La Fiscalía de Jalisco ha iniciado una investigación interna para determinar si hubo negligencia en las intervenciones previas
Vista del rancho Izaquirre en Teuchitlán, Jalisco. Foto: Especial.
Redacción. – El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco realizó un impactante hallazgo en el Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco. Este sitio, que ya había sido intervenido por las autoridades en 2024, reveló nuevas evidencias de actividades criminales, incluyendo restos óseos calcinados y crematorios clandestinos.
El descubrimiento efectuado el 5 de marzo ha generado conmoción y cuestionamientos sobre la efectividad de las investigaciones previas.
El Rancho Izaguirre, situado en la comunidad de La Estanzuela, fue señalado como un centro de exterminio y adiestramiento operado presuntamente por el crimen organizado. En el lugar se encontraron tres crematorios clandestinos, cientos de prendas de vestir, zapatos y objetos personales, así como restos óseos fragmentados. Según la Fiscalía de Jalisco, los restos fueron incinerados y ocultados bajo capas de ladrillo y tierra, lo que dificultó su detección en operativos anteriores.
El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, compuesto por familiares de personas desaparecidas, ingresó al predio tras recibir una llamada anónima. Durante su intervención documentaron el hallazgo de más de 400 prendas de vestir, 200 pares de zapatos y diversos objetos personales, incluyendo cartas de despedida.
Una de estas cartas, escrita por Eduardo Lerma de Guanajuato, un joven de 21 años de edad desaparecido en 2024, conmovió a la opinión pública al ser compartida en redes sociales, aunque luego la Fiscalía de Jalisco informó que el joven se encuentra vivo y con su familia desde el 21 de octubre del mismo año.
La Fiscalía de Jalisco ha iniciado una investigación interna para determinar si hubo negligencia en las intervenciones previas. En septiembre de 2024 el sitio fue asegurado tras un enfrentamiento armado que resultó en la detención de 10 personas y la liberación de dos secuestrados. Sin embargo, los crematorios clandestinos no fueron detectados en ese momento.
El hallazgo ha reavivado la esperanza de muchas familias que buscan a sus seres queridos. Las autoridades han desplegado maquinaria pesada, binomios caninos y peritos forenses para procesar la escena y garantizar la transparencia en la investigación. Mientras tanto, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco continúa su labor incansable, exigiendo justicia y respuestas para las víctimas y sus familias.
Este caso pone de manifiesto la gravedad de la crisis de desapariciones en México y la necesidad de fortalecer las investigaciones para combatir la impunidad y brindar consuelo a las familias afectadas.
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