Aunque el inicio de su romance fue difícil por el “qué dirán”, ahora viven su amor en libertad e incluso, ya están comprometidas
Mimi Martínez y Judo Zamora, ambas originarias de Ajijic, llevan poco más de 4 años de relación.
Sofía Medeles.- Independientemente de sus formas, el amor es algo presente y necesario en la vida de toda persona, a pesar de las luchas que se tienen que enfrentar por amar.
Esta es la historia de Mimi Martínez y Judo Zamora, dos mujeres que pese a los altibajos de su relación, han luchado contra el rechazo, la discriminación y las críticas por seguir adelante juntas.
Aunque fueron vecinas en su juventud, se conocieron hace poco menos de 5 años cuando Judo llegó a vivir al departamento vecino de la actual residencia de Mimi y, pasaron de solo compartir saludos a comenzar a convivir compartiendo un café; cuatro meses conviviendo, su amistad se transformó en amor.
“A mí me gustaba Judo y le coqueteaba, pero como yo tengo mi familia, ella no pensó que me gustara. El amor se dio en esos cuatro meses de convivencias, visitas y demás”, comentó Mimi.
El inicio de su romance fue difícil principalmente por sus familias y en segundo plano, por los comentarios discriminatorios de la gente a su alrededor. “Las opiniones de la familia jugaron un papel importante. Cuando mi familia se enteró, muchos se apartaron y no lo aceptaron. Tuvo que pasar tiempo para que estuvieran de acuerdo con lo que yo quería”, aseguró Mimi.
Judo agregó que también sus allegados pusieron un “pero”, debido a que Mimi ya tenía una familia, se impusieron a las críticas. “Con el tiempo, decidimos que las personas no nos iban a hacer felices. La relación es de nosotras, sin importar lo que piensen los demás”, resaltó Judo.
Mimi manifestó que su prioridad, eran sus hijos, quienes lo tomaron de la mejor manera, mostrando que lo único que les importaba era la felicidad de su mamá.
“Es fácil una relación, pero es difícil en este caso porque tengo una familia. Judo no sólo lidia con mi carácter, si no con el carácter de nosotros cinco. Judo me ha apoyado mucho, porque ha tenido siempre una buena amistad con mis hijos, ha representado la figura que hace falta en la familia, y es tanto su confidente como su apoyo”.
Actualmente, y en plena pandemia, se comprometieron pero aseguraron que antes de casarse, primero pensaron en emprender para tener un cimiento para su vida futura.
“Para nosotras el matrimonio es un símbolo de que nuestra relación está a flote pese a todo lo que hemos pasado, además de también ser un documento que formaliza la relación. Es importante porque representa la unión que tenemos”, añadió Mimi.
Además, reafirmaron su apoyo entre ellas. Judo, quien es propietaria de Lucky Bar, comentó que Mimi la ayudó a decorar y la suele ayudar en eventos. Por su lado, Mimi tiene su negocio de manualidades y regalos Nahomi’s Mimi Craftmiss, en el cual Judo siempre ha demostrado su apoyo sin importar nada más.
Finalmente dejaron un consejo para ser felices: “si te pones a pensar en todas las críticas, nunca vas a avanzar, pero cuando sabes que es lo que quieres, no te queda de otra, más que luchar unos meses contra el mundo y después vas a estar tranquilo con tu elección”.
“Ya estamos en el siglo 21, ya no importa lo que nos guste a cada quien. Después de la pandemia nos quedó la lección de que no hay tiempo para perder, hay que buscar y luchar por lo que nos haga feliz, sin importar el qué dirán. Hay que buscar la felicidad y la estabilidad emocional, lo demás ya es extra”, concluyó Judo.
El dato:
El matrimonio igualitario es legal en Jalisco desde el 2016. En tiempos más contemporáneos, no requieren presentar un juicio de amparo, y pueden contraer nupcias en cualquier registro civil del estado.
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