunadamente un embarazo ectópico es amenazante para la vida de la madre, usualmente no suele llegar a término y debe ser interrumpido.
Dependiendo del grado de avance e involucramiento de la zona, las partes afectadas deben ser tratadas; además de recibir transfusiones sanguíneas, medicamento intravenoso, oxígeno, someterse a la intervención quirúrgica y estadía hospitalaria; todas estas son altamente probables.
Según la fuente investigada, una de cada tres mujeres que ha tenido un embarazo ectópico puede correr el riesgo de presentar un segundo embarazo ectópico, bien puede desarrollar un embarazo normal o puede que la posibilidad de más embarazos ya no sea posible.
En ocasiones y sin ciencia cierta, se puede evitar los riesgos de sufrir un embarazo ectópico si no se fuma, si se trata a tiempo enfermedades de trasmisión sexual en caso de padecerlas, si se evitan y tratan infecciones en el área genital, y si se tiene hijos a una edad médicamente prudente.
Cada mujer tiene la responsabilidad de investigar e informarse acerca de los riesgos que se corren y conllevan con un embarazo y sobre todo cuando se ha superado la edad ideal para concebir.
Acuda con su ginecólogo a chequeo regular una vez al año, hágase la citología o papanicolaou cada vez que el mismo se lo indique; y las mamografías y ultrasonido cuando por indicaciones médicas se le considere oportuno.
Comprenda que estos exámenes no son para sacarle dinero, son métodos de diagnóstico indispensables para poder descartar problemas y anormalidades serias, que pueden repercutir gravemente en su salud si no son detectadas a tiempo. La responsabilidad de explicar la razón por la cual debe realizarse tales estudios es del profesional de la salud; el cooperar y hacérselos es suya.
Por Ili.
Las úlceras aftosas son pequeñas lesiones que aparecen en el tejido blando de la boca. Por ser superficiales también pueden aparecer en la encía. No derivan del herpes labial, lo que significa que no son contagiosas y que no se propagan de persona a persona.
Suelen ser incómodas y en ocasiones bastante dolorosas sobre todo en los infantes, ya que en ocasiones imposibilitan el poder comer y hablar normalmente. Algunos pacientes pueden describir una sensación de hormigueo, picazón o ardor unos días antes de la aparición de estas.
Las aftas orales pueden variar en número y tamaño, por lo general se asemejan a una vejiga en la piel y que ha reventado. Tienen forma ovalada o circular, con un borde rojo y con el centro blanco o amarillento.
Con frecuencia las zonas bucales donde más se concentran es debajo de la lengua, la parte interna de los labios, las mejillas, el paladar blando y la base de las encías.
Clínicamente las aftas bucales se agrupan en tres tipos donde las primeras o aftas menores son las más comunes y frecuentes; son pequeñas y desaparecen aproximadamente en 14 días.
Las aftas mayores son más grandes y por ser más profundas son más dolorosas; carecen de un contorno definido, tienden a dejar cicatrices una vez que sanan, y pueden perdurar hasta un mes y medio.
Las aftas herpetiformes no están relacionadas con el virus del herpes, pero así se denominan; son de frecuencia rara y solo aparecen en personas de la tercera edad. Son de un milímetro de circunferencia, pero se presentan en racimos de hasta cien, las cuales al unirse forman una gran lesión. Curiosamente, estas últimas desaparecen por sí solas en dos semanas y no dejan cicatriz.
Las aftas orales pueden originarse debido a múltiples causas, desde como una respuesta del sistema inmunitario ante infecciones virales, como por factores locales tales como una agresión por el cepillado dental; después de una limpieza dental agresiva; el morderse la lengua o las mejillas; estrés, cambios hormonales, alergias a algún alimento, deficiencias nutricionales tales como el hierro, vitamina B12 y ácido fólico.
Cualquier individuo puede desarrollar aftas bucales, sin embargo, es más predominante en pacientes femeninos.
Las aftas bucales en su mayoría no requieren de tratamiento, pero es altamente recomendable abstenerse de comer alimentos muy condimentados, picantes y ácidos, ya que al ingerirse pueden provocar molestia en la zona donde se tengan las aftas.
Enjuagues bucales sin alcohol y enjuagues de agua tibia con sal también resultan de gran ayuda. Sin embargo, medicamentos como los corticoides o el enjuague bucal de gluconato de clorhexidina son otras opciones que tanto su médico como el dentista pueden sugerirle.
Por Ili.
La celulitis es un trastorno del tejido subcutáneo que simula el aspecto de la cáscara de naranja. Se aprecia en la piel dando una apariencia irregular, rugosa, con grumos y hoyuelos. No debe asociarse únicamente con la obesidad, puesto que personas de complexión delgada también la desarrollan. Se presenta en un 99 por ciento en todas las mujeres, mientras que en los hombres la incidencia es mucho menor.
La celulitis en la mayoría de los casos se considera más bien un problema estético ya que no causa síntomas, pero provoca grandes repercusiones en la autoestima de la persona que la padece e incluso trastornos dismórficos en otras.
La falta de ejercicio, una mala alimentación, la vida sedentaria, los cambios hormonales, el sobrepeso y la herencia son factores que aumentan el riesgo de padecerla.
Lamentablemente la celulitis se presentará tarde que temprano en mucho o menor grado y hasta hoy no existe tratamiento efectivo para la completa eliminación. Pero cambios en el estilo de vida y una alimentación apropiada pueden ayudar a reducir su apariencia.
Las pastillas recomendadas para este fin contienen el elemento natural que es la camilina, la cual es un componente del té verde. Se considera un antidiurético y por consecuencia un anticelulítico; ayuda a la pérdida de líquidos y mejora el aspecto de la piel.
Los comprimidos de extracto de pino y la glucosamina marina ayudan a reafirmar los tejidos. Los masajes y exfoliaciones mejoran la circulación de la sangre y por lo tanto ayudan de igual forma a disminuir la celulitis. El ejercitarse regularmente, llevar una dieta baja en sodio y bien equilibrada son coadyuvantes para evitar la aparición de más celulitis y tienen un impacto positivo en la salud en general.
Existen diferentes métodos quirúrgicos para reducir la celulitis, dentro de los cuales se encuentran la liposucción, en la que se aspira la grasa a través de un tubo. Otra forma de tratamiento es la mesoterapia, que consta de inyecciones locales para disolver la fascia aponeurótica engrosada.
La lipólisis láser, que es donde se realizan varios cortes en la piel y se introduce un rayo láser de fibra óptica para disolver la grasa subcutánea. Y otro método es el estiramiento o lifting en inglés, en la que se levanta y estira la piel. Este último es adicional ya que, al retirarse grasa, la piel sobrante y flácida puede reacomodarse y alisarse.
Independientemente de las razones por las que usted decida elegir, ya sea un tratamiento quirúrgico o no para la reducción de la celulitis. Es imperativo que consulte con personal capacitado, un médico especialista y una institución que cumpla con todas las normas de salud prescritas. Ya que todo tiene riesgos, asegúrese de saber y entender cuáles son las consecuencias que implican y los beneficios a obtener.
Tenga en cuenta que la base del origen de la celulitis depende de la alimentación y el ejercicio frecuente. Crear buenos hábitos de salud en general le ahorrarán y disminuirán el enfrentarse en un futuro, con problemas de salud mucho mayores y no solo estéticos.
¡Cuídese!
Por Ili.
La anemia es un padecimiento de la sangre en donde existe una carencia de hemoglobina, es decir, se debe a la falta de glóbulos rojos sanos. La hemoglobina es la proteína de dichos glóbulos y es la encargada de transportar oxígeno a diversos órganos y tejidos en el cuerpo.
Existen diversos tipos de anemia, cada una provocada por causas diversas, algunos ejemplos de ella son: la anemia por falta de hierro, la anemia de células falciformes, la anemia aplásica, la anemia por deficiencia de vitaminas, la anemia hemolítica, la anemia drepanocítica y el trastorno hereditario conocido como talasemia.
La insuficiencia en la producción de hemoglobina o glóbulos rojos sanos puede suceder debido a la ineficiente producción de estos por parte del cuerpo; por una hemorragia abundante y drástica y cuando el mismo cuerpo se ataca así mismo.
Los síntomas más comunes y frecuentes de la anemia son: falta de aire, debilidad, fatiga, dolor de cabeza y en el pecho, palidez, mareo, y manos y pies muy fríos. Sin embargo, los síntomas varían de acuerdo con el tipo de anemia, la etiología y su severidad.
Las causas de este padecimiento incluyen, la falta de hierro y vitamina B12, la inflamación crónica, enfermedades autoinmunes y la exposición a sustancias tóxicas, enfermedades en la médula ósea tales como la leucemia y la mielofibrosis; enfermedades hereditarias como la anemia hemolítica y la producción de células sanguíneas anormales y deformes.
Y los factores que aumentan el riesgo de padecer anemia son, por ejemplo, una dieta deficiente, los embarazos, los períodos menstruales abundantes y prolongados en las mujeres, la enfermedad de Crohn, la diabetes, la insuficiencia renal, el alcoholismo, las úlceras estomacales y el cáncer.
Ninguna enfermedad puede predecirse y por lo tanto la anemia provocada por deficiencias nutricionales es la que puede prevenirse. Así que, es indispensable llevar una dieta altamente balanceada y que incluya alimentos ricos en hierro, el cual se obtiene de la carne roja y los cereales. Verdura de hoja verde, ácido fólico, productos lácteos y cítricos. En cuestión de nutrición no hay como recurrir al consejo experto de un nutriólogo para poder aprender a escoger cuales son los alimentos más nutritivos.
Para otros tipos de anemia, el tratamiento puede incluir desde transfusiones sanguíneas hasta trasplantes de médula ósea, la toma de medicamentos, oxígeno e inyecciones de hormona eritropoyetina.
Dentro de las pruebas clínicas para llegar al diagnóstico incluyen un conteo sanguíneo, en el cual es necesario dar una muestra de sangre. Así mismo se verificarán los niveles de hierro, vitamina B12, ácido fólico, el conteo de reticulocitos, además de minerales y otras vitaminas.
Al examen físico y como consecuencia de la anemia, el médico puede también detectar la presencia de algún soplo en el corazón, la presión arterial baja y una frecuencia cardiaca acelerada. La anemia no es un padecimiento aislado, sino que con ella aparecen otras alteraciones.
Así que, si lleva tiempo sintiéndose no del todo bien, acuda con su doctor.
Por Ili.
Dentro de la ciencia de la odontología existen varias áreas de especialización oral. La ortodoncia es la rama encargada de la corrección y alineamiento de los dientes dentro del arco dental.
El acomodo correcto de los dientes no solo es con un propósito meramente estético, los dientes chuecos y la mala oclusión (mordida), impiden una buena higiene bucal favoreciendo el desarrollo de caries, la enfermedad periodontal, complicaciones a nivel de la articulación temporo-mandibular y una tensión y contractura de los músculos circundantes resultando en dolores de cabeza y cuello.
El mal acomodo de los dientes puede generar en la persona, además de la disfuncionalidad oral, y asimetrías tanto oclusales como faciales, una baja autoestima, actitudes antisociales, acoso, sobrenombres y dismorfia.
Se le llama ortodoncista al especialista que ejerce la ortodoncia. Y es él quien debe basarse en la historia clínica, el examen dental, un estudio radiográfico completo, registros de mordida, mediciones y modelos de estudio, para poder obtener un diagnóstico adecuado y hacer una planeación del tratamiento personalizado para cada paciente. Lo que se pretende explicar con esto último, es que no existe un solo diseño de tratamiento ortodóntico que aplique para todos los casos.
El tratamiento ortodóntico puede incluir desde la fabricación, el uso y la colocación de aparatos fijos como los brackets que son esos cuadritos metálicos o bien al color del diente que son adheridos a la superficie dental con resina. Los cuales además soportan un alambre y ligas plásticas, a veces de múltiples colores y estos están sujetos a bandas metálicas cementadas a una muela de cada cuadrante.
Otra opción es la mixta, que incluye una parte fija, como lo son los aditamentos o botones de resina que anclan los alineadores de acetato transparente. Estos últimos son removibles y se ajustan a la forma de los dientes; una de las marcas más populares es invisalign.
Dentro de las opciones removibles pueden ser los retenedores, expansores de acrílico y los arcos faciales.
En promedio, el tiempo para completar un tratamiento de ortodoncia de manera exitosa es de hasta 36 meses, sin embargo, cada paciente presenta características y demandas diferentes. Este periodo de tiempo abarca desde la preparación previa al inicio del tratamiento ortodóntico. Y en cual pueda ser necesarios primero eliminar la existencia de alguna caries, una limpieza dental, la extracción de premolares y muelas del juicio.
No existe un límite de edad para comenzar un tratamiento de ortodoncia, pero el dentista general y el especialista son los más calificados para poder recomendar cuando es oportuno iniciar. Tenga en cuenta de que un tratamiento de ortodoncia es una inversión a largo plazo y para su salud dental, acuda a sus citas y sea cuidadoso con los aparatos que le coloquen.
Puede pedirle al especialista que le muestre fotos de casos similares a los suyos para que observe los cambios obtenidos al finalizar el tratamiento y de cómo son los aparatos.
Dientes sanos en boca limpia equivalen a una mejor salud en general. Así que, cuídese y ponga de su parte; sea diligente con su higiene bucal y absténgase de comer o tomar alimentos o bebidas que pueden tumbarle un bracket o quebrarle un arco.
Muestra de Fluorosis dental. Foto: Cortesía.
La fluorosis dental es una afección irreversible provocada por la ingesta de altos niveles de fluoruro en la etapa de la formación de los dientes. Manifestándose en forma de manchas blancas, amarillas o cafés en la superficie del esmalte dental. Esta incorrecta mineralización del esmalte hace consecuentemente que el diente sea más poroso y propenso a caries; no olvidando también que, desde el punto de vista estético, dichas manchas son bastante obvias y desagradables.
La ingesta excesiva de fluoruro comúnmente es a través del consumo del agua y cuando esta supera la cantidad permitida de 1.5 partes por millón. De lo contrario, niveles de fluoruro en bajas cantidades, controladas y supervisadas, ayudan a la prevención de la caries, por lo tanto, cabe hacer la aclaración que la fluorosis es únicamente producto de los efectos del consumo excesivo de fluoruro.
La ingesta de fluoruro después de los seis años no causa fluorosis dental, esto explica y justifica por qué los niños en etapa de la erupción dental, que abarca desde el comienzo de los seis meses a seis años, no deben usar una pasta dental cualquiera, sino la única recomendada por su dentista general u odontopediatra.
En México, los estados más afectados y con un mayor número de personas con fluorosis dental son Durango, Zacatecas, Aguascalientes y San Luis Potosí, considerados incluso con un problema de salud pública.
El tratamiento dental dependerá del grado de severidad y del nivel de destrucción. Con un grado moderado, un blanqueamiento dental profesional puede ser suficiente. Otras opciones son las obturaciones con resina, carillas de porcelana y coronas completas, las cuales proveen una mejor protección y una mayor cobertura del esmalte a reponer.
Ahora no asuma que las manchas en los dientes son resultado de mugre, manchas de café, manchas por tabaco o una parte podrida. El origen de una mancha, ya sea de color negro, verde, amarillo, café u opaco blanquecina puede ser debido a varios factores, los cuales pueden ser desde sarro viejo adherido a la estructura dental, hasta caries, zonas de hipomineralización, necrosis pulpar, descalcificación u otro tipo de hipoplasia dental.
El profesional más indicado para poder diagnosticar y tratar el grado de fluorosis que se posea es un dentista, así que no haga desidia. Atiéndase a tiempo, no espere a que se le desmoronen los dientes para que luego se queje y acuse a su dentista de provocarle dolor cuando por fin decida tratarse.
¿Para qué esperar a que un problema dental le cause incomodidad?; recuerde que atenderse a tiempo resulta en un tratamiento menos invasivo, más barato y rápido. Los dientes son de usted, por lo tanto, cada uno somos responsables de nuestra propia salud.
Por Ili.
Los malos hábitos orales, tales como tragar de manera inusual, chuparse constantemente los labios, pasar la lengua sobre la encía donde los dientes han parcialmente erupcionado, empujar la lengua hacia adentro o afuera sobre los dientes y respirar por la boca pueden alterar la alineación de los dientes, así como la relación y el diseño de los arcos dentales. Los hábitos que ejercen presión sobre la boca o la cara como es el chuparse uno o varios dedos, pueden afectar el desarrollo normal y la actividad de los músculos orofaciales.
Estos malos hábitos orales, no deben de ignorarse ya que cuando se presentan desde la niñez y no son corregidos, la maña perdura provocando muchas complicaciones no sólo en apariencia y estética; sino también se ven afectadas la forma de masticar, hablar y respirar.
Las maloclusiones más comunes que pueden presentarse son: morder chueco, morder borde a borde; morder de manera que los dientes de adelante de arriba y abajo ocluyen primero y no hay contacto posterior, o puede haber una mordida anterior abierta en la cual los dientes de adelante y abajo nunca están en contacto.
Además, pueden desarrollarse deformaciones en los dedos, puede haber alteraciones en el habla y dificultad para juntar los labios y cerrar la boca. Sin embargo, todo esto tiene solución; pero hay que iniciar por detener y corregir el mal hábito.
Las técnicas para corregir los hábitos orales no fisiológicos incluyen el condicionamiento positivo, como la aplicación de sustancias desagradables en los dedos que se succionan para dar mal sabor, incitando a que el paciente deje de chuparse el dedo. Otra técnica es la del reforzamiento motivacional que incluye recompensas o premios cuando el paciente se abstiene de meterse los dedos a la boca.
Otra opción es que el odontopediatra, quien es el dentista especialista en niños, opte por colocar al paciente algún dispositivo oral, como: una trampa o rejilla lingual o un aparato de labio activo.
Es importante mencionar que tales hábitos usualmente son producto de algún estado emocional como el estrés, la angustia, la frustración y la ansiedad. Cuando los niños demuestran estas manías, con frecuencia es porque son realizadas para obtener un cierto sentido de protección o alivio, por lo tanto, se debe tener la cautela y paciencia necesaria para poder identificar cuando dejan de ser parte de una fase normal del desarrollo.
Lo mejor que puede hacer usted como padre o madre de familia es acudir a consulta con un dentista. Este profesionista evaluará al paciente y lo remitirá con el especialista adecuado. Incluso quizá también con un psicólogo infantil.
Solo por el hecho de que se tengan dientes de leche no significa que los hábitos orales no fisiológicos no afectan a la dentición permanente. La boca es un conjunto de varias estructuras que incluyen hueso, tejido blando, nervios, músculos en la cara y piel. Un dentista no solo trata la caries y sacamuelas; la funcionalidad y estética de la boca tanto de sus hijos como la suya requiere una asistencia dental experta.
Por Ili.
Se define como prognatismo a la discrepancia en tamaño y la posición opuesta que se presenta entre la mandíbula y el maxilar superior, donde la primera rebasa a la segunda y se antepone a ella.
Siendo esta una discrepancia anatómica, la arcada dental se encuentra por lo general también fuera de oclusión. Los dientes de abajo parecen estar más afuera que los de arriba; si es más fácil visualizarlo, piense en que la mordida se encuentra invertida. O piense que la quijada, la cual apropiadamente debe llamarse mandíbula, sobresale de la cara.
El prognatismo puede ser hereditario o manifestarse como alguna alteración en el desarrollo de los huesos de la cara. Si esta anomalía ósea se presenta, el paciente puede experimentar dificultad para masticar, respirar, hablar y cerrar la boca.
De igual forma puede haber una mala alineación de los dientes dificultando entonces la higiene bucal. Puede acompañarse de dolor en la articulación temporo-mandibular lo cual puede provocar dolores de cabeza y desgaste oclusal.
Todo lo previo posiblemente contribuye también a una asimetría facial-ósea, consecuentemente causando una baja autoestima por el pronunciado aspecto. Por lo tanto, no solo es un problema estético, si no que viene acompañado de otras complicaciones.
La incidencia del prognatismo es más frecuente en hombres que en mujeres; con mayor aparición en personas de raza amarilla y con una alta predisposición genética.
Para el diagnóstico su dentista o el ortodoncista, donde este último es el especialista; tomará modelos de impresión de ambas arcadas, un registro de mordida, radiografías dentales periapicales, una panorámica y de perfil (lateral de cráneo) y fotos. Después del análisis y las mediciones angulares podrá llegar a determinarse la severidad de su caso.
Las opciones de tratamiento para corregir el prognatismo varían desde ortopedia facial o cirugía ortognática, en la segunda un especialista cirujano maxilofacial corta la mandíbula y la reacomoda en la posición ideal. Además de las previas opciones y en conjunto posteriormente debe seguirse un tratamiento de ortodoncia para obtener un correcto balance oclusal.
Entre más temprana edad se tenga o se acuda a tratamiento, más oportuno será el diagnóstico y por lo tanto será más fácil guiar y corregir la estructura ósea; evitándose así tratamientos invasivos como la cirugía. Pero, cuando no es posible, el tratamiento quirúrgico suele ser bastante exitoso, siendo el resultado notorio y extremadamente favorable.
La operación es bajo anestesia general y conlleva una larga y lenta convalecencia, pero el aspecto y función mandibular y oclusal, mejoran indudablemente.
El dentista general es quien deberá referirlo con el equipo dental especializado; en conjunto el ortodoncista, el odontopediatra en caso de ser un infante y el cirujano maxilofacial, llevarán su caso. Haga todas las preguntas que lo inquietan, salga de dudas, entienda su situación y comprenda que cuando de hueso y dientes se trata; el cuidado y tratamiento es extenso, detallado y que requiere de una alta cooperación y participación de parte del paciente.
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