Los mezquinos son bultos carnosos benignos de la piel en forma de gránulos que aparecen en las manos, entre los…
Los mezquinos son bultos carnosos benignos de la piel en forma de gránulos que aparecen en las manos, entre los dedos y menos frecuentemente en otras áreas, tales como en los antebrazos y las rodillas; pero potencialmente pueden aparecer en cualquier zona del cuerpo.
Algunas fuentes también se refieren a ellos como verrugas de tipo común o verrugas virales.
Al tacto, los abultamientos que tienen una textura áspera, de un color más oscuro que el tono del resto de la piel, con áreas de resequedad y con puntos morados o negros que son resultado de pequeños coágulos o capilares sanguíneos, son altamente contagiosos e inocultables, lo que significa que, si se rasca o rasguña un mezquino, se estimulará el crecimiento de más en esa misma área.
Los mezquinos a pesar de ser de transmisión baja y que no provocan dolor, pueden afectar niños hasta adultos y por igual tanto a mujeres como a hombres. Bien se asume que el contagio entre los niños es más común, sin embargo, hay personas que ni idea tienen de dónde o de quien pudieron contagiarse.
Esta afección tan frecuente en la consulta dermatológica es de origen viral, debido al virus del papiloma humano, y su manifestación puede durar de dos a seis meses en aparecer. A pesar de ser indoloros e inofensivos; dan un aspecto desagradable y son usual y erróneamente asociados con suciedad y una pobre higiene corporal.
El tratamiento para los mezquinos será llevado por un médico o un dermatólogo, este último es el más apropiado, puesto que es el especialista de la piel. Dentro de las maneras más comunes para deshacerse de los mezquinos es a través de medicamentos tópicos a base de un ácido suave para la eliminación de las células verrucosas.
Otra opción es con criocirugía, en la cual se utiliza nitrógeno líquido y que requiere de varias aplicaciones. Otro tipo de tratamiento es con láser, este es recomendado en casos en que las dos opciones anteriores no hayan tenido éxito. Y por último, opciones como las de raspar o cauterizar el mezquino para su remoción.
Para reducir el riesgo de contagio, siga las siguientes medidas, tales como evitar estar tocando los mezquinos, rascarlos o pellizcarlos, incluso si son los propios y si solo tiene unos cuantos.
Trate de no contarlos y mucho menos de arrancarlos o quitarles alguna costra, ya que esto también puede propagar el virus.
No use los mismos artículos de uso personal en piel sana y en los mezquinos, como las limas para uñas, cortauñas, tijeras y piedra pómez. Si alguno toca los mezquinos deséchelo y no lo utilice en áreas de piel limpia de mezquinos.
No se muerda las uñas cerca de los mezquinos y de igual forma al rasurarse evite las zonas afectadas.
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