CHICLE COMO SUSTITUTO DEL CEPILLADO DENTAL :
Por: Ili
El chicle JAMÁS podrá ser considerado como un sustituto del cepillado dental. La mercadotecnia y los lemas publicitarios han logrado crear la ilusión de que puede ser así.
Masticar chicle tiene beneficios, pero no podrá omitir ni reemplazar el uso del cepillo, hilo, enjuague y pasta dental.
Científicamente se ha comprobado que el acto de masticar chicle libre de azúcar estimula la salivación, en algunos casos libera el estrés y minimiza la ansiedad. Además, al producirse más salivación por el masticado, la saliva ayuda a aliviar los síntomas de la xerostomía (boca seca). Por su PH, neutraliza los ácidos de la boca producidos por los alimentos ingeridos, ejercita los músculos de la boca y con ayuda de la lengua se realiza la acción de barrido sobre la superficie dental.
En estos casos, se habla del beneficio, siempre y cuando el chicle no contenga azúcar.
Para poder averiguarlo, basta con que lo vea indicado en el paquete o bien busque el sello de la organización de salud que lo avale. De lo contario, el azúcar se degrada adhiriéndose a la estructura dental y, eventualmente, causará caries y desmineralización del esmalte.
Al no usar azúcar como endulzante, se usan sustitutos como el xilitol, aspartame y sorbitol.
Como proveen una sensación de frescura y buen sabor, disimulan el mal aliento causado por alimentos previamente consumidos; sin embargo, es sólo una solución temporal. Si existe un padecimiento a nivel intestinal u oral mucho más grave, será necesaria la consulta dental o médica.
Recomendaría que, a pesar de que hay chicles sin azúcar, se siga pensando que son dulces o golosinas. Es para que lo mastique si usted quiere hasta que se le quite el sabor, y después tírelo.
Algunos son capaces de durar horas masticando el mismo chicle. Y no sólo es molesto para quienes tenemos que soportar las bombas, chicleteo y la tronadera, sino que también llena el estómago de aire pudiendo causar después gases y cólicos intestinales.
La higiene oral es un hábito que debe ser impuesto y al que debemos acostumbrarnos. Cepillarse bien los dientes, a conciencia, no le quita ni cinco minutos al día, y los beneficios pueden alargarle la vida. No le dé pereza, a falta de coordinación, hay opciones.
No ponga pretextos y opte por masticar un chicle, en lugar de cargar un cepillo y pasta dental de viaje en su bolsa, dejarlo en el cajón del escritorio de su oficina, en la guantera del carro, traerlo en la mochila…
Si usted quiere, esos dientes pueden durarle toda la vida. Vaya a sus citas regularmente con el dentista. Al profesional de salud le toca restaurar lo que haya perdido, pero a usted le toca conservar, cuidar y mantener lo que le queda.
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