Familias de Chapala exigen justicia y apoyo en la búsqueda de sus desaparecidos
Lona hecha por el colectivo de Guerreras de Chapala con las fotografías de sus seres queridos. Foto: Estefanía Romero López.
Estefanía Romero López. – Corría el año 2019, año en el cual se dio la pandemia, la habitante de Chapala, Silvia Alejandra no solo lidio con esa crisis, sino que también perdió a su esposo ya su hijo el mismo día, habría ido a una oferta de trabajo más no regresó, pasaron las horas y su hijo, al ir a buscarlo, corrió con la misma suerte. Año y medio después los encuentra, más no como ella hubiera querido.
“Cuando yo empecé esta búsqueda muchas autoridades y muchas personas me decían que no los iba a encontrar, que nadie me iba a hacer caso que era imposible recuperarlos y que no le moviera porque era peligroso”, señaló Silvia, quien a pesar de su búsqueda que ya terminó, esta comprometida a seguir ayudando a familias que se encuentran en la misma situación donde ella estuvo.
Esta es una de las tantas historias de los y las integrantes del colectivo Guerreras Unidas de Chapala que se han organizado para hacer las búsquedas de sus seres queridos ante la indiferencia de las autoridades.
El descubrimiento del rancho Izaguirre en Teuchitlan, Jalisco, donde entrenaban y mataban a personas, desató la indignación no solo a nivel nacional sino mundialmente, en un país que ya suma 125 mil desaparecidos.
Este 25 de marzo del 2025, la parroquia de San Francisco de Asís de Chapala realizó una misa y velación en honor de los desaparecidos y para pedir por sus familiares. Al llamado llegaron más de un centenar de personas que en un principio recorrieron parte de la avenida Francisco I. Madero con fotografías y lonas de sus desaparecidos. Al arribar a la parroquia, lo llenaron en su totalidad.
Dentro de la multitud había desde niños, ancianos, adolescentes y adultos, quienes portaban playeras con fotografía de su ser desaparecido y compartían el mismo dolor y quienes posiblemente tampoco han contado los recursos económicos suficientes para sus búsquedas.
En su sermón, el sacerdote enfatizó la falta de apoyo y acompañamiento por parte de las autoridades, iglesia y la comunidad. Expresando que “somos muy rápidos para juzgar más no para apoyar y guiar”.
“Se trata de nuestros seres queridos que nos fueron arrebatados de las calles y hogares. Ójala los medios entendieran que no son números, sino seres de carne y hueso y nos toca pedir perdón por ese silencio y el hecho de que nos hemos mantenido al margen”, expresó el sacerdote.
La mamá de Marcos, quien lleva desaparecido desde hace siete años, no ha corrido con la misma suerte que Silvia Alejandra, pues ella sigue en su búsqueda y fue una de las presentes en la velada, al igual que la pareja de Francisco, quien no ha dejado de buscarlo desde el 2019. Aún tienen la esperanza de encontrarlos. Vivos o muertos, pero los quieren de regreso.
La velada culminó con el encendido de cuatro veladoras en representación de las cuatro luces de la vida, la primera siendo la infancia, etapa en la que se abren los ojos al mundo; la segunda, la juventud en donde las ilusiones florecen; la tercera, edad adulta en donde los planes toman rumbo y la cuarta, etapa del anciano que significa la experiencia y el diálogo. Los familiares no pudieron evitar las lágrimas. El dolor y la angustia aquella noche se sentía en el aire.
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