El arquitecto Argüelles anunció que en un máximo tres semanas se podrá disfrutar de la nueva imagen del templo del Señor del Monte
El arquitecto explicó que los colores representan los santos a los que se venera en la iglesia. Foto: Miguel Cerna.
Miguel Cerna.-Como parte de los trabajos de restauración a los que se sometió el Templo del Señor de Monte por las diversas fallas estructurales que presentaba, actualmente se trabaja en la segunda etapa que consiste en la terminación de la torre con un chapeado de cantera y la colocación de azulejos en la parte superior de la cúpula.
Pese a que el proyecto está avalado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se ha dividido la opinión de algunos ciudadanos, pues a unos les gusta el cambio y otros creen que se está modificando el edificio para mal; es decir, se le está restando identidad.
El arquitecto Luis Miguel Argüelles Alcalá, responsable de la obra, informó vía telefónica a Laguna que los cambios en la torre no corresponden a alteraciones, sino más bien se trata de completar el trabajo que por falta de recursos económicos no se había concretado como estaba proyectado.
Luis Miguel dijo que el INAH, para la restauración del inmueble, solicitó un proyecto integral que iba más allá de las cuestiones estructurales, por lo que se optó por incluir la terminación de la torre, que consistía en el chapeado de los dos cuerpos superiores y los detalles en la cúpula.
A través de las redes sociales, algunos usuarios manifestaron su desconcierto en cuanto a la colocación de azulejos en la punta, considerando que era un elemento que le restaba identidad al templo.
“Todos los templos tienen azulejo en la parte superior”, reiteró el arquitecto al explicar que los colores que de las cúpulas representan al santo o santos que se veneren en esa iglesia. Particularmente, en el Templo del Señor del Monte se combinó el amarillo que representa a Jesucristo, por ser el color del sol, y el azul de la devoción mariana por las dos vírgenes de las naves laterales.
La restauración de la torre contó con la aprobación del cura y de la guardia del Señor del Monte, a quienes previamente se les presentó el proyecto. Personalmente, al cura Jesús Quiroz Romo le gustó mucho, pues considera que ahora tiene “armonía en base a su conjunto arquitectónico”.
“Me parece muy bien. Está quedando muy bonita”, opinó Marcos Cortés, cronista local, quien rememoró algunas de las modificaciones más importantes de las que ha sido objeto el templo, como cuando se le retiró el enjarrado por iniciativa del padre Arreola; la construcción de la bóveda de la capilla de la virgen del Refugio por el padre Emeterio y el cambio del entarimado de madera por piso de mosaico a promoción de Rodolfo García Ibarra.
Respecto si los cambios en la torre representan una pérdida para el edificio, don Marcos se mostró en contra, pues para él, “es igual, no pierde nada”, concluyó.
El proyecto de restauración del templo representó una inversión de un millón 800 mil pesos provenientes del Fondo de Apoyo a Comunidades para la Restauración de Monumentos Y Bienes Artísticos de Propiedad Federal (FOREMOBA), sociedad y gobierno municipal.
El cura notificó que se le propuso una tercera etapa que consistirá en la nivelación del atrio, la iluminación de la torre y demás cuestiones “accesorias”. Sin embargo, el sacerdote manifestó que lo están pensando porque se ha gastado mucho dinero tanto del ayuntamiento como de los feligreses, por lo que estimó que de concretarse, se haría hasta dentro de 2 años. “Nos apena pedirle tanto dinero a la gente”, concluyó.
El arquitecto Argüelles anunció que en un máximo tres semanas se podrá disfrutar de la nueva imagen del templo del Señor del Monte.
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