Ramiro Escamilla, originario de Ajijic, será quien interpretará a Jesucristo este año. Foto: Sofía Medeles.
Sofía Medeles.- Pasión de Cristo Ajijic tendrá un nuevo Jesús para este 2025. Se trata de Ramiro Escamilla, originario de Ajijic, quien se aseguró contento de poder participar representando el papel central de la obra.
Ramiro Escamilla Zamora, de 31 años de edad, es originario y residente de Ajijic. Es licenciado en Negocios Internacionales y tiene 10 años trabajando en una empresa extranjera en iniciativa privada, por lo que se mantiene en su día a día trasladándose entre Ajijic y la Zona Metropolitana de Guadalajara. Participa en el grupo Pasión de Cristo desde el año 2018, acercándose por voluntad propia y apoyando en la cuestión de la escenografía, aunque no fue hasta el año pasado donde realizó su primera participación como apóstol.
Ramiro, compartió que tanto Eduardo Ramos Cordero, como Ricardo Mora y Alejandro Márquez, participantes activos del grupo, fueron quienes le comentaron sobre interpretar a Jesús y que le pareció una noticia agradable, aceptando por varios motivos, entre ellos, que siempre se crió en un lecho familiar religioso y aceptando para ofrecerlo a Dios y a Jesucristo como agradecimiento. En un inicio, él no pensaba que se sumaría a la parte actoral «Honestamente no esperaba ni era mi intención actuar, pero se fue dando y aquí estamos» compartió.
Aseguró que se siente tranquilo y en paz con su próxima actuación, ligeramente nervioso, aunque ofreciéndose y encomendándose a Dios, buscando que salga de la mejor manera posible «Estoy emocionado porque es un equipo muy grande y siento el apoyo de todos los grupos dentro de Pasión de Cristo que me dan ese respaldo».
Sobre las venideras fechas donde tendrá participación señaló «Todavía faltan detalles, pero estamos ensayando ya con todos los grupos que hacían falta. Me siento preparado, no al cien, faltan detallitos, pero ya trabajo en ellos. Espero que en estas tres semanas todo se de en tiempo y forma». Según compartió, ha tenido acercamiento con actores que han representado a Jesús en años pasados, como Gerardo Márquez, Felipe Angulo y Pablo Leja, quienes le han dado tips y consejos.
No aseguró ni descartó una futura participación «No digo que no, ni que sí, me gustaría guardar lo bonito de la experiencia y el ofrecimiento personal que hago. Si lo pensaría, más adelante lo consideraría, pero en este momento y por mi intención, me gustaría estar enfocado, hacerlo con fe y entusiasmo».
Invitó a las personas a sumarse como actores, que es uno de los grupos que no siempre está completo «La actuación a veces nos da pena, somos tímidos o nos da pena hablar, pero es bonita la interacción que se tiene aquí y para la gente que tiene la inquietud se puede empezar por papeles pequeños que no tienen tanto diálogo, que son más de presencia, para ver y conocer el proceso, para ya en un año siguiente, pedir un papel que tenga más actuación, diálogo, un poquito más de presencia. Si faltan algunos actores, quien tenga la intención, con todo gusto o confianza que se acerque, los recibimos con mucho gusto y tal vez así sale su don y se van de aquí a Hollywood» compartió entre risas.
Finalmente, deja un agradecimiento tanto a su familia por todo el apoyo y paciencia que le han dado como al grupo Pasión de Cristo, que siguen estando dedicados en ofrecer buenas representaciones, a todos los compañeros que apoyan de manera voluntaria, a los patrocinadores, al ayuntamiento que comentó apoya y al pueblo en general, que también se suma a ayudar al grupo en la Verbena Jamaica del Pasado, de donde se saca el capital para solventar los gastos de la obra.
«Y por último, entregar y dedicar toda esta obra un año más de fe y de compartir el amor al prójimo, para que también estos días tengamos un poquito de conciencia sobre todo lo que Dios y Jesucristo vinieron a entregarnos».
Luis Sánchez como Judas, rodeado de bailarines y ángeles en el escenario del LLT en Jesucristo, Superstar. Foto: Jack Voller.
Patrick O’Heffernan.- Espectacular, notable, asombroso, alucinante y cualquier otro adjetivo positivo y exagerado de mi tesoro lingüístico es necesario para describir Jesucristo Superstar, la extravagancia musical que se estrenó el viernes 26 de enero por la noche, en el Lakeside Little Theater (LLT) y tuvo después de catorce shows su última función el martes 6 de febrero.
Laura Medina (Mary Magdalene), con Ken Turner (Jesucristo) y el reparto. Foto: Jack Voller.
Con un reparto de 45 personas en escena, una banda de siete músicos, también en escena, y un director musical en un foro especialmente construido para la ocasión, Jesucristo Superstar es una pieza impecable de magia logística, con una actuación y un canto que estarían a la altura de muchos teatros profesionales. Mis compañeros de asiento, que son de Los Ángeles, dijeron después que «esto no puede ser un teatro comunitario, hay tanto talento en ese escenario». Y yo añadiría que también entre bastidores.
La producción se abre con una guitarra etérea de Matt Chabe, que atrae a unos demonios luminosos que se arrastran por los pasillos del teatro a oscuras hasta el escenario, una imagen sorprendente que presagia lo que está por venir.
Lo que está por venir es una compleja ópera rock con docenas de bailarines, coristas, efectos visuales, cambios de vestuario, música en directo y actuaciones en un decorado que aprovecha cada centímetro del escenario sin que parezca abarrotado. Pero lo más espectacular de todo es el canto.
Luis Sánchez como Judas, en la agonía del arrepentimiento rodeado de bailarines en el escenario LLT en Jesucristo, Superstar. Foto: Jack Voller.
Los dos protagonistas masculinos, Ken Turner como Jesús y Luis Sánchez como Judas, llenaron el teatro de 122 butacas de pasión, angustia y amor, transmitiendo con sus voces la profundidad emocional de una historia venerada por miles de millones de personas en todo el mundo. Turner es una figura familiar en el escenario del LLT. Es un vocalista titulado con muchos reconocimientos a sus espaldas y una voz que surca el teatro como un águila. La decisión de darle el papel de Jesús fue brillante. Nos dio a Cristo como personaje, pero al mismo tiempo nos dio una voz que nos elevó a los cielos.
La mayor sorpresa de la noche fue Luis Sánchez y su interpretación de Judas. Como vocalista del Mariachi Real Ajijic, Sánchez es también una voz conocida en la Ribera, pero no estaba preparado para su habilidad como actor, bailarín y cantante de teatro musical. Superstar es su debut en el escenario -no tiene experiencia previa como actor o en teatro musical-. Encarnó a Judas tan bien que cuesta creer que no sea un actor consumado de Broadway. La autoridad que imprimió al personaje se desprendía literalmente del escenario, mientras golpeaba al público con la pasión, la angustia y el arrepentimiento de Judas. Sánchez es el complemento perfecto para el Cristo de Turner y todos nos quedamos atónitos mientras dominaba el escenario.
Byan Kaplan como Herodes y sus Playgirls en el escenario del LLT en Jesucristo, Superstar. Foto: Jack Voller.
Entrelazada con Turner y Sánchez estaba Laura Medina, que interpretaba a María Magdalena. La gama de su voz, desde el desgarro a la ópera, pasando por la ira, matizó la masculinidad de Turner y afloró hábilmente la humanidad de Cristo, y más tarde, sacó a relucir la debilidad de Pedro, interpretado con acierto por David Ellison.
Ken Turner en la cruz, flanqueado por demonios en el escenario del LLT en Jesucristo, Superstar. Foto: Jack Voller.
Los protagonistas estuvieron rodeados y apoyados por un reparto que brilló: todos en escena dieron lo mejor de sí mismos. Charles Hoag como el Sumo Sacerdote Caifás, Tim Johnson como Poncio Piloto, Diana Laris como el Sacerdote Anás, Mark Donaldson como Simón el Cananeo, y el inolvidable, simplemente fabuloso Bryan Kaplan como Herodes, fueron cada uno una joya en la actuación y el canto, y añadieron más sabores humanos a la historia.
Superstar es un triunfo para el veterano equipo de dirección formado por Ann Swiston y Dave McIntosh. Sus decisiones de reparto fueron excepcionales, y su dirección sacó a relucir interpretaciones que superaron los límites de todos. Además, el equipo de producción que reunieron, formado por el director musical, Gary Wayne Young; el coreógrafo y jefe de vestuario, Roy Haynes; el director de escena, Win McIntosh; el productor, John McKay; las assistant stage manager (asistentes de dirección de escenario), Sandy Jakubek y Ruth Varner; la coordinadora de maquillaje, Pamela Johnson; Ruth Kear y Andy Kline, como escenógrafos; y los equipos de sonido e iluminación, llevaron a cabo con aplomo la producción más compleja que he visto en Lakeside.
Jesucristo Superstar, tuvo lleno total en sus 14 representaciones en Lakeside Little Theater (LLT), el teatro de habla inglesa más longevo de México, ubicado en la Ribera de Chapala.
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