La falta de atención en algunas calles de los barrios del Tepehua, San Miguel y Santa María ha provocado inconvenientes a sus vecinos durante el último temporal
La calle Primera del Cerrito, una calle privada donde su empedrado se ha visto gravemente afectado por las lluvias.
Jazmín Stengel.- De lodo son ahora las calles de los barrios altos en la cabecera municipal de Chapala. Laguna realizó un recorrido por los barrios de Tepehua, San Miguel y Santa María, donde algunos habitantes sufren las consecuencias de las fuertes lluvias, ante la falta de infraestructura como empedrados, pavimentación y banquetas.
Las calles sin nombre que se encuentran al final de la Miguel Martínez.
Al subir hacia el poniente de la calle Miguel Martínez, se pueden observar grandes baches, que según los vecinos, tienen ya un par de años sin arreglar. A los costados, en las privadas como La Primera del Cerrito, se comienza a hacer un arroyo cuando las lluvias son abundantes, por lo que muchas de las piedras fueron arrastradas por el agua, dejando hoyos en la calle.
La calle La Vista, que no tiene salida, también se vuelve arroyo cuando las aguas de lluvia la inundan. “Por aquí baja el agua” señala don Chuy al cauce que deja el agua de temporada. Hasta el momento, los vecinos se abstienen de salir hasta que el agua disminuye, sin embargo, los recolectores de la basura no han tenido la misma suerte y quedan atascados.
Otras dos calles que fueron localizadas al final de la calle Miguel Martínez, frente al pequeño parque comunitario, también se han convertido en lodo esta temporada. Además de la falta de empedrado, en esta zona también se observa la ausencia de alumbrado público. El nombre de las calles no aparece en ninguna nomenclatura y tampoco fue localizado mediante sistema de posicionamiento global o GPS.
Calle Gardenias, donde los vecinos ya no logran cruzar a pie la calle, los días de lluvia.
Sobre la calle Gardenias, en la colonia Tepehua, los habitantes han reunido firmas en tres diferentes ocasiones, a razón de que el cruce de sus calles llega a encharcarse tanto que a los vecinos les es imposible cruzar a pie. En los últimos meses, ingenieros de Obras Públicas acudieron a la zona para proponer aplanar y nivelar la tierra para que el agua continúe fluyendo, informó Juan Carlos, uno de los vecinos.
Una queja similar se reportó a lo largo de la calle Constitución, donde Malu y sus vecinas dijeron sentirse abandonadas por las autoridades de Chapala. “Aquí no vienen” exclamó la mayor de ellas, quien agregó que la última visita que recibieron del actual alcalde, Alejandro de Jesús Aguirre Curiel, fue para aplanar graba, durante su campaña.
Sin embargo, en la calle Constitución sigue desembocando el agua que corre por las calles Artículo 27 y 3. Aquí la cantidad de agua hace que la calle completa se inunde provocando “un lodazal, que hasta las chanclas se quedan atoradas” agregó la más joven de las entrevistadas.
Prolongación Constitución después de la supuesta reparación.
La última de las quejas que Laguna recibió durante el recorrido, fue en una de las calles más alejadas de la localidad, Prolongación Constitución. Allí los vecinos solían vaciar escombros para mantener el piso de la calle firme y sobrellevar la cantidad de agua que bajaba por el arroyo.
Diez días antes del cierre de esta edición, funcionarios públicos rascaron y aplanaron la tierra con maquinaria pesada, provocando que se haga lodo en la vía y desde entonces se han atascado dos automóviles, afirmó Javier, vecino de la casa marcada con el número 3 de dicha Prolongación.
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