Evento Trascendental
El Lago de Chapala. Foto: Héctor Ruiz.
Por: Daniel Jiménez Carranza
En la actualidad el panorama internacional actual nos conduce por múltiples senderos que explorar, que no necesariamente son de tránsito alentador, en un extremo, continúa la acometida rusa sobre un país como Ucrania, que por su posición territorial de frontera con Rusia, contiene en sus localidades, una población ambigua entre el origen de sus raíces rusas y europeas, en donde Kiev, su capital, ha mantenido desde años, un acoso y ataque a las repúblicas separatistas pro rusas Donetsk y Lugansk, que ha detonado con la intervención rusa, como consecuencia de la anexión de Ucrania, al bloque de la OTAN, al que Rusia ha expresado su total desacuerdo, por representar ello un obvio riesgo a su integridad territorial, conflicto equiparado al surgido entre EE. UU. y Rusia por la pretensión de la instalación de misiles rusos en la isla de Cuba, en la década de los sesentas, y cuyo resultado no fue necesariamente un enfrentamiento bélico, sino un acuerdo pacífico, en donde una de las partes hubo de ceder a la razón.
Asimismo, en otro abanico de acontecimientos, hemos presenciado el recorrido del presidente de México por países Centroamericanos y del Caribe, donde hemos encontrado una absoluta resonancia con el proyecto de integración Americana, misma que se ha visto opacada por el anuncio de la Casa Blanca, de no permitir la participación de países como Cuba, Venezuela y Nicaragua, por ser países que “no respetan la Democracia”, argumento claramente inválido, pues el propósito de esta Cumbre es de unir, de agrupar recursos y esfuerzos en aras de consolidar un bloque económico, político y social que contribuya al fortalecimiento de las condiciones de vida de la población en cada país, y con ello evitar la migración hacia polos de mayor desarrollo, abatir la producción de estupefacientes y proliferación de redes criminales que representan un serio fenómeno de descomposición social; ajustes, todos ellos, que contribuirán a mejorar necesariamente las condiciones económicos, políticas, sociales en el entorno de todos los países.
No podemos dejar de lado las desviaciones democráticas de algunos países, que en la práctica son obviamente identificados por el sistema político que ejercen, sin embargo, este tipo de acontecimientos no son únicos en éstos, la historia reciente nos muestra con claridad este tipo de anormalidades en diferentes países que de alguna u otra forma, encubierta o no, adolecen del mismo tipo de prácticas.
Tampoco vamos a emplear este espacio en polemizar sobre la conducta de gobiernos de los distintos países, sino de otorgar a un evento de la magnitud de la Cumbre de las Américas, la importancia trascendental que representará como bloque unido continentalmente, sin exclusión de país alguno.
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