Los mitos sin fin
Leticia Trejo es profesora de Yoga y entrenadora personal. Foto: Archivo.
Por Leticia Trejo.
¿Quién decide qué SÍ es un mito y qué NO es un mito dentro de la actividad física? Antiguamente, en los primeros 50 años del siglo pasado había poca investigación sobre los efectos o beneficios de la actividad deportiva, de manera que los tipos de entrenamiento, que se recomendaban eran de personas que les gustaba trabajar con su cuerpo.
Entrenadores que fueron campeones olímpicos, personas que descubrieron un sistema que les funcionó para estar en forma y después se dedicaban a venderlo a otros; no había una regulación con bases científicas que nos dijera a ciencia cierta qué nos podría convertir en personas saludables y tener cuerpos funcionales y fuertes.
En 1954 se fundó el Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM, por sus siglas en inglés) que se ha convertido en una de las máximas autoridades dentro de la regulación de la actividad física deportiva pero también de la prescripción del ejercicio cómo medicina. Esto es más relevante de lo que creemos, porque no conozco ninguna especialidad médica que no recomiende la actividad física cómo herramienta para superar cualquier enfermedad ya sea física o mental; los especialistas te dan tu tratamiento y te dicen: “HAGA EJERCICIO”.
El ACSM organiza conferencias y congresos, publica libros y revistas y ofrece programas de certificación para entrenadores personales y fisiólogos del ejercicio, también es quien recibe la mayor cantidad de investigaciones sobre los beneficios de más de 70 actividades físicas y deportivas al año de una gran cantidad de Universidades alrededor del mundo. Gracias a las investigaciones que se revisan y se entregan a esta Institución podemos saber que las siguientes aseveraciones son mitos:
Cuando haces pesas, pero tienes sobrepeso u obesidad la grasa se endurece. Esto no ocurre así, la grasa de nuestro cuerpo es de consistencia suave y viscosa, no tiene fibras musculares, por lo tanto, NO, no se endurece por entrenar con pesas.
Cuando haces cientos de abdominales bajas el volumen de tu abdomen y te salen cuadritos (el famoso six pack). No, los abdominales son ejercicios para fortalecer el CORE y núcleo del tronco y proteger a los órganos abdominales y a la columna vertebral. Cuando se abusa de ellos se pueden generar problemas de espalda y algunas veces, cuando son muy intensos, hernias de disco umbilical, inguinal y lumbar. El volumen de tu abdomen depende en un 85 % de la dieta adecuada.
A las mujeres se les hace ancha la espalda cuando hacen ejercicios para los brazos. No, una espalda ancha es producto de la morfología genética de cada persona, existen diferentes tipologías corporales que se manifiestan incluso sin hacer ejercicio. Tendrías que entrenar cuatro horas al día, tomar suplementos nutricionales y cambiar tu alimentación para que los músculos de la parte superior del torso crecieran (hipertrofia muscular) para verte “ancha”.
Para “quemar” la grasa debes hacer obligatoriamente ejercicio cardiovascular cómo salir a correr, andar en bicicleta, nadar, etc. No, recordemos que la grasa no se quema ni se suda: la grasa se OXIDA, pasa por un proceso en donde se convierte en vapor y agua que sale por la orina, por las excreciones fecales y por la exhalación. Para que la grasa excedente salga de tu organismo debes aprender a respirar de forma eficiente, con respiraciones largas y pausadas.
No es mi intención juzgar las recomendaciones de algunos expertos empíricos del ejercicio, pero creo que tomando nuestra parte de responsabilidad en nuestra salud es importante investigar y ahora ya sabes a dónde puedes recurrir.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala