‘Sigo pensando que es un regalo cada día que vivo, sigo siendo vegetariana y decido ser feliz, pase lo que pase’, dijo
Chela de La Vega actualmente es asesora independiente para museos, proyectos recreativos, educativos y de gestión cultural. Foto: Cortesía.
Estefanía Romero López.- Hace 36 años la productora de radio, Graciela Margarita de la Vega Michel, conocida como Chela de la Vega recibió una de las noticias más impactantes de su vida: fue diagnosticada con cáncer de mama.
Transcurria el año 1988 cuando recibió la noticia acerca de que padecía la enfermedad que en el año 2023 quitó la vida a más de ocho mil mujeres en México. Era una época muy complicada en su vida ya que estaba divorciada, con dos hijos pequeños y sin apoyo alguno del padre. Tenía un buen trabajo, pero solo ganaba lo suficiente para sobrellevar el día a día.
Por esta razón es que decidió atenderse en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y ahí empezó una historia muy difícil para ella, desde la aceptación del padecimiento hasta el mal trato de algunas instituciones públicas.
Su primera cita en el IMSS fue con una endocrinóloga, quien de inmediato la remitió a oncología con el doctor Joaquín Carlín, quien le confirmó la “alta posibilidad de carcinoma”, ella no lo podía creer.
El 30 de mayo ingresó al Centro Médico del IMSS en Guadalajara y desde el principio se sintió como un objeto que incomodaba al personal de ese hospital. Metieron a todos los pacientes de cáncer de mama que serían operados al día siguiente en una sala con sillas de madera y le proporcionaron, hasta donde les alcanzaron, batas viejas con la instrucción de desnudarlos y usar solo eso. Por sugerencia de su madre, Chela llevaba su propia bata.
Pasaron las horas y a las 12 de la noche, cuando ya solo quedaba a la espera de cama unas cinco personas, llegó una enfermera y le dijo a Chela que ya no tenía camas en oncología, así que le recomendó irse a su casa y que la reprogramara su doctor, a lo cual Chela se negó rotundamente.
“La enfermera me miró molesta y se fue. Para mi sorpresa, llegaron por mí a buena hora , creo que mi trabajo me salvó, yo pertenecía a la empresa de noticias más importante de la ciudad y noté un cambio en el trato. Me llevaron inmediatamente al quirófano donde me esperaba el doctor Carlín”, contó.
Ahí, frente a su única esperanza, Chela le pidió al doctor Carlín que decidierá sobre su enfermedad como “si fuera su hija” , pues no quería dejar solo a sus dos hijos pequeños. “Quiero verlos crecer y estar a su lado…”, recordó la productora de radio.
Tras la cirugía, tomó la desición de revisarse para ver si aún tenía su seno. Ya no lo tenía. Por lo que le pidió al doctor que no la diera el alta “hasta que estuviera completa de nuevo”. No quería que mis hijos me vieran mutilada…ni nadie”, mencionó.
Su tratamiento constó de 25 sesiones de radioterapia y seis dosis de quimioterapia además de volverse vegetariana. A los 10 años de la cirugía, decidió hacerse una cirugía reconstructiva del pecho. Por muchos años fue a revisión con su doctor.
Actualmente, Chela de la Vega acaba de cumplir 70 años, y como sobreviviente de cáncer de mama agradece que cada nuevo día es un regalo de la vida. “Mi tratamiento hoy, es el mismo: Sigo pensando que es un regalo cada día que vivo, sigo siendo vegetariana y decido ser feliz, pase lo que pase”, señala la entrevistada quien actualmente es gestora cultural y radica en Guadalajara, pero vivió algunos meses en la cabecera municipal de Chapala.
Cuando se le preguntó qué le recomendaría a alguien que esté pasando por esa situación, contestó: “Que se aferre a la vida, que siga adelante. Pero sobre todo, que deje sus miedos a un lado, que confíe y no permita que el miedo a la muerte o a la enfermedad gobiernen su vida. ¡Hoy despertaste, da gracias a Dios y VIVE!”, expresó Chela de la Vega.
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