María Lourdes recuerda a su hija dando momentos gratos a menores con alguna discapacidad
María Lourdes Cortés de la Torre durante uno de los festejos a los niños. Foto: Facebook.
Armando Esquivel.- Perder un hijo o una hija es el peor dolor para una madre. Fue el caso de Lourdes, quien sufrió una gran pérdida, pero decidió tener presente a su hija de una forma distinta, haciéndole homenaje al apoyar a menores con la misma condición con la que contaba Lulú. “Siempre, todo lo que hacemos es en honor a ella”.
Lulú falleció a los 11 años, ella tenía síndrome de Down, por lo que ahora, su mamá, María Lourdes Cortés de la Torre, realiza actividades para que los menores con esta afección genética puedan tener momentos agradables.
“A raíz de que Lulú falleció, empezamos a hacer un grupo de amigos, no es una asociación como tal, es un grupo que se llama ‘Amigos unidos por el corazón de Lulú’, iniciamos haciendo un evento muy pequeño y reunimos juguetes, bolos, dulces y les hacíamos una pequeña fiesta, primero en el malecón y la plaza, también les haciamos su comida, era algo más pequeño, pero conforme fue pasando el tiempo, esto fue creciendo debido a que la gente veía seriedad y que de verdad se hacían las cosas”, compartió Lourdes en entrevista.
Lulú, como también es conocida por su amistades, tiene 45 años de edad y es habitante de Jocotepec, ella mencionó que año con año realizan actividades, siendo este el décimo aniversario y se han expandido hacia el rumbo de Chapala.
“Somos muchas personas para que esto sea posible, eso es muy importante para mí, y seguir invitando a las personas, sobre todo para que haya más esta inclusión, porque yo inicié queriendo ver a los niños que tuvieran una fiesta porque normalmente como mamás especiales a veces nos detenemos de ir a muchas partes por el hecho de que son muy hiperactivos, pero creo que lo más importante de todo esto es seguir teniendo esa inclusión y que se sientan integrados, respetados y amados, que es lo más importante”, compartió.
Para las actividades de apoyo se cuenta con ayuda de familiares, amigos, vecinos y hasta personas en el extranjero. Su último evento fue en el salón de eventos llamado la Casa Club, invitando a todos los niños con discapacidad, con la participación de la escuela de educación especial y otros que eran compañeros de Lulú, quienes ya están grandes y se les sigue invitando a participar.
De esta forma es como Lourdes Cortés recuerda que el amor de una madre es infinito y que ni la muerte puede más que el amor maternal. “Ella siempre va a vivir en nuestro corazón y en nuestros recuerdos”.
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